jueves, 21 de septiembre de 2023

De Morata a Sevilla para enrolarse en la flota de Indias

Los hermanos Díaz Corpa, huérfanos, ingresaron en 1765 en el colegio de San Telmo para formarse como pilotos de la marina que comunicaba España con las colonias americanas

Dos hermanos morateños, Manuel y Pablo Díaz [Roldán] Corpa partieron para Sevilla a mediados del siglo XVIII para formarse como pilotos de la marina en el sevillano colegio de San Telmo. En este centro, creado por la denominada Universidad de Mareantes, trataban de paliar el déficit crónico de marinos profesionales que sufrían la armada y la marina mercante española en las distintas rutas que unían el territorio español con las colonias americanas. 


Por extraño que pueda parecer, desde un lugar tan alejado de la costa y tan poco marinero como la villa de Morata, los dos hermanos fueron admitidos en el colegio sevillano, eso sí, después de que demostraran, con la documentación adecuada, su pureza de sangre y que sus progenitores por parte materna y materna eran cristianos viejos.

En el Fondo Antiguo del Archivo Histórico Universitario de la Universidad de Sevilla se conservan los dos expedientes que recogen la documentación de ambos hermanos sobre sus antepasados así como sus respectivas partidas de nacimiento y las de matrimonio de sus progenitores, conservadas en el archivo parroquial de la iglesia de la Purísima Concepción de la villa de Morata.

En los años en que los dos hermanos morateños gestionaron su ingreso en la escuela de pilotos de San Telmo, en 1765 y siguientes, los estatutos del colegio sevillano -que ocupaba el edificio actual de la sede de la presidencia de la Junta de Andalucía- fijaban que los niños huérfanos de entre 8 y 14 años tenían preferencia a la hora de ingresar en un centro en el que el 94 por ciento del alumnado procedían de la región andaluza. En esos mismos estatutos se favorecía a los huérfanos de padre y madre frente a los huérfanos de un solo progenitor, situación en la que se encontraban los dos hermanos morateños.

Manuel y Pablo Díaz [Roldán] Corpa eran hijos del matrimonio formado por los vecinos de Morata Francisco Díaz Roldán y Josepha Corpa. Ambos progenitores habían contraído matrimonio el 25 de noviembre de 1744 en la iglesia de Morata, en el caso de Francisco por segunda vez tras un primer enlace con otra vecina de Morata, Isabel Guerra Bustamante, como se constata en el certificado emitido por el párroco de la iglesia de Morat, Francisco Antonio Flores, y ratificado por el escribano del ayuntamiento Joseph García Nieto. 

Del matrimonio de Francisco Díaz y Josepha Corpa nacieron los dos aspirantes a pilotos, el 7 de mayo de 1751 en el caso del primogénito Manuel, y el 30 de junio de 1752 en el caso de Pablo, el hermano menor. Esta circunstancia se constata gracias a los dos certificados de bautismo que los dos hijos de Francisco y Josepha solicitaron para incluirlo en su expediente. La vecindad del matrimonio Díaz Corpa en la villa de Morata se certifica también en la documentación del Catastro de Ensenada. En los legajos que forman parte del denominado libro 3 que recoge los vecinos de Morata del estado seglar aparecen los padres de Manuel y Pablo cuando su progenitor, Francisco, contaba con treinta y ocho años de edad y su madre, Francisca, treinta años. Además de los dos hermanos, en el texto también aparece una hermana, Francisca, hermana de padre, con diez y seis años. En otro apartado del catastro, aparece reflejado el oficio del padre ocupado en el oficio de sacristán en la iglesia de Morata con un sueldo anual de 1.100 reales de vellón (Cuaderno de notas y resumen del tráfico industrial y personal del Catastro de Ensenada).

Para demostrar su condición de huérfanos de padre, los dos hermanos aspirantes a pilotos de la marina española adjuntaron a su expediente la partida de defunción de su padre Francisco. Según esta documentación, Francisco Díaz Roldán falleció en la villa de Morata en el año 1762. Según este legajo en nueve días del mes de noviembre del año pasado de mil setecientos sesenta y dos, en cuyo día falleció el referido [Francisco Díaz], y que se enterró en esta iglesia parroquial en la caja donde se paga por el rompimiento catorce reales y veinte y cuatro maravedíes (…).

