martes, 25 de diciembre de 2018

Bibliografía morateña: Tratado del cultivo del olivo en España y modo de mejorarlo, de José de Hidalgo Tablada (II)

La pasada semana analizamos la primera parte de la obra de José de Hidalgo Tablada sobre el cultivo del olivo en España. Este trabajo, que se reeditó en varias ocasiones, es una de las obras más populares del autor afincado en Morata y alcalde de la villa en dos periodos distintos. En el post de hoy, analizamos la última parte de su libro, aquella en la que trata de las distintas variedades de olivas existentes en España –en especial las que se cultivan en Morata- y también nociones sobre la elaboración del aceite de oliva.
El cultivo del olivo
En consonancia con el título que encabeza su libro, José de Hidalgo Tablada realiza en su libro un recorrido por todos los trabajos que exigía –y exige- el olivar. En sus siete capítulos, el autor trata sobre el clima más adecuado para el olivo, las variedades, la multiplicación de la planta, la poda o escamujo, los abonos más convenientes para su desarrollo y las enfermedades que más le afectan. Por último, el libro incluye una parte dedicada a la recolección del fruto y un último apartado sobre la elaboración del aceite de oliva:
Al referirse a las características principales de la planta del olivo, Hidalgo comenta el desarrollo de la plantación de olivares y a una planta en concreto en el llano de Morata:
(…) en 1849, arrancamos una oliva de grandes dimensiones, pero que a efecto de haberse cortado hacia muchos años las guías de las cuatro piernas que tenia, estaba muy deteriorada y no llevaba fruto. El árbol medía de diámetro encima de la chopera o cepa, 1 metro 50 centímetros, de aquí nacían cuatro piernas que la menor tenia 7 metros de altura, y hasta la raíz, 8 metros 50 centímetros: era de la variedad cornicabra que es la que domina en este término de Morata. (…) Tendría dos siglos, y la leña, pesó 300 arrobas (…).
Sobre la floración del olivo y cómo le afecta a la planta las bajas temperaturas, el autor utiliza, de nuevo, su propia experiencia como agricultor Morata para explicar estas circunstancias:
(…) Morata de Tajuña: situada, en la provincia de Madrid, a seis leguas al Este, el olivo florece en los últimos días de Mayo y primeros de Junio, la temperatura media mensual es (…) 18º4. (…) Esto indica que la aceituna se recolecta en Diciembre, que es cuando está madura. (…) En el sitio en que escribimos, tenemos en nuestras notas meteorológicas haber helado seguido desde el 20 de Diciembre hasta el 5 de Enero de 1850; esto es, diez y siete días seguidos siendo la mínima de 5 a 7o bajo 0, y sin embargo, los olivos no se helaron ni se sintieron de la crudeza del invierno, porque los deshielos tuvieron lugar con tiempo suave y lluvias. En 1860, un hielo en que el termómetro no descendió más que a 5o bajo 0, heló muchas ramas y algunos olivos nuevos, porque el sol despejado de la mañana siguiente precipitó el deshielo.
Variedades de olivos
Uno de los aspectos más interesantes del trabajo de José de Hidalgo Tablada es la descripción pormenorizada que realiza de las variedades de olivo más importantes y con mayor superficie de cultivo en España en el año de redacción del libro. En esta reseña, nos interesas sobre todo las variedades que se cultivaban por entonces, como en la actualidad, en Morata y en los municipios de la comarca.
Sevillana
La aceituna de mayor tamaño que se conoce es la que produce la variedad llamada Sevillana. La que representa a figura 4.'1 procede de olivos que cultivamos en Morata, y de consiguiente aquí la dimensión es, por término medio, dos quintos menos que en Sevilla, no eligiendo las mayores sino las regulares en tamaño. Teniendo esto presente se puede venir en conocimiento: la que representa la figura pesó 6 gramos, siendo 5 de pulpa y 1 del hueso, su altura 28 milímetros, circunferencia 20, (…) color negro azulado: da poco aceite y amargo. Como su aplicación es para endulzarla, se coge verde y el árbol produce con más regularidad.
