jueves, 28 de abril de 2022

 

Morata, tierra de viñas y de vino (XI)

Presencia de cosecheros morateños en la Exposición Vinícola Nacional de 1877

(…) Casi toda la industria la forma la elaboración del vino, pues tienen para ello muy buenos lagares, con sus maquinarias, antiguas en unos y modernas en los más, y cuentan con excelentes bodegas para conservarlos; la fabricación del aguardiente por medio de alquitaras unas, y fábricas modernas otras (…). Quien así se manifestaba a finales del siglo XIX, Juan Diego Arribas, conocía bien la realidad económica de Morata en esa época finisecular y la importancia del viñedo y de la elaboración de vino en la economía local.


Juan Diego Arribas, maestro local y autor de Morata de Tajuña, crónica de la provincia de Madrid, citaba expresamente en su trabajo sobre la historia de la villa a la bodega de Fructuoso Martínez de Velasco en la que se elaboraban vinos de mesa y con la que había logrado, según afirmaba textualmente, (…) gran aceptación por sus excelentes condiciones (…). Evidentemente, desde muchos años antes de esta cita sobre el vino de uno de los cosecheros morateños, la relación de bodegueros en Morata era extraordinariamente extensa, como veremos, y sus vinos no dejaron de destacar por su calidad cuando acudieron a ferias y muestras nacionales e internacionales.

Para conocer quiénes eran estos propietarios de bodegas y elaboradores de vino en la segunda mitad del siglo XIX contamos con una variada documentación que recoge, exhaustivamente, los nombres de estos vecinos de Morata dedicados a una industria vinícola que, tal como aseguraba Juan Diego Arribas, generaba buena parte de la actividad económica del municipio en esos años.

Entre esta documentación que incluye información sobre el sector vinícola destacan, además de los periódicos y revistas de la época, varias publicaciones especializadas en el sector comercial e industrial y, entre ellas, el Estudio sobre la Exposición Vinícola Nacional de 1877 y los anuarios comerciales Almanaque del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración* y el Anuario Ribera**.

La primera de estas obras, el Estudio sobre la Exposición Vinícola de 1877, responde a la necesidad de promocionar dicha exposición comercial, una muestra más del buen momento que atravesaba el sector vinícola en esos años, mientras que los anuarios y almanaques buscaban satisfacer la necesidad de difundir la información industrial, comercial y agrícola de las ciudades y localidades más importantes de España entre los agentes económicos del país.

La exposición se celebró en Madrid entre el 1 de abril y el 30 de junio de 1877 y, según el decreto de creación, su objetivo era:

(…) Conocer las clases de mostos, madres, vinazas, heces, posos y caldos que se forman y extraen de los productos de la agricultura española; las bebidas que de ellos se fabrican; los procedimientos que se usan para la elaboración y conservación de los vinos y demás productos que de ellos se derivan, y los aparatos, instrumentos, herramientas, utensilios y materias naturales y químicas de todo género que para ello se emplean (…).

Sobre la realidad del sector vitivinícola en la provincia de Madrid se destacaba en el catálogo impreso de la exposición su situación en la provincia así como la destacada posición de la comarca encuadrada en el partido judicial de Chinchón:

(…) basta examinar las cifras de producción vinatera de la provincia, para apercibirse que solamente el partido de Chinchón representa cerca de la mitad [de la producción], con más de 31.700 hectólitros de vino (…).

En el catálogo, cuando trata sobre la producción de vino en la provincia, se comparan las cifras del partido judicial de Navalcarnero con las de Chinchón. De acuerdo con estas cifras, la productividad de las viñas del sureste de la provincia eran sensiblemente superiores a las de la comarca de Navalcarnero. Según esta tabla en Chinchón y Morata, las dos localidades que se citan en el texto, los litros de vino producidos por hectárea serían:

Tierras de 1ª clase, 3.783 litros.

Tierras de 2ª clase, 2.754 litros.

Tierras de 3ª clase, 1891 litros.

Relación de expositores de Morata en la Exposición Vinícola Nacional de 1877

A la exposición de 1877 acudieron 22 pueblos y 346 expositores de la provincia de Madrid que, en su mayor parte, mostraron sus productos en el stand de la Diputación Provincial. Desde Morata presentaron sus productos 29 elaboradores de vino, aguardiente y vinagre que se encuadraron en las distintas categorías de la muestra, según la relación que apareció publicada:

Clase 2ª Vino de capa, pastos, licorosos y generosos

(Las cantidades que siguen a cada expositor morateño en este apartado corresponden a la producción en hectolitros, cantidad disponible para la venta en hectólitros y precio del hectólitro en pesetas).

  • Estanislao Casado Robles, vino tinto común 170, 170, 30.

  • Tomás Casado Robles, vino tinto común 250, 230, 30.

  • Tomás Corpa Díaz, vino tinto común, 160, 90, 30.

  • Germán Cuevas, vino tinto común, 250, 250 y 30.

  • Dionisio Díaz Sánchez, vino tinto de mesa, 60, 60, 30.

  • Francisco Estévez Rodríguez, vino tinto, 48, 48, 30.

  • Antonio García Gutiérrez, mosto licoroso blanco, 83, 83,30.

  • Antonio García Gutiérrez, mosto licoroso dulce, 200, 200, 30.

  • Manuel García Gutiérrez, preparación de mosto trasegado, 200, 200, 30.

  • Manuel García Gutiérrez, preparación de mosto sin trasegar, 200, 200, 30.

  • Lucas González Castro, vino tinto común, 130, 130, 30.

  • Sergio González, vino tinto trasegado, 100, 100, 30.

  • José de Hidalgo Tablada, vino malvar, blanco seco, cosecha de 1860, 230, 230, 80.

  • José de Hidalgo Tablada, vino malvar, blanco seco, cosecha de 1870, 230, 230, 50.

  • José de Hidalgo Tablada, vino tinto even seco, cosecha de 1874, 230, 230, 36.

  • José de Hidalgo Tablada, vino tinto even seco, cosecha 1875, 230, 230, 36.

  • José de Hidalgo Tablada, vino tinto común, cosecha de 1867, 250, 260, 60.

  • José de Hidalgo Tablada, vino tinto común, cosecha de 1870, 230, 260, 40.

  • José de Hidalgo Tablada, vino tinto común, cosecha de 1873, 230, 260, 36.

  • Víctor Oliva, vino tinto de pasto, 160, 160, 30.

  • Emerenciano Olivar, tinto cosecha de 1876, sin datos.

  • Félix Pérez, vino tinto común, cosecha de 1873, 66, 66, 30.

  • Eustaquio Pinto y Pinto, vino tinto de pasto, 65, 65, 27.

  • Domingo Rodelgo Fernández, vino tinto de pasto, 117, 117, 30.

  • Juan Rodelgo, vino tinto de pasto, 100, 100, 30.

  • Francisco Salcedo Ruiz, vino tinto de pasto, 200, 200, 30.

  • Gregorio Sánchez de las Peñas, vino tinto común, 50, 50, 30.

  • Leandro Sánchez Medel, vino tinto común, 179, 179, 30.

  • Regino Sánchez-Bravo, vino tinto común, 100, 100, 30.

  • Isidro Sánchez Ruiz, vino tinto común, cosecha de 1876, 200, 200, 30.

  • Dimas Sánchez Salcedo, vino tinto común, 84, 84, 30.

  • Francisco Sánchez Soria, vino tinto común, 66, 66, 30.

  • Francisco Sánchez Soria, vino blanco dulce, 66, 66, 40.

  • Alejandro Serrano, vino tinto común, 66, 66, 30.

  • Felipe de la Torre Moreno, vino tinto cosecha de 1876, 66, 66, 30.

Según las cantidades expresadas en esta relación, entre estos cosecheros destaca José Hidalgo Tablada, con 1.630 hectólitros de vino de distintos tipos a la venta, sobre un total de 5.164 hectólitros de todos los expositores que acudieron a la muestra.



