Juan Otazo de Guevara, promotor de obras de regadío en el Tajuña (I)
En 1573 propuso al rey la construcción de un canal desde el molino de El Congosto hasta las vegas de Eza y Villaverde en Chinchón
En la entrega de esta semana de Documentos Históricos de Morata de Tajuña tratamos sobre alguien que ya apareció en el blog hace algo más de un año, en junio de 2024. Le localización de nuevos documentos hace aconsejable dedicar unas nuevas entregas a alguien que vivió en Morata en el último tercio del siglo XVI. Hablamos de Juan Otazo de Guevara, titular del mayorazgo de la Vega del Tajuña, y personaje muy influyente en la vida diaria de la villa. La aparición de nueva documentación, algo que no deja de ser habitual en los trabajos de investigación, nos permite acercarnos y comprender aún más el papel de este miembro de la nobleza en la historia de Morata.
El inmenso caudal documental que supone la recopilación de las cédulas reales conservadas en el Archivo General de Simancas nos ha permitido conocer varias actuaciones de Juan Otazo de Guevara -en algunos documentos aparece como Otazu en lugar de Otazo-. Recordemos que este miembro de la pequeña nobleza, poseedor en los años finales del siglo XVI del mayorazgo que fundaran en 1360 Fernán Rodríguez Pecha y su mujer Elvira Rodriguez, con los bienes inmuebles que poseían en los términos de Perales de Tajuña, Morata y Chinchón, ya aparece en la Relaciones de Felipe II como poseedor del mejor edificio de la villa de Morata, el mismo que, años más tarde y hasta el siglo XX ,sería conocido como palacio de Espinardo, localizado en la plazuela del mismo nombre.
En esos años, Juan Otazo, hijo primogénito de Hernando de Otazo y Juana de Guevara, de quien heredó el mayorazgo de la Vega de Morata, ya mostró su poder e influencia en el acontecer diario de Morata cuando manifestó su oposición a que la villa comprara su propia jurisdicción a Felipe II cuando este fue autorizado por el papa a desmembrar varias villas y lugares del arzobispado de Toledo. En este periodo, Juan Otazo incluso llegó a expresar su intención de adquirir él mismo el señorío de Morata, enfrentándose así a la decisión del propio Concejo, con el argumento de que la venta a la villa de su jurisdicción podía perjudicar sus intereses patrimoniales.
Esta idea de Juan Otazo de Guevara de convertirse en señor de Morata no llegó a materializarse, quizá por la poderosa razón de que la compra de la villa tenía un precio de 24.000 ducados, una cifra muy elevada y que no parecía estar alcance de este miembro de la pequeña nobleza que, a su condición de propietario del mayorazgo que fundaran Fernán Rodriguez Pecha y su mujer, unía también un cargo destacado en la corte de Felipe II: gentilhombre de boca.*
El cargo cortesano de gentilhombre de boca, que le permitía una cierta cercanía al rey y a sus secretarios, quizá le facilitó participar en un ambicioso proyecto hidráulico de esos años, la construcción de la Real Acequia del Jarama, un canal que desde el término de Vaciamadrid llegaba a su finalización en la actual provincia de Toledo al pueblo de Mocejón en un trazado total de unos 75 kilómetros. Otazo de Guevara fue el encargado de la primera fase de las obras entre Vaciamadrid y San Martín de la Vega, lo que nos hace suponer que para afrontar este proyecto debía contar con una formación técnica que, años después, quiso utilizar para afrontar otro proyecto hidráulico en el río Tajuña. Este proyecto de iniciativa privada afectaba nada menos que a las vegas de Perales de Tajuña, Morata y Chinchón, los tres términos en los que el mayorazgo contaba con propiedades que sumaban, solo en tierras de regadío, unas 671 fanegas.
Construcción de un canal de riego en la vega del Tajuña
En el siglo XVI se produjo en España un gran incremento de las obras hidráulicas en forma de presas, azudes y canales. Estas obras, entre las que se encuentra la ya citada de la Real Acequia del Jarama, en cuya construcción participó Juan Otazo de Guevara, perseguían mejorar las condiciones de riego de las zonas afectadas y con ello aumentar la producción agrícola. Según Antonio López Gómez, autor de Presas y canales de riego en los siglos XVI y XVII, se realizan por la Corona o por los sitios interesados o, como en el caso de la propuesta de Otazo, por iniciativa privada. En todos los casos, estas obras generaban una serie de impuestos en beneficio de la Corona que era, en última instancia, quien concedía los permisos necesarios para ejecutar los proyectos.
