jueves, 31 de agosto de 2023

Fiestas celebradas en Morata en honor de los condes de Altamira (I)

Transcripción del relato anónimo que describe los actos celebrados en la villa en el año 1752


El texto que sigue pertenecía al archivo de la casa condal de Altamira, señores de Morata hasta mediados del siglo XIX. Tras diversos avatares, y la venta al peso del archivo, el original se conserva en la Universidad de Ginebra en cuyo repositorio digital se puede consultar.
El documento en sí, en el que el autor, desconocido, mezcla prosa y versos, relata las fiestas que se celebraron en la villa con motivo de la visita de los condes de Altamira a Morata en torno al año 1752.

En la entrega de esta semana publicamos el texto completo, tras el avance aparecido en la publicación anual de la Asociación Cultural Taurina Morateña, a cuyos miembros les doy las gracias por incluir parte del mismo en su librillo. La próxima semana completaremos la información en torno a este documento publicando las circunstancias que llevaron el original a la universidad suiza y cómo se dispersó el archivo de la Casa de Altamira. Un archivo en el que, como se muestra en el texto que hoy publicamos, necesariamente debían de conservarse documentos relacionados con la villa de Morata.


Descripción de las fiestas que los vecinos de la villa de Morata celebraron en obsequio del señor  excelentísimo marqués de Astorga y de Leganés, señor de dicha villa,  y de la señora excelentísima su esposa con su hijo el excelentísimo conde de Trastámara con el motivo de haber ido sus excelencias a recrearse algunos días . El día 23 de mayo en la casa suntuosa ermita de la milagrosa imagen de María santísima con el título de la Antigua se celebró el santo sacrificio de la Misa  que cantó Don Juan González, doctor en Sagrada Teología, tío del excelentísimo conde de Trastamara, con asistencia  del señor (…) párroco de la villa que cantó el evangelio, y del padre (…) clérigo menor colegial en Alcalá, y que (…) de los señores beneficiados y demás sacerdotes de ella, y el padre fray Juan (…) en su convento de Santo Thomás de Madrid, por la feliz salud [tachado:  y el tiempo necesario] importante vida de su excelencia tan deseada  [tachado: para sus]por sus vasallos, que asistieron acompañado de todo el pueblo con la piedad y devoción acostumbradas.
El 25 cerraron la plaza y en ella se corrieron muchos y muy bravos novillos con varias (…). El 28 tuvieron en la plaza de la casa (…) en dibujos divertidos (…) por parejas jugaron a la antesilla, al estafermo  y cintas con la mayor destreza. Concluida esta función se sirvió en casa de S. E. un magnífico refresco de varias bebidas dulces, a que siguió una abundante cena de manjares delicados para todos los concurrentes de uno y otro sexo [tachado: el día siguiente], que pasaron lo restante de la noche con una gustosa comedia, entremés, sainete y cantadas tonadillas acompañadas, acompañadas de diestros músicos concluyendo la función  con baile de (…), contradanzas y seguidillas de que (…) un forastero desapasionado hizo la descripción en el poema siguiente:


     Grabado de la serie La Tauromaquia, de Goya, que muestra una capea popular.


[Al margen: villa]
La villa de Morata esclarecida
de fina y de leal siempre aclamada
a su amado señor reconocida
con aplausos recibe a su llegada.

[Al margen: misa]
Y porque su vida es tan preciosa
a Dios se la piden por María
celoso el (,,) a todos les avisa
pidiéndoles asistan ese día
al santo sacrificio de la Misa.

Con grande devoción así lo hicieron
concurriendo a la Antigua devotos
nobles y plebeyos que humildes le rindieron
alabanzas a Dios en vivos gozos
por la salud de sus señores que asistieron.

[Al margen: novillos]
Ya cumplida esta función
tan cristiana y religiosa
disponen la diversión
de novillos muy gustosa.

Concurrieron de Chinchón
los de Arganda y de Perales
movidos de la afición
a las fiestas moratales [sic].

Sale uno de los novillos
salen los aficionados
mas saltando los tablados
sin repara en palillos
les dejó a todos burlados.

Continuose la corrida
y en fin todos ya corridos
la función fue divertida
[tachado: quedando todos con vida]
y aunque hubo algunos heridos
todos quedaron con vida.

Prosiguen otro día sus (…)
De manejo, fuegos, antesilla
Estafermo, (…), cintas y cabezas
[tachado: diversión se disponen diez parejas]
y de lo escogido de su villa.

[En el margen: Plaza]
Lustrada a varios matices
de la plebe nada ruda
camaleón de colores
la plaza en circo se muda.

[En el margen: los ramos]
Taladas selvas formaron
el circo de quien se juzga
que es solo la arena horror
lo demás todo hermosura.

La aparatosa prevención festiva
no menos fiesta se logró vistosa
grave de ornato, si de pompa altiva
lució la plaza rica y majestuosa.

[En el margen: damas]
¿Fue mucho? Si las damas en luz viva
que albor se ostenta, que se tiñe rosa
emulación del phosphoro luciente
¡la púrpura ilustraron del oriente!

[En el margen: señora]
De Altamira primero la condesa
al cielo de sí misma se amanece
como señora y de Leganés marquesa
del sol las pretensiones desvanece.

Ser (…) por favor confiesa
aún cuando más brillante resplandece
que a tanta bella organizada nieve
candor el alba, el sol grandeza [tachado: belleza] debe.

Matizado de galas y colores
de tan alta grandeza en luces bellas
era un balcón esfera de sus flores
emulándose rayos y primores
uniéndose hermosuras y centellas
sin ambición de (…) arreboles
nacieron astros y brillaron flores.

[En el margen: portada]
Cuántas hiló madejas el gusano
en sutiles prisiones de su vida
cuantas después artificiosa mano
primorosa te dio  labró advertida
en telas de (…) del palacio virtuoso
se pudieron juzgar insuficientes
para adornar el ámbito espacioso
y en hermosa como igual correspondencia
Ilustraron la gran circunferencia
vistiendo la portada de matices
paredes y balcones de tapices.

[En el margen: (…)]
Ya preparada la plaza
llega el marqués con (…)
capitaneando a lo grande
como grande por su Casa.

De las cuadrillas opuestas
árbitro que las ajusta
para las lides que (…)
el campo las asegura.

Escarcha el vestido de estrellas
el sombrero nevo a plumas
en lo demás de su gala
La tela se dificulta.


Despejó galán el coso
ya su voz plebeya turba
gustosa en el recibimiento
sombras de su luz se oculta.

Los diamantes del toisón
lucen, brillan y relumbran
tanto que con tantas luces
todas las luces se ofuscan.

De su vistosa gala se aliviaba
rubio, azul y dorado el lucimiento
de vistosos dibujos se bordaba
copia a emulación del firmamento
y como en reverberos rebosaba,
el vistoso andaluz en que montaba.
mirándose bailaba de contento
y afectando el caballo el horizonte
de tanta luz se imaginaba estante
servíanles ligeros los volantes


[En el margen: a pie(…) 2]
Roque palmero el uno, Bernardino
Villalba el otro con igual vestido,
ambos en (…) átomos errantes.