Clase 4ª Alcoholes secos, dulcificados y perfumados

  • Ambrosio Casado Robles, aguardiente (Sin especificar clase, precio y producción).

  • Tomás Corpa y Díaz, aguardiente anisado a 127 pesetas hectólitro. Producción anual, 161 hectólitros.

  • Germán de Cuevas, aguardiente anisado a 127 pesetas hectólitro. Producción anual, 250 hectólitros.

  • Manuel García Gutiérrez, aguardiente seco a 248 pesetas hectólitro. Producción anual, 200 hectólitros.

  • Sergio González, aguardiente seco a 248 pesetas hectólitro. Producción anual, 100 hectólitros.

  • José de Hidalgo Tablada, aguardiente doble anís a 120 pesetas hectólitro.

  • Víctor Oliva, aguardiente anisado a 127 pesetas hectólitro.

  • Alejandro Salcedo, aguardiente anisado de 27º (Sin especificar clase, precio y producción).

  • Isidro Sánchez Ruiz, aguardiente seco a 248 pesetas hectólitros. Aguardiente anisado a 127 pesetas hectólitro.

  • Alejandro Serrano de las Heras, aguardiente anisado. (Sin especificar clase, precio y producción).

  • Felipe de la Torre Moreno, aguardiente seco a 248 pesetas hectólitro.



Clase 7ª Vinagres de uvas y de otras materias naturales o artificiales

  • Lucas González Castro, vinagre a 19 pesetas el hectólitro.

  • Francisco Salcedo Ruiz, vinagre blanco a 19 pesetas el hectólitro.

  • Gregorio Sánchez de la Peña, vinagre a 16 pesetas hectólitro y vinagre blanco a 19 pesetas el hectólitro.

  • Dimas Sánchez Salcedo, vinagre blanco a 19 pesetas el hectólitro.

  • Isidro Sánchez Ruiz, Isidro Sánchez Ruiz, vinagre de uva 16 pesetas el hectólitro.

  • Leandro Sánchez Medel, vinagre blanco a 17 pesetas el hectólitro.



Estos expositores morateños que acudieron con vinos, aguardientes y vinagres a Exposición Vinícola Nacional obtuvieron, según recoge la publicación oficial del certamen, varios galardones otorgados por los jurados:

  • Estanislao Casado Robles, tinto de 1876, perfección

  • Tomás Casado Robles, tinto de 1876, perfección.

  • Germán Cuevas, tinto de 1876, perfección.

  • Francisco Estévez y Rodríguez, tinto de 1876, perfección.

  • Domingo Rodelgo, tinto trasegado, perfección.

  • Tomás Corpa, tinto de 876, perfección.

  • Isidoro Sánchez Ruiz, tinto de pasto de 1876, mención.

  • Alejandro Salcedo, aguardiente anisado, mención.

  • José Hidalgo Tablada, Malvar blanco de 1870, mención.

  • José Hidalgo Tablada, tinto dulce de 1873, mención.

  • José Hidalgo Tablada, tinto de pasto de 1876, perfección.

  • José Hidalgo Tablada, aguardiente doble anís, perfección.



En esta relación de expositores morateños premiados destaca la presencia de José Hidalgo Tablada con cuatro galardones entre menciones y reconocimientos de perfección a sus vinos y aguardientes. El resto de los elaboradores morateños premiados consiguieron sus reconocimientos con vinos de distintos años y cosechas que, de alguna forma, significaba un reconocimiento a su trabajo en la obtención de vinos que podían conservarse sin dificultades hasta siete años, como sucedía con el vino blanco de uva malvar de Hidalgo Tablada de la cosecha de 1870.


Catálogo de la Exposición Nacional Vinícola de 1877 (BNE)

Anuncios de venta de vino de Morata

Por otra parte, la extensa relación de cosecheros de vino y aguardiente de Morata que asistieron a la Exposición Nacional no fue la única presencia de viticultores morateños en ferias y exposiciones con sus productos durante la segunda mitad del siglo XIX. Décadas antes de que se celebrara la Exposición de 1877, el marqués de Espinardo, al que citaba Juan Diego Arribas, ya era habitual en este tipo de certámenes y en la Muestra de vinos organizada por la sociedad Económica de Amigos del País en el año 1849 fue galardonado por la calidad de los vinos que presentó:

(…) Un certificado de mérito al excmo. señor conde de Sástago y marqués de Espinardo, como cosechero y dueño que aparece ser de la muestra de vino número 5, elaborado y conservado en vasijas de barro en el año 1847, procedente de la uvas llamadas jaén, tinto y malvás cosechadas en las viñas de El Mojonazo, La Torreza, Llano de Arriba y estacada, de riego y secano,en la propiedad del expresado señor en la villa de Morata de Tajuña, provincia de Madrid (…).(La España, 14 de agosto de 1849).

Los vinos de Fructuoso Martínez de Velasco elaborados en Morata también acudirían a finales de siglo a la Exposición Internacional de Paris de 1889 junto con otros elaboradores de Morata: B. González y M. Sánchez y Salcedo. Esta salida al exterior de los vinos que elaboraba la familia Martínez de Velasco mostraba cómo este cosechero tenía una amplia red de distribución de sus vinos, especialmente en Madrid, según se desprende también de la publicación en varios periódicos madrileños de anuncios que promocionaban su venta en la capital:

Vinos finos de mesa

F. M.de Velasco

Bodegas de Morata de Tajuña

Representación: Royán y Cia. Barco, 9, bajo. Madrid.

(El Liberal, 29 de mayo de 1884).

Vinos finos de mesa.

F. M. de Velasco

Morata de Tajuña

Depósito en Madrid

Infantas, 29

Teléfono, 252

(Diario Oficial de Avisos de Madrid, 6 de diciembre de 1888).

Además de Fructuoso Martínez de Velasco, otros cosecheros y otros comercios de Madrid se anunciaban en la prensa para promocionar vinos de Morata:

Vinos finos

Cruzado y Torre, bodegas en Morata de Tajuña.12 botellas (sin casco) 4 y 3,75 pesetas; arroba en barril, 6,50, 7 y 7,50 pesetas. Depósito Lope de Vega, 26.

(La Correspondencia de España, 16 de octubre de 1896).

Vinos puros de Mesa

Valdepeñas, bodega Morales, 8 pesetas arroba.

De la tierra, Morata, 7 pesetas arroba.

Rioja, bodega Cenicero, 9 pesetas arroba.

Barrio Nuevo, 6. Antiguo almacén.

(El Imparcial, 17 de octubre de 1896).

Ya entrado el siglo XX, encontramos otros anuncios que recomendaban el vino de Morata en comercios madrileños. El periódico madrileño El Libera publicaba el siguiente anuncio:

Vinos puros garantizados

Con mucho gusto recomendamos al público los exquisitos vinos puros garantizados que expende el acreditado industrial D. Pedro del Río, que por reciente contrato con las más importantes bodegas de La Mancha, Méntrida y Morata, puede venderlos en inmejorables condiciones de calidad y economía. Cuantos han probado estos exquisitos vinos, entre los que deben citarse los de Morata o Colmenar (especiales para familias) a 6 y 7 pesetas arroba, hacen merecidos elogios de su buen gusto. Los pedidos de estos recomendables vinos diríjanse a la casa central de D. Pedro del Río, Mesonero Romanos, 9, o a sus sucursales, Ferraz, 26, y San Bernardo, 102.

(El Liberal, 23 de diciembre de 1904).


 Anuncio en El Liberal de vinos de Morata

Después de 1904, cuando se publicó el anuncio anterior, el cultivo de la vid y la elaboración de vino en Morata afrontarían algunos hitos importantes en su historia: la constitución de la Sociedad Alcoholera del Tajuña y la invasión de la plaga de la filoxera en los viñedos de Morata y la comarca que abordaremos en próximas semanas.


