Gracias
a medios como Internet, no es difícil encontrar viejas imágenes
del Ferrocarril del Tajuña: estaciones, locomotoras, vagones,
trabajadores, viajeros… aparecen en multitud de páginas, webs
especializadas en el mundo ferroviario o en otras direcciones de la
red. Para la entrega semanal del blog hemos seleccionado tres
fotografías no muy conocidas del Ferrocarril del Tajuña que nos
ofrecen una instantánea, un momento histórico, de este proyecto
ferroviario que tanto significó para los pueblos de Guadalajara y
Madrid por los que circularon sus trenes.
Obras
de construcción del Ferrocarril del Tajuña, trincheras de la línea
férrea en las proximidades del barranco de La
Becerra
en Morata de Tajuña (Hacia 1892, aprox.). Autor desconocido.
En
los años anteriores a la realización de esta fotografía los
ayuntamientos de Morata, Chinchón y Colmenar de Oreja se habían
implicado decididamente en que avanzaran las obras del ferrocarril
desde la localidad de Arganda, municipio al que el tren había
llegado el 30 de julio de 1886. El promotor del Ferrocarril de
Arganda, Juan Carlos Morillo, estaba interesado en extender las vías
hasta la vega del Tajuña y los tres municipios aprobaron, en torno
al año 1888, aportar la financiación que les correspondía para
acometer las obras del nuevo tramo que, en un principio, debería
entrar en funcionamiento tres años después. Evidentemente no fue
así y, en 1892, Juan Carlos Morillo cedió sus derechos y la
concesión a la Compañía del Ferrocarril del Tajuña, una sociedad
belga pero con participación de capital español. La entrada de
nuevo capital y de la empresa belga aceleró las obras, como muestra
la fotografía, pero, lamentablemente, se produjeron nuevos retrasos
que alargaron la inauguración del tramo entre Arganda y Morata hasta
1901 (El ferrocarril llegaría a Chinchón y Colmenar de Oreja un año
después, en 1902).
Descarrilamiento
del Ferrocarril del Tajuña en Mondéjar (1918). Fotografía de José
Royo Gómez**
Los
accidentes por corrimientos, desprendimientos del terreno y
descarrilamientos fueron relativamente frecuentes durante el periodo
de tiempo que permaneció en servicio el Ferrocarril del Tajuña
(Ferrocarril Madrid-Aragón a partir de 1919). No tenemos información
sobre las consecuencias del descarrilamiento que recoge la fotografía
de Royo Gómez pero, por ejemplo, en 1905 un descarrilamiento similar
del convoy ferroviario, ocurrido entre las estaciones de Tajuña y
Chinchón, provocó la muerte de un operario del ferrocarril, el
guardafreno José Iglesia “El Pinche”. (El
Liberal, 18
de diciembre de 1905).
Menos
de un año después, en septiembre de 1906, en los días previos a la
celebración de las fiestas patronales en Morata, una fortísima
tormenta que se desencadenó en la tarde del día 5 provocó
numerosos corrimientos de tierras en la línea debido a la fuerza del
agua y a la inestabilidad y condiciones del terreno por donde
discurrían las vías. Así se relataba la situación del tendido del
tren en el periódico Heraldo
de Madrid:
(…)
El
jefe de la estación de Morata de Tajuña comunica que la línea,
desde el kilómetro 43 al 47, está interceptada por el
desprendimiento de tierras. Los trenes de viajeros trasbordan.
(…) Ha
salido un tren con obreros y material para la corrección de los
desperfectos. Estos desprendimientos fueron originados por la
tormenta que arrasó la vega y el pueblo.
(Heraldo
de Madrid,
6 de septiembre de 1906).
En
1908, el 28 de julio, La
Correspondencia Militar
informaba sobre otro descarrilamiento en el Ferrocarril del Tajuña,
en esta ocasión con víctimas:
(…)
en el sitio llamado Perales descarriló ayer un tren de viajeros. La
máquina, que fue la que descarriló, a consecuencia de un
desprendimiento de tierras, arrastró el furgón y un coche. El
maquinista y el fogonero resultaron con graves heridas en el cuerpo y
en la cabeza, y fueron trasladados en un vagón a la estación de
Arganda, donde se les curó. Varios viajeros sufrieron también
contusiones, aunque no graves.
