El inventario que hemos transcrito en
las anteriores entregas del blog se realizó a la muerte del XI conde
de Altamira, Ventura Osorio de Moscoso y Fernández de Córdoba.
Fallecido muy joven, murió a la edad de 42 años, le sucedió en la
jefatura de la casa de Altamira y en la titularidad del señorío de
Morata su primogénito, Vicente Joaquín Osorio de Moscoso y Guzmán.
La elaboración de inventarios era una
práctica habitual, y obligatoria, antes de ejecutar el testamento y
de cumplir sus mandatos. En el caso del palacio de Morata -propiedad
de los condes de Altamira, y antes de los marqueses de Leganés- ya
hemos tratado en el blog algunos de estos inventarios,
particularmente los que recogían la colección de pinturas que
inició el I marqués de Leganés, Diego Messía Felípez de Guzmán
y Dávila, y que colgaron de las paredes del palacio al menos hasta
las primeras décadas del siglo XIX, cuando se iniciaron las ventas
del patrimonio que la Casa de Altamira poseía en Morata.
El primer inventario del palacio de
Morata del que existe constancia documental es el elaborado en 1655 a
la muerte del I marqués de Leganés. En él se da cuenta de la
adquisición de las casas que se compraron para formar parte de la
residencia en Morata de Diego Messía Félipez de Guzmán: En el
inventario se señala, literalmente, respecto a estas construcciones:
Mas unas casas principales en frente
de la iglesia de dicha villa [Morata] con su huerta, palomar y pozo
de nieve, alrededor de dicha casa caballeriza y cocheras, que se
hicieron en el sitio de la casa que se compró de Don Cristóbal de
Salcedo y de García Sánchez Bravo y Alonso Martínez y otros.
(Inventario de las posesiones del marqués de Leganés AHPM, t.
6267, f. 425R-759v).
Más concretamente, las pinturas
pertenecientes al marquesado de Leganés y posteriormente al condado
de Altamira fueron inventariadas al menos en tres ocasiones: el
inventario de 1655, del que ya hemos hablado y que fue realizado a la
muerte del I marqués de Leganés; el inventario de 1713, elaborado
cuando ya el señorío de Morata pertenecía a la Casa de Altamira y
lo ostentaba Antonio Gaspar de Moscoso Osorio y Aragón y finalmente,
antes del que hemos analizado de 1776, el inventario que se redactó
en 1753 por orden de la marquesa de Oñate, esposa del IX conde de
Altamira y madre de Ventura Osorio de Moscoso y Fernández de
Córdoba.
El interés del inventario, aparte de
su contenido relacionado con el mobiliario existente, nos sirve para
conocer las estancias existentes en el palacio. Desafortunadamente,
existen pocas descripciones de sus características arquitectónicas,
más allá de las que aparecen precisamente en los distintos
inventarios elaborados o, ya en el siglo XIX, las que se reflejan en
los apuntes del palacio pertenecientes al registro de la propiedad,
cuando ya el edificio sufría las consecuencias del abandono y de la
ruina económica de la casa de Altamira.
El conde de Altamira. Detalle de un cuadro de Francisco de Goya
Distribución de las estancias del
palacio
Según el inventario de 1776, el
palacio y las construcciones auxiliares del mismo constaba de 38
estancias o habitaciones, más las correspondientes a las cuadras, la
veeduría y a la denominada Casa de la Administración. Esta
última era un edificio independiente del propio palacio que ocupaba
el administrador de los bienes de la Casa de Altamira en Morata y que
estaba situado en la esquina de la calle de la Cruz de Orozco con la
calle del Ciego, justo en la fachada noroccidental del palacio, por
encima de lo que en el propio documento del inventario se denomina
juego de pelota.
Respecto a la veeduría era una
estancia del edificio, próxima a las cocinas y a las despensas,
donde se controlaban los alimentos que entraban en el palacio. El
mobiliario de estas estancias estaba, lógicamente, relacionado con
su función de administración e intendencia de palacio, de ahí que
entre los muebles y otros bienes que se inventarían ellas aparezcan
tinajas, arcones, un caballo de madera para las sillas de los
caballos, calderas de cobre, tinillos, embudos y medidas para el
comercio del aceite e, incluso, costales y mantas para la recolección
de los olivares propiedad de la casa.
Por otra parte, resulta curioso que la
denominación que reciben las estancias del palacio, muchas de ellas
identificadas por los cuadros que colgaban de sus paredes. Así, en
el inventario aparecen las habitaciones o salas denominadas de la
liebre, del galgo, de las venecianas, de Turquía, del león o
de Carlos V, todos ellos relacionados con las pinturas que había
coleccionado el I marques de Leganés y que daban nombre a estas
estancias.
Mobiliario del palacio
En cualquier caso, de la lectura y
análisis del inventario resulta patente que el mobiliario que
ocupaba las estancias y habitaciones del palacio no destacaba ni por
su abundancia ni, a tenor de su valoración, por su calidad. De
hecho, en la relación de muebles destacan por su cantidad los
elaborados con madera de pino y son mucho menos abundantes los
construidos con maderas de mayor calidad como el nogal (seis mesas) o
con el tablero de piedra (tres mesas) y otra con el tablero de jaspe
que es la más valorada de todo el inventario (cuatrocientos reales).
El inventario recoge también lo que
denomina camas de tablas, concretamente treinta y cuatro, pero por su
valoración (1.020 reales en total) debían de ser de calidad
ciertamente modesta.
Por la descripción de los muebles
únicamente destacan por su valoración las llamadas papeleras, (lo
que hoy llamaríamos escritorios) de las que se inventarían diez
ejemplares, algunos de ellos valorados en 5.000 reales, y también lo
que se denomina tablado de comedias, valorado en 3.000 reales
y que podría consistir en un armazón de madera para
representaciones teatrales.
Finalmente, tampoco los cortinajes de
las habitaciones del palacio destacan por su valoración, aunque
también es cierto que en este inventario no aparecen los tapices del
palacio que siempre se inventariaban en documentos diferentes, igual
que sucedía con los inventarios de las pinturas incluidas en la
colección del I marqués de Leganés.
Fuentes y bibliografía:
- Archivo Histórico Nacional. Sección Nobleza. Baena, C. 349. D17.
- Inventario de las posesiones del marqués de Leganés Archivo Histórico de Protocolo de Madrid, t. 6267, f. 425r-759v.
No hay comentarios:
Publicar un comentario