miércoles, 6 de abril de 2016

La Casa de Altamira en Morata (V)


Vicente Pío Osorio de Moscoso y Ponce de León (XIV conde de Altamira)

Vicente Pío nació en Madrid el 22 de julio de 1801. A los veinte años se casó con María Luisa de Carvajal Vargas y Queralt. De este matrimonio nacieron un hijo y tres hijas. Por razones históricas, fue el último titular de los mayorazgos y señoríos heredados de su familia, entre ellos el de Morata, y también, por estas mismas razones, tuvo que afrontar la decadencia económica de la Casa de Altamira, que ya se había iniciado en vida de su padre, lo que le obligó a vender la mayoría de sus propiedades, entre ellas, prácticamente todo el patrimonio de la Casa de Altamira en Morata, si exceptuamos el palacio de la familia, que fue enajenado 25 años después de la muerte de Vicente Pío en 1864, y algunas otras propiedades rústicas que fueron subastadas junto con el propio palacio.
En la biografía de Vicente Pío resulta especialmente llamativa la relación de títulos de nobleza y cargos honoríficos que acumulaba sobre su persona. En una carpeta del Archivo Histórico Nacional Sección Nobleza-BAENA, C.203, se conservan los originales y las pruebas de imprenta de un impreso en el que aparecen reflejados todos estos títulos y cargos:
En total 109 títulos nobiliarios, por encima de otras ramas de la nobleza como la Casa de Alba, tenían como titular a Vicente Pío Osorio de Moscoso. El XIV conde de Altamira, como sucedió con todos sus antepasados, tuvo una vida plenamente ligada a la corte, primero con Fernando VII y, en su madurez, con Isabel II. De hecho, la cercanía a la Casa Real de Vicente Pío propició que su hijo y heredero, José María, se casara con una infanta de España, Luisa Teresa de Borbón, nieta de Carlos IV y prima hermana de la reina Isabel II. Otra de sus hijas, Rosalía, se casó con José María Ruíz de Arana, personaje que en la corte catalogaban como uno de los numerosos amantes de la propia reina Isabel II.
 Ralación de títulos nobiliarios de Vicente Pío Osorio de Moscoso
A la edad de 12 años ya ingresó en el cuerpo de pajes, paso previo a otros nombramientos reales: gentilhombre de Cámara, Alférez mayor de Castilla y adelantado mayor del reino de Granada. Isabel II también le nombró caballerizo mayor y sumiller de corps, en 1854, cargo que desempeñó hasta su muerte. Ocupó también cargos políticos como el de senador por designación por la provincia de Lugo, 1834-1842; de León desde 1843 hasta 1845, y senador vitalicio desde 1845 hasta el año de su muerte en 1864. Además, ocupó la vicepresidencia del senado entre los años 1849 y 1850.
Fue un hombre de inquietudes culturales y artísticas. Heredó la pasión de alguno de sus antepasados por la pintura aunque no pudo evitar que la fabulosa pinacoteca de la Casa de Altamira, conservada en los palacios de Madrid y de Morata, fuera poco a poco enajenada, aunque bien es cierto que este proceso se inició en vida de su padre, como hemos visto en la reseña biográfica de Vicente Isabel Osorio de Moscoso.
Como responsable de la familia, Vicente Pío se vio obligado a seguir con el proceso de venta de bienes libres para atender las necesidades económicas de la familia. A pesar de que sus ingresos eran extremadamente altos, -en 1833, declaró en el Senado unas rentas anuales de 426.760 reales-, lo cierto es que los gastos de la Casa de Altamira y los intereses  de los créditos arrastrados desde muchos años atrás lastraban las finanzas del XIV conde de Altamira. La delicada situación económica obligó a Vicente Pío en 1837, poco después de asumir la jefatura de la Casa de Altamira, a la venta de una parte del palacio familiar de la calle Flor Alta de Madrid. Este palacio, que tras muchas ampliaciones, reformas y mejoras, llegó a ser uno de los más lujosos y elegantes de Madrid, ocupaba la parcela donde, en el lejano siglo XVII, su antepasado el marqués de Leganés, construyó su casa solariega coincidiendo con los años de su ascenso económico y social en la corte de Madrid.
