Plaza Mayor (plaza de la Constitución, plaza del Caudillo)
En
la entrega de hoy sobre las calles de Morata la dedicamos a la plaza Mayor.
Lugar de reunión y centro neurálgico de la villa, la plaza de Morata siempre ha
estado presidida por el edificio del ayuntamiento y ha sido, y es, escenario de
la mayoría de los acontecimientos festivos y políticos de Morata.
Los
acontecimientos más importantes para la villa de Morata siempre han tenido como
escenario la plaza Mayor. Ya en el siglo XVI, los vecinos reunidos ante el
edificio del concejo tomaron la decisión de comprar por 24.000 ducados los
derechos que convertirían a Morata en villa de realengo, dejando así de
pertenecer al arzobispado de Toledo. Años después, en 1630 y también al amparo
de los soportales de la casa consistorial, los morateños acordaron vender su
jurisdicción al marqués de Leganés. El ayuntamiento era, por tanto, lugar de
reunión y de toma de las decisiones que afectaban a todos los vecinos. En una de las primeras noticias que
tenemos de las características del ayuntamiento de Morata, del siglo XVIII se habla
de una construcción pequeña y de
una superficie menor que la actual. Así lo describen los redactores del
Catastro de Ensenada:
(…) una casa de Ayuntamiento que
está en la Plaza Pública de esta villa con sala baja y alta, dos cuartos y una
cocina, sus portales y corredor, linda por el Norte la calle, por el Poniente y
Mediodía casas mesón del conde de Altamira y por el Oriente dicha plaza, que
tiene de fachada diez y ocho varas y de fondo catorce, que no se le ha hecho
regulación de alquiler por no estar destinada para ese fin.
Las
medidas de la fachada y el fondo del ayuntamiento corresponden a un edificio
más pequeño que el actual –en el siglo XIX se añadió a su superficie el
edificio que ocupaba una de las posadas propiedad del conde de Altamira- y de
escaso valor arquitectónico. Era por tanto un edificio modesto pero que, en su
estructura, ya contaba con un corredor en el piso superior y con soportales en
la fachada de la plaza, al igual que sucede en la actualidad.
El Ayuntamiento de Morata en ua imagen de comienzos del siglo XX
Estas
características no debieron de sufrir muchas modificaciones en los años
siguientes. Así se deduce de la descripción que realiza del edificio Juan Diego
Arribas en su libro sobre la
historia de Morata:
La Casa- Ayuntamiento, que está situada en la plaza de la
Constitución, es un edificio antiquísimo, que no reúne las condiciones que una
población de esta importancia debe tener, y la Corporación estaba formando
expediente para la construcción de uno ah hoc pero la cantidad, y alguna otra
más que tenía economizada para este objeto y hacer otras mejoras de importancia
y suma utilidad para el pueblo, ha tenido que destinarla a subvencionar el
ferrocarril, mereciendo por este solo hecho los aplausos del vecindario, como
los merecerá de toda persona medianamente sensata.
En el texto ya se apunta la intención de los
responsables políticos de Morata de acometer las obras necesarias para mejorar
la casa consistorial. Estas obras se realizarían a finales del siglo XIX, entre
los años 1896 y 1897, y fueron realizadas por Domingo Rodelgo, constructor y
propietario también del teatro de la plaza. El proyecto, según se publicó en el
diario La Iberia el 26 de abril de
1893, había sido aprobado por la Diputación Provincial, pero no sería hasta el
año 1896 cuando se aceleraría el inicio de las obras. El diario de Avisos de Madrid publicó el 8 de agosto el importe de
las obras para reformar el ayuntamiento y las escuelas de niños y niñas por un
importe de 66.137 pesetas, con una fianza de 3.306 pesetas. A finales de ese
mismo mes de agosto de 1896, El Imparcial
informaba en una breve nota de prensa:
En Morata de
Tajuña va a comenzar inmediatamente la construcción de un edificio para casa
ayuntamiento, escuelas de niños y niñas y habitación a los profesores. Dirige
la obra el arquitecto Sr. Argenti. (El imparcial
29 de agosto de 1896).
En
estas obras ya se añadió a las dependencias municipales el solar que había
ocupado, al menos desde el siglo XVIII, una de las posadas propiedad del conde
de Altamira. La que fue posada, con fachada a la actual avenida de la
Constitución, fue sustituida por las escuelas de niños y niñas que estuvieron
en funcionamiento hasta los años sesenta del pasado siglo y que luego
albergarían el salón de plenos y el archivo y el juzgado municipal.
