miércoles, 3 de agosto de 2016

La colección de cuadros del marqués de Leganés en Morata (II)


Entre 1820 y 1822 se vendieron los primeros cuadros del palacio de Morata

El pintor José Madrazo y el embajador de Inglaterra se hicieron con la propiedad de estas pinturas

Al menos durante 200 años, aproximadamente, la colección de pinturas del I marqués de Leganés permaneció en el patrimonio familiar, tanto del marquesado de Leganés como del condado de Altamira. La previsión de Diego Messía Felípez de Guzmán de integrar en el mayorazgo la colección de cuadros la puso a salvo de posibles ventas por parte de quienes heredaron sucesivamente sus bienes. Aún así, en vida del I marqués algunos cuadros –y entre ellos algunos de los más valiosos-, salieron de la colección. Pero el motivo valía la pena: el marqués obsequió con alguno de sus cuadros a Felipe IV cuando el monarca, también un coleccionista compulsivo, hubo de vestir las paredes del palacio del Buen Retiro. Empujado por su primo y valedor, el conde duque de Olivares, Diego Messía hubo de deshacerse de algunos de sus cuadros más preciados que fueron a parar así a la nueva residencia real. Hoy, alguno de eso cuadros que en su momento fueran propiedad del marqués de Leganés cuelgan de las paredes del museo del Prado.
Para controlar que la colección permanecía vinculada dentro del patrimonio familiar, el conde había designado a los monjes del monasterio de San Basilio. En este monasterio de San Basilio, hoy desaparecido, sería enterrado el propio marqués que encomendó a sus monjes que vigilaran la integridad de su mayorazgo y de la colección de pinturas. De ahí que algunos de los inventarios de la colección fueran realizados a instancias de los religiosos de San Basilio, como el elaborado en julio de 1697. En cuanto a los cuadros localizados en Morata, aparte del inventario del 1753, previamente consta la petición de información sobre los bienes pertenecientes al marqués de Leganés que se realiza en el año 1713, cuando el III marqués de Leganés ya había fallecido sin herederos directos, y Antonio Gaspar Osorio Moscoso, IX conde de Altamira, ya era titular del mayorazgo creado por el I marqués de Leganés. Así se recogía en el documento conservado en el Archivo Histórico Nacional:
Documento del AHN en el que se recoge uno de los inventarios de las pinturas del marqués de Leganés en su palacio de Morata
 Alhajas que se han hallado de las que pide el señor Marqués como vinculadas.
Dormitorio del cuarto bajo
315 En el dormitorio del cuarto bajo se halló una pintura de Santiago con su báculo en la mano, un libro en otra y una calavera. Vara de ancho y una y cuarta de alto, del Españoletto, el cual está añadido por arriba, y es la del número trescientos y quince, tasada según el cotejo en trescientos reales.
320 Otra de la Madre Ana de San Bartolomé, de medio cuerpo del número del margen, que también está añadida. Su tasa ciento y cincuenta reales.
813 Otra de San Francisco de Asís con su ángel que está tocando una vigüela, de vara y tres dedos de alto y de ancho vara menos ochava. Su número el del margen. Tasada en cuatrocientos reales.
Pieza baja que cae a la huerta
658 Una pintura de vara y tercia de ancho y vara y dos tercias de alto. Un país en que está un ermitaño sentado y escribiendo, y es del número al margen. Tasada en seiscientos, digo en quinientos reales.
Antecámara del cuarto alto
526-527-528-529-530-531-535-537. Mas se hallaron en la antecámara del cuarto alto ocho copias de los meses del año, que la una tiene el número quinientos y veinte y nueve, y es de tres varas de ancho, y las demás tienen algo menos, y la una está dividida en dos pedazos, y el uno tiene el número antiguo quinientos y treinta y uno, y las seis restantes no tienen números antiguos, aunque se reconoce ser de una misma mano. Y respecto de contar por el inventario general, eran doce las dichas pinturas, estando las cuatro restantes en Madrid, serán los dichas ocho pinturas que se hayan en esta villa las que pide su Excelencia, pero no estando las cuatro en Madrid faltan las dichas cuatro, y habiendo cortado de las seis alguna porción de lo ancho para igualar los huecos de las paredes, se puede discurrir quitaron los números, demás de que en otras de las vinculadas tampoco se hallan los números. Están tasadas a cuatrocientos reales cada una.
Oratorio del cuarto principal
