martes, 22 de mayo de 2018

La explotación de piedra caliza en Morata: la cantera de Cornicabra (IV)

El empleo de la caliza de Cornicabra en la construcción del Hospital de Jornaleros de Madrid, entre los años 1906 y 1916, abrió un mercado importante para la cantera morateña propiedad de la familia Chávarri. En Cornicabra se obtenía un material de calidad, accesible y fácil de transportar, gracias a la estación y apeadero promovido por los Chávarrí –al igual que harían años después con el apeadero construido junto a la planta de las Aguas de Carabaña-. En la práctica, la explotación minera vivió sus mejores años hasta la década de los treinta, e incluso hasta antes de la guerra civil, y la caliza morateña se utilizó esos años en obras tan emblemáticas como las primeras líneas del metro madrileño o el matadero de Madrid.





Ya se ha comentado la importancia que para la viabilidad de la cantera de Cornicabra tuvo la construcción del apeadero del mismo nombre en la línea ferroviaria del Ferrocarril del Tajuña. En el trabajo sobre La caliza de Morata de Tajuña, Comunidad de Madrid: una piedra tradicional de construcción en la capital a comienzos del siglo XX, de Elena Mercedes Monserrat y otros autores, se resalta esta circunstancia realizada a partir de la observación de las fotografías publicitarias de la cantera. Estos autores indican que en el folleto publicado en 1907 para la Exposición de Industrias Madrileñas:
(…) puede observarse que la proximidad de los bancos de caliza a la superficie minimizaba la eliminación del estéril, permitiendo además el máximo aprovechamiento del material. En la cantera, donde trabajaba un elevado número de operarios y parte de la caliza se calcinaba en el horno instalado junto al apeadero, la piedra era extraída y dimensionada de forma artesanal, principalmente mediante el empleo del pico. Las piezas de menor tamaño eran trasladadas con carretillas y, para los bloques extraídos en las zonas más elevadas de la cantera, se empleaban unas traviesas de madera que facilitaban su traslado.
También puede atenderse a la enorme ventaja que supuso, para el beneficio de la piedra caliza, la explanación de la zona anexa a las canteras y la construcción del apeadero. Los bloques, sin desbastar, se cargaban directamente en las vagonetas, que se acoplaban al ferrocarril. La operación era facilitada por la existencia de un muro bajo de mampostería, que impedía además el deslizamiento del terreno”.
Los mismos autores indican que el periodo álgido de la explotación de las canteras de Cornicabra se extendió al menos hasta 1925, aunque en años posteriores no faltan referencias al trabajo en la explotación minera. En estos años la caliza morateña se utilizó en las obras de las primeras líneas del Metropolitano de Madrid o en las del nuevo Matadero de la capital.
Aunque ha sido difícil obtener cifras de producción de la cantera de Cornicabra, sí que resultan significativas las cifras totales del tráfico de mercancías del Ferrocarril del Tajuña utilizado por la empresa para transportar su producción a Madrid. Estas estadísticas, que abarcan desde 1903 hasta 1930, muestran como en este último año, cuando las canteras de Cornicabra y Valhondo -además de otras industrias instaladas alrededor de la línea férrea, como las fábricas de yeso, la Papelera de Morata o el Agua de Carabaña- vivían sus mejores años, se registraron las cifras más elevadas en el transporte de mercancías. Este incremento pasó de las 178.496 toneladas de año 1916 a las 200.409 de 19125 y el récord absoluto del año 1930, cuando en los vagones del Ferrocarril del Tajuña se transportaron 337.217 toneladas. (Cifras publicadas en el Anuario de los Ferrocarriles Españoles, de los años 1926-27-28).
De estas cifras totales, un porcentaje correspondía a la producción de la Sociedad Explotadora de las Canteras de Cornicabra. O. Puche y L. F. Mazadiego, en su trabajo Las canteras históricas de Morata de Tajuña y la cementera Portland Valderribas, presentado en el Primer Simposio Ibérico sobre Geología, Patrimonio y Sociedad, Tarazona (Zaragoza) celebrado en el año 2000, indican que, según datos de la Estadística Minera de 1925, la empresa presidida por José de Chávarri, que contaba por entonces con una plantilla de 50 trabajadores, producía 4.600 metros cúbicos de piedra caliza en 1925 (4.800 metros cúbicos en 1924). En esos mismos años, en 1928, la Sociedad de Cementos y Canteras de Valhondo empleaba ya a 100 personas para producir 40.000 metros cúbicos con los que abastecía a la fábrica de cementos que la sociedad Portland Valderribas había levantado en el entonces pueblo de Vicálvaro.
Si la piedra de la cantera de Valhondo, destinada a la producción de cemento, se pagaba en aquél año a 7,50 pesetas el metro cúbico, mucho más elevado era el precio de la caliza de la cantera de Cornicabra, cuyo proceso de extracción y manipulación era, lógicamente, mucho más exigente y especializado. Como ya hemos señalado, en esos años el trabajo en la cantera para obtener los bloques era artesanal, básicamente, con cuñas y picos para extraer los bloques y dar forma a las piedras. En la publicidad de la empresa propietaria de la cantera de Cornicabra se indicaban los precios de los distintos tipos de piedra caliza que ofrecían al mercado madrileño en los años 1926, 1927 y 1928 en comparación con la piedra procedente de la provincia de Alicante y que se publicaron en una publicación especializada de la época(La Construcción Moderna).
Según estos precios, la caliza procedente de Morata era sensiblemente más barata que la de Alicante y, en consecuencia, muy competitiva para los empresarios del sector:

