jueves, 11 de julio de 2024

Mayorazgos: los marqueses de Espinardo, una familia de la nobleza en la villa de Morata (Epílogo)

La Casa de Espinardo se unió, vía matrimonial, a los condes de sástago y a los marqueses de Benalúa y de Argelita 
La desaparición del mayorazgo favoreció la dispersión de sus antiguos bienes entre distintos herederos

María Francisca de Asís Vera de Aragón fue la última titular del mayorazgo de la Vega de Morata. Durante nada menos que cuarenta y nueve años la XII marquesa de Espinardo figuró como poseedora de este mayorazgo fundado a mediados del siglo XVI y que durante casi quinientos años incluyó entre sus bienes prácticamente el 15 por ciento de las tierras de regadío de la vega morateña. Con la eliminación del mayorazgo de los Espinardo la propiedad de los bienes incluidos en los mismos permaneció en el patrimonio de la familia pero ya sin las limitaciones legales que impedían, por ejemplo vender o enajenar este patrimonio, hipotecarlo o dejarlo en herencia a quien decidiera su legitimo propietario. Como epílogo a este serie en la que hemos tratado sobre la historia del mayorazgo de la Vega de Morata, tratamos esta semana sobre las décadas inmediatamente siguientes a la desaparición de dicho mayorazgo.



Cuando el 31 de diciembre de 1836 falleció en la villa de Espinardo María Francisca de Asís Vera hacia tres meses que se habían abolido los mayorazgos. Con esta desaparición, los siguientes marqueses de Espinardo dejaron de incluir entre sus títulos nobiliarios y demás privilegios familiares el de titular de la hacienda y mayorazgo de la Vega de Morata. Esta denominación dejó de figurar entre los sucesivos herederos del marquesado de Espinardo que sucedieron a María Francisca Asís de Vera en este título nobiliario, lo que no significa que la familia dejara de tener en su patrimonio los bienes que durante siglos habían permanecido vinculados al mayorazgo fundado por Fernán Rodríguez Pecha y su mujer Elvira Martínez en el siglo XIV. 

El sucesor de la última poseedora del mayorazgo en el marquesado de Espinardo, hijo de su primer matrimonio con Francisco de Paula Fernández de Córdoba Alagón de la Cerda, fue Joaquín María Fernández de Córdoba Vera de Aragón, heredero de los bienes localizados en Morata, Chinchón y Perales de Tajuña, tradicionalmente vinculados al mayorazgo que fundaran sus antepasados. En las fuentes de la época aparece normalmente citado como conde de Sástago, el título de origen aragonés que, como primogénito, había heredado de su padre.

Contamos con algunos datos que corroboran cómo Joaquín María Fernández de Córdoba, identificado en estas fuentes como conde de Sástago y marqués de Espinardo, explotaba directamente, al menos, las viñas que había heredado de su familia en Morata. En una gacetilla publicada en varios periódicos de mediados del siglo XIX se informaba cómo el heredero de la ultima titular del mayorazgo de la Vega de Morata había obtenido un galardón como cosechero de vino en la villa de Morata:

Adjudicación de premios:

En la última sesión que ha celebrado la Sociedad Económica [de Amigos del País de Madrid] la junta calificadora de las muestras de vinos y aguardientes que han optado al concurso de este año dio cuenta de haber terminado sus operaciones (...) con el dictamen en que consta la calificación que han merecido a la junta las muestras presentadas y la designación de los premios que deben adjudicarse, a saber:

(…) Un certificado de mérito al excelentísimo señor conde de Sástago, marqués de Espinardo, como cosechero y dueño que aparece ser de la muestra de vino número 6, elaborado y conservado en vasija de barro del año 1847, procedentes de las uvas llamadas jaén, tinto y malvás [sic] cosechadas en las viñas de El Mojonazo, La Torreza, Llano de Arriba y Estacada, de riego y secano, de la propiedad del expresado señor en la villa de Morata de Tajuña, provincia de Madrid.

(La España, 14 de agosto de 1849).

El texto de la noticia corrobora el hecho de que en esos años, como comentamos en semanas anteriores, aún se explotaban viñas de regadío en la vega del Tajuña y que, además, los Espinardo contaban ahora con viñas de secano, situación que no ocurría cuando se realizó el Catastro de Ensenada.