[En el margen: (…)]
Cuatro (…) le seguían
Juan, Ramonete, Luis y Bruno
a quienes de capitanes presidían
Matías y Galán, uno por uno.

[En el margen: (…)]
Don Joseph González, paje de la Casa
los timbales tocaba diestramente
y a caballo en un potro el chico pasa
vestido a la española ricamente.

[En el margen: clarín]
Dos clarines sonoros resonaron
al impulso vocal de clarineros
que con su voz de refino cantaban
vestidos de romanos caballeros.

[En el margen: (…)]
Cuando en nuevas armonías
da Talía las dulzuras
que de los cóncavos parches
acompañadas resultan
salva de la primavera
sus voces son que apresuran
de mayos movible tropa
hermosamente confusa.
En fin ya de los dos  [tachado: cuerpos] campos
la batalla se apresura
con que la industria ejercite
agradables travesuras

Ya en ligeros movimientos
líneas formaban difusas
y luego en orbes dobladas
pasan de rectas a curvas.

Laberintos circulares
giran con destreza suma
en que ninguno se pierde
en que todos se aventuran.

Airosamente [tachado: pase] (…)
diestramente se circundan
y en ímpetus corvos forman
militar escaramuza.

Tan diestros son los caballos
Que de la rienda no cuidan
Y ellos por sí generosos
salen, vuelven, parten, giran.

[En el margen: vestido español, pareja 1ª]
Don Francisco de Albornoz
Cuyo pecho (…) cruza
Sobre un céfiro (…)
Castiza estirpe andaluza,
del regimiento de Algarve
del vestido español usa
gobernado con destreza de dos cuadrillas la una.

Don Joseph Terán famoso
con la misma vestidura
mándome la otra
montado en ligera espuma.
Tan iguales, tan ligeros
corren la arena que (…)
que aún del pensamiento mismo
la velocidad impugnan.

[En el margen: pareja 2ª inglés]
Don Jerónimo Zediel
valiente desde la cuna
gran capitan miliciano
va siguiendo la columna
con vestidura anglicana
y tanto el caballo bruma
que levantando la arena
queda la tierra desnuda.

[En el margen: cuatro versos tachados]
Don Carlos de Fominaya
A la inglesa vestido asusta
A cuantos miran atentos
De su valor la constancia
del bruto la travesura.

[En el margen: pareja 3ª (…)]
Don Manuel González paje
de su excelencia ya juzga
que le faltaba la tierra
y apenas la espada empuña
cuando empuña valeroso
de las cintas verdes una.

[En el margen: ¿alardes?]
[verso tachado]
Don Pedro saco irlandés
[verso tachado]
(…) apura
[verso tachado]
la (…) al estafermo
[verso tachado: por más que el pobre procura]
por el estafermo apura
[verso tachado: porque nada le (…)
(…)
(…) la fortuna.]

[En el margen: pareja 4ª (…)]
A don Miguel de Almaraz
Los rayos del sol deslumbran
Porque le vieron tan majo
Que águila veloz le juzgan.

Don Esteban Fominaya
que por majo en Chinchón zumban [sic]
algunos aciertos tuvo
[verso tachado: no pudo tener aciertos]
aunque a los majos repugnan.
[Cuatro versos siguientes tachados]
pero corrió tan veloz
que dando con la columna
del estafermo juzgamos
era del circo la tumba.

[En el margen: tachado Páez]

[En el margen: pareja 5ª majo]
[verso tachado]
Otro majo de Chinchón
don Nicolás de Contreras
de varios ardides usa
[Verso tachado: de cuantos ardides puede]
[Verso tachado: y en fin de caballo muda]
y por (…) en algo acierta
lo consiguió sin duda
[Verso tachado: mas todo lo puede (…)].

[Doce versos tachados]
El mayo don Juan García
del señorito criado
también de (…)ningún trabajo reusa
hizo todo cuanto pudo
por salirse con la (…)
mas no sale con la (…)
porque el caballo era tal (…)
pero el caballo
y de (…) figura
que tendría su
sin dos varas de la (…).
[En el margen izquierdo: cinco versos ilegibles]


[En el margen: pareja 6ª (…)]
Don Manuel Páez volante
de muy buena compostura
en todo sobresaliente
de su caballo apresura
y con la prisa apresó
una cabeza desnuda. Pero
[En el margen derecho]
pero (…)
que dando con la columna
del estafermo (…)
(…) del circo la tumba.

[En el margen: ¿pastor?]
Don Hilarión Salcedo
Que ha de coger cinta jura
Y como pobre pastor
En coger poco se apura
Jurando lo que no pudo
porque no cogió ninguna.


[En el margen pareja 7ª, pastor.
Aquel D. Francisco oliva
Ligero como una pluma
Como buen pastor de olivos [sic]
Hizo la función más ruda.
Y ligero más que todos
Por su delgada estructura
Sobre el caballo volaba
[verso tachado: algo enfermo]
aunque enfermo volateaba [sic]
pero necesita cura.

[En el margen: volante]
Don Joseph de Fominaya
Está metido en cintura
(…) como ruge el pueblo
por sobresalir (…)
volando lo consiguió
tomar con destreza suma
a la sortija dos cintas
y de las cabezas una
[verso tachado]

[En el margen: pareja 8ª [h]olandés]
[Verso tachado: Antonio López]
Don José Antonio de López
[Verso tachado: otro de (…)]
del señor criado (…)
con vestido de holandés
del (…) viene la cuna
[Verso tachado: aunque francés por la cuna]

[Tres versos tachados]
llevándolas sin disputa
[En el margen: [h] olandés]
vestido del mismo traje
y con distinta figura
le sigue Don Juan (…)
que en todo a todos sojuzga
y como alcalde de Aranda
desempeñarse procura
dando al estafermo vueltas
[Dos versos tachados]
con habilidad madura.

[En el margen: pareja 9ª, turco]
Síguese Don Pedro Yanguas
Vestido de media luna
criado mayor de casa
diestro en todo sin disputa.
Todo lo emprende arriesgado
no hay gestiones que no cumpla
y si en algo no hace esto
ll bruto tuvo la culpa.

[En el margen: turco]
Don Carlos Díaz, de Chinchón
con igual fiereza turca
el mansurca [sic] con el aire
al estafermo le (…)
llevándose las cabezas
por tres veces con la (…)
dando vueltas al rodelo [sic]
en que las cintas se juntan.

[En el margen: pareja 10ª, español]
Concluye Don Pedro Páez
que en ligera escaramuza
a la española vestido
Como buen soldado triunfa
bizarro como galán
sobre una águila andaluza
Que (…) su pareja
torpe sus alas acusa.

[En el margen: español]
Don Vicente Castañoso
con española soltura
noble castellano viejo
(que lo tienen por fortuna)
oficial ya reformado
el circo ligero (…)
blandiendo en nácar y plata
con sus reflejos deslumbra.
Y si a los dos los de Thesalia
vieran, lograrán sin duda
para creerlos centauros
acreditada disculpa.