* La relación de cosecheros de vino y aguardiente de Morata que asistieron a la Exposición Nacional Vinícola de 1870 no incluye a todos los vecinos que se dedicaban esta actividad. En la Historia de Morata de Juan Diego Arribas, el autor señala, al hacer un resumen del comercio de Morata a finales del siglo XIX, la existencia en el pueblo de bodegas de pequeños propietarios y añade que en cada casa de la mayor parte de los cosecheros se expende vino (…).

En el Anuario Almanaque del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración publicado en 1880 aparecen todos estos cosecheros:

  1. Ambrosio Casado

  2. Estanislao Casado Robles

  3. Tomás Casado Robles

  4. Tomás Corpa Díaz

  5. Dionisio Díaz Sánchez

  6. Francisco Estévez Rodríguez

  7. Antonio García Gutiérrez

  8. Manuel García Gutiérrez

  9. Gerónimo Gómez San Martín

  10. Sergio González

  11. Lucas González Castro

  12. José Hidalgo de Tablada

  13. Felipe Latorre

  14. Víctor Oliva Sánchez

  15. Félix Pérez Ramírez

  16. Eustaquio Pinto

  17. Zoilo Prieto

  18. Domingo Rodelgo

  19. Juan Rodelgo

  20. Alejandro Salcedo

  21. Francisco Salcedo Ruiz

  22. Mateo Sánchez Bravo

  23. Paulino Sánchez Lara

  24. Leandro Sánchez Medel

  25. Isidro Sánchez Ruiz

  26. Dimas Sánchez Salcedo

  27. Francisco Sánchez Soria

  28. Gregorio Sánchez de las Peñas

  29. Alejandro Serrano de las Heras

  30. Felipe Torre Moreno

**En 1904, otra publicación similar al Almanaque, el Anuario Rivera, también aparecen algunos cosecheros, los más importantes según se especifica en la publicación y que no incluyen a los pequeños productores a los que se refería Juan Diego Arribas:

  1. Alejandro Casado

  2. Ángel Casado

  3. Ambrosio Casado

  4. Estanislao Casado

  5. Eugenio Casado

  6. Elías Cuevas

  7. Germán Cuevas

  8. Pedro González

  9. Fructuoso Martínez

  10. Cipriano Oliva

  11. Domingo Rodelgo

  12. Francisco Salcedo

  13. Gregorio Sánchez

  14. Manuel Sánchez

  15. Valentín Serrano

  16. Antonio Torre

  17. Mariano Torre



Fuentes y documentación:

  • La vid y el vino en la meseta meridional castellana (siglos XII-XV). Sánchez Benito, José María. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid, 2009.

  • Los fueros de Toledo. García Gallo, Alfonso. Instituto Nacional de Estudios Jurídicos. Anuario de Estudios del derecho Español. Madrid, 1975.

  • Los quiñoneros de Segovia (siglos XIV-XV). Asenjo González, María. España Medieval. Volumen 2. Editorial de la Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 1982.

  • Ocupación de la zona sur de la Sierra y repoblación de la misma por el concejo de Segovia. Copia de 1787. Archivo Histórico Nacional. Sección de Diversos. Concejos y Ciudades. Leg. 20. Fols. 6,39. Recogido por María Asenjo González.

  • Noticias de Madrid y de las familias (1514-1556). Fernández de Oviedo, Gonzalo. Ayuntamiento de Madrid. Guillermo Blázquez. Madrid, 2000. Libro de las grandezas y cosas memorables de España (…). Medina, Pedro de. Sevilla, 1548. Edición de González Palencia, A. Madrid, 1944.

  • Relaciones Topográficas de Felipe II. Madrid. Estudio introductorio. Alfredo Alvar Ezquerra. Comunidad de Madrid. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Imprenta de la Comunidad. Madrid, 1993.

  • Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999. (Transcripción de las respuestas al interrogatorio de las Relaciones Topográficas de Felipe II).

  • Censo de 1528: Archivo de Simancas. Contadurías Generales núm. 768. Recopilado y publicado en el Tomo I del Censo de Pecheros. Carlos I. 1528. Editado por el Instituto Nacional de Estadística. Madrid, 2008.

  • Hacienda real y mundo campesino con Felipe II. Las perpetuaciones de tierras baldías en Madrid. Alvar Ezquerra, Alfredo. Comunidad de Madrid-Consejería de Agricultura. Madrid, 1990.

  • Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid. Censo de la Corona de Castilla de 1591. Vecindario. Instituto Nacional de Estadística. Madrid, 1985.

  • Alvar Ezquerra, Alfredo. Demografía Rural y fuentes no parroquiales. El Centro y el oriente madrileños en el reinado de Felipe II. Cuadernos de Historia Moderna, número 10. Editorial Universidad Complutense. Madrid, 1889-90.

  • Transcripción del texto de Descripción y cosmografía de España- Boletín de la Real Sociedad Geográfica-Tomo L-Imprenta de Eduardo Arias-Madrid, 1908.

  • Archivo General de Simancas-Expedientes de Hacienda, legajo 131.

  • Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y respuestas generales de Morata de Tajuña. H 408 y  H. 410.

  • Relaciones Iglesia-estado en Campomanes. Ferrer Benimeli, José Antonio, coordinador. Dictamen de los monjes granjeros. Domínguez Ortiz, Antonio. (pág. 163-180). Fundación Universitaria española. Madrid, 2002.

  • El patrimonio de los regulares madrileños en los siglos XVII y XVIII. Caro López Ceferino. Hispania Sacra, vol. 50, núm. 102. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1998.

  • Archivo Histórico de la Nobleza, BAENA, C-222, D.67-74.

  • Morata de Tajuña, según el Catastro de Ensenada. Miranzo Sánchez-Bravo, Agustín-Bubok, 2011.

  • Ordenanzas municipales y gremiales de España en la documentación del Archivo Histórico Nacional. Cadiñamos Bardeci, Inocencio. En Cuadernos de Historia del Derecho. Ediciones complutenses. Madrid, 2017.

  • Copia de las Ordenanzas de la villa de Morata. Biblioteca Nacional de España. Ms. 4.508.

  • Memoria sobre el estado de la Agricultura en la provincia de Madrid y mejoras convenientes para su desarrollo. Abela y Sainz de Andino, Eduardo. Imprenta, Estereotipia y Galvanoplastia de Aribau. Sucesores de Rivadeneyra. Madrid, 1876.

  • Contestación al interrogatorio sobre cultivo de olivo, vid y agrios e industrias derivadas. Ortiz Cañavate, Fernando. Establecimiento tipográfico de M. Minuesa. Madrid, 1881.

  • Tratado del cultivo de la vid y modo de mejorarlo. Hidalgo Tablada, José de. Librería de los señores viuda e hijos de don José Cuesta. Madrid, 1870.

  • Tratado de fabricación de vinos en España y en el extranjero. Hidalgo Tablada, José. Librería de los señores viuda e hijos de don José Cuesta. Madrid, 1871.

  • Tratado de vinificación y descripción de algunos instrumentos que sirven para perfeccionar este arte, el modo de usarlos y sus ventajas. Hidalgo Tablada, José de. Establecimiento tipográfico de Andrés Peña. Madrid, 1850.

  • Gaceta Agrícola del Ministerio de Fomento. Tomo V. Madrid, 1877.

  • Morata de Tajuña. Crónica de la provincia de Madrid. Arribas, Juan Diego-Imprenta de la Diputación Provincial-Madrid, 1891.

  • Estudio sobra la Exposición vinícola nacional de 1877. Imprenta y fundación de Manuel Tello, impresor de Cámara de S. M. Madrid, 1878.

  • Exposición Nacional Vinícola de 1877. Catálogo general. Imprenta, estereotipia y galvanoplastia de Aribau y cia. Madrid 1877.