Redondillo
Árbol de mediano porte, ramas que propenden a cerrar y a confundirse; largas y abiertas cuando la planta está en sus condiciones naturales; cortas y múltiples si no se dirigen y cuidan: muchos ramillos que se llenan de flor y fruto. Se emplea, como la manzanilla, para comer y es su general aplicación, da aceite de buena calidad. Madura temprano.
En la región central, en Morata, tenemos árboles que viven bien al lado del cornicabra y los fríos no le hacen daño al olivo redondillo, en cuanto no lo hacen al otro: resiste el frio, y es muy a propósito para la región septentrional
Olivo madrileño
Árbol de mediano tamaño, de buen aspecto, ramas regulares inclinadas y cubiertas por los ramos y ramillos. Es de las mejores aceitunas para aderezar, da buen aceite pero no en la proporción que aparece su tamaño y hueso comparado con la pulpa.
Desde que nos hizo conocer esta variedad el señor de Moreno, ya mencionado, hemos tratado de averiguar si existía en la provincia de Madrid de donde parece debió llevarse a Andalucía, y hasta ahora no hemos conseguido nada, no sabemos que exista en otro sitio que en Torredonjimeno; y como todas las variedades de que damos grabados, las hemos estudiado la mayor parte por cultivarlas en nuestra propiedad de Morata de Tajuña, o por haberlas encontrado en nuestros viajes (…).
Por ser la variedad característica de la provincia de Madrid y de Morata y otros pueblos vecinos (Perales de Tajuña, Chinchón, Arganda,…) incluimos, casi en su totalidad, la descripción que realiza José de Hidalgo Tablada de la variedad cornicabra:
Olivo cornicabra
Es el de más dimensiones que se conoce, la mayor parte de los que se distinguen por su gran tamaño en la especie olivo, pertenecen a esta variedad. Sus ramas son rectas, fuertes y las secundarias y terciarias propenden a inclinarse al suelo al que llegan los ramos y ramillos, si se cuida el árbol, formando entre el tronco y las haldas un hueco espacioso. Sus ramas tienen la corteza verde pardusco, el tronco en la inserción de las ramas en él, presentan diferentes capas de corteza despegada (…).
Fruto
(…) color negro colorado, carne adherente al hueso (…). Es la aceituna que da mejor aceite de las tardías, pero en las tempranas la mayor parte son mejores. Se emplea para aceite generalmente, y también aunque poco para adobarlas. Da bastante aceite, pero no tanto como las que hemos hecho notar anteriormente.
Se cultiva en toda España, y principalmente en la región central, en que los olivares están poblados de esta variedad. En la región septentrional, en las riberas del Ebro, la llaman acebuche, y se ven árboles de dimensiones colosales, que no maduran el fruto porque no se limpian, y estando muy estrechos, la sombra impide que el sol obre cual se necesita en aquella latitud; en Tudela de Navarra, más que en otro algún punto, deben tenerse presente estas observaciones. Vive en toda clase de tierras, pero en las fértiles ventiladas, con abundantes labores y abonos, lleva en abundancia.
Poda. El olivo cornicabra necesita un cuidado especial para la poda, exige frecuentes limpias y es preferible cultivar bien y abonar para que el fruto cuaje, que cortar leña para que la savia acuda al fruto, como erradamente se hace.
Olivo cornezuelo
(…) de tamaño y forma igual al descrito anteriormente, del que es una variedad, que se distingue por el hueso, hoja, tamaño del fruto y su olor. Es fruto muy bueno para aceite, que es el mejor que se produce en la región central.
Madura tarde, es tal vez el árbol del género olivo que exige más grados de calor para madurar el fruto. Resiste bien el frio, y es la causa porque está generalizado en las localidades de inviernos rigurosos, de las regiones central y septentrional.
En la provincia de Madrid se cosecha en Enero y algunos años sin completa maduración, lo cual hace que dé menos aceite.