Feneció la función ya con el día
desamparan el circo las parejas
cesa también el (…) de Talía
retíranse a las salas las bellezas
(…)de ver más tantas proezas.

[En el margen: refresco]
Y para apagar la sed y las fatigas
un refresco las sirven de bebidas
que en gustos diferentes
el paladar endulzan a las gentes.
Y en cuanto la comedia se prepara
Ya que el intervalo fue bastante
[En el margen: cena]
Generoso dispone Trastamara
una cena generosa y abundante.
Concluida la cena se juntaron
en la sala mayor donde formaron
el teatro lucido y suntuoso
para representar Villalobos el famoso
a tanto coliseos prevenidos
[En el margen: comedia]
Desvelos de Caliope ingeniosa
fueron en los afectos bien sentidos
de una comedia diversión untosa
en que el color [sic] a la verdad vestidos
[En el margen: entremés sainete]
empleos de tarea fabulosa
tanto disimularon lo aparente
que hicieron sospechoso lo evidente.

Mezclan entre jornadas entremeses,
sainetes, cantadas, tonadillas,
bailando todos por sus veces
(…), contradanzas, seguidillas.

Con esto se concluyó
lo que sucedió en Morata
y el poeta aquí remata
que como dice, lo vio.
Firma
(…)

Primero folio del documento original, conservado nen la Universidad de Ginebra,


Documentación y bibliografía:
    • https//doi.org/10.17811/cesxviii.28.2018.221-252

jueves, 24 de agosto de 2023

La elección de diputados a Cortes en el distrito de Chinchón 1846-1923 (y XV)

Raboso Castellanos falleció en febrero de 1923 semanas antes de las elecciones de abril

El último diputado del distrito, como único candidato, logró el acta sin necesidad de que se realizara la votación


El 29 de abril de 1923 se celebraron en España las últimas elecciones previas al golpe de estado del general Primo de Rivera. También serían las últimas en las que el distrito electoral de Chinchón elegía a un diputado en representación de la comarca. Luis Ballesteros, liberal y romanonista, sustituyó a Juan de Dios Raboso Castellanos, el diputado también liberal que había representado al distrito durante cuatro legislaturas y que había fallecido unas semanas antes de celebrarse la jornada electoral.


Los últimos meses de Juan de Dios Raboso como diputado en el Congreso en representación del distrito de Chinchón no estuvieron exentos de la polémica y las acusaciones de caciquismo que rodearon al político liberal durante toda su trayectoria. Unos meses después de tomar posesión por última vez de su acta como diputado en el Congreso -la sexta si tenemos en cuenta las dos ocasiones en que fue elegido por el distrito de Priego (Córdoba)-, Raboso Castellanos unía a su muchos cargos políticos la condición de consejero en la poderosa sociedad Tabacalera. Junto con su antiguo mentor en el Partido Liberal, Niceto Alcalá Zamora, Raboso se beneficiaba de sus influencias políticas para acceder a un puesto muy apetecible. El Madrileño, el semanario que tanto había cuestionado las prácticas del diputado por el distrito de Chinchón no perdía la ocasión para cuestionar esta utilización de la política -la puertas giratorias de comienzos del siglo XX- como trampolín personal:

Que sea enhorabuena. D. Niceto Alcalá Zamora y D. Juan de Dios Raboso, han sido nombrados Consejeros de la Tabacalera. Recuerden los lectores el discurso de D. Niceto en pro del nuevo contrato de arriendo del monopolio.

¿Qué servicios íntimos habrá prestado el gran Raboso a la Tabacalera que tan espléndida remuneración le da? (…). (El Madrileño, 30 de junio de 1921).

Más prácticas caciquiles de Raboso Castellanos

Esta crítica por la utilización del cargo público para medrar en el ámbito privado no fue la única que recibió Juan de Dios Raboso por parte del semanario El Madrileño. La sospecha de prácticas caciquiles que siempre habían acompañado a la figura del político liberal siguieron presente en su última legislatura como representante del distrito. Unos meses después de renovar su acta como diputado, El Madrileño denunciaba un oscuro suceso ocurrido en Morata los días previos a las elecciones del 19 de diciembre de 1920. Según el semanario, Raboso hizo uso de sus influencias para impedir la llegada y distribución del periódico antes de las elecciones. Como consecuencia, el empleado de Correos fue despedido:

En las pasadas elecciones generales se remitió a D. Ventura Fominaya un paquete certificado con ejemplares de EL MADRILEÑO. La Administración de Correos entregó días después de haberse verificado la elección el paquete.

Con este motivo se elevó la correspondiente queja por el periódico al señor Director general de Correos, incoándose el oportuno expediente, que dio por resultado el traslado del Oficial de Correos, a pesar de la decidida protección del señor Raboso.

Se dice además en Morata que otro "pliego que contenía instrucciones reservadas para la elección tampoco llegó a su debido tiempo. Los caciques requirieron a Raboso, que ha tenido que interrumpir su veraneo, para que evitara el traslado del funcionario de Correos, sin poder conseguirlo. Es lamentable el perjuicio ocasionado al modesto empleado, pero es mucho más lamentable lo ocurrido. Hizo EL MADRILEÑO la debida y justa reclamación, que ha sido atendida, porque era de justicia y de razón, y cuando en este país la justicia se cumple debemos todos congratularnos, aunque haya perjuicios, lamentables siempre, como el traslado del empleado y el inútil viaje de Raboso, interrumpiendo a la vez un descansado veraneo, tan necesario para un parlamentario tan ilustre, que tanto fatiga con sus frecuentes elucubraciones a los taquígrafos del Congreso (…). (El Madrileño, 20 de agosto de 1921).

Unos meses después, con motivo de la celebración de las elecciones municipales, el afán de Raboso Castellanos por influir en la vida política del distrito volvió a manifestarse con toda su plenitud. Un caprichoso escrutinio y un resultado de empate en las elecciones de Morata puso de manifiesto cómo Raboso no dejaba pasar ocasión para demostrar su poder y ejercer sus influencias en favor de sus protegidos. Como casi siempre, El Madrileño, se hizo eco en sus páginas de un asunto que pasó desapercibido en otros periódicos de la época, pero no para el semanario que denunciaba cómo se había privado a un candidato obrero de su acta de concejal aduciendo la nulidad del sorteo que se había celebrado para deshacer el empate a votos entre los dos candidatos. En un artículo titulado Raboso, Aquilino Asensio y Villabrájima comen juntos, desentrañaba El Madrileño las maniobras para anular el sorteo:

Los simpáticos luchadores de Morata han sido vendidos porque el recurso interpuesto contra la nulidad del sorteo no debió haber prevalecido puesto que se hizo legalmente.

Ocurrido el empate entre un concejal patrono y otro obrero, forzoso era realizar el sorteo y poco importaba que el recipiente donde se depositaban las papeletas fuese un sombrero, una urna de cristal u otro cualquiera, si las operaciones se hicieron con formalidad.