El IX conde Altamira y sus posesiones en Morata
Como ya vimos en la reseña biográfica de su padre, el patrimonio de la Casa de Altamira en Morata se vio sensiblemente mermado a partir de 1820. En este año, Vicente Isabel Osorio de Moscoso ya se había visto obligado a vender y subastar prácticamente todas sus propiedades rústicas en la vega de Morata, el molino y la huerta –que pasaron a denominarse de Angulo, su comprador- y varias pinturas del palacio familiar. Sin embargo, todavía pertenecían a la familia numerosas propiedades en Morata, especialmente el palacio, el batán, la casa picadero, las denominadas Cocheras, situadas en la plaza de D. Santiago, la posada de la plaza, un molino aceitero y El Bosque que aún proporcionaban al conde Altamira algunos ingresos en la villa de Morata.
Para administrar estos bienes, la Casa de Altamira contaba con un administrador encargado de hacerse cargo de los ingresos que anualmente producían los bienes que todavía conservaban en Morata. En el año 1853, desde la administración central del conde de Altamira en Madrid se apremiaba al administrador de Morata a que remitiera las cuentas de los ingresos y gastos del conde en la villa:
A Morata, 18 de noviembre de 1853
En la contaduría de la casa se está liquidando un quinquenio y deseando saber cual es el producto de la Administración de Morata, resulta que faltan las cuentas de 1851 y 1852 porque no las ha rendido. [En]La disposición general está mandado que en fin de febrero lo más tarde se entreguen en las oficinas de la Casa las cuentas del año anterior porque las anteriores son nulas y aún perjudiciales, si no se cumplen. Por esta razón tiene resuelto la dirección no tolerar a nadie tales faltas, en que procurará usted no volver a incurrir y por de próximo remitirá inmediatamente las cuentas de los mencionados años.
Archivo Histórico Nacional-Sección Nobleza-BAENA-C.205, D.28-306
Esta comunicación al administrador de Morata confirma que, aunque mermados, la Casa de Altamira aún conservaba algunos derechos económicos en Morata mientras que los derechos señoriales hacía ya tiempo que se habían abolido con la nueva legislación de carácter liberal y, por ejemplo, el conde de Altamira ya no podía hacer uso de su privilegio de nombrar al alcalde mayor, cargo extinguido y que ya en 1827 dejó de existir en Morata.
En años anteriores a esta comunicación al administrador, Vicente Pío Osorio de Moscoso recibía algunas rentas desde Morata procedentes, entre otros conceptos, del alquiler de algunas de sus propiedades y de la explotación de los recursos las fincas que aún conservaba en la villa:
Diario de Avisos de Madrid, 7 de diciembre de 1846
AL PÚBLICO.- Se venden en pública subasta las leñas del bosque titulado de Perales, propio del Excmo. Conde de Altamira que lleva en arrendamiento el Excmo. Señor conde de Sástago, cuyo remate verificará el apoderado de este último Sr. Excmo. En la casa que habita en esta villa de Morata, y plazuela llamada de Espinardo, el día 8 del corriente, de once a doce de la mañana, bajo las condiciones que se manifestarán a los licitadores en el acto del remate, advirtiéndose que no será admitida postura que no cubra la cantidad de 7.000 reales. Morata, 1º de diciembre de 1846. José González.
Diario de Avisos de Madrid, 24 de enero de 1852
Se arrienda la caza del bosque que posee el Excmo. Señor conde de Altamira, en término de la villa de Morata, bajo las condiciones que estarán de manifiesto en la contaduría de la casa de S. E., y en la administración de dicho señor en la expresada villa, hasta el día 31 del corriente, en que se adjudicará al sujeto que mejor proposición hubiese hecho, advirtiéndose que el mencionado bosque está a poco más de un cuarto de legua de la carretera de Las Cabrillas, entre Arganda y Perales, por la cual pasan diariamente las diligencias de Valencia y Tarancón, habiendo también otra establecida en Arganda que conduce pasajeros de esta corte los lunes y sábados.
En el mismo día se procederá a la venta o arriendo de la roza de las leñas que existen en el citado bosque, con arreglo al pliego de condiciones que estará de manifiesto en la expresada contaduría de S. E. en esta corte y en su administración de Morata.
Diario Oficial de Avisos de Madrid, 18 de enero de 1852
Se arrienda la casa del boque, que posee el Excmo. Señor conde Altamira, en término de la villa de Morata, bajo las condiciones que estarán de manifiesto en la contaduría de la casa de S. E., y en la administración de dicho señor, en la expresada villa, hasta el 31 del corriente, en que se adjudicará al sujeto que mejor proposición hubiese hecho; advirtiéndose que el mencionado bosque está a poco más de un cuarto de legua de la carretera de Las Cabrillas, entre Arganda y Perales, por la cual pasan diariamente las diligencias de Valencia y Tarancón; habiendo también otra establecida en Arganda, que conduce pasajeros de esta corte los lunes y sábados.