La participación de Juan Otazo de Guevara en el inicio de las obras de la Real Acequia del Jarama, un proyecto que en estos primeros años dirigía el arquitecto real Juan de Herrera, nos indica que este vecino de Morata contaba con la formación necesaria para dirigir unos trabajos que, sin duda, requerían experiencia y capacitación previa para realizarlos. De hecho, además de participar en estas obras de iniciativa real, Otazo de Guevara se convirtió en promotor de un ambicioso proyecto que afectaba directamente a la vega del Tajuña y que consistía en la construcción de una serie de acequias a partir de la presa una presa en el molino del Congosto, del que poseía una parte de su propiedad -otro de los propietarios de dicho molino era el alcalde de Casa y Corte Alonso de Ágreda).
La propuesta de este proyecto abarcaba no solo las tierras incluidas en el mayorazgo de la Vega del Tajuña, en los términos de Perales, Morata y Chinchón, sino que también pretendía llegar hasta el termino de Bayona donde el río Tajuña desemboca en el Jarama. Conocemos las características del proyecto por la comunicación que del mismo se hizo llegar al alcalde mayor de Morata [juez de primera instancia] en una cédula real emitida el 30 de julio de 1573, para que informase sobre las características del río Tajuña, los riegos existentes y la postura del Concejo y de los propietarios afectados. Después de todo, se trataba, nada menos que de tomar parte del caudal del río para regar nuevas tierras propiedad en su mayor parte de un particular, el propioJuan Otazo de Guevara:
El Rey
El alcalde mayor de la villa de Morata por parte de don Juan Otazo de Guevara, gentilhombre de nuestra boca nos ha sido hecha relación que él tiene en término de Perales, una legua de esa villa, un molino suyo del cual conforme a lo que comenzó el año pasado sale una presa que está algo más arriba de Diego López (…) y quería sacar del río Tajuña cierta agua y regar con ella las tierras que tiene en los términos de Perales (…), Morata y Chinchón y las que hay la ribera abajo hasta Bayona, suyas y de personas particulares que se incluyen en el dicho riego de la una y otra parte del dicho río que serán todas dos mil y novecientas anegadas de quinientos estadales de once tercias cada una, suplicándonos que teniendo consideración al notable beneficio que los frutos recibirían y que se podrían hacer más molinos en la división de las aguas del dicho riego fuésemos servido de darle licencia y facultad para usar del dicho riego y hacer las acequias necesarias para ello y abrir las tierras por donde con más comodidad pueda aprovechar el dicho riego pagando a los dueños de ellas los daños que las tierras por donde se abrieren y hubiere de pasar el agua recibiesen y lo que las acequias ocupasen conservando las puentes necesarias que hay en el camino y (...) del dicho riego y obligándose a satisfacer así mismo el daño a los dueños de los molinos y presas que hay en el distrito del dicho riego y a dejar el agua suficiente a los demás riegos que hasta ahora en la dicha ribera y distrito están sacados fuera de las tierras que como se ha dicho se han comenzado a regar por su presa pagándole [a] las personas cuyas fueren de todo el dicho riego lo que con ellas se concertase parea el aprovechamiento y beneficio que han de recibir (…) como la (…) fuese y porque queremos saber que río es el sobredicho y la cantidad de agua que lleva y que molino es el que tiene y qué es lo que corriera [de agua] el año pasado y la presa y partes por donde quiere sacar el agua y el distrito que hay desde esa villa a el y la parte y lugar por donde quiere abrir y traer la dicha agua y qué cantidad de tierras que quiere regar suyas y ajenas y el daño que recibirían los dueños de las tierras que se hubieren de abrir y el inconveniente que de concederle lo que pide se siguiera a esa villa y lugares con vecinos de ella y el aprovechamiento o daño que a él y a ellos resultara y si sería útil y provechoso darle la licencia que pide (…) mandamos que llamadas y oídas la parte de esa villa y de los dichos lugares y los demás a cuantos tocase hagáis luego información y averiguación de lo susodicho y de lo que más cerca de ello viéredes [sic] que debemos saber, la cual con vuestro parecer firmado de vuestro nombre, cerrada y sellada en manera que haga fe la hacéis dar a la parte del dicho don Juan de Otazo de Guevara para que la traiga y presente ante nos y la mandamos ver y proveer sobre ello lo que viéremos que conviene, hecha en San Lorenzo a treinta de julio de mil quinientos y setenta y tres años. Yo el rey, refrendada de Juan Vázquez, señalada de Velasco Fuenmayor y Liébana.