La suerte favoreció al concejal obrero y los amigos de Raboso no podían consentir que en Morata triunfase nadie más que ellos y por eso recurrieron. Para que la Comisión provincial les diera la razón, el diputado a Cortes Sr. Raboso indicó al marqués de Villabrágima la conveniencia de que D. Aquilino Asensio se pusiese a sus órdenes y lo ha conseguido porque días pasadas nos aseguran que el marqués invitó a almorzar a los Sres. Asensio y Raboso (pagó D. Aquilino) y de sobremesa se convinieron en la venta de obreros morateños. (...). Ha sido acordada la nulidad del sorteo. (…). (El Madrileño, 11 de marzo de 1922).

Pero no solo en El Madrileño se criticaba el caciquismo de Raboso Castellanos. El Mentidero*, un semanario de carácter satírico, también se hacía eco del trabajo del político liberal en la comarca en torno a un asunto muy concreto como el de conceder la dignidad de ciudad a Colmenar de Oreja, precisamente en un artículo titulado así, Colmenar, ciudad:

Este último golpe definitivo para las agonías caciquiles del pobre Don Juan Rabioso [sic] amo y señor hasta esta legislatura, desde hace muchas, desgraciadamente del distrito de Chinchón, con perjuicio manifiesto para sus intereses generales (…).

Verán ustedes el puntillazo que le ha dado esa tontería de orador del foro que se llama Gerardito Doval, al pobre don Juan Víalibre [Raboso Castellanos] Doval, pico de oro representó en una ocasión, derrotando al actual cacique, al distrito de Chinchón. (...) Doval es hombre agradecido y que sabe cumplir su palabra, había prometido a la villa de Colmenar de Oreja gestionar, porque lo merece, la concesión del título de Ciudad y ya lo ha conseguido.

En tanto han transcurrido tres legislaturas y nos apostamos el Palacio del Escoria!, contra un quince de tinto, a que no hay nadie que diga que en tantos años el actual diputado ha hecho por su distrito nada absolutamente que no sea colocar en los mejores puestos a sus amigos, para que hagan y deshagan a su antojo.

(…) Para celebrar el justo acontecimiento, el próximo domingo va a Colmenar Gerardito a hacer entrega del título de Ciudad, y lo acompañarán el alcalde de Madrid, marqués de Villabrágima, don Miguel Maura, don Cecilio Hereza y otras muchas personalidades.

A una calle de Colmenar le será puesto el nombre de Gerardo Doval.

¡ Ah! está invitado el actual diputado señor Raboso, que como si lo viéramos, se pondrá enfermo, porque cuanto toquen a hablar ¡qué va a decir el buen señor! ¡Si no es capaz de seguir una conversación particular de cinco minutos!

Además que por decoro no debe presentarse ante sus electores de Colmenar.

Esto nos recuerda que el ex ministro señor Ruiz Jiménez consiguió también para Chinchón el título de muy noble y muy leal ciudad. El alcalde don Manuel Asensio, el mejor que ha tenido

Chinchón, y atestiguamos con el vecindario, de acuerdo unánime con el pueblo, ordenó la confección de un hermoso pergamino en que nombraban al señor Ruiz Jiménez hijo adoptivo.

En esto, por una de esas genialidades y gatuperios del señor Raboso, cesó en la Alcaldía el señor Asensio, y el alcalde actual tiene en un cajón de su mesa de la Alcaldía el pergamino, lleno de polvo y telarañas, y ahí dormirá hasta que Dios quiera.

(…) Pero no hay cuidado, porque don Juan el ferrocarrilero sólo se ocupa de sus asuntos particulares, aprovechando la influencia de su acta y de las de sus amigos políticos que le ayudan (…). (El Mentidero, 18 de marzo de 1922).

Suspensión de las cortes, fallecimiento de Raboso y elección de Luis Ballesteros

Mientras Juan de Dios Raboso Castellanos veía cómo se cuestionaba su acción política en varias localidades del distrito electoral de Chinchón, la situación política del país no hacía sino empeorar. Las consecuencias del desastre de Annual fue definitiva para acabar con el gobierno conservador de Manuel Allende Salazar y para que el líder de una de las facciones liberales, Manuel García Prieto, accediera el 5 de diciembre de 1922 a la presidencia del Consejo de Ministros.

Con las sesiones del Congreso suspendidas desde el 22 de diciembre, se convocaron nuevas elecciones para el día 29 de abril. La convocatoria electoral abría uno de esos periodos de negociaciones, de incertidumbres y de búsqueda y designación de candidatos en lo que tan a gusto se movía Juan de Dios Raboso. En esta ocasión, sin embargo, Raboso Castellanos no podría cumplir con las rutinas que tan bien conocía ya que, inesperadamente y sin mediar una enfermedad grave que pudiera anticipar el desenlace, el veterano diputado fallecía el 1 de febrero de 1923. Nunca se sabrá si, de no mediar la muerte, Raboso Castellanos hubiera optado a la reelección de su acta de diputado por el distrito de Chinchón o, si como parecía factible, hubiera delegado esta responsabilidad en su propio hijo Emilio, diputado provincial y llamado a sustituir a su padre en la representación del distrito en el Congreso de los Diputados. El Globo, el viejo diario de tendencia liberal fue el medio periodístico que más se extendió en glosar la figura de Raboso Castellanos -¿quizá por la circunstancia de que Raboso era accionista?-:

Estamos otra vez de luto. De nuevo ha visitado el dolor nuestra casa (…) un golpe, también rudo y terrible, viene a sumirnos en la amargura y la desgracia. D. Juan de Dios Raboso ha muerto.

Ayer tarde, momentos antes de retirarse el Sr. Raboso a su domicilio, nos complacíamos en conversar con él y escuchar de sus labios palabras alentadoras para nuestra empresa y proyectos y planes de mejora para EL GLOBO. ¡Qué cerca estaba la muerte y cuan alejada y desconocida para nuestros ojos y nuestro pensamiento!

(…) Era D. Juan de Dios un hombre de un valimiento extraordinario. A su esfuerzo, infatigable ímpetu de su voluntad, a su actividad pasmosa y su insuperable el amor al trabajo debía el haber llegado desde una modestia humilde hasta el puesto de consideración y respeto que ocupaba en el mundo político y financiero.

Concejal, diputado provincial, diputado a Cortes; fue todo cuanto quiso ser y repetidas veces rehusó cargos de importancia y relieve en la dirección de la Administración pública.

Recordando los primeros pasos de su vida sentía una gran devoción por las clases humildes, y celaba con cuidado paternal y entusiasmo sin límites por la prosperidad y mejoramiento del Centro Instructivo del Obrero, que con su muerte experimenta una pérdida irreparable.

El distrito de Chinchón, que representaba en Cortes, sufre también una gran pérdida con el fallecimiento de D. Juan de Dios; y el partido romanonista, al que pertenecía el ilustre finado, pierde un propagandista y un colaborador insustituible. (El Globo, 1 de febrero de 1923).