1926
  • Metro cúbico de sillería lisa de piedra blanca caliza de Morata, con un espesor medio de 42 centímetros, colocada en obra 450 pesetas.
  • Metro cúbico de sillería lisa de piedra blanca arenisca de Alicante, con un espesor medio de 42 centímetros, colocada en obra 500 pesetas.
1927
  • Metro cúbico de sillería lisa de piedra blanca caliza de Morata, con un espesor medio de 42 centímetros, colocada en obra 410 pesetas.
  • Metro cúbico de sillería lisa de piedra blanca arenisca de Alicante, con un espesor medio de 42 centímetros, colocada en obra 450 pesetas.
1928
  • Metro cúbico de sillería lisa de piedra blanca caliza de Morata, con un espesor medio de 42 centímetros, colocada en obra 410 pesetas.
  • Metro cúbico de sillería lisa de piedra blanca arenisca de Alicante, con un espesor medio de 42 centímetros, colocada en obra 450 pesetas.
Aparte de la producción de piedra para sillería y mampostería, la Sociedad Explotadora de las Canteras de Cornicabra obtenía otros ingresos adicionales. Parte de estos ingresos provenían de la cal elaborada en el horno construido en las inmediaciones de la cantera y del apeadero del ferrocarril, mientras que otros procedían de la piedra molida que era desechada para sillares y mampostería y que se utilizaba en obras públicas como la construcción de carreteras. De hecho, José de Chávarri, presidente de la empresa, también era contratista de obras y, por ejemplo, en el año 1915 utilizó piedra de su cantera para las obras de mejora de la carretera de Morata a Chinchón que le fueron adjudicadas por la Diputación Provincial de Madrid.