  • Periódicos y publicaciones citados en el texto.

jueves, 21 de abril de 2022

 

Morata, tierra de viñas y de vino (X)

Hidalgo Tablada trato de mejorar los caldos de Morata y la comarca 

Comenzamos esta semana a recordar cómo se transformaba en vino la cosecha anual de uva en Morata y en los pueblos de la comarca. Contamos con el testimonio escrito de José Hidalgo Tablada, autor de varios libros sobre la elaboración de vino, una actividad que centraba en esos años del siglo XIX gran parte de la vida económica en Morata. De ese trabajo posterior a la vendimia dependían las futuras ventas del vino procedente de sus bodegas y lagares.


Resulta difícil cuantificar las cosechas de vino que se producía cada año en Morata en esa época del siglo XIX que venimos analizando desde hace unas semanas. De hecho, resulta particularmente difícil encontrar datos, siquiera aproximados, de la producción de las numerosas bodegas y lagares existentes en Morata y en el resto de los pueblos integrados por entonces en la comarca delimitada por el partido judicial de Chinchón. Estas localidades eran, con mucha diferencia, los mayores productores de vino de toda la provincia de Madrid.

Pese a esas dificultades, y para reflejar, al menos una cifra, más o menos aproximada de la cosecha anual de vino en la comarca, acudimos a una noticia de prensa parecida, a mediados de siglo, en el diario El Observador. En este periódico madrileño se publicaba un texto referido en concreto a la localidad de Colmenar de Oreja pero que incluía también datos de otros municipios vecinos:

De Colmenar de Oreja nos escriben con fecha 1 del corriente: ya se ha concluido la vendimia en este pueblo, la cual ha durado casi todo el mes, gozándose de un buen temporal durante la recolección.

(…) Muchos han hecho acopio de uva de este y otros pueblos inmediatos, porque en todos ellos, como Chinchón, Morata, Arganda y Villarrubia se ha cogido bastante, presumiéndose que aquí solo se fabricarán más de 250.000 arrobas de vino, el cual tiene muy buena salida para Madrid, pues todo el que había de la ultima cosecha se vendió hasta el precio de 18 reales arroba. (El Observador, 6 de noviembre de 1852).

La dificultad de conocer en su totalidad la producción de esas cosechas anuales de tantos elaboradores de vino, la mayoría pequeños productores, nos lleva a intentar aproximarnos a un aspecto no menos importante del sector vitivinícola en estos años: las prácticas y técnicas que utilizaban los cosecheros morateños para transformar la producción anual de las, aproximadamente, 1.560 hectáreas plantadas de viñedo existentes en el término municipal.

Para conocer las técnicas utilizadas en los lagares y bodegas de Morata acudiremos, como ya hicimos en entregas anteriores, a la documentación e información generada por el agrónomo y vecino de Morata José Hidalgo Tablada. En su amplia bibliografía de temática agrícola Hidalgo Tablada cuenta con varios textos referidos al sector vitivinícola como El tratado del cultivo de la vid en España y modo de mejorarlo, que ya citamos en el blog, y otros trabajos más específicos dedicados a la elaboración del vino, en particular su Tratado de vinificación y descripción de algunos instrumentos que sirven para perfeccionar este arte, el modo de usarlos y sus ventajas y el Tratado de fabricación de vinos en España y en el extranjero.


Portadilla del Tratado de vinificación de José Hidalgo Tablada (1850)

Uno de estos textos, el Tratado de vinificación… publicado en 1850, es uno de los primeros trabajos editados de Hidalgo Tablada y sirvió de base y punto de partida del segundo de los libros, mucho más elaborado y con mayor y mejor contenido referido a los vinos y su fabricación. En cualquier caso, ambos trabajos comparten una característica que nos interesa especialmente a la hora de conocer qué métodos se empleaban en estos años en Morata para transformar su cosecha anual de uva en vino: Hidalgo Tablada escribía a partir de su experiencia y su trabajo diario en la bodega que su familia poseía en Morata. Su bagaje teórico y práctico lo plasmaba en unos textos en los que, en numerosas ocasiones, aparecían expresiones como (…) en el pueblo que escribimos, (…) en los vinos de Morata, (…) en la región en que escribimos y (…) sitios en los que tenemos nuestra propiedad, que demuestran que sus apreciaciones y sus consejos ya se habían aplicado en los viñedos y en la bodega de la familia y puestos en práctica, de modo similar, en otras bodegas o lagares morateños.

Un buen ejemplo de estas técnicas enológicas que Hidalgo Tablada trataba que se llevaran a la práctica en Morata y, por extensión, en otros pueblos después de que el mismo las hubiera experimentado, la encontramos en un pasaje que aparece en su Tratado de vinificación y en el que trata sobre los tipos de tinajas a utilizar y sobre aquellas que mejor se adecuaban para obtener un buen caldo en función del ancho de sus bocas:

(…) En 1848 elegimos en nuestra bodega dos tinajas una de la forma de boca, (…), las dos se llenaron a la vez de mosto, arrope y casca, dejándolas de vacío para la dilatación de la materia fermentable una dozava [sic] parte de su cabida, siéndola total de la primera de ciento cuarenta arrobas, y de la segunda de ciento sesenta: no ignorábamos que era poco el espacio que resultaba sin llenar; pero lo hicimos de intento con objeto de precisar más nuestras observaciones (…).

Tras observar las reacciones en cada uno de los tipos de tinaja, Hidalgo Tablada continúo con su investigación en años siguientes para determinar que aquellas tinajas con menor sección en su boca permitían obtener vinos con más fuerza, y con mayor grado, hasta uno de diferencia, a pesar de haber utilizado en ambas el mismo tipo de uva y las mismas técnicas de vinificación.

Esta trabajo experimental, como tantos otros a los que se refiere el agrónomo y enólogo morateño, buscaba siempre mejorar la calidad de los vinos que elaboraban en la zona centro, tan distintos de los vinos de Jerez que Hidalgo conocía muy bien. Hidalgo Tablada distinguía tres tipos de vino: de pasto (blancos o tintos), de postre o generosos (blancos de color), y espumosos. Sobre los vinos de pasto, propios de Morata y comarca, a los que dedicó la mayor parte de sus trabajos, quien fuera alcalde y juez de la villa señalaba:

(…) Refiriéndonos a los vinos de pasto de la región de que venimos tratando [la región central, provincia de Madrid], diremos que es costumbre echar un diez por ciento de casca al mosto que tiene tres partes de tinto y una de blanco, y de este modo resulta el color trasparente, vivo y abierto que se desea en los vinos para el mercado de Madrid. Ese color es el que llamamos tinto normal (…).

Sobre este vino de pasto, blanco o tinto, Hidalgo trataba respecto a las variedades de uva más utilizadas, todas ellas cultivadas en Morata y la comarca como vimosen entregas anteriores: tinto de Valdepeñas, malvar, jaén, garnacha…, etc. Hidalgo añadía las características que en su opinión daban personalidad a estos vinos tan apreciados en Madrid, su destino habitual de venta:

(…) En la región central, los vinos de pasto que se fabrican, son tintos y su mayor estimación consiste en que sean de color franco y gusto agradable al paladar, sin ser dulce ni áspero: esto se consigue poniendo en los vasos de fermentación, el mosto que tenga de 14 a 15 grados, mezclado blanco y tinto en las proporciones ya indicadas y la casca según hemos dicho. En este caso como en todos los que se desee buenos vinos de pasto, la madurez de la uva se tendrá cuidado que sea completa, sin estar pasada (…).

En este párrafo se resume buena parte de lo que Hidalgo Tablada consideraba buenas prácticas vinícolas, aplicadas a su trabajo en Morata, y que comenzaban por elegir con esmero el momento de la vendimia, en función de cómo hubiera sido el año climatológico y la variedad de uva, siempre con dl objetivo de conseguir esos vinos fuertes que tanto citaba en sus textos. Se trataba, en efecto, de evitar vinos flojos y sin grado que, en aquella época, eran todo lo contrario a lo que buscaban los compradores.