Tras la muerte del hombre que controlaba desde hacía muchos años el distrito electoral de Chinchón, el Partido Liberal designó a un joven abogado, Luis Ballesteros y Tejada, como sustituto del viejo político especialista en ganar elecciones para todas las facciones del liberalismo español.

El candidato Ballesteros formaba parte de la facción romanonista y estaba apadrinado por Alvaro de Figueroa y Alonso Martínez, ¡hijo del conde de Romanones! y alcalde de Madrid hasta 1922. Podían pasar los años, cambiar los candidatos, pero todo seguía igual en el distrito. Desde Madrid se designaban candidatos y en los pueblos, qué remedio, se aceptaban. Además, en esta ocasión ni siquiera fue necesario trabajarse a las fuerzas vivas de la comarca ní acudir a triquiñuelas electorales para ganar el acta de diputado. La sorprendente falta de candidatos de otras fuerzas políticas en el distrito permitió, en aplicación del artículo 29 de la Ley electoral vigente, la elección directa** de Luis Ballesteros, sin necesidad de que se abrieran los colegios electorales. El diario liberal El Sol,a pesar de que el artículo citado permitió la elección directa de 85 diputados liberales -y 60 conservadores- denunciaba la legislación que permitía esas prácticas y asociaba su aplicación al desprestigio de la política española agravado por lo que denominaba el cacicato imperante:

(...) La proclamación por el art. 29 suele ser el fruto de un acuerdo subrepticio, así como la consecuencia de un olvido absoluto de los deberes ciudadanos por parte de los electores; en muchas ocasiones podrá achacarse este olvido a cobardía, a falta de fe, a otras causas; mas es evidente que la cobardía, la falta de fe, la apatía electoral, en suma, han sido exquisitamente fomentadas desde el Poder con la persecución al elector indómito, con la anulación de las actas veraces, con la farsa de los procesos post-electorales, con la organización del cacicato, y, en fin, con el sumo desprestigio de toda institución política (…). (El Sol, 24 de abril de 1923).

Una vez consumada la proclamación de Luis Ballesteros, Camino Adelante, una publicación editada en Villarejo de Salvanés, daba la bienvenida al nuevo diputado por el distrito y fijaba las bases de lo que debería ser el trabajo del nuevo representante de los pueblos de la comarca:

Desde el día 22 del pasado Abril tiene nuevo representante en Cortes el distrito de Chinchón, El Sr. D. Luis Ballesteros, culto abogado de liberal abolengo, patrocinado por el señor Marqués de Villabrágima, ha sido proclamado Diputado por el artículo 29 de la vigente ley electoral.

Eran no pocos los aspirantes al distrito de Chinchón, algunos con ejecutoria más que sobrada para representamos en Cortes; pero el señor Marqués de Villabrágima ha estimado, por lo visto, que sólo Don Luis Ballesteros, ligado a él de antiguo por vínculos de amistad y parentesco podía adaptarse plenamente a las conveniencias y necesidades de la política liberal romanonista en el distrito que proyecta dirigir personalmente el hijo más visible del señor Conde de Romanones.

(…) Y aunque la perspicacia [sic] bien acreditada del señor marqués de Villabrágima no ha menester de mentores no estaría de más, acaso, manifestarle que el distrito, como el país entero, necesita cierta renovación.

Porque si el benemérito Sr. Raboso hizo cuanto pudo en defensa y ayuda de sus amigos, lo que es loable, mejor será que el nuevo diputado, y con él su ilustre padrino procuren a todo trance el fomento de los intereses colectivos, que constituye en definitiva la función propia de los representantes en Cortes.

Buenas comunicaciones, créditos para escuelas, granjas agrícolas, estaciones enológicas..., he ahí lo que Chinchón necesita (...) (Camino Adelante***, 1 de mayo de 1923).

Estas buenas intenciones que se manifestaban en el artículo de Camino Adelante quedarían frustradas cuando unos meses después, el 13 de septiembre de 1923, el general Primo de Rivera encabezaba el golpe de Estado que puso fin al turnismo entre liberales y conservadores, al parlamentarismo en la monarquía representada por Alfonso XIII y, como derivada, al fin de la comarca del partido judicial de Chinchón como distrito electoral. Habían pasado 77 años desde que en 1846 se eligiera al primer diputado en representación del distrito, Miguel López Acevedo. Ya en esa primera elección aparecieron las denuncias de un pucherazo electoral que provocó la sustitución de Acevedo por Baltasar Anduaga. No sería la ultima ocasión, como hemos visto a lo largo de estas semanas, que la sospecha de pucherazos y practicas irregulares ensuciaran la elección de los diputados del distrito de Chinchón. Paradójicamente, el ultimo político que ejerció este cargo de representante del distrito, ni siquiera tuvo que acudir a estos chanchullos y fue designado sin necesidad de que se realizaran elecciones. 

El golpe de estado de Primo de Rivera (1923) significó el final del distrito electoral de Chinchón
 


*El Mentidero fue un semanario satírico de ideología conservadora que alcanzó gran popularidad y difusión, con tiradas de hasta 200.000 ejemplares. Ligado políticamente a la figura del político conservador Antonio Maura, criticaba con especial dureza a los liberales, a cuyo líder, conde de Romanones definía como Don Álvaro del ventilador y la fresquera. Raboso apareció frecuentemente en sus páginas en las que, irónicamente, se le apuntaba como candidato a distintos ministerios e incluso a un sillón en la Real Academia Española, gracias a su relación con Alcalá Zamora y, en los últimos años de su carrera política, con el conde de Romanones. En una de sus publicaciones (9 de agosto de 1913), El Mentidero se burlaba de la escasa formación académica del diputado por el distrito de Chinchón: Raboso -afirmaba el semanario- ha logrado al fin hacerse bachiller en el instituto de Guadalajara [feudo del conde de Romanones]. Para celebrarlo hubo su miaja de refresco, completamente docente. Será innecesario decir que Raboso hizo unos exámenes de tiro rápido y aire comprimido.



** Articulo 29 de la Ley Electoral: En los distritos donde no resultaren proclamados candidatos en mayor número de los llamados a ser elegidos, la proclamación de candidatos equivale a su elección y les releva de la necesidad de someterse a ella.


** Camino Adelante, fue una publicación mensual editada en Villarejo de Salvanés de ideología conservadora a pesar de que en la cabecera se anunciaba como Revista mensual progresista, democrática e independiente. Comenzó a publicarse en marzo de 1923, a unas semanas de la celebración de las elecciones del 29 de abril. El último numero del que hay registro hemerográfico corresponde al mes de junio de 1924.


Fuentes y bibliografía:

  • Madrid en la sociedad del siglo XIX. Vo.l 1. Consejería de Educación. Edición a cargo de Luis E. Otero Carvajal y Ángel Bahamonde. Secretaria General Técnica. Servicio de Publicaciones. Madrid, 1986.

  • Congreso de los Diputados. Diario de sesiones. Serie Histórica. www.congreso.es.

