A
finales de los años 60 del pasado siglo dejó de funcionar y de
prestar servicio a los viajeros que llegaban a Morata la posada de la
plaza. Adosada a la fachada lateral derecha del ayuntamiento, la
vieja posada dio techo y comida a viajantes y trajineros, al menos,
desde mediados del siglo XVIII. En estos años ya consta su
existencia –junto a otra posada situada también en la fachada
trasera del ayuntamiento-. Esta es la historia de los más doscientos
años de este establecimiento morateño.
La
posada de la plaza de Morata ya existía, al menos, desde mediados
del siglo XVIII. Estos establecimientos públicos eran
imprescindibles en todas las villas y ciudades para albergar a los
viajeros que llegaban a las poblaciones. Además de posadas solían
también prestar servicio como mesones o tabernas. De hecho, en el
Catastro de Ensenada ya se registran dos mesones, ambos propiedad del
conde Altamira, titular del señorío de Morata.
En
el libro de cotejo de la casas existentes en Morata en el año 1751,
fecha de elaboración del catastro, se incluyen los dos mesones o
posadas, ambos arrendados por su propietario y por los que
(...) pagan sus arrendatarios por el uno setecientos reales de vellón
y por el otro setecientos y cincuenta en cada año.
Documento del AHN en el que aparecen los gastos de las obras de la posada de Morata
En
la documentación del catastro también aparecen los nombres de los
vecinos de Morata que se ocupaban de gestionar estos
establecimientos públicos:
Que
Joseph Berenjeno en su oficio de mesonero ganará en cada un año mil
y cien reales y Joseph Carrascosa en la misma profesión no se le
puede considerar utilidad alguna por ser el mesón que tiene incomodo
para las gentes, estar desacreditado y arrendado en más precio de lo
que produce.
Joseph
Berenjeno, de 60 años -que en la relación de vecinos de Morata
figura como casado con María Varela, de 56 años, con la que tiene 3
hijos-, era el arrendatario del mesón de la plaza, mientras que
Joseph Carrascosa figuraba como arrendatario del mesón del Camino
Real a San Martín –actual
avenida de la Constitución-, situado a la espalda del edificio del
ayuntamiento y, por lo que se afirma en el catastro, en mal estado y
desacreditado
entre los vecinos.
Obras
de mejora en la posada
El
edificio de la posada de la plaza permaneció en el patrimonio de los
condes de Altamira hasta bien entrado el siglo XIX tal como atestigua
un documento del año 1846. En esa fecha, los titulares del señorío
ya habían enajenado la mayor parte del patrimonio inmobiliario que
llegaron a poseer en Morata para pagar las numerosas deudas de la
Casa de Altamira pero, en el caso concreto de la posada de la plaza,
aún seguía siendo de su propiedad.
El
documento al que nos referimos pertenece al Archivo Histórico
Nacional (Baena, C.430, D,345-356) y lleva fecha de 1846. En ese año,
el administrador de los bienes de la Casa de Altamira en Morata era
José Robledo. Como tal administrador, Robledo supervisó los
distintos gastos que se realizaron para llevar a cabo unas obras de
mejora en la posada.
En
concreto el maestro alarife encargado de las obras recoge que los
trabajos se detuvieron el día 30 de agosto (…) por
hallarse la obra en la parte que cae a la plaza pública donde va a
correrse la novillada
ha
habido necesidad de parar los cuezos
[del yeso necesario para la obra].
Fachada de la posada de la plaza de Morata durante la celebración de
un espectáculo taurino (Fuente: grupo de facebook Morata de Tajuña
(Madrid) ayer y hoy)
En
la relación de gastos de esa semana, firmada por el maestro albañil
encargado de la misma, Cesáreo Jiménez, se recogen los jornales
pagados a los obreros encargados de cocer el yeso (6 reales), recoger
la leña para el horno (5 reales) y el precio de las tejas para el
tejado de la posada (18 reales el centenar). En el documento también
aparecen los gastos a pagar al carpintero, José Mora, y al herrero,
Domingo Bravo.
De
una nueva relación de gastos que aparece en el documento del Archivo
Histórico Nacional se deduce que las obras de mejora de la posada
estuvieron paradas hasta el día 10 de septiembre (…)
hasta cuyo día ha estado parada a causa de estar ocupado el exterior
de ella y de la casa próxima con los tendidos para la novillada,
dando principio por desmantelar el pajar viejo para hacer el portalón
y poner las puertas para uso de carruajes.
Según
esta relación de los responsables de las obras estas consistían en
poner nuevas puertas para el paso de carruajes y desmantelar uno de
los pajares para añadirlo al portalón de entrada. En sucesivos
apuntes de las cuentas aparecen los gastos de los carpinteros y las
maderas de Cuenca para el tejado. Además
también figura el importe (…) por
las cuatro puertas para los carros (para la calle y corral)
construidas por el carretero y satisfechas a él mismo que lo firma
1.600 reales.
