martes, 7 de agosto de 2018

Venta y dispersión del archivo de la Casa de Altamira (I)

Como hemos visto en muchas de las entregas de este blog, la presencia de los marqueses de Leganés y, posteriormente, de los condes de Altamira ha condicionado muchos aspectos de la historia de Morata. Para conocer esta parte de nuestro pasado, la documentación que se generó a lo largo de casi tres siglos resulta fundamental pues, no en vano, tanto los marqueses de Leganés como los condes de Altamira, además de poseer un importante patrimonio rústico y urbano, ejercían unos derechos señoriales que les permitían, entre otras muchas prerrogativas, nombrar alcaldes y escribanos o cobrar parte de muchos de los impuestos municipales.
Lamentablemente, esta documentación en forma de legajos y manuscritos de toda índole no ha llegado hasta nosotros en su totalidad. Aunque algunos de estos manuscritos se han conservado en el Archivo Histórico Nacional, sección Nobleza, no es menos cierto que una parte muy importante de estos documentos, imposible de cuantificar, se ha perdido para siempre mientras que otro elevado porcentaje se mantiene disperso desde que, tras la muerte en 1869 del XIV conde de Altamira, Vicente Pío Osorio de Moscoso, sus herederos propiciaran la venta indiscriminada de este importantísimo patrimonio documental que incluía entre sus fondos una parte importante de la historia de Morata.
1869, año del expolio, venta y dispersión del archivo de la Casa de Altamira
No han sido pocas las ocasiones en que en este blog hemos tratado acontecimientos históricos de las casas de Leganés y Altamira en su relación con la villa de Morata. Muchas de estas entregas han tratado sobre el momento en que los problemas económicos de los condes de Altamira provocaron la venta y dispersión del ingente patrimonio que la casa condal poseía en Morata desde la llegada a la villa en el primer tercio del siglo XVII de sus antepasados los marqueses de Leganés.
Estas dificultades económicas, que se manifestaron en toda su crudeza al finalizar la guerra de la Independencia, obligaron a que Vicente Joaquín Osorio de Moscoso, XIII conde de Altamira, iniciara la enajenación y venta del patrimonio acumulado por sus antepasados. Estas enajenaciones culminarían muchos años después, en lo que a Morata se refiere, con la venta, hacia finales de 1876, de las últimas fincas rústicas y del palacio condal construido en el primer tercio del siglo XVII en la plaza de la Iglesia.
Unos años antes, concretamente en 1869, se llevaría cabo la venta del archivo condal, junto a otras propiedades como los restos de la importantísima biblioteca de la casa o la colección de armaduras acumulada a lo largo de varios siglos. Aunque su valor económico era relativamente poco importante, sobre todo si se compara con el resto de los recursos patrimoniales de los condes de Altamira, la venta del archivo significó, de alguna forma, el punto y final de todo el proceso de su decadencia ya que, después de todo, en esos papeles estaban registrados todos los avatares no solo de esta familia de la nobleza española sino también de las villas y ciudades en las que ejercieron su poderosa influencia durante varios siglos.
Paradójicamente, las condiciones y circunstancias que propiciaron la venta del archivo si que se han conservado en un documento conservado en el AHN, sección Nobleza:
Casa del Excmo. Sr. Conde de Altamira
Año de 1869
Estado 2º negociado
Administración central
Objeto
Sobreventa de las armaduras de combate, de libros, manuscritos antiguos y papel viejo correspondientes a esta testamentaria
Año de 1869
Administración central