Esta cédula real no dejaba de ser una propuesta al Concejo de Morata para que presentara las alegaciones a este proyecto, insistimos que de carácter privado, que presentaba quien, en ese periodo histórico era el mayor propietario de la villa. Otazo planteaba su idea, lógicamente, como beneficiosa no solo para su patrimonio sino para otros propietarios a los que se obligaba a indemnizar por los daños que las tierras por donde se abrieren y hubiere de pasar el agua recibiesen y lo que las acequias ocupasen conservando las puentes necesarias que hay en el camino (...) y obligándose a satisfacer así mismo el daño a los dueños de los molinos y presas (…).
Cédula real para solicitar información sobre el proyecto de canal de Juan Otazo de Guevara (Fuente: Cédula real AGS CCA-CED 323 )
Ante esta propuesta, en la que también se planteaba la construcción de molinos harineros y con la que, como principal finalidad, pretendía obtener unos derechos de riego para sus tierras, en detrimento de otros regantes de la vega en los tres términos municipales afectados, los consejeros reales solicitan información sobre el caudal del río, el lugar exacto por donde iría el canal, las tierras de su propiedad que quería regar y los daños al resto de propietarios y a los concejos afectados. Tras obtener esta información por parte del alcalde mayor, la misma se debía entregar al propio Juan Otazo para que este, a su vez, la entregara a los consejeros reales para en base a los datos obtenidos llegar a una decisión refrendada por el rey.
Lamentablemente, no conocemos el contenido de estas alegaciones que ,suponemos en buena lógica, no debían ser favorables por parte de los vecinos y el Concejo a unas obras que iban a afectar a sus derechos de riego. Tampoco tenemos constancia de la respuesta final por parte de la Corona a este proyecto de Juan Otazo de Guevara. Sí que sabemos que existe actualmente un caz del Congosto** que parte de antiguo molino que estaba incluido en el mayorazgo de la Vega del Tajuña pero, en ningún caso, este canal de riego llega hasta las propiedades que dicho mayorazgo contaba en término de Chinchón en las antiguas aldeas de Eza y Villaverde y mucho menos al término de Titulcia.
*El de gentilhombre de boca era un cargo simbólico, que se creó en la corte española tras el matrimonio de Felipe I con Juana I de Castilla. Su labor en origen consistía en servir al rey cuando comía en público. Estaba a las órdenes del mayordomo mayor y sus funciones, con el tiempo, evolucionaron y se limitaban a acompañar al rey en sus salidas a funciones religiosas o actos públicos y cuando se desplazaba a caballo. Asignado habitualmente a miembros de la pequeña nobleza, permanecieron en el protocolo de la monarquía española hasta 1840, cuando sus funciones se fusionaron con las del gentilhombre de casa.
**Actualmente existe un denominado caz del Congosto que parte del término municipal de Perales de Tajuña y termina en el de Morata antes de llegar a la al tura del casco urbano. El recorrido del caz, que en muchos de sus tramos corre en paralelo a la carretera M-302 (Morata-Perales de Tajuña) desemboca en el caz del Monte. Según publicaciones consultadas, su longitud es de 2.500 metros y riega unas 200 fanegas con su caudal de 0.156 metros cúbicos por segundo.
Fuentes y bibliografía:
Libro registro general de cédulas. Archivo General de Simancas, CCA,CED,323 (pág. 111-112).
Boletín de la Comisión del mapa geológico de España. Tomo VIII. Segunda serie. (190'6). Madrid. Establecimiento Tipográfico de la Viuda e Hijos de M. Tello. Impresor de Cámara de S.M.. C/ San Francisco, 4. 1906.
Tratado de aguas y riego. Tomo II. Hidrología Agrícola de España. Llauradó Andrés. II edición. Imprenta de Moreno y Rojas. Madrid, 1884.
Presas y canales de riego en los siglos XVI y XVII. López Gómez, Antonio. En Hitos históricos de los regadíos españoles. Gil Olcina, Antonio y Morales Gil, Alfredo (coord.) Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Secretaría Técnica. Madrid, 1992.
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