En
el documento, cuyo último asiento es del 2 de noviembre de 1846, se
van reflejando los gastos asociados a las obras. En total 12.089
reales, invertidos (…) para
abrir y colocar las puertas, rellenar las tapias y arreglar el piso
del portalón (…), y queda concluida la obra precisa y necesaria
para la entrada y salida de carruajes y de mejor uso y disfrute de la
posada con arreglo a la orden de 17 de febrero comunicada a esta
administración este objeto y para los efectos convenientes lo
firmamos en Morata a 2 de noviembre de 1846.
El
maestro Alarife: Cesáreo Jiménez
El
carpintero: José Mora
El
maestro carretero: Justo Cañaveras.
Otra imagen de la posada de la plaza de Morata durante el montaje de la plaza de toros.(Fuente: grupo de facebook Morata de Tajuña
(Madrid) ayer y hoy).
Cambio
en la propiedad de la posada
Entre
este documento de 1846, que recoge el dinero invertido en cambiar las
puertas de la posada, mejorar el paso de carruajes y el portalón, y
arreglar los tejados y tapias de la vieja posada, y el siguiente
documento que hemos encontrado referido a la posada de la plaza se
produce un cambio fundamental: en 1869 la posada ya no pertenece a la
Casa de Altamira. En algún momento entre 1846 y 1860 se produjo este
cambio en la titularidad. El Diario
Oficial de Avisos de Madrid
del 12 de noviembre de 1869 publicaba el siguiente anuncio:
En
virtud de providencia del señor juez de primera instancia del
distrito de La Latina de esta capital refrendada de mi el escribano,
se saca a pública subasta una casa posada, está en la plaza pública
de la villa de Morata de Tajuña, correspondiente a los hijos menores
de Dª Dionisia Cardeña, que comprende un área de 12.637 pies y
medio superficiales, y se compone de piso alto y bajo, habiendo sido
tasada en la cantidad de 6.437 escudos 200 milésimas a rebajar
cargas por la que se saca a publica subasta, no admitiéndose
postores que no cubran la tasación.
Y
para su remate se ha señalado el día 4 de diciembre próximo y hora
de las doce y media de la mañana en dicho juzgado y en el de
Chinchón (…) Madrid, 6 de noviembre de 1869.
Esta
primera subasta debió de quedar desierta, ya que unas semanas más
tarde de nuevo el Diario
Oficial de Avisos de Madrid,
del 30 de enero de 1870, publica un nuevo anuncio de subasta en el
que se rebaja el precio de salida de la posada:
Por
providencia del señor juez de primera instancia de La Latina de esta
capital, fecha de ayer, refrendada del infrascripto escribano, se
saca a pública subasta una casa posada sita en la villa de Morata de
Tajuña, partido judicial de Chinchón, que tiene 12.637 pies y medio
superficiales, y ha sido retasada en la cantidad de 5.300 escudos,
por la que se saca a subasta, no admitiéndose posturas que no cubran
el precio de la retasa. (…) Y para que tenga efecto la subasta en
esta capital y en el juzgado de Chinchón se ha señalado el 22 de
febrero próximo venidero y hora de las doce y media de la mañana.
Madrid,
28 de enero de 1870
Por
el texto del anuncio, en el que se recoge la extensión de la finca
sacada a subasta, 12.637 pies cuadrados, equivalentes a 1.174 metros,
se puede deducir que a la posada de la plaza se unió la otra posada
propiedad de la casa de Altamira, situada a espaldas del Ayuntamiento
y que, finalmente, paso a formar parte de la casa consistorial,
segregándose de la propia posada de la plaza.
En
cualquier caso, esta posada continuó funcionado y prestando servicio
a los viajeros y carreteros que llegaban a Morata. En distintas
publicaciones de finales del siglo XIX y principios del XX, aparecen
las distintas posadas que funcionaban durante esos años en Morata,
entre ellas la de la plaza:
Año
1886
- Casado, Ambrosio
- Casado Robles, Tomás
- López, Blasa
Anuario
del comercio, de la industria, de la magistratura y de la
administración
(año1886)
Año
1904
- De Casado, Antonio de la Torre
- De la Plaza, Francisco Algarra
- De Picazo, Diego Roldán
Anuario
Riera
(Año 1904)
Año
1905
- De Casado, Antonio de la Torre
- De la Plaza, Eladia Montes
- De Picazo, Diego Roldán
Anuario
Riera
(Año 1905)
Año
1908
- Casado (Guillermo)
- Sánchez (Manuel).
Anuario
Riera
(Año 1908)
Según
estas publicaciones, la antigua posada, que durante la mayor parte de
su existencia había pertenecido a los condes de Altamira, en esos
años de comienzos del siglo XIX fue propiedad, sucesivamente, de
Blasa López, Francisco Algarra, Eladia Montes y Manuel Sánchez
Fuentes
y bibliografía:
- Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y respuestas generales de Morata de Tajuña. Bienes de Eclesiásticos. H 408 y H. 410.
- Morata de Tajuña, según el Catastro de Ensenada-Miranzo Sánchez-Bravo, Agustín-Bubok, 2011.
- Archivo Histórico Nacional (Baena, C.430, D,345-356)
- Publicaciones y periódicos citados en el texto.
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