Calle del Cristo de la Sala
La calle del Cristo de la Sala es una de las pocas vías
urbanas del callejero de Morata que conserva, todavía hoy, el mismo nombre que
ya tenía en el siglo XVIII. El origen de este nombre se basa en una antigua
leyenda: al parecer un vagabundo dibujo un Cristo en una yesería en la que
buscó refugio al llegar a Morata.
Pese a los reiterados intentos de los trabajadores de la yesería de borrar la
imagen, ésta reaparecía en la pared, lo que empujó a los morateños a dedicar
una ermita –la única que existe intramuros de Morata- a la imagen del Cristo.
La leyenda que dio origen al nombre de esta calle de
Morata parece que, al menos, tiene su origen en la Edad Media. En la localidad
toledana de Bargas existe una leyenda similar y, ya en la comunidad de Madrid,
en el municipio de Campo Real también existe una tradición muy parecida. En
Morata, al menos desde el siglo XVII hay constancia de la existencia de esta
modesta ermita hoy rodeada de viviendas y situada en la fachada oriental de la
calle.
Jesús Antonio de la Torre Briceño en su Historia de la Villa de Morata de Tajuña relata que el Concejo de Morata se hizo
responsable, en 1635, de la conservación,
reparo de la capilla y ornamentos
para celebrar culto en ella.
Lógicamente, antes de esta fecha, ya debió de estar
levantada la pequeña capilla en la que se veneraba al Cristo protagonista de la
leyenda del vagabundo. Parece que la sala donde se instaló la ermita podría
haber sido previamente lugar de acogida de los pobres transeúntes que llegaban
a la villa, aunque la leyenda parece indicar que la yesería donde se aparecía
el Cristo en la pared estaría situada a las afueras del casco urbano, muy
probablemente en los cerros situados al sur de la población donde todavía hoy
se pueden observar los restos y los desmontes de las antiguas yeserías.
Juan de Diego Arribas, que es quien hace referencia a la
utilización de lo que hoy es ermita como albergue de transeúntes, nos ofrece una
sencilla descripción de las características de la ermita en su libro sobre la
historia de Morata publicado a finales del siglo XIX:
En la calle del Cristo, y en una de las casas que están al
S. de la población, hay una pequeña habitación, que en un principio fue
albergue de pobres transeúntes, hoy convertida en ermita, en honor al Santísimo
Cristo de la Sala, llamado así por cierta historia que cuentan. Es un santuario
muy reducido, y que sólo tiene un pequeño retablo con un crucifijo.
Los morateños tienen la loable costumbre de irle a visitar
en Semana Santa con verdadera devoción, después de los sermones de la noche.
La devoción por el Cristo animó a algunos morateños a
donar alguno de sus bienes destinados al culto y a los gastos de mantenimiento
de la pequeña ermita. En la relación de los bienes pertenecientes al estado
eclesiástico que se recoge en el Catastro de Ensenada, ya aparecen estas
propiedades rústicas, tan modestas como la propia ermita:
Tierras propias del Santísimo Cristo de la Sala de
esta villa
Tierras de secano de
mediana calidad
2 1/2 fanegas en
Valdeza
Olivar de buena
calidad
Un olivo solo que
ocupa 1 celemín de tierra en La Cárcava
Por dichas tierras
paga en arrendamiento Felipe García vecino de esta villa siete celemines y
medio de trigo.
Pese a la venta de este escaso patrimonio en las
desamortizaciones religiosas del siglo XIX la ermita ha seguido abierta al
culto hasta la actualidad y cada año, el 14 de septiembre, se celebra la
festividad del Cristo.
En el centro de la imagen, calle del Cristo de la Sala en una fotofrafia aérea del año 2014
Cuando se realizó el catastro, esta calle contaba
con quince viviendas y solares en su trazado (entre ellas una perteneciente al
párroco Pedro Marchena). Entre estas propiedades se catastraron varias bodegas
y lagares pertenecientes a algunos de los mayores cosecheros de vino de la villa.
Pedro Fuentes, uno de estos
cosecheros de vino, tenia su casa y bodega en la fachada oeste de la calle, en
el lugar donde en los años posteriores a la elaboración del Catastro de
Ensenada se abrió una calle (calle del Asilo) que comunica la del Cristo de la
Sala con las eras que se situaban en el entorno donde se levantó a comienzos
del siglo XX la residencia de ancianos y con la que en esos años se conocía
como calle de los Huertos:
Pedro Fuentes: Una casa en la población de esta villa en la calle que llaman del Santo
Cristo de la Sala de veinte y cuatro varas de frontis y de fondo cuarenta y
dos, su habitación en bajo con diferentes oficinas, una bodega con cuatro cubas
de caber mil y quinientas arrobas y una cueva de treinta y cuatro tinajas, su
cabida dos mil y quinientas arrobas, linda Mediodía solar de esta hacienda y
Norte solar de Bartolomé Vecino, y se ha regulado su alquiler en cada un año en
ochocientos y ochenta reales de vellón.
La partición de esta casa y la apertura de su patio
como lugar de paso público y para dar salida a las distintas propiedades en que
se parceló fue el origen a la que hoy es la calle del Asilo.
Hacia el final de la calle y de su confluencia con
la carrera del Mediodía existió otra bodega, lindantecon la pequeña ermita,
propiedad de de Francisco Sánchez Alonso:
(...) casa bodega en la calle del Cristo
de la Sala, (…), tiene de frontis veinte y siete varas y cuarenta y una de
fondo, consiste su habitación en bajo con una bodega con nueve cubas y tres
tinajas, su caber de todas cuatro mil setecientas y cincuenta arrobas, lagar de
dos vigas, otra pieza que sirve de bodega con cinco tinajas, su caber
doscientas arrobas, su alquiler anual novecientos reales.
Entre los propietarios de bienes en la calle del
Cristo de la Sala también aparece Manuel Martínez. Este vecino, herrero de
profesión, contaba con una vivienda y otro local donde se localizaba la fragua
en la que trabajaba junto a su hijo Phelipe Martínez. El catastro recoge que
este artesano –que tenía a su cargo el mantenimiento del reloj de la villa,
trabajo por el que percibía setenta y cinco reales anuales- también aparece
como administrador de los escasos bienes materiales de la ermita del Cristo de
la Sala destinados al culto.
Fuentes y bibliografía:
·
Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de
Ensenada. Libros maestros y respuestas generales. Bienes de Eclesiásticos. H
408 y H. 410.
· Historia de la
villa de Morata de Tajuña. Torre Briceño, Jesús Antonio-Ayuntamiento de Morata
de Tajuña, 1999.
· Morata de Tajuña.
Crónica de la provincia de Madrid. Arribas, Juan Diego-Imprenta de la
Diputación Provincial-Madrid, 1891.
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