Morateños en las órdenes militares: Fernando Vicente de la Cerda, escritor y caballero de Santiago
Marques de la Rosa y emparentado con la casa ducal de Medinaceli nació en Morata en 1680
Ingresar en alguna de las órdenes militares españolas -Santiago, Calatrava o Alcántara- era un objetivo prioritario para los miembros de la nobleza española desde la Edad Media. Para ingresar en ellas era necesario superar un exigente proceso para demostrar la limpieza de sangre no sólo del pretendiente sino de sus ascendientes por línea materna y paterna. Fernando Vicente de la Cerda Dentí, nacido en Morata en 1680, superó en 1697 las pruebas exigidas a los futuros caballeros de Santiago. Ya en su madurez, el V marqués de la Rosa fue autor de varias obras literarias en prosa y verso.
En mayo de 1697 Fernando de la Cerda Dentí inició el proceso que le permitiría ser nombrado caballero de la Orden de Santiago. Muchos de sus antepasados, su padre y su abuelo paterno entre ellos, llamados también Fernando de la Rosa, habían superado el exigente expediente con el que se trataba de demostrar que, tanto por línea paterna como materna, el pretendiente era hijo de matrimonio legítimo y cristiano viejo, sin sangre judía o mora entre sus antepasados y sin haber practicado oficios viles.
Fernando de la Cerda Dentí que había nacido, como veremos, en Morata en el mes de enero de 1680, solicitó su ingreso en la orden de Santiago en el mes de mayo de 1697 y, con 17 años cumplidos, depositó una cantidad en metálico, cien ducados, para cubrir los gastos generados por el mismo.
El extenso legajo que recoge el expediente de ingreso en la orden de Santiago del futuro marqués de la Rosa -título concedido a su tatarabuelo por Felipe V-, se inicia con el nombramiento de los responsables de verificar las pruebas del pretendiente:
Sabed que Don Fernando Vicente de la Cerda y Dentí nos hizo relación desea entrar en la dicha Orden y vivir en la observancia, regla y disciplina de ella, por devoción que tiene al Bienaventurado Apóstol Señor Santiago, suplicándonos le mandásemos admitir y dar el ábito [sic] e insignia de la misma orden, y porque la persona que hubiere de ser recibida en ella, para tenerle ha de ser hidalgo, así de parte de padre como de madre, al modo y fuero de España (…).
(…) dada en Madrid a seis días del mes de mayo de mil setecientos y noventa y siete años.
Como responsables de investigar entre los antepasados paternos de Fernando de la Cerda Dentí se designó para hacer la parte de estas pruebas que toca a la naturaleza de la varonía paterna que toca a Castilla a Don Diego Alonso del Rivero y Posada y Luis de los Cobos, caballero y religioso profeso de la orden de Santiago (…).
Todos los aspirantes a ingresar en la orden de Santiago debían contar con el testimonio de una serie de testigos que, bajo juramento, respondían a un conjunto de 10 preguntas con las que se trataba de demostrar la pureza de sangre del aspirante a ingresar en la orden. Se trataba también de aportar datos como la edad, lugar de nacimiento del pretendiente, de su padre y de su madre y de sus abuelos maternos y paternos.
También debían declarar si tenían relación de parentesco con el pretendiente y responder si el pretendiente y sus padres y abuelos estaban considerados como hidalgos y que no les toca mezcla de judío, ni moro ni converso en ningún grado, por remoto y apartado que sea (…). También era necesario demostrar que tanto el pretendiente como sus antecesores no habían sido mercaderes o cambiadores o hayan tenido algún oficio vil e mecánico (…), así como testificar sobre la capacidad del pretendiente de cabalgar a caballo, y si poseía una caballería. La última pregunta del cuestionario hacia retrotraerse a los testigos hasta los ascendientes en cuarto grado del pretendiente para demostrar que tanto por línea de varón como por línea femenina no hayan sido o fueren condenados por el Santo Oficio de la Inquisición por herejes (…).
El expediente Fernando de la Cerda Dentí, natural de la villa de Morata, donde nació de paso, incluye la genealogía del aspirante:
Padres
Don Fernando de la Cerda y Trejo, marqués de la Rosa, comendador de las Casas de Córdoba en la misma orden, del Consejo de su Majestad en el Supremo de Italia y mayordomo de la reina nuestra señora, es natural de la ciudad de Vitoria, donde nació de paso, siendo su padre del Consejo de Cantabria y gobernador de las Armas de aquellas provincias, y doña Juana Dentí y Castelí, natural de Palermo en el reino de Sicilia.