En el mismo día se procederá a venta o arriendo de la roza de las leñas que existen en el citado bosque, con arreglo al pliego de condiciones que estará de manifiesto en la expresada contaduría de S. E. en esta corte y su administración de Morata.
Diario Oficial de Avisos de Madrid, 2 de junio de 1856
Se arrienda en pública subasta y por dos meses, la caza del bosque de Morata de Tajuña, perteneciente al Excmo. Sr. Conde de Altamira, cuyo doble remate se ha de celebrar el día 15 del corriente, a las diez de la mañana, en la administración de aquella villa y en la contaduría de dicho Excmo. Sr. Conde de Altamira, hallándose de manifiesto en ambas dependencias el pliego de condiciones, bajo las cuales ha de tener efecto este remate.
Diario Oficial de Avisos de Madrid, 12 de junio de 1856
ARRIENDO DE ESPARTO
Se arrienda en pública subasta y por el tiempo preciso para su recolección el esparto del bosque de Morata de Tajuña, perteneciente al Excmo. Sr. conde de Altamira, cuyo doble remate se ha de celebrar el día 22 del corriente en la casa administración de aquella villa, y en la contaduría de dicho Excmo. Señor conde de Altamira, hallándose de manifiesto en ambas dependencias el pliego de condiciones bajo las cuales ha de tener efecto este remate.
Arriendo del esparto de El Bosque de Morata en el Diario Oficial de Avisos de Madrid
Aparte de la explotación y arriendo del esparto, la caza y la leña de El Bosque de Morata, -y de otro localizado en la vecina villa de Perales de Tajuña-, que aún permanecía en el patrimonio del conde de Altamira en Morata, Vicente Pío Osorio de Moscoso también obtenía ingresos del alquiler de algunas de sus fincas urbanas en Morata. En 1852 se anunciaba el arriendo de la casa de El Bosque, y en 1862 un documento del Archivo Histórico Nacional también confirma el alquiler de otras propiedades de la Casa de Altamira en Morata:
Agosto de 1862-Registro de entrada de documentos
Leganés. El 4 de agosto obligación privada para el arrendamiento de la casa titulada de Las Cocheras por el año que venció en julio de 1862.
También aparece un registro de 4 de agosto sobre: … el arredramiento de la habitación exterior en el piso principal del palacio de Morata por el año vencido en julio de 1862.
Archivo Histórico Nacional-Sección Nobleza-BAENA, C204, D.122
Estos ingresos procedentes de alquileres también generaban gastos a la administración de la Casa de Altamira en forma de contribuciones. En 1855 la administración de Morata comunicaba un pago de 2.196 reales en concepto de contribución especial sobre bienes urbanos. Unos años después, a partir de 1862, el conde volvió a recurrir a las ventas de su patrimonio en Morata para hacer frente a las deudas de la Casa:
11 de septiembre de 1862-Copia simple de la escritura de venta de la casa del Jardinero en Morata.
28 de noviembre de 1862. Copia simple de la escritura de compromiso para la venta del molino aceitero de Morata.
Archivo Histórico Nacional-Sección nobleza, BAENA, C.204, D.112
La primera de estas ventas, la denominada Casa del Jardinero, es el primer paso de lo que años después sería la parcelación y, en definitiva, desaparición como tal del Palacio de Morata, mientras que la venta del molino aceitero significa la pérdida para la Casa de Altamira de otro de sus edificios urbanos, en este caso la almazara localizada al norte de la población. En estos años, también el antiguo batán dejó de pertenecer al patrimonio de la Casa de Altamira cuando la empresa Velasco, Romillo y Cia inició un proyecto de fabricación de papel continuo en sus instalaciones. Hasta entonces el batán había sido arrendado por Vicente Pío Osorio de Moscoso a otros empresarios que desarrollaron distintos proyectos industriales en sus instalaciones.
Con estas ventas la Casa de Altamira veía disminuir su patrimonio en Morata, un patrimonio que, definitivamente, cambiaria de propietarios tras la muerte de Vicente Pío Osorio de Moscoso en 1864. A partir de esta fecha, sus herederos liquidaron sus últimas propiedades en la villa en un proceso condicionado por las deudas familiares y que pondrían fin a la presencia de la Casa de Altamira en Morata con la subasta, en 1889, del palacio de la plaza de la iglesia, el máximo símbolo del señorío iniciado por el marqués de Leganés en el primer tercio del siglo XVII.

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