Por acuerdo de los Excmos. Sres. Herederos de la testamentaria del Excmo. Sr. Conde de Altamira (q.e.p.d.) D. Vicente Pío , (…) de julio de dicho año y con aprobación de los Sres. Representantes de los mismos D. Valeriano Casanueva, D. Francisco de Paula Lobo y D. Juan de la Concha Castañeda se dispuso que el Sr. D. Juan Salmón, administrador general de la misma procediese a la venta de las armaduras de combate, de las librerías, manuscritos antiguos y papel viejo correspondientes a la referida testamentaría para con su producto atender a las obligaciones que pesan sobre ella por diferentes conceptos, habiendo tenido presente para esta determinación que tanto de unos como de otros objetos sólo quedaban restos incompletos debido a que hacía muchos años habían sido ya extraídos de la Casa-Palacio, unos con autorización y otros sin ella, y no ser ya por esta razón de interés el conservarlos y mucho menos estando una gran parte de todos ellos inutilizados por la polilla o por la humedad u otras causas, especialmente desde que la invasión francesa de este siglo secuestró, llevó y destrozó de estos y otros objetos lo que tuvo por más conveniente.
Con este motivo se dio publicidad a la venta y después de varios tratos con diferentes personas sobre unos y otros enseres se dio principio a la venta de ellos del modo siguiente:
En 11 de septiembre de 1869 se vendió la librería (…). 70.000 reales.
En 23 de septiembre del mismo mes y año previas las diligencias de corredores se vendieron 1057 arrobas de papel viejo a 8 ½ reales la arroba al librero Perera en 8.984,50 reales.
En 30 de octubre siguiente después de haber sido vistas, conocidas y examinadas por diferentes personas ya nacionales ya extranjeras, las armaduras de combate que se conservaban en la Casa se vendieron las 10 que había pero que ninguna estaba completa, al marqués de la Vega de Armijo a quien se prefirió en 20.000 reales.
En 5 de enero de 1870 después de vistos por diferentes personas aficionadas a manuscritos antiguos, los que se le presentaron al objeto que fueron 61 legajos y una Biblia, fue preferido para la venta de ellos, porque ofrecía mayor cantidad, el señor conde de Valencia de Don Juan y fue la suma de 25.000 reales.
En 7 del mismo mes y año se vendió a D. Luis Madrazo una comedia de Lope de Vega y entre otros papeles la copia antigua del tratado de cetrería de Lope de Ayala en 4.500 reales.
En 12 de febrero siguientes se vendieron a D. Mariano Zabalburu diferentes manuscritos en 20.000 reales.
En 16 del mismo mes y año se vendieron a D. Luis Madrazo 3 tomos de la correspondencia particular de Lope de Vega con el duque de Sessa en 5.000 reales.
En 4 de marzo de vendieron al referido Sr. Conde de Valencia 18 legajos de manuscritos antiguos en 10.000 reales.
En 12 de mayo siguiente se vendieron al indicado D. Mariano Zabalburu diferentes manuscritos antiguos en 20.000 reales. (…)
Archivo Histórico de la Nobleza, BAENA, C.291, D.1-12

Documento que recoge la venta del archivo de la Casa de Altamira y otros bienes

El total de las ventas que se detallan en este manuscrito del archivo del conde de Altamira asciende a un total de 183.458 reales, una cantidad ridícula en comparación con la deuda que acumulaban los herederos de Vicente Pío Osorio de Moscoso, fallecido en 1864 y XIV conde de Altamira.

Fuentes y bibliografía
  • Archivo Histórico de la Nobleza, BAENA, C.291, D.1-12
  • El parnaso de Cervantes y otros parnasos. Madroñal, Abrahan y Mara Induráin, Carlos. Instituto de Estudios Auriseculares (IDEA). Colección Baihoja. Nueva York,2017.
  • Bibliotheque Publique et Universitaire de Genéve. Inventaire de la Collection Édouard Favre (Archives de la maison d´Altamira). Micheli, Leopold. Feret&Fils editeurs. Burdeos, 1914.
  • Poesías desconocidas del Siglo de Oro recuperadas de la Biblioteca de Ginebra. Madroñal, Abraham. Sociedad Suiza de Estudios hispánicos. Lausanne, 2016.
  • Periódicos y publicaciones citados en el texto


No hay comentarios:

Publicar un comentario