miércoles, 6 de septiembre de 2017

Morata en la prehistoria, primeros pobladores en el Valle del Bajo Tajuña (Epilogo)


Epílogo

Durante las últimas semanas hemos analizado en las sucesivas entregas del blog los patrones de poblamiento que siguieron los primeros humanos que eligieron el Valle del Bajo Tajuña para vivir. Para realizar este trabajo nos hemos valido de varias tesis doctorales que tenían como objeto estudiar el pasado del Valle Medio del Tajo en general y, en particular, el Valle del Tajuña en su tramo correspondiente a la comunidad autónoma de Madrid.
Gracias a estos trabajos académicos, que aparecen en la bibliografía de cada una de las entregas del blog, hemos visto como desde, al menos, el periodo del Neolítico los seres humanos eligieron la comarca natural del Bajo Tajuña para buscar recursos de subsistencia levantar sus poblados.
Isabel-Kenia Muñoz López-Astilleros en su tesis doctoral, El poblamiento desde el Neolítico a la I Edad del Hierro en la cuenca media del Tajo, plantea en las conclusiones de la misma un esquema general que resume estas pautas de poblamiento y explotación de los recursos en el periodo prehistórico para la zona geográfica del Tajo Medio, en la que se incluye la Vega Baja del Tajuña:

  • Neolítico (4.000-3.500 a. C.) Explotación de la ganadería y poblamientos seminómadas.
  • Calcolítico-Transición Bronce (3.000-2.000 a. C.). Predominio de la ganadería y de los poblamientos temporales. Inicio de la agricultura y aumento de la presión demográfica.
  • Bronce pleno-Bronce final (2.000-1.500 a. C.) Aparecen los primeros indicios y conatos de sedentarización que coinciden con el crecimiento de la explotación de los recursos agrícolas. Aparecen los primeros sistemas defensivos en los asentamientos así como los espacios de almacenaje y acumulación de los excedentes agrícolas. Estos excedentes estarían relacionados con la mejora de los sistemas de cultivo en las vegas y la posible aparición de los primeros arados primitivos.
  • Transición Bronce pleno-Bronce final. (1.500-1000 a. C.) En este periodo a un retroceso demográfico en su inicio le sucede un aumento de la presión demográfica.
  • Primera Edad del Hierro (1.000-500 a. C.). Se consolida la presión demográfica junto con la creciente importancia de la agricultura en las vegas. Se generan excedentes que hay que almacenar y que propician los intercambios comerciales con otras zonas geográficas. La localización de los poblados obedecen en este periodo a factores estratégicos que buscan favorecer los sistemas defensivos. Con las avances en la agricultura (rotación de cultivos y mejoras en los arados) se consolida la sedentarización que será el germen de los núcleos de población que han llegado hasta nuestra época.
Restos arqueológicos localizados en el paraje de Valdelahiguera. (Fuente: Estudio territorial en el Valle del Tajuña, una aproximación arqueológica. José Enrique Benito López. Departamento de Prehistoria de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 2016

Según este esquema de la evolución del poblamiento en el Valle Medio del Tajo, aplicable a nuestra comarca, la influencia del río y las posibilidades de explotación agrícola que ofrecía a sus pobladores fue determinante a la hora de elegir este territorio para vivir. En este sentido, resultan muy apropiadas las palabras de José Enrique Benito López cuando en su tesis Estudio territorial del Valle del Tajuña, una aproximación arqueológica señala que:
El Valle del Tajuña madrileño es un ejemplo evidente del condicionamiento geográfico. Así, se observa como la población ha buscado los lugares más idóneos para asentarse, de tal forma que los cascos urbanos de los actuales municipios del Tajuña se ubican sobre el valle del río a una altura algo superior al río para evitar sus inundaciones y se sitúan en la margen derecha del río, al saliente, para resguardarse de los vientos del Norte y tener mayor nivel de insolación. Al mismo tiempo, se han asentado próximos al río para aprovechar su agua tanto a nivel económico (riego de cultivos agrícolas, dar de beber al ganado) como humano (consumo).