Croquis del apeadero de Cornicabra

Trabajos de carga de un vagón en el apartadero
En cualquier caso, la producción de piedra caliza para sillería y mampostería fue la actividad principal de la empresa que fundara a principios del siglo XX el empresario vizcaíno Ruperto Jacinto de Chávarri. En los periódicos de la época aparecen numerosas referencias a la piedra de la cantera de Cornicabra, empleada entre otras obras, como hemos visto, en el Hospital de Jornaleros o en el Metro o el Matadero de Madrid.
También el Ferrocarril del Tajuña, que tanto influyó en la expansión de la empresa utilizó la caliza de la cantera de Morata en varias obras de la línea ferroviaria. Respecto al Ferrocarril del Tajuña, hay que reseñar que durante los años que estuvo en funcionamiento el apeadero de Cornicabra hemos encontrado un único accidente ferroviario en las instalaciones de la cantera. Según el periódico El Imparcial este accidente se produjo en el año 1929:
En el Hospital de Morata de Tajuña ha quedado acogido el guardafreno de la Compañía de Arganda, Juan García, de veintidós años, vecino de Vicálvaro, que en el apartadero do Cornicabra fue arrollado por un convoy, resultando gravemente herido. (El Imparcial, 27 de diciembre de 1929)
Los escultores de principios de siglo también aprovecharon las cualidades de la piedra de Cornicabra para realizar sus obras. Ya citamos el monumento a los Mártires de la Patria, que se instaló en el Parque del Oeste y que desapareció en los combates de la guerra civil. Otro escultor, José María Palma, también utilizó caliza de Cornicabra para el pedestal de su monumento a Jacinto Benavente (1929). Otro Escultor, de apellido Pola, fue autor del grupo escultórico dedicado al fundador de la empresa por el pueblo de Carabaña:
(…) El busto corona el monumento y es de un gran parecido. Este es de bronce y el resto del pedestal de piedra de cornicabra. La obra es una nueva demostración de las excelentísimas aptitudes del Sr. Pola, quien recibido muchas felicitaciones por su acierto (…). (La Correspondencia de España, 12 de septiembre de 1912 ).
Cuando ya se había producido el fallecimiento del presidente de la sociedad propietaria de la cantera de Cornicabra -José de Chávarrí falleció en Madrid el 6 de abril de 1929.- la familia, encabezada por su viuda, Dolores Pintor, hizo un curioso ofrecimiento al gobierno español, tras la proclamación de la II República en 1931:
EL PALACIO PRESIDENCIAL
La piedra para edificar el palacio del presidente de la República no costaría un céntimo al Erario La campaña iniciada por Heraldo de Madrid con el artículo del ilustre periodista Santiago Vinardell sobre la conveniencia de construir un palacio de nueva planta para el presidente de la República ha encontrado un eco entusiasta en la opinión pública, y cada día llegan a esta Redacción numerosas cartas de particulares con adhesiones fervorosas. Importantes corporaciones nos anuncian el envío de su adhesión inminente supeditada, como es natural, a los acuerdos de sus respectivas Juntas directivas.
Hoy nos complacemos en adelantar la noticia—que ha de ser recibida con general aplauso—del ofrecimiento generoso que una respetable familia de abolengo republicano se dispone a hacer al Gobierno, a fin de que pueda ser un hecho la realización de la iniciativa que tantas felicitaciones les ha valido al Sr. Vinardell y al HERALDO, que la hizo suya desde el primer momento.
Doña Dolores Pintor, viuda de D, José Chávarri, en su nombre y en el de sus hijos, ha encargado al director de Obras Públicas, D, José Salmerón, con cuya familia tiene antigua y estrecha amistad, que ofreciera al Gobierno gratuitamente la cantera Cornicabra, de su propiedad, sita en Morata de Tajuña, con destino a la construcción del palacio residencia del presidente de la República.
La cantera está situada al pie de la línea férrea, con embarcadero, y apeadero. De la misma, piedra,, de gran calidad, se han hecho, entre otras obras, la del Metropolitano, Matadero y puerta del Retiro en el Parterre. (…). (Heraldo de Madrid, 30 de noviembre de 1931)
Es evidente que este ofrecimiento de la familia Chávarri al gobierno nunca llegó a materializarse. El Palacio Nacional nunca se construyó y la caliza de Cornicabra para uso ornamental ya nunca tuvo la misma importancia que alcanzó en las primeras décadas del siglo XX.

Vista aérea de la cantera de Cornicabra y el apeadero del ferrocarril en 1946

Vista aerea de los restos de la cantera de Cornicabra en 2014. 

Fuentes y bibliografía
  • Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999.
  • Archivo Histórico Nacional (Baena, C.430, D,345-356)
  • Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada, Libros Maestros y Respuestas Particulares H 408 y H 410.
  • Morata de Tajuña. Crónica de la provincia de Madrid. Arribas, Juan Diego-Imprenta de la Diputación Provincial. Madrid, 1891.
  • Miñano, Sebastián. Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal. Tomo VI. Imprenta de Periart-Peralta. Madrid, 1827.
  • Monserrat, E. M., Peropadre, C, Fort, R. y Varas-Muriel, Mª. J. La caliza de Morata de Tajuña, Comunidad de Madrid: una piedra tradicional de construcción en la capital a comienzos del siglo XX. Boletín Geológico y Minero, nº 128. pp 963-988.
  • Perez Monserrat, Elena Mercedes. Caracterización, deterioro y limpieza de los materiales petreos del antiguo Hospital de Jornaleros de Madrid. Tesis doctoral. Facultad de Ciencias Geológicas. Departamento de Petrología y Geoquímica. Madrid, 2015.
  • Puche Riart, O y Mazadiego, L. F. Las canteras históricas de Morata de Tajuña y la cementera Portland Valderribas.. Primer Simposio Ibérico sobre Geología, Patrimonio y Sociedad, Tarazona (Aragón) 2000, 13, pp. 109-123.
  • Anuario de los Ferrocarriles Españoles. Editados por Enrique de la Torre. Madrid, 1926-27-28.
  • Periódicos y publicaciones citados en el texto.


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