859 Un lienzo de Cristo a la columna de más de vara de alto y menos de ancho, del número del margen. Su tasa ciento y cincuenta reales.
595. En dicho oratorio una pintura de Nuestra Señora con el niño Jesús durmiendo y Ntra. Sra. le está coronando con una guirlanda [sic] de flores, y está añadida y en óvalo, tasada en mil reales.
Dormitorio alto
1108 Una Ntra. Sra. con el Niño que le tiene debajo del brazo, asido con la mano izquierda, Sta. Isabel, San Juan y un ángel que le pone una guirnalda de flores, dos varas y media de alto y una vara y dos tercias de ancho, tasada en mil doscientos reales.
809. En dicha pieza otra Ntra. Sra. con el niño que le echa los brazos al cuello y Ntra. Sra. tiene una mano debajo del pie del niño, la cual está añadida por arriba y por abajo, tasada en mil reales. Por manera que la tasa de dichas pinturas monta siete mil y novecientos reales.
Tapices embargados por bienes libres y se dice son del mayorazgo
Asimismo habiendo reconocido dicho Don Manuel Abellán los bienes inventariados por libres halló un paño de tapiz de lana y seda de dos varas de largo y de ancho dos varas y cuarta que es sobreventana. Otro del mismo género, de caída de dos varas de largo y cuatro varas de ancho de sobre puertas.
Otros dos paños de caída de tres varas y media y de ancho vara y media en tres ventanas, que dichas cuatro piezas son de la tapicería Historia de Júpiter y Diana, dádiva del rey de Francia Luis décimo tercio, que es la primera que se expresa en el cotejo.
Asimismo un paño de seda y oro que tiene de ancho seis varas, menos cuarta, y de caída cuatro varas y tres cuartas. El cual es de la tapicería de oro y seda Historia de Pomona de figuras grandes que se expresa en dicho cotejo.
Alhajas que se (…) libres
Una pintura en lienzo de cerca de dos varas de alto y vara y media de ancho, marco de pino negro y perfil colorado en que está Ntra. Sra. con el Niño en las manos sobre las rodillas, el niño mirando y señalando con la mano derecha a la gloria que está encima, con diferentes querubines y San Joseph detrás de Ntra. Sra. y San Juan arrodillado a los pies, que dicha pintura es al parecer de Jordán [Lucas], y dice Don Manuel Abellán se la presentó al señor marqués difunto el señor conde de Santisteban, la cual no tiene número antiguo ni se halla en el inventario general.
Una pintura de una cabeza y hombros de un anciano con pelo y barba cana que parece apóstol, ochavado de cosa de tres cuartas de alto y dos tercias de ancho, marco de peral y tres perfiles dorados, los dos tallados y el otro liso.
Otra pintura de cosa de tres cuartas de alto y dos tercias de ancho, marco negro de pino, perfil colorado en que hay medio cuerpo de un hombre que parece philosofo, con un papel enrollado en su palo en la mano derecha y pintadas unas letras, muy viejo.
Que estas dos pinturas dice dicho don Manuel Abellán las presentó a dicho señor marqués difunto su primo el señor conde Altamira, padre del marqués actual, con las cuatro grandes de aves y animales que están inventariadas por libres. (Archivo Histórico Nacional-Sección Nobleza-Baena, C-222, D-43-58)
La desintegración de la colección de pinturas del marqués de Leganés
Con distintos avatares, la colección que inició el I marqués de Leganés llegó casi íntegra a los comienzos del siglo XIX. La legislación sobre los mayorazgos protegió a este patrimonio pictórico fruto del afán coleccionista de Diego Messía Felípez de Guzmán. Los cuadros que se atesoraban en el palacio de Morata ahí permanecieron, con excepciones, hasta, al menos, 1820. En este año varios factores confluyeron para que, poco a poco, esas 464 pinturas que se inventariaron en 1753 fueran pasando a otras manos y ya no colgarán de las paredes de la residencia morateña de los condes de Altamira.
Cuando tratamos en el blog la historia de los miembros de la casa de Altamira y su relación con Morata, villa en la que eran titulares del señorío, ya vimos como la guerra de la Independencia, aparte de otras causas, propició el declive económico de la familia. En esos años se inicia la venta y enajenación de extenso patrimonio en Morata y las pinturas del palacio también se vieron afectadas por este proceso.
Como publicamos en su momento, José Madrazo, pintor de cámara de Fernando VII, junto con el embajador de Inglaterra en España, Sir Henry Wellesley, se hizo con la propiedad de algunos de los cuadros del palacio morateño de los condes de Altamira.