Hidalgo Tablada, en su búsqueda de estos vinos apostaba por determinados tipos de uva, entre los que se encontraba, sin ninguna duda, la variedad jaén. Sobre esta variedad tan arraigada siempre en el secano morateño, Hidalgo mantuvo una polémica con un enólogo de origen francés, Estanislao Malingre*, sobre las características de la uva jaén a la que se refería el vecino morateño en la Gaceta Agrícola del Ministerio de Fomento en el año 1877:

(…) Lo que decimos de la vid jaén, lo hemos visto, no sólo en nuestra propiedad, en plantaciones que hemos hecho con plantas llevadas de uno a otro sitio, y que puede ver el Sr. Malingre cuando guste (en Morata de Tajuña), sino en otros diferentes plantíos bien distantes. En el primer caso, la vid jaén blanca sola, da vino blanco que dura y resiste el trasporte; y podemos enseñar muestras que en 1859 estuvieron el verano en los pontones de la bahía de Cádiz, volvieron a ésta y conservamos. Mezclado con el de la uva tinta en la proporción de un 30 por 100, el mosto de la vid jaén procedente de la cosecha de 1867, es decir, con diez años, lo hemos presentado en la Exposición nacional vinícola de Madrid, y ha sido premiado con medalla de perfección (…).

Para completar su buena opinión sobre la uva jaén frente a la opinión contraria de su colega francés, Hidalgo Tablada añadía:

(…) después de muchos años, [la uva jaén] seguirá su camino, y los cosecheros de Chinchón, Morata de Tajuña, Arganda, Colmenar de Oreja y otros, seguirán haciendo vinos blancos de la uva jaén, mezclando su mosto con el de la tierra; surtirán a Madrid de excelente vino de pasto; embarcarán, como lo han hecho en Santander para América, donde ya han ido y pueden ir contra la opinión del Sr. Malingre (…).

De nuevo, vemos como aparece la obsesión de Hidalgo Tablada de dotar de fuerza y grados a los vinos de la región central para que pudieran transportarse con garantías a sus mercados habituales. Sobre su opinión respecto al cultivo de la uva jaén, no se equivocó Hidalgo Tablada: esta variedad se cultivó en Morata ininterrumpidamente hasta la década de los noventa del pasado siglo, cuando prácticamente desapareció todo el plantío de viñas en el término municipal.

La graduación del vino, al margen de las variedades de uva utilizadas en su elaboración, siempre está presente en los textos de Tablada con el objetivo de que su buena elección permitiera ser competitivos con los de otras zonas de España. En su opinión, esos vinos ofrecían más calidad y más tiempo de conservación sin perder cualidades

(…) En nuestra primera edición [del Tratado de vinificación…] decíamos que en la región en que escribimos y sitio en que tenemos nuestra propiedad (Morata de Tajuña), los mostos que en su estado natural llegaban a 13 grados daban vinos regulares sin más cuidados que los ordinarios; que de 14 a 15 grados los vinos obtenidos ofrecían cualidades sobresalientes y larga duración (…).

Se trataba, en suma, de acuerdo con las aportaciones del agrónomo morateño, de crear y producir lo que hoy se definiría como un vino con personalidad, ajustado a las condiciones de la zona en que se criaba y a las cualidades de las uvas utilizadas:

(…) La inteligencia lo hará mejorar y hasta podrá crear en un sitio, una clase de vino desconocida; pero seguros estamos que el vino de Jerez, será siempre conocido y se distinguirá, no solo de los que fuera de su región intenten imitarlo, sino de los que en ella se propongan hacerlo. El de Málaga, Montilla, Priorato, Valdepeñas, Chinchón, Morata, Arganda, Rueda, Cariñena y otros mil de todas clases de vinos de pasto y de postres, siempre conservarán sus cualidades distintivas originarias de los jugos, que la vid bajo la influencia de distintos climas, retiran del suelo en que vive (…).

Por supuesto, en este proceso de conseguir un vino de graduación elevada, que mantuviera sus características por mucho tiempo y que pudiera transportarse a sus mercados con garantías de conservación, Hidalgo Tablada otorga una importancia capital no solo a las uvas utilizadas si no también, y a un nivel similar si no superior al de la materia prima, a las condiciones de las bodegas y lagares con aspectos para él tan importantes como su orientación y la calidad de los materiales empleados en su construcción y de las propias vigas o prensas utilizadas, de ahí algunos de sus consejos a la hora de abordar la construcción de una bodega:

(…) Lo más apropiado para las construcciones de las cuevas o sótanos es, efectuarlas debajo de los cocederos y de este modo se facilita el trasiego, y economizan gastos. Cuando como tienen lugar en Arganda, Chinchón y otros pueblos que conocemos, el terreno ofrece grandes relieves que permiten en la continuación del cocedero, hacer las cuevas al mismo piso que él, y sin embargo, ella queda cubierta por una capa de tierra de gran altura, esta condición favorable, debe aprovecharse, no solo por la economía de gastos que ofrece al construir, sino por lo que da en lo sucesivo para los trasiegos, saca del vino, colocación de vasos, etc (…).

En la próxima entrega trataremos sobre estas bodegas que, durante la segunda mitad del siglo XIX y primeros del XX, funcionaron en Morata así como sobre quiénes eran sus propietarios y el trabajo que realizaban para mejorar sus vinos y darlos a conocer.


*Estanislao Malingre fue un agrónomo de origen francés, coetáneo de José Hidalgo Tablada con el que mantuvo diferencias como por ejemplo, la que hemos citado, respecto a las cualidades de la variedad de uva jaén, tan apreciada por el agrónomo vecino de Morata. Estanislao Malingre, además de publicaciones sobre distintos cultivos, y especialmente sobre especies arbóreas y su implantación en España, también coincidió con Hidalgo Tablada en la redacción de una obra sobre maquinaria agrícola: Catálogo general de las máquinas e instrumentos de agricultura más acreditados en Francia, Bélgica e Inglaterra.


Fuentes y documentación:

  • La vid y el vino en la meseta meridional castellana (siglos XII-XV). Sánchez Benito, José María. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid, 2009.

  • Los fueros de Toledo. García Gallo, Alfonso. Instituto Nacional de Estudios Jurídicos. Anuario de Estudios del derecho Español. Madrid, 1975.

  • Los quiñoneros de Segovia (siglos XIV-XV). Asenjo González, María. España Medieval. Volumen 2. Editorial de la Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 1982.

  • Ocupación de la zona sur de la Sierra y repoblación de la misma por el concejo de Segovia. Copia de 1787. Archivo Histórico Nacional. Sección de Diversos. Concejos y Ciudades. Leg. 20. Fols. 6,39. Recogido por María Asenjo González.

  • Noticias de Madrid y de las familias (1514-1556). Fernández de Oviedo, Gonzalo. Ayuntamiento de Madrid. Guillermo Blázquez. Madrid, 2000. Libro de las grandezas y cosas memorables de España (…). Medina, Pedro de. Sevilla, 1548. Edición de González Palencia, A. Madrid, 1944.

  • Relaciones Topográficas de Felipe II. Madrid. Estudio introductorio. Alfredo Alvar Ezquerra. Comunidad de Madrid. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Imprenta de la Comunidad. Madrid, 1993.

  • Historia de la villa de Morata de Tajuña. Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999. (Transcripción de las respuestas al interrogatorio de las Relaciones Topográficas de Felipe II).

  • Censo de 1528: Archivo de Simancas. Contadurías Generales núm. 768. Recopilado y publicado en el Tomo I del Censo de Pecheros. Carlos I. 1528. Editado por el Instituto Nacional de Estadística. Madrid, 2008.