Abuelos paternos
Don Fernando de la Cerda comendador de las Casas de Córdoba en la Orden de Santiago, gentilhombre de la Cámara y capitán de la Guardia del Serenísimo Infante Cardenal del Consejo de Guerra de Su Majestad y mayordomo de la reina Doña Mariana de Austria, fue natural de Esparraguera en la Extremadura, y Doña Angela de Trejo y Monroy, marquesa de la Rosa, señora de honor de la misma reina, fue natural de Burgos, donde nació de paso, siendo corregidor de aquella ciudad el marqués Don Francisco de Trejo, su padre, caballero de la Orden de Calatrava.
Abuelos Maternos
Don Vicente Dentí duque de Peraino y Doña Angela Castelí, natural de Palermo, del reino de Sicilia. Presentó y firmó esta genealogía como padre y legítimo administrador del pretendiente y suplico a V. M. que su nacimiento y los de los marqueses de la Rosa, su padre y abuela paterna que fueron de paso en Morata, Vitoria y Burgos donde no tienen origen ni ascendencia, como consta y fe de bautismo que presentan se hagan en esta corte que así lo permite S. M. para las pruebas del marqués de la Rosa, su padre.
Es copia de la genealogía original que se presentó en el Consejo en seis de mayo de seiscientos y noventa y siete, a la cual se proveyó el decreto siguiente. Deposité cien ducados de plata a fianza, y los nacimientos del pretendiente, su padre, y abuela paterna que fueron en Morata, Vitoria y Burgos, se hagan por se paso en esta corte como lo pide.
Este apartado del expediente cita cómo Fernando de la Cerda, cuyos antepasados por parte de padre eran todos miembros de la orden de Santiago -excepto su abuelo materno, que lo era de Calatrava-, llegó a nacer de paso en Morata, villa en la que su familia no tenía ningún vínculo ni propiedad y asunto sobre el que trataremos más adelante.
Expediente de limpieza de sangre de Fernando de la Cerda (Fuente: Artchivo Histórico Nacional).Toma de declaraciones a los testigos en Esparraguera, Madrid e Italia
Según se especifica en el expediente los encargados del mismo se desplazaron a la villa de Esparraguera, lugar de origen de su familia paterna. En esta localidad presentan su testimonio, el 24 de mayo de 1697, diez vecinos que, como es lógico, a la primera pregunta contestan que no conocen al pretendiente Fernando de la Cerda, aunque si se refieren tanto a su padre como a su abuelo y bisabuelo* que sí que tuvieron relación con esta villa, actualmente perteneciente a la provincia de Badajoz.
Posteriormente, los responsables de controlar las pruebas se desplazaron a Madrid. En la capital del reino prestan testimonio hasta 14 testigos, todos ellos miembros de la nobleza y relacionados con la Corona y la corte de Carlos II y sus esposas. El siete de julio, por ejemplo, se recoge la declaración de Juan Campuzano, caballero de la orden de Santiago que afirma que conocía al pretendiente Don Fernando Vicente de la Cerda Dentí que será de edad de diez y seis años, poco más o menos, el cual oyó decir había nacido en la villa de Morata con ocasión de hallarse en ella a recreación [sic] de sus padres a los cuales conoce (…).
En el mismo sentido se manifiestan todos los testigos que participaron en el expediente: Baltasar Enríquez, marques de Villalba; Fernando de Sojo, caballero de la orden de Alcántara; Juan Guzmán, del Consejo de Hacienda de Carlos II; Francisco de Abarca, de la Real Guardia Alemana; Carlos del Castillo, conductor [sic] de embajadores; Gonzalo Pacheco, caballero de Santiago y ayuda de Cámara del rey; Luis de Pernía y Girón, caballero de Santiago y gentil hombre de boca de Carlos II y, entre otros, Luis Salazar y Castro, procurador general de la orden de Calatrava y ayuda de Cámara del rey. En total, fueron 24 los testigos que, en el reino de Castilla, certificaron la limpieza de sangre de Fernando Vicente de la Cerda, a los que se unieron los 22 testigos que, durante el mes de julio de 1697, prestaron declaración en favor del pretendiente en la isla de Sicilia, de donde era originaria su madre, Juana Dentí. Según la transcripción, estos testimonios favorables al pretendiente se enviaron a Madrid en 30 folios debidamente certificados y compulsados por un escribano público.