  • Oratoria y periodismo en la España del siglo XIX. Seoane, María Cruz. Fundación Juan March-Editorial Castalia. Madrid, 1977.

  • El sistema electoral de la Constitución de 1845. Ull Pont, Eugenio. Revista de Derecho Político, nº 39. 1994., pp. 107-157. Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.

  • O´Donnell. Perez Galdós Benito. Biblioteca digital abierta.Textos. Info. 2018.

  • La revolución de julio. Pérez Galdós, Benito. Biblioteca Virtual Universal. 2003.

  • Memorias de un hombre de acción: El sabor de la venganza. Baroja, Pío. Rafael Caro Baggio. Madrid, 1921.

  • Memorias de un ministro de Alfonso XIII (1877-1930. Alcalá Zamora, Niceto.La Esfera de los Libros. Madrid, 2013.

  • Hombres, lugares y cosas de La Mancha. Apuntes para un estudio médico-topográfico de la comarca. Fascículo 1. Mazuecos, Rafael. Fundación Mazuecos. Alcazar de San Juan. Junio 1951.

  • Estadística de las Cortes y de los Ministerios. Estadística del personal y vicisitudes de las Cortes y de los Ministerios de España. Imprenta y fundición de la viuda e hijos de J. A. García. Madrid, 1880.

  • Publicaciones y periódicos citados en el texto.





jueves, 17 de agosto de 2023

La elección de diputados a Cortes en el distrito de Chinchón 1846-1923 (XIV)

Juan de Dios Raboso logró su cuarta victoria en las elecciones de 1920 con el apoyo del conde de Romanones

El candidato socialista, Cecilio Cid, denunció compra de votos

Desde el mismo momento que se celebraron las elecciones del 1 de junio de 1919, con victoria holgada del partido del conservador Antonio Maura, parecía claro que la legislatura no tendría mucho recorrido. No habían transcurrido ni 18 meses cuando se convocaron nuevas elecciones al Congreso de los Diputados para el 19 de diciembre de 1920. En medio de esta complicada situación política, el político liberal por el distrito de Chinchón, se disponía a afrontar una nueva campaña electoral en los pueblos de la comarca para renovar, por cuarta ocasión, su acta electoral.


El 2 de octubre de 1920 Eduardo Dato firmó el decreto de disolución de las Cortes y se convocaron nuevas elecciones al Congreso de los Diputados a celebrar el 19 de diciembre. Esta convocatoria llega con un gobierno acosado por una grave crisis social y laboral, sobre todo en territorios como Cataluña y Madrid. A los graves disturbios de Barcelona y a la huelga de la construcción en Madrid se suma la situación en el protectorado de Marruecos, con la impopular guerra del Rif.

Cuando se convocan las elecciones al Congreso la situación política en el distrito de Chinchón no se ha modificado mucho respecto a los procesos electorales previos. O al menos eso parece. Juan de Dios Raboso Castellanos está dispuesto a presentarse para renovar su escaño y su antiguo rival del Partido Conservador, Cecilio Hereza, el mismo político que en las elecciones de 1919 estuvo a solo a 161 votos de conseguir derrotar al candidato liberal, también anuncia su candidatura. Como novedad respecto a otras elecciones, un nuevo actor político aparece en el panorama político del distrito, Cecilio Cid Ibáñez, abogado afincado en Villarejo de Salvanés que se presenta por el Partido Socialista Obrero Español.

En resumen, un nuevo enfrentamiento Raboso Castellanos-Hereza -o liberales frente a conservadores- con el añadido del candidato socialista. Sin embargo, hay una novedad sorprendente: Juan de Dios Raboso, que ya desde su primera aparición en el distrito en 1910 había contado con la protección de Niceto Alcalá Zamora pasó a ponerse bajo el amparo del conde de Romanones. Raboso no tenia ningún problema en cambiar de padrino, si con ello conservaba el acta de diputado, sin importar que para ello hubiera de aceptar el liderazgo del viejo zorro liberal, eterno muñidor de influencias en tantas batallas políticas. Que Aquilino Asensio, el viejo rival de Raboso Castellanos por el Partido Liberal en el distrito y acreditado seguidor de Romanones avanzara su intención de presentarse a las elecciones no pasó de un último intento, inútil, del político de Aranjuez por conseguir el acta de diputado. 


El conde de Romanones fabricando y moldeando diputados (Fuente: revista Gedeón)

Raboso Castellanos se pasa a las filas del conde de Romanones

En las semanas previas a las elecciones, los tres candidatos a conseguir el acta por Chinchón procedieron a su habitual recorrido por los pueblos de la comarca. En este periodo preelectoral sorprendió el anuncio de Raboso de recorrer el distrito en compañía de su antiguo rival del Partido Liberal, Gerardo Doval, reconocido romanonista para apoyar su candidatura:

En este distrito reina un gran disgusto y se temen fatales resultados, porque el candidato D. Juan de Dios Raboso, ha lanzado la especie de que en un próximo viaje de propaganda electoral, le acompañarán el marqués de Villabrágima y el señor Doval, como demostración del apoyo que le dispensa el conde de Romanones.

El disgusto a que nos referimos, nace de que entre los electores del distrito de Chinchón, no creen dicho apoyo por la forma en que se desarrolló la lucha contra Raboso en otras elecciones y los insultos que D. Juan de Dios dirigió al conde de Romanones en diversos mítines.

Los electores romanonistas no se ocultan en manifestar que si el conde y otros políticos de su partido se han olvidado de dichas ofensas, ellos no las olvidan, por lo que si ese viaje se

realizase, lo cual no creen, será un fracaso porque particularmente todos estarán al lado del partido romanonista para todo menos para dar el voto a Raboso.

(…) Además, encuentran contraproducente ese viaje porque tampoco olvidan que cuando las anteriores luchas, el Sr. Doval, en uno de sus elocuentes discursos dijo que si elegían a Raboso, ni el distrito podía llegar a menos ni Raboso a más, frases que lanzó en el teatro de Chinchón y ahora no puede decir lo contrario (…). (El Madrileño, 9 de noviembre de 1920).

La candidatura de Raboso bajo el paraguas del conde de Romanones, no podía sino empujar a sus rivales a apoyar la candidatura de Cecilio Hereza. Así al menos se ponía de manifiesto en El Madrileño. El semanario pronosticaba el triunfo del candidato conservador nada menos que con el apoyo de los liberales contrarios a Raboso Castellanos:

El candidato ministerial D. Cecilio Hereza, dicen los que conocen el distrito de Chinchón, que está vez será diputado, pues cuenta con electores que en veces anteriores no pudieron

apoyarle y en cambio lo hacen ahora, unos desinteresadamente y otros, que son los más, movidos por la influencia oficial.

La llamada de alcaldes y otras autoridades locales al Gobierno civil, así como el ofrecimiento de resolver diversos asuntos favorablemente a las pretensiones de los peticionarios, hace que el Sr. Hereza cuente con una ayuda mayor que la tenida hasta aquí. (El Madrileño, 9 de noviembre de 1920).