**José
Royo Gómez (Castellón, 1895-Caracas, 1961) fue un geólogo y
paleontólogo que desarrollo parte de su labor investigadora en el
Museo Nacional de Ciencias Naturales. Como parte de su trabajo Royo
Gómez fue autor de un gran número de fotografías de yacimientos
paleontológicos y de obras civiles. La fotografía, obtenida de una
placa de 9x12, se conserva en el Archivo del Museo Nacional de
Ciencias Naturales (MNCN) del CCSIC. Según la ficha del archivo, la
imagen se tomó en marzo de 1918, y recoge el descarrilamiento
del tren por hundimiento del terreno.
Un
tren del Ferrocarril del Tajuña en las cercanías de Auñón, antes
de la construcción del embalse de Entrepeñas. Fotografía de Tomás
Camarillo*.
En
el archivo en línea de CEHIHGU, donde se conserva la imagen del
Ferrocarril del Tajuña, se indica que esta foto está realizada en
el término municipal del Auñón en una fecha indeterminada entre
los años 1923 y 1948. Evidentemente, esta fotografía, que recoge
un paraje próximo al lugar en el que se levantó la presa del
embalse de Entrepeñas, fue realizada con anterioridad a las obras de
construcción del embalse iniciadas en 1943. Precisamente la
construcción del embalse de Entrepeñas provocó que el 1 de
octubre de 1946 se suspendiera el tramo entre Auñón y Sacedón, que
estaba en servicio desde su inauguración el 26 de abril de 1920.
Previamente, el 12 de julio de 1943, ya se había suprimido el
trayecto entre Sacedón y el último municipio al que llegó la vía
férrea del Ferrocarril del Tajuña, Alocén.
La
suspensión de estos tramos, junto con los problemas derivados de la
destrucción de infraestructuras en la guerra civil y el descenso del
número de viajeros, fueron los primeros indicios del escaso futuro
que tenía una línea ferroviaria que tantas expectativas había
levantado en el momento de su puesta en funcionamiento. Tanto fue así
que, el 9 de enero de 1953, se publicaba el decreto por el que se
autorizaba el cierre del tráfico de viajeros, paso previo al cierre
total de una línea que aún sobrevivió unos años como tren de
mercancías de la remolacha de la vega del Tajuña que se
transportaba hasta la fábrica de la Azucarera de La Poveda, y
posteriormente como tren minero entre la fábrica de El
Alto
en Morata y Vicávaro. Entre las justificaciones que se alegaron para
suprimir el servicio se señalaba que la
nueva línea
[del ferrocarril del Tajuña] perdió
todo su interés, por lo que su construcción quedó paralizada en
Alocén, y después en Auñón al suprimir este trozo, por quedar en
parte inundada por las aguas del embalse de Entrepeñas.
(Entre ese tramo desparecido se encontraba el que se muestra en la
fotografía de Tomás Camarillo).
*Tomás
Camarillo (1879-1954) comenzó a recorrer la provincia de Guadalajara
en 1923 vendiendo aparatos de radio. El autor de la fotografía
también se dedicó a la venta de aparatos musicales y a la
fotografía. En sus viajes por la provincia aprovechó para realizar
el grueso de su obra fotográfica que, a su muerte, fue donada a la
Diputación Provincial de Guadalajara Las obras cedidas a la
institución provincial fueron realizadas entre los años 1924 y
1948. Datos biográficos obtenidos de la web del Centro de la
Fotografía y la Imagen Histórica de Guadalajara (CEFIHGU).
Fuentes
y bibliografía:
- Periódicos y publicaciones citados en el texto.
NOTA:
El blog Documentos
históricos de Morata de Tajuña
es un proyecto, sin ánimo de lucro, que pretende dar a conocer la
historia y el pasado de Morata de Tajuña. Si alguien considera que
alguna de las imágenes que se publican vulnera o puede vulnerar
algún tipo de copyright solo tiene que comunicarlo para que sea
retirada.
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