En los testimonios prestados por los 14 vecinos de la villa de Madrid sobre la limpieza de sangre del pretendiente y de todos sus antepasados aparece en la respuesta a la primera pregunta el motivo del nacimiento de Fernando Vicente de la Cerda y Dentí en Morata. En todos ellos se reseña, con expresiones muy similares -hallándose con motivo de recreación en ella sus padres o hallándose en ella a recreo sus padres- que este nacimiento tuvo lugar cuando el matrimonio de la Cerda Dentí se encontraba en la villa, posiblemente en el palacio del III marqués de Leganés, Diego Dávila Mesía y Guzmán.
Sobre el nacimiento de Fernando Vicente de la Cerda en Morata el expediente incluye un documento definitivo aportado, en el mes de junio de 1697, por el padre del pretendiente. Se trata de la partida de bautismo de su hijo:
(…) la cual está compulsada por Manuel Francisco Sánchez, escribano de la villa de Morata, en que refiere (…) el licenciado Francisco Paris (…) de la parroquia de la dicha villa por quien es firmada y tiene la fecha de veinte y ocho de enero de mil seiscientos y noventa y cinco en que se hizo en forma y a la vuelta (...) se haya la partida compulsada que dice así:
En la villa de Morata en cuatro días del mes de febrero de mil seiscientos y ochenta años, don Juan Antonio García, cura propio de la parroquia de esta dicha villa bauticé (…) a un hijo de Don Fernando de la Cerda y Trejo y Doña Juana Dentí, sus padres de legítimo matrimonio y residentes en esta dicha villa, al cual se puso por nombre Fernando Vicente Juan Manuel Cayetano que nació en veinte y siete días del mes de enero del dicho año, sus padres marqueses de la Rosa. Fue su padrino el padre Don Bartholomé Casseli, religioso en el convento de Copacavana de la villa de Madrid, de la orden de San Cayetano, advertido de la obligación que tiene. Siendo testigos el licenciado Juan Páez, el licenciado Juan (…), el licenciado Cristóbal González y Eugenio González, vecinos de esta dicha villa. Y lo firmé:
Don Antonio García.
El 29 de julio de 1697, completadas las pruebas y testimonios que se recogían en un total de 97 folios -el expediente completo sumaba 160 folios- Fernando de la Cerda Dentí ingresó en la orden de Santiago como sucedió con hasta 18 miembros de la familia de la Cerda que también fueron reconocidos como caballeros por la misma orden.
Autor de obras en prosa y en verso
Fernando de la Cerda, del que desconocemos si a lo largo de su vida llegó a mantener alguna relación con Morata, como villa de su nacimiento, fue un autor de algunas obras literarias en prosa y en verso. En un manuscrito conservado en la Biblioteca nacional se recoge parte de estos trabajos entre los que destaca un auto sacramental, Universidad de amor y grado doctoral de Cristo. Otras obras de Fernando de la Cerda conservadas en este manuscrito son el Sermón a la Purísima Concepción, el romance Acto de Contricción y el Coloquio alegórico al nacimiento de Nuestro Señor.
*Aunque una de las condiciones, entre otras, de las pruebas para obtener el nombramiento de caballero de Santiago exigía que el pretendiente y sus antecesores fueran hijos de matrimonio legitimo, entre los antepasados de Fernando Vicente de la Cerda Dentí, aparecía su abuelo paterno, Fernando de la Cerda y González, que nació sin que sus padres, Fernando de la Cerda y Silva y Juana González, estuvieran casados. El hecho de que su bisabuelo paterno fuera a su vez hijo de Juan de la Cerda, el poderoso duque de Medinaceli, pudo influir en que esta circunstancia no impidiera su nombramiento como caballero. En el expediente se recoge así:
(…) y que Don Fernando de la Cerda que fue de la orden de Santiago comendador de las casa de Córdoba, abuelo paterno del pretendiente, fue hijo natural de Don Fernando de la Cerda, caballero de la orden de Alcántara y comendador de Esparraguera de Lares de dicha orden y de Doña Ana González (…) vecina y natural de dicha villa de Esparraguera hallándose ambos solteros y capaces de contraer matrimonio y el dicho padre del abuelo paterno [fue] hijo legítimo de los duques de Medinaceli, Don Juan de la Cerda y Doña María de Silva (…).
Fuentes y bibliografía:
Archivo Histórico Nacional. OM-Caballeros Santiago, Caja 364-Expediente 1882 de Fernando Vicente de la Cerda y Dentí.
Índice de pruebas de los caballeros que han vestido el hábito de Santiago desde el año 1501 hasta la fecha. Vignau, Vicente, Uhagón, Francisco R. de. Tipografía de la viuda e hijos de M. Tello. Madrid 1901.
Biblioteca Nacional. Manuscrito 7031 BN.
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