Pese a cumplir con el requisito imprescindible de ser huérfanos quizá la circunstancia que permitió a ambos hermanos optar a ingresar en el colegio de San Telmo, pese a no ser andaluces, ni de nacimiento ni de residencia, se explica en los propios expedientes conservados en el archivo de la Universidad de Sevilla. En ambos legajos, de numeración consecutiva, 1057 el de Manuel, y 1058 el de Pablo, aparece una anotación similar en la que se informa que los dos jóvenes morateños eran ahijados de Francisco Ménguez, comisario de matrícula** en Cádiz.

Expediente de limpieza de sangre de Manuel Díaz Roldán (Fuente: archivo universidad de Sevilla)

Los documentos que se incluyen en el expediente de los dos hermanos comenzaron a redactarse y recopilarse en la villa de Morata en los mismos días, en febrero de 1765. Posteriormente, están datados también en la misma fecha, en la ciudad de Sevilla el 26 de abril de 1765, por lo que en el caso del hermano mayor, Manuel, estaba a punto de cumplir los 14 años de edad, fecha límite de ingreso en el colegio de San Telmo. Su contenido es prácticamente idéntico ya que en ambos se recoge, como ya hemos señalado, la certificación del matrimonio de sus progenitores y la partida de bautismo de Manuel y Pablo Díaz Corpa. 

Aparte de estas partidas de matrimonio de su padre y de su madre, la de defunción de su padre y la de bautismo de Pablo y Manuel, todos ellas conservadas en la iglesia parroquial de Morata y certificada por los responsables de dicha parroquia, la parte más importante del expediente es la que trata sobre la pureza de sangre de los dos aspirantes a ingresar en el colegio de San Telmo. Esta condición aparecía como destacada en los estatutos del Colegio de San Telmo que en 1721 incluyó la exigencia de cumplimentar un expediente de limpieza de sangre que certificara entre los ascendientes de los aspirantes a piloto la ausencia de de toda mala raza de judíos, moros o mulatos. Esta declaración incluía el testimonio de varios testigos que, básicamente, respondían a la cuestión de si los ascendientes del solicitantes, abuelos paternos y maternos y padre y madre eran cristianos viejos. Reproducimos la declaración del hijo mayor Manuel Diaz [Roldán] Corpa y los testigos que avalaron su pureza de sangre y que aparece en el expediente conservado en el archivo de la Universidad de Sevilla:

Sello cuarto, veinte maravedíes, año de mil setecientos y sesenta y cinco

Manuel Díaz, natural de esta villa de Morata, interín, en la mejor forma que haya lugar de derecho (…) y digo que conviene justificar que soy hijo legítimo y de legítimo matrimonio de Francisco Díaz Roldán y de Josepha de Corpa, su mujer, vecinos y naturales de esta precitada villa. Los cuales y sus abuelos paternos y maternos y demás sus ascendientes por ambas lineas paterna y materna, naturales y vecinos que han sido de esta propia villa, han sido y fueron cristianos viejos, sin mácula ni raza de moros, judíos de los nuevamente convertidos a nuestra Santa Fe católica, ni penitenciados ni castigados por el Santo Oficio de la Inquisición, ni son ni han sido de casta de negros ni mulatos ni se han usado de oficios viles ni mecánicos ni les esta prohibido el recibir (…) de los honoríficos, como es público y notorio en esta villa y sus contornos sin que haya opinión ni cosa en contrario. Por tanto:

(…) pido y suplico se sirvan mandar (…) información de todo lo referido y expresado, y que así ejecutada (…) interponga su autoridad y decreto judicial en forma en que así procede de Justicia que pido (…).

Manuel Díaz.

