miércoles, 28 de octubre de 2015

Francisco Barranco, un morateño cerrajero real


Este artesano forjó la rejería de la Puerta de Hierro y de la escalera del Palacio de Aranjuez

En el siglo XVIII el pintor italiano Santiago Bonavia trabajó en las obras de los palacios reales para los dos primeros monarcas españoles de la casa de los Borbones: Felipe V y Fernando VI. Junto a este artista italiano un cerrajero nacido en Morata, Francisco Barranco, dio forma a espectaculares obras de cerrajería: la barandilla de hierro de la escalera principal del Palacio de Aranjuez y el enrejado de la Puerta de Hierro de Madrid. 
Francisco Barranco es el protagonista de El cerrajero del rey, una novela histórica de María José Rubio, editada en 2012, que narra la trayectoria de este artista de la forja nacido en Morata. La novela, ciertamente interesante y muy bien ambientada en el Madrid del siglo XVIII, nos muestra como Francisco Barranco, un personaje que existió realmente como la mayoría de los que aparecen en el texto, ascendió desde los escalones más bajos de su oficio artesano hasta convertirse en cerrajero del rey.
Los apellidos Barranco y Salado en Morata
En la novela se aportan algunos datos, pocos, sobre el nacimiento y la vida de Francisco Barranco en Morata. Su nombre completo fue Francisco Barranco Salado y el de sus padres Phelipe Barranco y Teresa Salado. Por si os decidís a leer la novela, no voy a ofrecer más datos de los que aparecen en ella, sólo que, al parecer, el padre de Francisco, que trabajaba con el conde de Altamira, murió en un episodio relacionado con la guerra de Sucesión y que Teresa hubo de buscar  nuevas formas de vida que forzaron a madre e hijo a emigrar fuera de Morata.
Contamos con el Catastro de Ensenada para rastrear los apellidos de Francisco hacia la mitad del siglo XVIII en Morata. Y efectivamente, tanto su primer apellido, Barranco, como el segundo, Salado, aparecen en los censos de la época. Concretamente, con el apellido Barranco aparecen María Barranco, vecina de Madrid y propietaria de una casa en la calle Real de Arganda, y Manuel Barranco, viudo, sin propiedades registradas en la villa. En cuanto al apellido Salado, el de su madre, en Morata están avecindados Feliciano Salado, con una casa en la calle Cristo de la Sala; Manuel Salado, con casa frente a la ermita de Nuestra Señora de la Antigua; Miguel Salado, también con una casa en la calle Real, y Jerónimo Salado, propietario de la cuarta parte de una casa en la calle que sube a la Concepción (actual calle Moreríal). Pero el registro que realmente nos interesa es en el que aparece Francisco Barranco –recordemos que en el catastro lo habitual es que anote un solo apellido-, como propietario de una casa en la calle que sube de la Real al Pozo de la Nieve (actual calle de Juan Carlos I). Además, Francisco Barranco también aparece como propietario de unas tierras en el llano de Morata, en los parajes de El Pico del Águila y Los Rosales, y lo que es más importante, en el catastro se le identifica en el momento de su redacción, en torno a 1751, como vecino de Madrid, precisamente la ciudad donde vivió el cerrajero hasta su muerte en 1759. También existe constancia de que su hijo, José Barranco y Flores trabajó como cerrajero de Cámara de Carlos III.
Las obras más emblemáticas de Francisco Barranco
El trabajo como forjador y cerrajero de Francisco Barranco está ligado a la presencia en España del pintor Jacome [Santiago] Bonavia. Distintas vicisitudes propiciaron que el italiano, más allá de su profesión inicial de pintor, realizara trabajos arquitectónicos para los dos primeros borbones que reinaron en España. De su estancia en nuestro país han quedado sus trabajos y las distintas obras de remodelación realizadas en el Palacio Real de Madrid, el Palacio de la Granja de San Ildefonso o el Palacio Real de Aranjuez. En todos estos proyectos le acompañó Francisco Barranco como el encargado de modelar  y forjar el hierro que daría forma a sus diseños.

Escalera del Palacio Real de Aranjuez

La remodelación del Palacio Real de Aranjuez es impulsada por Felipe V a partir de 1741. En documentos de la época Bonavia relata cómo encargó a Francisco Barranco las rejas del Palacio de Aranjuez o cómo el cerrajero procedía en febrero de 1746 a confeccionar los tableros para elaborar en ellos las barandas y los tiros de  la escalera (Archivo General de Palacio Cª 14163 1 de enero de 1745). La balaustrada en hierro forjado, de estilo rococó, es de lo más destacado de la obra. Con Bonavia, Francisco Barranco también colaboró en distintas obras de rejería de los jardines de Aranjuez.

Puerta de Hierro, en Madrid
La Puerta de Hierro fue un proyecto Fernando VI quien ordenó su construcción a partir de un proyecto de Francisco Nagle al que dio forma en su parte de rejería Francisco Barranco. Esta puerta, que en su origen estaba integrada en la cerca que protegía el cazadero real de El Pardo, se empezó a construir en 1751 y posteriores remodelaciones, derribos y cambios urbanísticos la han alejado de su primitiva función.

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