Este investigador indica también que:
(…) el esquema del poblamiento que se obtiene de la distribución cronológico-cultural dentro de las unidades geográficas en el Valle del Tajuña, independientemente de que en algún caso pueda atender a caracteres de diverso tipo (defensivo, etc.), creemos que atiende a una relación eminentemente medio-ambiental entre los grupos humanos y el territorio. Por todo lo cual, los sitios se sitúan en los lugares óptimos del territorio para el control de este y su aprovechamiento, y estos lugares son principalmente las zonas de laderas y sus bordes tanto por la parte de vega como por la zona del páramo.
Estas conclusiones del investigador de la Universidad Complutense de Madrid, autor de la tesis que ha servido de base a muchos de los contenidos de las entradas del blog sobre el periodo de la prehistoria en Morata, se basan como es lógico en el análisis de los resultados de los trabajos de prospección arqueológica de los municipios que integran la Vega Baja del Tajuña que permitieron la localización de 528 sitios arqueológicos, de los que 259 fueron considerados yacimientos y 269 sitios aislados. En el caso de Morata estos trabajos de prospección dieron como resultado la localización de 58 sitios arqueológicos, 13 de ellos considerados yacimientos y el resto, 45, hallazgos aislados.
En base a estos resultados, la elección para la localización de los asentamientos humanos de las laderas de la margen derecha del río Tajuña, protegidas de los vientos fríos del norte y lo suficientemente alejadas de las zonas de inundación de la vega, son aspectos en los que coinciden todos los investigadores que han estudiado la comarca de la Vega del Tajuña en el tramo por el territorio dela Comunidad de Madrid. De ahí que no resulte casual que la mayoría de los yacimientos localizados en la comarca durante los trabajos de prospección arqueológica se sitúen lógicamente en las laderas –hasta el 73 por ciento de los mismos- y sean mucho menos abundantes en el páramo o llano y en la propia vega del Tajuña.
En el caso de Morata, pero también el resto de los municipios vecinos, este patrón de poblamiento del territorio se hizo especialmente patente a partir del periodo de la Edad del Hierro y, como resulta obvio, ha llegado hasta nuestros días: es en los parajes de Valdelahiguera, la antigua Dehesa Carnicera y el Camino de los Arrieros donde se han localizado restos arqueológicos que denotan poblamientos estables y de mayor superficie. Estos parajes, localizados al este del término municipal, comparten con el actual emplazamiento del casco urbano de Morata las mismas características físicas y geográficas: protegidos de los vientos del norte y situados por encima de las llanuras de inundación del río, su elevación sobre la vega permitía un control de los accesos a la misma y mayores y mejores posibilidades de defensa de los poblamientos humanos.
Son estas pautas de poblamiento las que caracterizaron los asentamientos humanos en nuestra comarca, y en Morata, hasta que se produjo la llegada de los romanos, cuando el territorio estaba ocupado por el pueblo carpetano, periodo que analizaremos en próximas entregas del blog.


Fuentes y bibliografía:
  • Benito López, José Enrique. Estudio Territorial en el Valle del Tajuña (Madrid), una aproximación arqueológica. - Departamento de Prehistoria de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 2015.
  • Almagro Gorbea, M. y Benito, J. E. La prospección arqueológica del valle del Tajuña. Una experiencia teórico-práctica de estudio territorial en la Meseta. Complutum, 4. Madrid, 1993.
  • Rosa, R. de la y Almagro, M. Prospección arqueológica del Valle del Tajuña: Morata de Tajuña. Estudios de prehistoria y arqueología madrileñas. Madrid, 1991.
  • Catalogo de la exposición “El cerro de La Gavia: el Madrid que encontraron los Romanos”. Museo de San Isidro. 14 de junio-25 de septiembre de 2005. El Cerro de la Gavia y los recintos amurallados del Hierro II en el centro de la Península. Dionisio Urbina Martínez y Jorge Morín de Pablos.
  • Urbina, Dionisio. Cuevas artificiales del Hierro II en la cuenca media del Tajo. Estudios de prehistoria y arqueología madrileñas.
  • Urbina, Dionisio. Espacio y cultura material del Hierro II en la Mesa de Ocaña. Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 1997.
  • Torres Rodríguez, Jorge de. La tierra sin límites: territorio, sociedad e identidades en el valle medio del Tajo (S. IX-I a. C.). Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 2012.
  • Covetes dels Moros coves finestra en el Xarq Al-Andalus Arqueologia de les coves penjades artificials valencianes-Agustí Ribera i Gómez. Tesis Doctoral-Departament de Prehistoria, Arqueologia, Història Antiga, Filologia Griega i Filologia Latina-Facultad de Filosofía y Letras. Alicante, 2016.

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