En el centro de la imagen, la plaza Mayor de Morata en una fotografia aérea del año 2014
Otras edificaciones de la plaza
Mayor
Además
de la casa consistorial, la plaza Mayor contó desde el siglo XVIII con otros establecimientos
públicos. Según el Catastro de Ensenada, junto al edificio del Ayuntamiento se
levantó otra posada, o mesón, también propiedad del conde de Altamira. En los
registros del catastro se citaban a los dos vecinos de Morata que estaban
encargados de la gestión de estos locales públicos:
Joseph Berenjeno en su oficio de
mesonero ganará en cada un año mil y cien reales y Joseph Carrascosa, en la
misma profesión, no se le puede considerar utilidad alguna por ser el mesón que
tiene incomodo para las gentes, estar desacreditado y arrendado en más precio
de lo que produce.
Joseph
Berengeno pagaba por el arriendo del mesón –el situado en la plaza- setecientos
reales de vellón, mientras que Joseph Carrascosa como arrendatario de la otra
posada -cuyo solar se agregaría al ayuntamiento, como ya hemos apuntado- abonaba
anualmente al conde de Altamira 750 reales.
Frente
a la fachada norte del ayuntamiento y también con entrada por la plaza Mayor se
encontraba el hospital de pobres pasajeros. Esta institución benéfica, fundada
por el doctor Vallejo para pobres transeúntes, ocupó hasta el siglo XIX, cuando
sus bienes fueron desamortizados, el edificio que posteriormente se utilizaría como toriles durante los
festejos taurinos celebrados con motivo de las fiestas patronales.
Juan
Diego Arribas se refería a esta institución en sulibro sobre la historia de
Morata:
No contentos los morateños con ejercer la caridad entre
sus convecinos, y deseosos de que ésta alcance á los demás desgraciados, tienen
también otro hospital (titulado de Vallejo, por ser éste quien legó su casa, á
principios del siglo XVI) para tan sublime objeto; hospital que sirve de
albergue á los pobres transeúntes, en donde encuentran refugio seguro contra
las inclemencias del tiempo.
Para
su funcionamiento, esta institución benéfica contaba con unas modestas
propiedades, legadas por los vecinos de Morata y por el fundador, con las que
se financiaban las labores de caridad de la institución y que eran
administradas por un vecino de Morata llamado Francisco Oliva. Según el
catastro estos eran los bienes pertenecientes al hospital de transeúntes:
Tierras
propias del Hospital que llaman el Antiguo de la Plaza para los pobres
pasajeros
Tierras de riego de
buena calidad
5 fanegas en los
parajes de El Coso, El Burrueco y La Callejuela.
Tierras de secano de
mediana calidad
1 ½ en Las Cabrizas.
Las tierras las
tiene arrendadas Francisco de Corpa que paga anualmente 156 reales.
Censos a favor
Francisco de Recas y
Pedro Niñolero, 6 reales y 12 maravedíes.
Manuela de Cuevas,
vecina de Carabaña, 6 reales y 12 maravedíes.
Herederos de Joseph
Ruiz Bravo 6 reales y 6 maravedíes.
Jacinto Ortiz, 6
reales y 6 maravedíes.
Joseph Hurtado, 6
reales y 6 maravedíes.
Theresa
Lebrero, 4 ½ reales.
Antonio de Corpa, 18
reales.
Marqués de
Espinardo, 17 reales y 22 maravedíes.
Antonio de Corpa, 11
reales
Francisco de Peces
,24 reales y medio.
Francisco Perogordo,
26 reales y medio.
Antonio Benavides,
10 reales y 10 maravedíes.
Herederos de
Robustiano El Rubio, 6 reales y 6 maravedíes.
Cargas en contra
Tiene de pensión
esta hacienda cada año 96 reales de derechos de patrono, mayordomo y
hospitalero.
Aparte del edificio de la casa consistorial, de la
posada y del hospital de pasajeros, los papeles del catastro incluyen el resto
de las propiedades registradas en la plaza Mayor de Morata. Entre estas
propiedades se encontraba la casa situada en la fachada sur de la plaza. Esta
casa, que pertenecía a mediados del siglo XVIII a Miguel Maesso, con el paso de
los años pasaría a albergar el teatro Rodelgo, inaugurado en el mes de diciembre
de 1900:
En el
inmediato pueblo de Morata de Tajuña se inaugurará mañana el bonito teatro
Rodelgo. El distinguido jurisconsulto Carlos Díaz Valero ha escrito para la
inauguración un apropósito, que será representado por aficionados de la
localidad, destinándose los productos íntegros en beneficio de los pobres. (El Liberal, 29 de diciembre de 1900). El
Teatro Rodelgo, tras la guerra civil se reconvirtió en un cine.