Esta actividad vitivinícola de Joaquín María Fernández de Córdoba, marqués de Espinardo y conde de Sástago, en el término municipal de Morata se confirma también con una información aparecida en la Gaceta Agrícola del Ministerio de Fomento. Esta publicación oficial incluía en 1877 una información de José Hidalgo Tablada, el que fuera alcalde de Morata, catedrático de agronomía y autor de una amplia bibliografía especializada en temas agrícolas, sobre la dedicación de Joaquín María Fernández de Córdoba al cultivo de la vid y a la elaboración de vino. Concretamente, Hidalgo Tablada relata una experiencia, en esta caso fallida, del marqués de Espinardo al intentar explotar nuevas variedades de vid, la garnacha aragonesa, en sus propiedades morateñas:

(…) Llevados de la celebridad que la uva garnacha tiene para los vinos tintos de Aragón y de algunos puntos de Navarra y Cataluña, se trajeron a Morata en 1845 plantas de garnacha roja [tinto aragonés de Madrid), y se puso una gran viña por el señor conde de Sástago; hoy no existe una cepa, pues el caldo que aquí producía el tinto aragonés era de poca fuerza y el vino de color ojo de gallo. (Gaceta Agrícola del Ministerio de Fomento, 4 de junio de 1877). No resulta casual que el conde de Sástago y marqués de Espinardo, originario como su primer título de Aragón, intentara introducir, sin mucho éxito, todo hay que decirlo, una variedad de uva muy extendida y apreciada sobre todo en la provincia de Zaragoza

En los periódicos de la época encontramos alguna otra noticia relacionada con los Espinardo-Sástago en la comarca. En 1866, ya con una nueva titular del título de los Espinardo, María de la Soledad Fernández de Córdoba y Bernaldo de Quiros, el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid publicó en 1866 la subasta de leñas propiedad de la familia en término de Perales de Tajuña:

Se venden en subasta particular las leñas de mala parda, carrasca, tomillos, y cuanta leña baja contiene el monte titulado del Litigio, término de Perales de Tajuña, propio del excmo. Sr. Conde de Sástago, Marqués de Monistrol y de Espinardo. El remate tendrá lugar el domingo 3 de septiembre en casa del Administrador de S. E., en Morata de Tajuña, donde se hallan de manifiesto las condiciones.

Evolución del patrimonio de los Espinardo tras la abolición de los mayorazgos

Con esta información podemos confirmar que los herederos de los bienes que históricamente pertenecieron al mayorazgo de la vega de Morata mantenían este patrimonio en la familia y que para su gestión se seguía usando la figura de un administrador que controlaba la explotación de estos bienes, tal como sucedió históricamente y como se reflejaba, por ejemplo, en la documentación del Catastro de Ensenada. Gracias a un texto al que hemos tenido acceso, obra de un descendiente de la familia, Luis Alfonso Vidal de Barnola, hemos podido conocer algunos datos muy interesantes sobre cómo evolucionó este patrimonio en la comarca de la vega baja del Tajuña durante la última mitad del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX.

A la muerte en 1857 de Joaquín María Fernandez de Cordóba y Vera de Aragón, fallecido en Madrid cuando ocupaba los cargos de senador vitalicio, diputado a Cortes y presidente del Canal de Isabel II, se realizó el inventario de sus bienes que sumaban 3.477.191 reales en metálico, ademas de 2.998.050 en efectos públicos, a lo que había que sumar las alhajas y otros bienes como muebles, y varios inmuebles y propiedades rústicas y urbanas en Madrid, Murcia, Bélgica, Granada, Mérida, Bullas, Vélez Blanco y Zaragoza. 

De todos estos bienes nos interesan los que pertenecían a la familia en Morata de Tajuña, Chinchón y Perales de Tajuña, las antiguas villas donde poseyeron el mayorazgo. Según el texto al que nos referimos, así se valoraban estos bienes a mediados del siglo XIX:

Administración de Morata de Tajuña: (Marquesado de Espinardo): Palacio de Morata y rústicas: 1.1613.068 reales.

Administración de Perales de Tajuña (Marquesado de Sástago): 234.671 reales.

Administración de Chinchón (Marquesado de Espinardo): 681.539 reales.

