Calle de la Cruz de Orozco (Calle pública que sube desde la Iglesia a la Concepción)
En el año 1751 la calle de
la Cruz de Orozco era conocida como calle
pública que sube desde la Iglesia a la Concepción. Posteriormente (a partir
del siglo XIX) esta vía del casco urbano de Morata ya fue conocida con su
denominación actual, un nombre que
podría hacer referencia a la existencia de una cruz en su recorrido. La familia
Orozco, perteneciente a la pequeña nobleza morateña, poseía una casa en esta
calle y, tal vez, instalaron una cruz que habría dado nombre a la calle.
En el callejero del siglo XVIII dos calles de Morata aparecen con
referencias a la cruz: la calle de la Cruz de Calderón (actual calle de la
Estrella) y la Cruz de Orozco, nombre que aún se mantiene en el callejero, y
que podría hacer referencia a un crucero levantado en el interior del casco
urbano, a diferencia de la Cruz de Calderón, situada como es habitual en todos
los cruceros a la salida de la villa.
Lo cierto es que en los registros del Catastro de Ensenada (mediados
del siglo XVIII), la Cruz de Orozco aparece en el callejero de Morata
relacionada con la calle actual calle Prim (Calle que va de la fuente a la Cruz
de Orozco) y con la calle del Hospital (Calle que va de la Cruz de Orozco al Hospital)
lo que podría indicar que la cruz podría haberse situado en la confluencia
entre la actuales calles del Ciego y de la Cruz de Orozco. En los registros del
catastro correspondiente a Morata aparecen doce casas en esta calle. Una de
ellas, es el palacio perteneciente al conde Altamira, una construcción que
ocupaba una amplia manzana delimitada por las actuales calles de la Cruz de
Orozco, Ciego, Picadero y plaza de la Iglesia. En el registro se la describe
así:
Primeramente
Casa Palacio propia del Conde de Altamira dueño de dicha villa con sesenta y
dos varas de fachada y cuarenta y nueve de fondo y contiene en cuarto bajo y principal con patio,
cuatro jardines y en ellos algunos frutales, cocheras y en ellas una casita
inclusa en las tapias de dicho palacio en que vive Thomas García, jardinero y
confronta con la referida calle publica y al Oriente la que llaman de la
Jabonería, no se hace regulación de los alquileres que pueda rendir este
Palacio por no haber habido jamás contemplar de alquilarse y tenerse únicamente
destinado por dicho señor para su recreo y diversión en las temporadas que
acostumbra a venir a este pueblo manteniéndose la más del tiempo cerrado por no
encontrarse dicho señor en la villa.
En esta
fachada orientada al oeste del palacio perteneciente a la casa de Altamira,
justo al comienzo de la actual calle de la Cruz de Orozco, se localizaba,
además de la casa del jardinero y el juego de pelota, la que se conoció como casa de corregidores, dependencias ocupadas
por los administradores del conde de Altamira encargados de gestionar sus
propiedades en Morata. En el siglo XIX estas dos propiedades del conde de
Altamira fueron vendidas –antes de que también se vendiera el resto del
palacio- cuando las finanzas de la casa condal entraron en banca rota. En un
documento fechado en 1830 se recogen las gestiones realizadas para vender esta
denominada casa de corregidores,
situada en la esquina de la calle Cruz de Orozco con la calle del Ciego. Tras
convocar varias subastas, que quedaron desiertas por falta de postores,
finalmente la casa fue adquirida por Manuel Angulo, la misma persona que años
antes ya había adquirido varias propiedades del conde de Altamira, entre ellas
el molino de la huerta y varias parcelas en la vega de Morata.
Enfrente
de esta fachada occidental del palacio del conde de Altamira, se localizaba la
fachada oriental de otro palacio, el perteneciente a los marqueses de
Espinardo, una construcción más modesta que el palacio de Altamira pero que
también ocupaba una manzana completa delimitada por las actuales calles de la
Cruz de Orozco, Dos Hermanas, Ciego y plazuela de Espinardo.
En el centro de la imagen, la calle Cruz de Orozco en una fotografía aérea del año 2014
En el
resto de la calle hasta su confluencia con la actual calle Prim se localizaban
otras once viviendas, entre ellas una propia de Don Joseph de Orozco,
alquilada, a Manuela Ruiz de Orive
y regulado su alquiler en ochenta y cuatro reales de vellón. Joseph
Orozco era dueño de otra casa en esta calle y de otras cuatro propiedades
repartidas por el casco urbano en las que figuraba junto a su mujer Manuela
Ruiz de Rivero, aunque en calidad de forastero y no residente en Morata.
Joseph Arias, cura
de San Juan del Valle, y su hermano Bernabé Arias, de la Compañía de
Jesús, ambos miembros de la
familia Arias y descendientes de este linaje, ligado al conde Puñonrostro, también
poseían una casa en esta calle de la Cruz de Orozco.
Fuentes y bibliografía:
·
Archivo Histórico Provincial de Toledo.
Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y respuestas generales.
Bienes de Eclesiásticos. H 408 y H. 410.
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