La idea de que el candidato conservador contaría con el apoyo ministerial, junto a la reiterada oposición de los liberales romanonistas a Raboso Castellanos, se acentuó a medida que se acercaba el día de las elecciones. Las promesas electorales de obras en los municipios del distrito volvían a a aparecer en plena campaña electoral como un recurso del candidato del gobierno:

En esta semana ha aumentado la actividad de los candidatos por este distrito, viéndose por momentos ganar terreno la candidatura del ministerial Sr. Hereza.

El pueblo de Carabaña ha ofrecido el censo íntegro a Hereza, `la totalidad de los votos] a cambio de la construcción de un grupo escolar que hará el Ministerio de Instrucción Pública, por ser el Ministro el protector político de este candidato.

En Morata, pueblo de gran importancia que siempre favoreció a Raboso, este año un núcleo importantísimo, que tal vez sea la mayoría, apoyará a Hereza, cansados de la actuación de D. Juan de Dios.

Arganda del Rey va a ser favorecido ampliamente por el Director de Obras Públicas, según hemos oido.

(…) La derrota de Raboso la proclaman ya sus mismos partidarios, lamentándolo, como es natural. (El Madrileño, 30 de noviembre de 1920).

En la contienda electoral entre Juan de Dios Raboso y Cecilio Hereza se necesitaban aliados y, en el caso del candidato conservador, los diputados provinciales, buenos conocedores del distrito por su proximidad a los pueblos de la comarca, resultaban esenciales a la hora de acercarse a los futuros electores en los días previos a las votaciones:

El candidato Sr. Hereza, acompañado de los Diputados provinciales D. Aquilino Asensio y D. Fernando Torrecilla, comenzaron el recorrido electoral por el distrito de Chinchón para recomendarlo a los amigos de los citados Diputados romanonistas.

(…) Uno de los primeros pueblos visitados fue el de Perales de Tajuña, en el cual podemos asegurar que la unión de los amigos personales de los Sres. Asensio, Soria y Torrecilla con los elementos políticos del Sr. Hereza, asegura para éste una lucidísima elección que superará de seguro las que ha tenido en votaciones anteriores.

Recibidos y despedidos con gran entusiasmo en este pueblo fueron al de Tielmes, en el cual, después de visitar a los elementos que representan la política liberal desde hace muchos años, resultaron gratamente impresionados por la seguridad absoluta de que la mayoría obtenida en veces anteriores ha de verse elevada esta vez por la unión de votos afectos personalmente a los Diputados provinciales que apadrinan la campaña del Sr. Hereza.

En Valdilecha fueron recibidos por las autoridades y gran número de vecinos, y en el Ayuntamiento dirigieron la palabra a los electores los Sres. Hereza y Torrecilla. El primero, para reiterar sus ofrecimientos de trabajar en pro del distrito, y el segundo, para hacer una explicación de las razones que han movido a los elementos romanonistas a apoyar, al candidato ministerial, dando como síntesis de sus explicaciones la nota de que la dignidad política impedía apoyar a un candidato que constantemente ha combatido a los liberales del distrito sin reparar en la mayor o menor nobleza de sus armas.

(…) En Villarejo de Salvanés, llevaron la acogida que era de esperar por todos los que conocen las grandes simpatías de que allí gozan tanto el Sr. Asensio como los Sres. Soria y Torrecilla, y no cabe duda de ningún género de que en este pueblo, donde el Sr. Hereza la vez anterior apenas tuvo votación, obtendrá la mayoría absoluta sobre su contrincante, aun en el caso de que los elementos socialistas no voten su candidatura por tener que dar su sufragio al socialista D. Paulino Cid.

Para Carabaña ha conseguido el Sr. Hereza la concesión de un grupo escolar. Hace pocos días publicó la Gaceta el Real decreto, de todos conocido, regulando la construcción de edificios escolares y será seguramente el primero en comenzarse el del pueblo de Carabaña.

Esto no hará extrañar que a pesar de no haber tenido apenas elección la vez pasada el Sr. Hereza en dicho pueblo, está vez está animado el vecindario en pagarle, votándole absolutamente todos los electores, el beneficio que ha obtenido para la cultura del pueblo sin que sea bastante a menguar su triunfo las maniobras que comienzan a notarse de parte del elemento rabosista, que quieren hacer desconfiar de esta mejora que a todas luces es un hecho.

En Fuentidueña de Tajo la lucha hubiera sido enconada de no mediar la intervención de los Sres. Asensio, Soria y Torrecilla; pero teniendo en aquella localidad estos señores buenos y numerosos amigos será seguramente obtenida una lucida votación sin necesidad de ningún género de lucha, que sería lamentable para el pueblo.

Villamanrique de Tajo es un pueblo muy agradecido, y los Sres. Soria y Torrecilla por su esfuerzo para terminar, como está en vía de ser terminada, la carretera desde Colmenar de Oreja; no es, por consiguiente, extraño que al llegar el señor Hereza acompañado de dichos elementos fuera recibido con gran agrado por los de la localidad con muestras de simpatías, que son un augurio feliz para el resultado de la votación.

Al final de la excursión estuvieron los expedicionarios pasaron gran rato en el Casino de Arganda, acudiendo a saludarles infinidad de amigos, tanto del Sr. Hereza como de los diputados liberales que le apoyan. En este pueblo no cabe dudar sobre el éxito (…). (El Madrileño, 7 de diciembre de 1920).

Con total normalidad, se informaba sobre tráfico de influencias y se enumeraban las promesas electorales de Hereza a los pueblos del distrito, lo que unido al apoyo de los liberales disidentes, garantizaban en opinión de El Madrileño la victoria de Hereza.En medio de esta lucha entre liberales y conservadores, el candidato del Partido Socialista, Cecilio Cid, se presentaba como tercero en discordia pero con pocas posibilidades de disputar el escaño a Raboso y Hereza. Sus apoyos procedían de los incipientes centros obreros que se habían ido creando en la comarca que en anteriores elecciones, ante la ausencia de candidatos socialistas, se habían inclinado por Raboso. Así se pronosticaba que sucedería en Morata y otros municipios, donde el voto obrero, se vaticinaba, sería para Hereza o para Cecilio Cid, pero nunca para Raboso Castellanos. Así al menos se planteaba a menos de una semana de las elecciones:

(…) En Morata se celebró un mitin, que resultó una catapulta contra Raboso, que ha perdido la casa solariega, pues los elementos se disgregaron y se acordó que antes de votar a Raboso se concederían los sufragios al socialista Sr. Cid, quien parece ser tendrá bastante votación, compartida con el Sr. Hereza.

Los socialistas, que se han hecho cargo de los recursos que les vienen a la mano, no descansan, proyectando nuevas reuniones; con ello, claro está, no podrán más que convencer a los pocos rabosistas que queden y no se hayan marchado con el ministerial, que son bastantes. (El Madrileño, 14 de diciembre de 1920).