Apunte sobre la venta de pinturas del palacio de Morata a José Madrazo y al embajador de Inglaterra
En 4 de agosto de 1820 se habilitó judicialmente al conde de Altamira para la venta de los cuadros vinculados que proponía. El titular del mayorazgo hace uso de esta autorización según se refleja en un documento conservado en el Archivo Histórico Nacional en el que aparecen los siguientes apuntes sobre la venta de pinturas:
23 de septiembre de 1820. Venta a Domingo Ronquí de cinco pinturas por 9.520 reales.
4 de octubre de 1820. 4 pinturas a José de Madrazo por 6.000 reales.
13 de octubre. Venta de 13 pinturas a José de Madrazo por 4.300 reales.
25 de octubre. Por diferentes pinturas vinculadas del palacio de Morata que se vendieron a Don José Madrazo. 11.543 reales
2 de noviembre. Por valor de cuadros vinculados que se vendieron a don José Madrazo. 6.389 reales.
25 de noviembre. Por pinturas vinculadas vendidas a Don José Madrazo. 9.600 reales.
8 de diciembre. Por pinturas vinculadas vendidas a José Madrazo. 867 reales.
En 19 de diciembre por pinturas vinculadas vendidas a D. Máximo de Ródenas. 3.700 reales.
En 11 de enero de 1821 por pinturas vinculadas que se vendieron a D. Máximo Ródenas 920 reales.
En 13 de enero por pinturas vinculadas que se vendieron al señor de Madrazo, 1.300 reales.
En 3 de febrero por pinturas vinculadas que se vendieron al señor de Madrazo, 1.467 reales.
En 16 de febrero por pinturas vinculadas del palacio de Morata se han vendido al embajador de Inglaterra. 3.000 reales.
En 28 de febrero por pinturas vinculadas del Palacio de Morata al embajador de Inglaterra, 2.000 reales.
En 7 de noviembre por pinturas vinculadas vendidas a D. José Madrazo, 1.747 reales.
29 de Marzo de 1822 por pinturas vinculadas, vendidas a José Madrazo, del palacio de Morata, 2.640 reales.
En el mismo documento se indica que:
Las pinturas enajenadas lo han sido por valor de 62.353 reales pero no se hace mérito de las tasaciones por darse este conocimiento únicamente a gobierno de la Junta, si le fuese útil en sus combinaciones, sin embargo no esta comprendido este particular en sus acuerdos.
Madrid, a 28 de marzo de 1825
(Archivo Histórico Nacional-Sección Nobleza-Baena, C-274, D-22).
Aunque no en todos estos apuntes se indica el número de cuadros vendidos, el documento sí que demuestra que José Madrazo, pintor de Cámara, fue el comprador que mejor aprovechó estas ventas en las que invirtió 45.853 reales (de los que 14.183 correspondían a pinturas del Palacio de Morata). El resto de los compradores (el embajador de Inglaterra, Máximo Ródenas y Domingo Ronquí) no alcanzaron estas cifras y de ellos solo el embajador de Inglaterra adquirió, según los apuntes, obras del palacio de Morata por un importe de 5.000 reales.
Estas primeras ventas no son sino el comienzo de lo que sería el imparable proceso de desmembración de la colección de pinturas del marqués de Leganés –junto con otras obras que se habían incorporado al patrimonio de la Casa de Altamira por la compras de sus titulares-. Este patrimonio artístico, según un documento del Archivo Histórico Nacional, fue tasado por los acreedores de la familia Altamira en 1.805.696 reales (Archivo Histórico Nacional- Sección Nobleza-Baena, C-275, D-161-401), y su venta, en sucesivas subastas, sirvió para aligerar las deudas acumuladas por los titulares de la Casa de Altamira. Hay constancia de otras subastas de cuadros pertenecientes al conde de Altamira que se celebraron el 1 de junio de 1827 y el 29 de junio de 1933 en Londres en las que seguro que también se enajenaron muchos de los cuadros del palacio de Morata. En próximas entregas veremos dónde fueron a parar estas obras.
 Vieja mesándose los cabellos, cuadro de Quentin Metsys que durante varios años colgó de las paredes del palacio de Morata (Museo del Prado)
 Fuentes y bibliografía:
Arroyo Martín, Francisco. Poder y nobleza en la primera mitad del siglo XVII: el I marqués de Leganés. Tesis doctoral. Departamento de Humanidades: Historia, Geografía y Arte. Getafe, mayo de 2012.
Pérez Preciado, José Juan. El marqués de Leganés y las artes. Tesis doctoral. Universidad Complutense. Facultad de Geografía e Historia. Madrid 2010.
Agulló y Cobo, Mercedes. Documentos para la historia de la pintura española. Museo del Prado, Madrid, 1994.
Archivo Histórico Nacional-Sección Nobleza-Baena, C-222, D-43-58.
Archivo Histórico Nacional-Sección Nobleza-Baena, C-274, D-22.
Archivo Histórico Nacional- Sección Nobleza-Baena, C-275, D-161-401

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