  • Hacienda real y mundo campesino con Felipe II. Las perpetuaciones de tierras baldías en Madrid. Alvar Ezquerra, Alfredo. Comunidad de Madrid-Consejería de Agricultura. Madrid, 1990.

  • Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid. Censo de la Corona de Castilla de 1591. Vecindario. Instituto Nacional de Estadística. Madrid, 1985.

  • Alvar Ezquerra, Alfredo. Demografía Rural y fuentes no parroquiales. El Centro y el oriente madrileños en el reinado de Felipe II. Cuadernos de Historia Moderna, número 10. Editorial Universidad Complutense. Madrid, 1889-90.

  • Transcripción del texto de Descripción y cosmografía de España- Boletín de la Real Sociedad Geográfica-Tomo L-Imprenta de Eduardo Arias-Madrid, 1908.

  • Archivo General de Simancas-Expedientes de Hacienda, legajo 131.

  • Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y respuestas generales de Morata de Tajuña. H 408 y  H. 410.

  • Relaciones Iglesia-estado en Campomanes. Ferrer Benimeli, José Antonio, coordinador. Dictamen de los monjes granjeros. Domínguez Ortiz, Antonio. (pág. 163-180). Fundación Universitaria española. Madrid, 2002.

  • El patrimonio de los regulares madrileños en los siglos XVII y XVIII. Caro López Ceferino. Hispania Sacra, vol. 50, núm. 102. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1998.

  • Archivo Histórico de la Nobleza, BAENA, C-222, D.67-74.

  • Morata de Tajuña, según el Catastro de Ensenada. Miranzo Sánchez-Bravo, Agustín-Bubok, 2011.

  • Ordenanzas municipales y gremiales de España en la documentación del Archivo Histórico Nacional. Cadiñamos Bardeci, Inocencio. En Cuadernos de Historia del Derecho. Ediciones complutenses. Madrid, 2017.

  • Copia de las Ordenanzas de la villa de Morata. Biblioteca Nacional de España. Ms. 4.508.

  • Memoria sobre el estado de la Agricultura en la provincia de Madrid y mejoras convenientes para su desarrollo. Abela y Sainz de Andino, Eduardo. Imprenta, Estereotipia y Galvanoplastia de Aribau. Sucesores de Rivadeneyra. Madrid, 1876.

  • Contestación al interrogatorio sobre cultivo de olivo, vid y agrios e industrias derivadas. Ortiz Cañavate, Fernando. Establecimiento tipográfico de M. Minuesa. Madrid, 1881.

  • Tratado del cultivo de la vid y modo de mejorarlo. Hidalgo Tablada, José de. Librería de los señores viuda e hijos de don José Cuesta. Madrid, 1870.

  • Tratado de fabricación de vinos en España y en el extranjero. Hidalgo Tablada, José. Librería de los señores viuda e hijos de don José Cuesta. Madrid, 1871.

  • Tratado de vinificación y descripción de algunos instrumentos que sirven para perfeccionar este arte, el modo de usarlos y sus ventajas. Hidalgo Tablada, José de. Establecimiento tipográfico de Andrés Peña. Madrid, 1850.

  • Gaceta Agrícola del Ministerio de Fomento. Tomo V. Madrid, 1877.

  • Morata de Tajuña. Crónica de la provincia de Madrid. Arribas, Juan Diego-Imprenta de la Diputación Provincial-Madrid, 1891.

  • Periódicos y publicaciones citados en el texto.





viernes, 8 de abril de 2022

 

Morata, tierra de viñas y de vino (IX)

El agrónomo José Hidalgo Tablada trabajó en la introducción de nuevas variedades de uva en Morata y la comarca

El periodo de expansión que vivía el viñedo durante todo el siglo XIX en Morata y su comarca propició que los agricultores buscaran las mejores variedades de uva para sus plantíos, aquellas que se adecuaran mejor al terreno y que, sin perder producción, pudieran mejorar sus vinos. Gracias a un experto agrónomo, José Hidalgo Tablada*, preocupado por la mejora de los sistemas de cultivo y por introducir nuevas técnicas para la elaboración del vino, hoy conocemos las variedades de uva más extendidas en las viñas en Morata y en el sureste madrileño. Hablamos del albillo, la malvar, la tinta de Valdepeñas, la Jaén o la teta de vaca.


Resulta muy significativo que desde mediados del siglo XIX, cuando el cultivo de viñedos vivía un periodo de gran expansión en toda la comarca agrupada administrativamente en el partido judicial de Chinchón, los agricultores buscaran ampliar y mejorar sus viñas con la plantación de nuevas variedades que, entendían, eran las más adecuadas para el clima y las características del terreno en el que se asentaban los plantíos.

Si nos ceñimos a Morata y a los municipios más cercanos que también se dedicaban en esos años al cultivo de la vid, la búsqueda de nuevas variedades con las que experimentar y mejorar sus viñedos y la calidad de sus vinos, contó con un personaje fundamental, José Hidalgo Tablada, al que ya nos hemos referido en numerosas ocasiones en el blog.

Hidalgo Tablada, desde sus amplios conocimientos como agrónomo reconocido a nivel nacional e incluso fuera de España, fue fundamental a la hora de buscar nuevas

variedades de vid adaptadas al terreno, propicias para elaborar buenos vinos y, en suma, más rentables para los agricultores que afrontaran la renovación de sus cepas.

Como hemos visto en las semanas pasadas, en los siglos anteriores a esta época a la que nos referimos, pocas referencias tenemos sobre variedades de uva, señal de que los agricultores sólo hacían caso a la tradición, a la práctica de su antepasados, a la costumbre que les enseñaba que las viñas de regadío eran más productivas y que en secano podían elegir entre uvas blancas y uvas tintas. Pero poco más sabemos de variedades porque estas nunca aparecían en la documentación, lo cual no significa que no existieran.

Esta situación cambia, al menos en Morata, con el trabajo y el afán innovador de José Hidalgo Tablada. Esta labor, que tiene una faceta teórica que encuentra su mayor y mejor expresión en los muchos libros que dedicó a sus estudios agronómicos, tuvo su continuidad, más interesante si cabe, en su trabajo como agricultor preocupado en llevar a la práctica sus conocimientos teóricos en Morata, localidad en la que vivía, muy alejada, por circunstancias personales, de sus orígenes andaluces y en las que desarrolló una intensa labor profesional, social y hasta política.

Variedades de vid en Morata y su comarca

Afortunadamente, los trabajos de renovación y adopción de nuevas variedades de vid en Morata en estos años quedaron documentados en los trabajos bibliográficos de Hidalgo Tablada y así han llegado hasta nosotros. Entre la amplia bibliografía de quien, además de autor y agrónomo reconocido, fuera alcalde y juez de Morata, hay dos obras que son de obligada consulta a la hora de analizar el cultivo de la vid y la elaboración de vino en esos años de la segunda mitad del siglo XIX: Tratado del cultivo de la vid y modo de mejorarlo y Tratado de fabricación de vinos en España y el extranjero, ambos con varías ediciones y, en su momento, muy difundidos en el sector agropecuario español.

En el primero de los libros, El tratado del cultivo de la vid..., Hidalgo Tablada aborda en varios apartados su experiencia como agrónomo y cultivador de viñas en Morata y sus conocimientos sobre este mismo cultivo en los pueblos aledaños e incluso en la entonces provincia de Madrid, sobre cuyos viñedos señalaba:

(…) La región central tiene en generalidad los plantíos de vid en los terrenos calizos arcillosos y en los graníticos, empleando los que tienen alguna coloración para plantíos de vid tinta para la blanca los pardos. La provincia de Madrid ofrece en poca extensión tres formaciones de suelo, terciario, cuaternario y granítico. Están las plantaciones de vid en terrenos terciarios en Arganda, Morata, Chinchón, Colmenar de Oreja, Aranjuez, Valdemoro, Ciempozuelos y otros centros vinícolas (…).