En ambos expedientes, cuya información es validada por el teniente de corregidor de Morata, Manuel de Almazán; el procurador síndico de la villa, Antonio de Salcedo, y el propio escribano del Ayuntamiento, Joseph García Nieto, testifican para asegurar la pureza de sangre de los pretendientes a piloto varios vecinos de Morata. Entre ellos, el presbítero de la parroquia de la villa, Miguel Ruiz de Orive, que declara:

(…) conoce de vista, trato y comunicación al dicho Manuel Díaz por quien es presentado y sabe que es natural y vecino de esta villa, la que se halla situada en Castilla la nueva, provincia y Arzobispado de la ciudad de Toledo primada de las españas y que el susodicho es hijo legítimo de legítimo matrimonio de Francisco Díaz Roldán y Josepha Corpa y nieto por línea paterna de Joseph Díaz y Juliana Roldán, difuntos, y por la materna de Francisco de Corpa y Juana Martínez Bernabé, todos naturales y vecinos de esta villa.

Igualmente conoce y ha conocido y es cierto, público y notorio que así los nominados como sus ascendientes son y han sido tenidos y comunmente reputados por cristianos viejos limpios de toda mala raza y secta de moros, judíos, herejes,mulatos, gitanos; que no tienen ni descienden de los colones, pizarros y montezumas, genízaros ni otros a quienes esta prohibido el comercio y navegación de las Indias de España, ni son ni han sido de los nuevamente convertidos a nuestra santa Fe católica, castigados n penitenciados pública ni secretamente por el Santo Oficio de la Inquisición ni otro ningún tribunal, si no es antes bien son, han sido reputados y tenidos por personas de toda estimación y de las esclarecidas y principales familias de esta villa, y como tales han obtenido los empleos honoríficos de esta república, así los referidos como sus parientes por haber concurrido en su persona las circunstancias correspondientes para la obtención de semejantes empleos, sin que haya cosa en contrario ni menos que ninguno de los ya citados hayan ejercido oficios viles ni bajos por donde puedan decaer la honra, estimación y esclarecimiento con que nacieron y en que siempre han estado constituidos (…).

En el mismo sentido y con idénticas palabras testifican Phelipe Ruiz Bravo, también presbítero en la parroquia de Morata; Joseph Orozco y Salcedo, abogado de los Reales Consejos; Luis Fominaya Monteroso, administrador de los bienes del conde de Altamira en Morata, y Diego Apolinario Casanova, propietario en la villa de Morata. 

Los mismos testigos presentó su hermano menor, Pablo, para acreditar ante el colegio sevillano de San Telmo su pureza de sangre, y poder aspirar a convertirse en pilotos de la Armada española. Todos estos testimonios, además de la certificación del escribano del Ayuntamiento contó también con el aval del escribano de Chinchón, Pedro Maroto, que certificó la autenticidad de todas las firmas que aparecen en los expedientes de ambos hermanos.


* La carrera de Indias fue el conjunto de rutas marítimas que comunicaban Castilla y los reinos españoles con los virreinatos de América. Su estructura la integraban la marina mercante y la marina militar. La logística de la Carrera de Indias estaba a cargo de la Casa de la Contratación. Por su parte, el colegio de San Telmo fue creado en 1681 por Carlos II con el objetivo de formar a huérfanos en el oficio de marineros que posteriormente pudieran servir en los buques de la armada o comerciales que cubrían las rutas a Indias. En el centro se formaban menores con edades entre 8 y 14 años para los que era obligatorio superar un expediente de limpieza de sangre que es el que solicitaron y tramitaron en su villa de nacimiento los dos hermanos Díaz [Roldán] Corpa. (Fuente: Fondo Antiguo y Archivo Histórico Universitario de la Universidad de Sevilla).


** Comisario de Matrícula: según el Diccionario Marítimo Español (1831) el oficial del cuerpo del Ministerio de Marina que antiguamente estaba encargado de la matrícula de la gente de mar de una provincia. 


Fuentes y documentación:

  • Fondo Antiguo y Archivo Histórico Universitario. Archivo Histórico de la Universidad de Sevilla. Libro 0245. Fols. 91-103.

  • Fondo Antiguo y Archivo Histórico Universitario. Archivo Histórico de la Universidad de Sevilla. Libro 0245. Fols. 104-116.

  • Diccionario marítimo español (…). de Lorenzo, José; de Murga, Gonzalo y Ferreiro, Martín. Establecimiento tipográfico de T. Fortanet- Madrid, 1864.

  • La formación de pilotos en la Carrera de Indias en el siglo XVIII. García Garralón, Marta. Anuario de Estudios Atlánticos, número 55. Las Palmas de Gran Canaria, 2009.


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