La fachada meridional de la plaza se completaba con
una vivienda propiedad de Miguel Bello, escribano público del Ayuntamiento de
Morata -aunque la entrada de esta casa se encontraba en la calle del Carmen-, y
con la carnicería pública, propiedad del Concejo, situada en la esquina con el
camino Real a Chinchón donde tenía su entrada:
(...) las carnicerías públicas de esta villa que están en
dicha plaza [Mayor] que se compone del cuarto en que se pesa,
un cuarto en que se romanea y un poco de cueva, linda al Norte dicha plaza, al
Poniente calle que baja a las eras, al Oriente y Mediodía casa de Miguel Maesso
y tiene de fachada catorce varas y de fondo seis, a la que no se le regula
alquiler por ser para el abasto público.
En
otro apartado del catastro los
redactores vuelven a referirse a este establecimiento público cuyos ingresos
especifica, así como los beneficiarios de los mismos:
(...) hay una carnecería propia de esta
villa sin que rinda utilidad alguna
mas que la comodidad para vender la carne al pueblo en que tiene el
señor de esta villa el derecho de dos maravedíes por razón de alcabalas en cada
libra de carne y para su majestad por sus derechos se cargan cuatro maravedíes
que suele producir en cada un año tres mil reales y ochocientos mil y
quinientos maravedíes
Frente
al edificio del Ayuntamiento, en la fachada oriental de la plaza los registros
del catastro recogen una única propiedad perteneciente en sus tres cuartas
partes a María Ignacia Mexía –la otra cuarta parte pertenecía a su abuela
Mariana Jacolé-. Esta vivienda ocupaba no solo la fachada oriental de la plaza
sino que también contaba con unos corrales anexos con entrada por la calle del
Carmen. Así se describía en el catastro:
(...) tres partes de cuatro de una
casa que la otra pertenece a doña Mariana Jacolé, abuela de la dicha, la cual
se halla en la Plaza de esta villa, linda al Norte calle que llaman del Toril y
al Mediodía corrales y calle que llaman de los Búcares, tiene de frontis
treinta y dos varas y de fondo veinte y dos, su habitación en bajo y principal
con diferentes oficinas, con una bodega, lagar y cueva y en ella tres cubas y
veinte y una tinajas su caber unas y otras dos mil trescientas y noventa
arrobas, regulado su alquiler anual en seiscientos reales de vellón
La
planta de esta extensa propiedad ha permanecido ahora y se corresponde con los
edificios que actualmente pertenecen al Círculo de Labradores. Por otra parte,
en el edificio ocupado por el casino funcionó hasta los años 30 del pasado
siglo un comercio de tejidos hasta que inauguró el nuevo local de la asociación
de agricultores:
Inauguración de un centro
recreativo en Morata
Morata de Tajuña, 8, 10 noche. Se
ha inaugurado un centro recreativo en este pueblo y con tal motivo se
pronunciaron algunos discursos.
El sr. Fernández Heredia dijo que
el ideal de todo hombre honrado debiera ser lograr la absoluta identificación
del capital, la inteligencia y el trabajo.
El abogado de la Sociedad Benéfica
Agraria, Sr. Escobedo recomendó
que el centro fuera refugio de todos, y el sr. García Gutiérrez agradeció en
nombre de la Sociedad la colaboración prestada. (ABC, 9 de abril de 1933).
Por
último, hay que reseñar que en el Catastro de Ensenada no aparecen registrados
el resto de los edificios que conforman la estructura de la plaza Mayor de
Morata. Cuando se elaboró este catastro en el siglo XVIII estas propiedades
situadas en la fachada norte de la plaza aparecen registradas en la calle Real
a Arganda y en la calle que sale de la
Real de Arganda a la Fuente, la actual avenida de la Constitución.
Precisamente,
la plaza Mayor fue denominada con el nombre de plaza de La Constitución durante
el periodo de tiempo que transcurrió entre los acontecimientos políticos que dieron
lugar a la proclamación de la I República (en el siglo XIX) y la finalización
de la guerra civil. Se inició entonces el periodo en el que, durante 45 años,
la plaza se llamó del caudillo Sería
ya en 1995 cuando la plaza más emblemática de Morata recuperó su denominación
más tradicional.
Fuentes y bibliografía:
· Morata de Tajuña.
Crónica de la provincia de Madrid. Arribas, Juan Diego-Imprenta de la Diputación
Provincial. Madrid, 1891.
· Archivo Histórico
Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y
respuestas generales. Bienes de Eclesiásticos. H 408 y H. 410.
· Historia de la
villa de Morata de Tajuña. Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata
de Tajuña. Madrid, 1999.
· Periódicos
citados en el texto.
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