En el mismo artículo se anunciaba el final de la era de Juan de Dios Raboso Castellanos en el distrito de Chinchón :

(…) Raboso ha perdido los papeles. Sus marrullerías electoreras no le valdrán en esta ocasión, pues enfrente tiene no solo a Hereza, sino a Asensio, Soria y Torrecilla, que saben cómo pueden impedir el triunfo de Raboso, no sólo en esta ocasión sino en las sucesivas.

En esta ocasión triunfará el BIEN sobre el MAL. (El Madrileño, 14 de diciembre de 1920).

Triunfo de Raboso Castellanos y denuncia de fraude electoral del candidato socialista

Tras la votación del 19 de diciembre y a la hora de confrontar estos pronósticos con la realidad del voto de los 11.125 electores censados -el más elevado de toda la historia del distrito electoral de Chinchón- el resultado fue bien distinto a las previsiones de El Madrileño. Juan de Dios Raboso incluso pudo presumir de que había aumentado su ventaja sobre el candidato conservador respecto a las últimas elecciones, cuando sólo les separaron 160 votos. Según el escrutinio oficial, ratificado por el Tribunal Supremo, Juan de Dios Raboso Castellanos consiguió el apoyo de 4.322 electores frente a los 3.344 votos de Cecilio Hereza. Pese a los malos augurios, Raboso, ahora desde las filas romanonistas, había conseguido una ventaja de casi 1.000 votos frente a Hereza. Su influencia en el distrito, parecía intacta e imbatible al conseguir, por cuarta vez, el acta de diputado. En tercer lugar, el candidato socialista Cecilio Cid logró 410 votos, muy alejados de la lucha entre liberales y conservadores.

Como marcaba la tradición, la elección de Juan de Dios Raboso no podía confirmarse sin pasar por el Tribunal Supremo tras la denuncia de uno de los candidatos derrotados. En este caso fue Cecilio Cid, candidato del PSOE, el que denunció en el proceso de ratificación del escrutinio las irregularidades atribuidas al candidato liberal. Así se explicaba en el diario La Tribuna:

El candidato derrotado socialista señor Cid protesta de la compra de votos en las secciones de Arganda.

El candidato triunfante, señor Raboso, niega rotundamente estos hechos.

En las secciones de Carabaña el candidato socialista hizo las mismas manifestaciones que niega el señor Raboso, manifestando su extrañeza de que se hagan estas afirmaciones, pues de sobra sabe el candidato señor Cid que él contaba con la oposición del Gobierno y que por tanto las autoridades se mantuvieron en una estricta imparcialidad y en todo caso lo harían a favor del candidato ministerial.

El candidato ministerial derrotado, señor Hereza, que no se presentó al escrutinio, fue defendido por el candidato socialista en medio de la estupefacción del público. (La Tribuna, 23 de diciembre de 1920).

Tras esta denuncia, el preceptivo informe del Tribunal Supremo sobre el acta del distrito de Chinchón no encontraba, como ya era tradicional, motivos de nulidad:

(…) Cecilio Paulino Cid en el acto del escrutinio formuló protestas por compra de votos en Arganda, Fuentidueña de Tajo, Valdaracete y Valdilecha; por coacciones en Carabaña y Valdelaguna, por irregularidades que no expresó en Morata de Tajuña, y por no haberse celebrado la elección en Perales de Tajuña haciéndose un convenio entre los señores Raboso y Hereza.

En justificación de los hechos alegados no se ha presentado elemento alguno de prueba ni ha comparecido el autor de las protestas a mantenerlas ante este tribunal. Tras no tomar en cuenta las denuncias el Tribunal Supremo aprobó el acta de Juan de Dios Raboso.

La redacción de El Madrileño, quizá el medio periodístico más beligerante contra Raboso Castellanos, no pudo sino reconocer que el distrito de chinchón había ratificado en las urnas su apoyo al político liberal:

Las urnas han sido favorables para el Sr. Raboso. Por qué artes sería curioso saberlo a ciencia cierta. Porque se temían coacciones y compra de votos, creyó oportuno enviar el Gobernador algunos delegados; pero estos se limitaron a ser testigos de los acontecimientos sin poder evitar en los términos correctos en que actuaron, los amaños y mercantilismos que en casi todos los pueblos se sucedían. Con decir que no hubo ninguna detención, está explicada la conducta seráfica de los delegados que parecían el reverso de aquellos con que otros gobiernos obsequiaban en no lejanos tiempos

Así y todo, no sacó el triunfante sobre el Sr. Hereza más que unos centenares de votos más.

Hasta nosotros llegan informes de que el día anterior a la elección, el candidato Raboso y un amigo, recorrieron los pueblos en automóvil bien provistos de gasolina para el coche y gasolina para los electores indecisos, consistiendo ésta última en unos once mil duros (tememos fuera algo más) adelantados por un poderoso político o una poderosa Compañía ferrocarrilera, inclinándose la mayor parte de las opiniones a esto último. (El Madrileño, 30 de diciembre de 1920).

La denuncia de compra de votos junto con la implicación de una compañía de ferrocarril -¿El ferrocarril del Tajuña?- era una vuelta de tuerca más en la continua y recurrente denuncia de fraude y caciquismo electoral en el distrito de Chinchón durante el periodo de restauración borbónica y el turnismo en el gobierno del país. Lo que aún no se sabía en esas primeras semanas de 1921 es que Raboso estaba a punto de concluir su periplo como diputado por la comarca.


Fuentes y bibliografía:

  • Madrid en la sociedad del siglo XIX. Vo.l 1. Consejería de Educación. Edición a cargo de Luis E. Otero Carvajal y Ángel Bahamonde. Secretaria General Técnica. Servicio de Publicaciones. Madrid, 1986.

  • Congreso de los Diputados. Diario de sesiones. Serie Histórica. www.congreso.es.

  • Oratoria y periodismo en la España del siglo XIX. Seoane, María Cruz. Fundación Juan March-Editorial Castalia. Madrid, 1977.

  • El sistema electoral de la Constitución de 1845. Ull Pont, Eugenio. Revista de Derecho Político, nº 39. 1994., pp. 107-157. Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.

  • O´Donnell. Perez Galdós Benito. Biblioteca digital abierta.Textos. Info. 2018.

  • La revolución de julio. Pérez Galdós, Benito. Biblioteca Virtual Universal. 2003.

  • Memorias de un hombre de acción: El sabor de la venganza. Baroja, Pío. Rafael Caro Baggio. Madrid, 1921.

  • Memorias de un ministro de Alfonso XIII (1877-1930. Alcalá Zamora, Niceto.La Esfera de los Libros. Madrid, 2013.

  • Hombres, lugares y cosas de La Mancha. Apuntes para un estudio médico-topográfico de la comarca. Fascículo 1. Mazuecos, Rafael. Fundación Mazuecos. Alcazar de San Juan. Junio 1951.

  • Estadística de las Cortes y de los Ministerios. Estadística del personal y vicisitudes de las Cortes y de los Ministerios de España. Imprenta y fundición de la viuda e hijos de J. A. García. Madrid, 1880.

  • Publicaciones y periódicos citados en el texto.