Portada de la edición facsímil del Tratado del cultivo del olivo, de Hidalgo Tablada, publicado en el año 2008

Plantación, enfermedades y rendimiento del olivo
Los sistemas de plantación del olivo también son analizados por Hidalgo en su libro. El autor, sobre este asunto, señala:
(…) En Morata, cerca de Madrid, esto es, en el centro de la región central, tenemos multiplicados ejemplos de olivos que de ambas formas lo hemos plantado (estaca y garrote), dando buen resultado; esto sentado, hacemos advertir que no hay inconveniente en seguir uno u otro método, y que puede desecharse como rutinario el supuesto de convenir uno en ciertos sitios y el otro en otro (…).
Sobre las enfermedades del olivo cita algunas tan habituales en su cultivo como el repilo, que Hidalgo relaciona con la sequedad y la falta de humedad; la melera, que se manifiesta cuando los años secos y alta temperatura hacen que la traspiración sea excesiva, y la mosca del olivo. Sobre esta enfermedad, muy perjudicial aún en la actualidad para los olivares, Hidalgo Tablada indica en su libro:
Insecto de cinco milímetros de largo, palpos, frente, antenas y abdomen color amarillo rojo, con tres listas negras en el abdomen; alas más largas que el cuerpo y de color dorado con rayas negras. Este insecto pone sus huevos microscópicos sobre la aceituna apenas formada, y de ellos nace un gusanillo (que se desarrolla y vive haciendo galerías en la pulpa del fruto. Hemos encontrado varias veces tres y cuatro gusanos en la aceituna y esta casi comida. El gusano en su completo crecimiento se parece al de la polilla; pero difiere en tener once anillos en lugar de doce que tiene aquel y en que las mandíbulas del de la polilla es de color claro y este negro.
La manera de atacar este insecto, no es otra, que recoger el fruto antes que llegue al momento de abandonarlo para seguir su metamorfosis, que si la aceituna se amontona tiene lugar, y lo mejor es molerla acto seguido.
Por último, en la reseña de esta importante obra de José de Hidalgo Tablada, hacemos mención a cómo el autor explica el rendimiento y producción del olivo con las cifras que se manejaban por entonces en los numerosos molinos existentes en Morata. Aunque Hidalgo utiliza unidades de peso como la libra y la fanega, de su explicación deducimos que el rendimiento de las aceitunas se situaba en torno al 16 por ciento en aceite:
En la localidad en que escribimos, está computado, por término medio, que una fanega de aceituna, fanega rasa, da de 12 a 15 libras de aceite: la fanega pesa término medio 65 a 75 libras, luego el término general es 18 libras de aceite en 100 libras de aceituna. Este cálculo relativo a una localidad, no puede ser más que un guarismo para con otros de sitios y circunstancias distintas, poder llegar a una apreciación relativa y nunca absoluta. La costumbre de moler variedades reunidas sin la separación correspondiente, hace que de ordinario se ignore el producto en aceite de las diferentes que se cultivan, los datos a que nos referimos en este párrafo, son con relación a la aceituna cornicabra (que se emplea en lo general en la región central, para la fabricación del aceite común).



Fuentes y bibliografía:

  • Tratado del cultivo del olivo en España y modo de mejorarlo. Hidalgo Tablada, José de- Segunda edición, corregida y mejorada con nuevos datos. Librería de la señora viuda e hijos de Don José Cuesta. Madrid, 1870.
  • Memoria sobre el estado de la agricultura en la provincia de Madrid y mejoras convenientes para su desarrollo. Abela y Sainz de Andino, Eduardo. Imprenta, Estereotipia y galvanoplastia de Aribau y Ciª. Madrid, 1876.
  • Contestación al Interrogatorio sobre el cultivo de cereales, olivo, vid y agrios e industrias derivadas. Ortiz Cañavate, Fernando. Establecimiento tipográfico de M. Minuesa de los Ríos. Madrid, 1881.
  • Anuario almanaque del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración. Librería extranjera, nacional, científica y literaria. Madrid, 1879.
  • Nociones acerca de la elaboración del aceite de olivas. Pequeño, D.. Imprenta de la Sociedad Tipográfica. Madrid, 1879.


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