A la hora de clasificar las variedades de uva que más comúnmente se plantaban en España, Hidalgo Tablada hacia referencia a varias de ellas que también se cultivaban en Morata, de las que también nos ofrece datos para conocer su introducción, su producción o su utilización como uva para vinificación o para su venta o consumo como fruta en Madrid**.

Segunda edición del Tratado del cultivo de la vid, de José Hidalgo Tablada
 

Variedades de uva en Morata y el sureste madrileño

Sirviéndonos del Tratado del cultivo de la vid…, las variedades que podíamos encontrar en el siglo XIX en el partido judicial del Chinchón, como comarca agrícola unitaria, eran las siguientes, según la descripción que redactó Hidalgo Tablada:

Albillo pardo

(…) Las cepas de esta variedad llegan a un tamaño desmesurado en la vega de este pueblo (Morata), donde hay algunas plantas, las hojas son muy borrosas, los racimos muchos y medianos, aovados cilíndricos, uvas muy apiñadas, casi redondas, amarillo claro o verdoso, según el terreno, venas manifiestas. Menos blandas, menos jugosas y dulces, más tardías que el albillo castellano.

Malvasía, malvar o malvás.

(…) Esta variedad muy estimada en el mercado de Madrid, adonde se lleva desde principio de septiembre hasta enero del año siguiente de la cosecha, hace veinte años no se conocía apenas en los pueblos del distrito de Chinchón. Nosotros fuimos de los primeros que plantamos una viña en 1845 y tuvimos tal acierto en la elección del terreno, que la uva que produce es la más estimada de esta localidad (Morata), hasta el punto de venderse cuatro y más reales por arroba más caro que la de su misma clase llevado de aquí. (…) El suelo es calizo, silicio, arcilloso, pardo.

(…) Distinguen esta variedad de vid los sarmientos gruesos desde su base que siguen en proporción hasta terminar; canutos gordos, nudos gruesos y abundante en leña. Las hojas son grandes, palmeadas, senos acorazonados, verde amarillento, borrosa en la parte inferior, blanca; uvas redondas, superficie igual, duras al partir pero agradable al mascar, dulces sin ser empalagosas, color de cera si se cortan cuando principian a madurar en primeros de septiembre, doradas según pasa el tiempo en la cepa en la que resisten hasta muy tarde. La uva se pone dorada en los terrenos pardos en que tenemos plantadas la mayor parte; pero en los colorados y de guijarro toma un color rosa más o menos fuerte según hiere el sol el racimo.

(…) Bien cultivada, cuidada en terreno franco y fresco es muy buena, pero en terreno húmedo nada vale el fruto, el mosto es muy poco azucarado y el vino flojo. La vid malvás se ve ordinariamente libre del oidum, cuando está situada en terrenos francos y secos. En los húmedos, la ataca como a todas las blancas.

Vigeriegos

(…) Así como en los trajes varían las modas, en los alimentos suele suceder que se hagan algunas alteraciones, y de ser así, resulta que hará veinte años que la uva vigeriega o gordal, como se llamaba en Morata, tenía tal aceptación en Madrid para fruta, que en tres fanegas de tierras de las de aquí, que representan una y media aranzada, o sean 57 áreas 56 centiáreas, hemos sacado algunos años, antes de 1850, tres o cuatro mil reales y en este término había por entonces una viña que sólo tenía ochocientos puestos de vid que era unas dos aranzadas, la cual hubo año que se vendía el fruto en la cepa en catorce mil reales.

Con motivo de la enfermedad del oidum y ser una de las variedades que más acometió, se introdujo la malvás, se empezó a conocer esta clase de uva en Madrid, y la gordal ya no tiene ningún mérito, así es que van desapareciendo y las dos viñas citadas no existen (…). Sarmientos muchos, largos, delgados, redondos, pardo-rojizos, canutos cortos. Hojas medianas, casi orbiculares, casi entera, algo lustrosa en la parte superior, casi lampiñas en la inferior; dientes medianos, casi orbilares (…). Racimos chicos, pocos, poco apretados, con bastante agracejo y pezón tierno (…). En el vijeriego común, cuyos racimos grandes en demasía, muchos y apretados, distingue esta variedad que cultivamos en riego y secano (…) el mosto de esta variedad no tiene condiciones ninguna para vino, es muy fluido, poco azucarado, así es, que la vigeriega solo sirve para comerla en fruta, ya sea cuando se corta, o guardándola colgada, de cuya manera resiste hasta fin de diciembre.

Jaén

Las jaenes tienen por caracteres sobresalientes sarmientos erguidos y broncos, pezones leñosos, uvas apiñadas, duras, con hollejo muy grueso. Esta variedad no difiere de la anterior [jaén negro] más que en el color de la uva, que se presenta dorada en suelos despejados y a propósito, y desciende hasta verde en los puntos en que no madura o que la fertilidad de la tierra da mucho vicio a la planta.

(…) El jaén blanco es uno de los elementos importantes de los vinos que se producen en la región central y septentrional. Los vinos de Chinchón, Arganda, Morata, etc, contienen de un 20 a un 50 por ciento de mosto de uva Jaén, sin cuyo requisito se observa que no tienen fuerza, se conservan mal y en años que la madurez del tinto con que se mezcla se verifica sin lluvias, los vinos son dulces en razón que falta mosto jaén, y es de advertir que en estos pueblos los vinos dulces no se venden, o se venden mal y se vuelven agrios.

Uva tinta de Valdepeñas o teinturier

En la región central se cultiva la uva tinta de Valdepeñas (…). Esa clase de uvas produce los vinos tintos de Morata, Arganda, Chinchón, Carabaña, Colmenar de Oreja, Tarancón, etc y sin embargo, cada uno de estos pueblos produce vinos que no son iguales, porque no lo es el suelo, cultivo y demás circunstancias que modifican los productos de la vid.

(…) Para nosotros el teinturier conocido en la mayor parte de los distritos vitícolas de Francia, es el tintillo del mediodía de España y el tinto de Valdepeñas y de la región central y septentrional y el alicante de la oriental. (…) Aquí diremos, en la localidad que escribimos [Morata] el tinto cultivado en tierras de regadío, fuertes y fértiles, la vid se desarrolla de tal suerte, que siendo cepas bajas, se cuentan hasta treinta racimos, grandes, apiñados, uvas gordas y con algunas sin madurar, su sabor es poco agradable, agridulce, mosto que produce vino muy flojo y que se agría pronto. (…) En tierras más endebles, dentro de la misma vega, la misma clase de vid tinto, presenta menos desarrollo la planta, todo es menor, pero la uva es dulce, el vino fino y agradable. (…) En secano, en tierras coloreadas francas, sigue la disminución del volumen de las plantas, menos racimos y más chicos, pero el mosto es superior, nunca baja de 12º, llega hasta 16, madura el 20 de septiembre.

(…) La cepa es de regular tamaño, los racimos también, el mosto, que no baja de 13º, llega como este año a 17 ½ º, madura en primeros de septiembre en exposición sur y sigue hasta octubre.

Garnacha

Llevados de la celebridad que la uva garnacha tiene para los vinos tintos de Aragón y de algunos puntos de Navarra y Cataluña, se trajeron Morata en 1845 plantas de garnacha roja, y se puso una gran viña por el señor conde de Sástago, hoy no existe una cepa, pues el caldo que aquí producía el tinto aragonés era de poca fuerza y el vino de color ojo de gallo (…).

Chelvana

(…) En Morata hubo hace veinte años en el jardín del conde de Altamira grandes emparrados en que se conservaban las dos variedades que conocemos, tinta y blanca, hasta muy entrado el invierno, y colgadas llegaban hasta primavera. Hoy existen algunas plantas esparcidas en todo el término, y una pequeña viña que denominan El Cortadillo (…). En Morata se ha advertido que las plantadas que hay en secano, entre las viñas tintas, llevan muy poco, tanto que un pariente nuestro está dispuesto a arrancarlas (…).