Unos años después de realizarse este inventario, una de las herederas de Joaquín Fernández de Cordoba, Hipólita Fernandez de Córdoba y Bernaldo de Quirós, recibió como herencia paterna, en 1862, diversos bienes entre los que se encontraban bienes raíces en Morata y el palacio familiar de la plazuela de Espinardo, tasados en conjunto en 403.267 reales. En el documento en el que hemos obtenido estos datos se indica sobre estos bienes de Morata:

(…) A la vista de las partidas consignadas observamos que nuestra bisabuela, [Hipólita Fernández de Córdoba]además de de la casa palacio de Santa bárbara, 1, poseía también el magnífico palacio de Espinardo (Murcia) y el de Morata de Tajuña (Madrid) que en 1926 compró el tío Joaquín, marqués de Benalúa, en 45.000 pesetas, de la testamentaría de su madre. Tanto el palacio de Espinardo como el de Morata de Tajuña, procedían de los marqueses de Espinardo, linea segunda de los Fajardo. (…) El palacio de Morata de Tajuña procedía del mayorazgo Ladrón de Guevara, entroncado con los Espinardo.(...). 

Plano del palacio de los Espinardo en Morata en 1869 (Fuente: Morata de Tajuña: Ayer y Hoy.

Hipólita Fernandez de Córdoba, propietaria del palacio de los Espinardo en Morata falleció en 1921. Antes había contraído matrimonio, a los 22 años de edad, con Luis Bertrán Escrivá de Romaní y Dusay, diputado a Cortes y marqués de Argelita. El matrimonio tuvo diez hijos, algunos de los cuales recibieron bienes localizados en Morata según los lotes realizados en beneficio de los distintos herederos:

  • Lote 7. La huerta de Morata de Tajuña*, valorada en 260.000 pesetas.

  • Lote 8. Valdelaosa, término de Morata de Tajuña, 259.000 pesetas. 

  • Lote 9. El Peñón, término de Morata de Tajuña, 258.000 pesetas.

Según la publicación que estamos analizando, en el caso de los bienes localizados en Morata así fue el reparto: un lote de Morata “a los Benalúa”, otro lote de Morata a la tía Fanny, así mismo otro de Morata a la tía Lucía. Al primero de estos lotes, adjudicado a los Benalúa, según la documentación, se unió la propiedad del palacio, que el mismo Joaquín Escrivá de Romaní y Fernández de Córdoba había adquirido a su madre por 45.000 pesetas en 1926. 

Joaquín Escrivá de Romaní y Fernández de Córdoba, el menor de los hijos varones del matrimonio entre Hipólita Fernández de Córdoba y Luis Bertrán Escrivá de Romaní, y propietario del palacio familiar de los Espinardo contrajo matrimonio con María Aguilera y Waring, 5ª marquesa de Benalúa. Bibliotecario y archivero de profesión, residió en el palacio morateño, de ahí, quizás, que adquiriera su propiedad antes del reparto de los bienes de su madre. En 1935, en la guía de teléfonos de la provincia de Madrid, aparecía el número de teléfono de Joaquín Escriba de Romaní Fernández de Córdoba, con domicilio en la plaza de Espinardo, 7. Falleció asesinado en 1936 en Morata.

Su hijo primogénito, Joaquín Escrivá de Romaní, fue el último propietario del palacio situado en la plazuela de Espinardo. Marqués consorte de Benalúa, no tuvo descendencia de su matrimonio con María Aguilera. Ejerció como alcalde de Morata entre los años 1940 y 1943

Con los años, el palacio de los Espinardo, la propiedad más emblemática incluida, al menos desde el siglo XVI en el patrimonio del mayorazgo de la Vega de Morata, fue vendido por parcelas. Curiosamente, sufrió el mismo proceso que el palacio de los Altamira. Más de quinientos años después de que se creara el mayorazgo, la presencia en el callejero de la plazuela de Espinardo, y el escudo de la familia en la iglesia parroquial, es casi el único vestigio que queda de esta familia en la villa.


*Así se refería a esta huerta Juan de Diego Arribas en su obra sobre la historia de Morata:

(…) Entre las muchas y buenas huertas de que hemos hablado ya en otro capítulo merecen especial atención dos: la titulada de Espinardo y la de angulo; la primera de la propiedad del conde de Sástago y la segunda del señor Jarava. Una y otra son espaciosas, con diversidad de plantas, árboles, flores y riquísimos frutos, lo que prueba la bondad de su tierra y abundantes aguas, cada una de ellas tiene una magnífica casa de recreo (...).