Teta de vaca

Teta negra, uvas medianas negras, jugosas, tempranas (…).Teta de vaca blanca, uvas blancas, doradas, medianas, carnosas, tardías.

Esta tribu [variedad] se destina ordinariamente para emparrados, y siempre sus uvas para el consumo en fruta (…). Nosotros tenemos esta variedad en emparrado y la uva apenas toma un tinte rosado; y en las cepas es rosada fuerte, conservándose bien cuando en los emparrados se pudre cuando empieza a tomar color. Es de un gusto agradable y no empalagoso.

En este repaso que las variedades de uva cultivadas en Morata y la comarca del partido judicial de Chinchón en el siglo XIX se aprecia como Hidalgo Tablada, además de hacer una minuciosa descripción de la mayoría de ellas, las más importantes, no deja de resaltar su destino como uva de mesa y para colgarlas y consumirlas en invierno o, la mayor parte de ellas, como materia prima para obtener vinos en las muchas bodegas por entonces existentes en Morata. Esa práctica de colgar las uvas era muy habitual hasta los años sesenta del pasado siglo y, en muchas casas de Morata, era muy habitual ver habitaciones y portales con los racimos de uva colgados desde el otoño hasta bien entrado el invierno.

Al referirse a las uvas para vinificación, las que acabada la cosecha terminaban en los lagares morateños, era muy habitual que Hidalgo Tablada destacase sus cualidades a la hora de elaborar vino y que, en algunos casos, mostrase su obsesión por evitar aquellas variedades que, en expresión muy empleada por el autor, producían vinos flojos y por tanto poco competitivos para su venta en los mercados madrileños. En próximas semanas analizaremos el trabajo en los lagares y bodegas y quiénes eran los principales elaboradores de vino en Morata en esos años.




*José Hidalgo Tablada, había nacido en febrero de 1814 en la localidad francesa de Montauban (Francia), donde su padre se encontraba preso tras su participación en la guerra de la Independencia. Militar hasta el año 1842, se dedicó posteriormente tras su retiro a los estudios agronómicos, a su labor como periodista especializado en agricultura y a escribir varios libros sobre esta materia. También se le reconoce su iniciativa como inventor de máquinas agrícolas y como fundador de la Escuela Agronómica de Nogales (León). Hidalgo Tablada, padre político de un miembro de la familia Ruiz de Castañeda, se estableció en Morata donde además de dirigir la explotación de las tierras de su familia ejerció como alcalde en dos etapas y como juez. Falleció a la edad de 80 años en su domicilio morateño, calle de la Iglesia nº 21, el 20 de diciembre de 1894. Se casó en primeras nupcias con Petra García Nieto, vecina y fallecida en Morata, y en segundas nupcias con Concepción Rubira y García Nieto. No tuvo descendencia de ninguno de sus dos matrimonios.

Para ampliar los conocimientos sobre Hidalgo Tablada y su papel como alcalde de Morata:

https://historiamorata.blogspot.com/2015/09/hidalgo-tablada-un-adelantado-de-su.html 

https://historiamorata.blogspot.com/2019/03/hidalgo-tablada-alcalde-juez-municipal.html 


**Para profundizar en la uva malvar de Morata y su venta como uva de mesa en Madrid:

https://historiamorata.blogspot.com/2017/12/las-uvas-de-morata-en-las-nocheviejas.html



Fuentes y documentación:

  • La vid y el vino en la meseta meridional castellana (siglos XII-XV). Sánchez Benito, José María. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid, 2009.

  • Los fueros de Toledo. García Gallo, Alfonso. Instituto Nacional de Estudios Jurídicos. Anuario de Estudios del derecho Español. Madrid, 1975.

  • Los quiñoneros de Segovia (siglos XIV-XV). Asenjo González, María. España Medieval. Volumen 2. Editorial de la Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 1982.

  • Ocupación de la zona sur de la Sierra y repoblación de la misma por el concejo de Segovia. Copia de 1787. Archivo Histórico Nacional. Sección de Diversos. Concejos y Ciudades. Leg. 20. Fols. 6,39. Recogido por María Asenjo González.

  • Noticias de Madrid y de las familias (1514-1556). Fernández de Oviedo, Gonzalo. Ayuntamiento de Madrid. Guillermo Blázquez. Madrid, 2000. Libro de las grandezas y cosas memorables de España (…). Medina, Pedro de. Sevilla, 1548. Edición de González Palencia, A. Madrid, 1944.

  • Relaciones Topográficas de Felipe II. Madrid. Estudio introductorio. Alfredo Alvar Ezquerra. Comunidad de Madrid. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Imprenta de la Comunidad. Madrid, 1993.

  • Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999. (Transcripción de las respuestas al interrogatorio de las Relaciones Topográficas de Felipe II).

  • Censo de 1528: Archivo de Simancas. Contadurías Generales núm. 768. Recopilado y publicado en el Tomo I del Censo de Pecheros. Carlos I. 1528. Editado por el Instituto Nacional de Estadística. Madrid, 2008.

  • Hacienda real y mundo campesino con Felipe II. Las perpetuaciones de tierras baldías en Madrid. Alvar Ezquerra, Alfredo. Comunidad de Madrid-Consejería de Agricultura. Madrid, 1990.

  • Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid. Censo de la Corona de Castilla de 1591. Vecindario. Instituto Nacional de Estadística. Madrid, 1985.

  • Alvar Ezquerra, Alfredo. Demografía Rural y fuentes no parroquiales. El Centro y el oriente madrileños en el reinado de Felipe II. Cuadernos de Historia Moderna, número 10. Editorial Universidad Complutense. Madrid, 1889-90.

  • Transcripción del texto de Descripción y cosmografía de España- Boletín de la Real Sociedad Geográfica-Tomo L-Imprenta de Eduardo Arias-Madrid, 1908.

  • Archivo General de Simancas-Expedientes de Hacienda, legajo 131.

  • Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y respuestas generales de Morata de Tajuña. H 408 y  H. 410.

  • Relaciones Iglesia-estado en Campomanes. Ferrer Benimeli, José Antonio, coordinador. Dictamen de los monjes granjeros. Domínguez Ortiz, Antonio. (pág. 163-180). Fundación Universitaria española. Madrid, 2002.

  • El patrimonio de los regulares madrileños en los siglos XVII y XVIII. Caro López Ceferino. Hispania Sacra, vol. 50, núm. 102. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1998.

  • Archivo Histórico de la Nobleza, BAENA, C-222, D.67-74.

  • Morata de Tajuña, según el Catastro de Ensenada. Miranzo Sánchez-Bravo, Agustín-Bubok, 2011.

  • Ordenanzas municipales y gremiales de España en la documentación del Archivo Histórico Nacional. Cadiñamos Bardeci, Inocencio. En Cuadernos de Historia del Derecho. Ediciones complutenses. Madrid, 2017.

  • Copia de las Ordenanzas de la villa de Morata. Biblioteca Nacional de España. Ms. 4.508.

  • Memoria sobre el estado de la Agricultura en la provincia de Madrid y mejoras convenientes para su desarrollo. Abela y Sainz de Andino, Eduardo. Imprenta, Estereotipia y Galvanoplastia de Aribau. Sucesores de Rivadeneyra. Madrid, 1876.

  • Contestación al interrogatorio sobre cultivo de olivo, vid y agrios e industrias derivadas. Ortiz Cañavate, Fernando. Establecimiento tipográfico de M. Minuesa. Madrid, 1881.

  • Tratado del cultivo de la vid y modo de mejorarlo. Hidalgo Tablada, José de. Librería de los señores viuda e hijos de don José Cuesta. Madrid, 1870.

  • Periódicos y publicaciones citados en el texto.