Fuentes y bibliografía:

  • Escritura de fundación de mayorazgo otorgada por Fernán Rodríguez, camarero del Rey [Alfonso XI] y su mujer, doña Elvira Martínez, camarera de la reina doña María, de Morata, Villaverde y Monasterio, aldeas de Segovia.Indice de colección de Don Luis de Salazar Castro. Volumen 49. Real Academia de la Historia.

  • Las profesiones femeninas de la nobleza y de las oligarquías urbanas en la Castilla bajomedieval. Cusas, dinámicas, privilegios y donaciones. Prieto Sayagüés, Juan Antonio. Revista Espacio, tiempo y forma. Serie III. Historia Medieval. Julio 2021.

  • Boletín de la Real Academia de la Historia. Tomo LXX VIII. Cuaderno I. Editorial Reus. Madrid, enero de 1921.

  • Revista de España. Vigésimo séptimo año. Tomo CXLIX. Noviembre y diciembre. Establecimiento tipográfico de Ricardo Fe. Madrid. 1891.

  • Nobleza de la Andalucía. Argote de Molina. Gonzalo. Imprenta Fernando Díaz. Sevilla, 1588.

  • Asturias Ilustrada, primitivo origen de la nobleza de España, su antigüedad. Clases, diferencias con la descendencia sucesiva de las principales familias del reino. Trelles Villademoros, Joseph Manuel. Tomo III. Madrid, 1760.

  • Documentos de Enrique III. Fondo Mercedes Gaibrois de Ballesteros.

  • Inventario de documentos existentes en el archivo de Diego Alonso de Entenza Fajardo Vera, marqués de Espinardo, realizado por el administrador Nicolás Castañón en el año 1749. Archivo Histórico de la Nobleza, ESPINARDO, C.4,D.1.

  • Relaciones topográficas de los pueblos de España. Vol. III. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1994.

  • La venta de jurisdicciones eclesiásticas en la Corona de Castilla durante el reinado de Felipe II. Faya Días, María Ángeles. Universidad de Oviedo.

  • La Casa del Rey. Cuatro siglos de historia. Torre Briceño, José Antonio de la, y otros. Ayuntamiento de Arganda del Rey, 1997.

  • La política hidráulica de Felipe II en el heredamiento de Aranjuez. De Miguel Rodríguez, Juan Carlos, Segura Graiño, Cristina. Madrid. Revista de arte, geografía e historia. Nº 1. 1998.

  • En el pleito que v.m. tiene visto entre don Beltran de Guevara, con doña Juana Otazo de Guevara, su sobrina, sobre la tenuta, y posesión de los bienes del mayorazgo que vaco por fin y muerte de don Juan Otazo de Guevara, padre de la dicha doña Juana. Biblioteca Nacional . PORCONES/298(5).

  • Un linaje aristocrático en la España de los Habsburgo: los marqueses de los Vélez. Tesis doctoral Universidad de Murcia.Raimundo A. Rodríguez Pérez. Murcia, 2010.

  • Escritura de capitulaciones acordada por Luis Fajardo, comendador del Moral en la Orden de Calatrava, y capitán general de la Real armada del mar Océano, por sí y en virtud del poder de su hijo, Juan Fajardo, almirante general de dicha armada, caballero de Calatrava, después I marqués de Espinardo, hecho en Lisboa, a 2 de julio de 1613, de una parte; y doña Juana de Guevara, viuda de Diego Fajardo, y doña Leonor María Fajardo de Guevara, de la otra, para el matrimonio que pensaba contraer esta última con el dicho Juan. Copia de 18 de julio de 1613. RAH, M.4 fol. 72r-73v.

  • Archivo Histórico Provincial de Toledo. Catastro de Ensenada. Morata de Tajuña. Tomo H-408. Interrogatorio y registro de haciendas del estado seglar.

  • Archivo Histórico Provincial de Segovia. Catastro de Ensenada. Chinchón- Rollo 97 y 98. Interrogatorio y registro de haciendas del estado seglar.

  • Archivo Histórico Provincial de Toledo. Catastro de Ensenada. Perales de Tajuña. H-510. Interrogatorio y registro de Haciendas del estado seglar.

  • Suplemento de la Gaceta del Gobierno del 20 de octubre de 1820. 

  • Periódicos y publicaciones citados en el texto.

  • Los Escrivá de Romaní, Espinardo y Sástago. Luis Alfonso Vidal de Barnola.

  • Biblioteca de la provincia de Madrid. Morata de Tajuña. Arribas, Juan de Diego. Madrid, 1891.

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