jueves, 21 de diciembre de 2023

Los Arias Dávila, una familia de la nobleza con intereses en Morata (Epílogo)

A finales del siglo XVI el castillo de Casasola, según la tradición, fue escenario de reuniones de los partidarios de la proclamación de Alfonso XII como rey de España

Con la venta al marqués de Leganés de la mayor parte de sus propiedades en Morata, la familia de los Arias Dávila perdió presencia en la villa. En esa fecha de 1633, como veíamos la pasada semana, el conde de Puñonrostro, Arias Gonzalo Dávila, acordó con Policena Espínola la venta de unas 450 fanegas en la vega, una parte de la propiedad del molino de El Taray y una parcela donde se levantaría el palacio de los marqueses de Leganés frente a la iglesia de Morata. Como epílogo de esta serie sobre los Arias Dávila tratamos sobre un episodio, entre la realidad y la leyenda, que pudo tener lugar en el castillo de Casasola, la fortaleza que levantara en el siglo XV Juan de Contreras El Viejo y que, desde 1523, pertenecía a los condes de Puñonrostro. Se tr5ata de la reunión de políticos y militares favorables a la designación de Alfonso XII como rey de España.


Desde que en 1523 Juan Arias Dávila adquiriera por compra a la familia Contreras la propiedad del castillo de Casasola, esta fortaleza que domina desde las alturas la vega del Tajuña fue el símbolo del poder y la influencia de esta familia segoviana en la comarca. Con el paso del tiempo, como vimos en el caso de Morata, donde la mayor parte de sus extensas propiedades se vendieron al I marqués de Leganés, el patrimonio de los Arias Davila, por distintos motivos, se fue reduciendo también en lo que hoy es el término de Chinchón.

En el entorno del castillo de Casasola los Arias Dávila también se desprendieron de parte de sus bienes rústicos pero la fortaleza, hasta bien entrado el siglo XIX, perteneció a la familia. Los profundos cambios en la sociedad española habían afectado a esas alturas del siglo XIX a las familias de la nobleza que habían perdido la influencia y el poder que llegaron a disfrutar en sus lugares de señorío. 

Si en Morata los condes de Altamira, sucesores de los marqueses de Leganés en el señorío de la villa, habían vendido hacia 1870 prácticamente todas sus propiedades y solo conservaban como bien más emblemático su viejo palacio condal, en el caso de los condes de Puñonrostro Francisco Arias Dávila Matheu Carondelet , XIII conde de Puñonrostro, también conservaba la propiedad del castillo de Casasola, la fortaleza que, al parecer, fue de alguna manera protagonista de un episodio relacionado con Alfonso XII y con la restauración en España de la dinastía borbónica.

Carta del conde de Puñonrostro a Isabel II, exiliada en Paris (Fuente: Real Academia de la Historia)

Conspiraciones para favorecer la vuelta al trono de los Borbones

Con la revolución de septiembre de 1869, La Gloriosa, Isabel II y sus descendientes fueron desalojados del trono y dejaron de encabezar la monarquía española. En unos años convulsos, España vivió el acceso al trono de un nuevo monarca, Amadeo I de Saboya, y la proclamación de la I República. En medio de este periodo convulso, los partidarios de Isabel II, apartada en su exilio francés, no dejaron de trabajar, dirían unos, -o conspirar, dirían otros-, para lograr que, en última instancia, su primogénito y heredero, el príncipe Alfonso, futuro Alfonso XII, recuperara para la familia Borbón la corona española. 

Entre los políticos y militares más activos en este movimiento favorable a los Borbones se encontraba Francisco Arias Dávila Matheu, un viejo militar nacido en 1812 en Cádiz y quizá uno de los más activos defensores de la causa borbónica desde que la revolución de 1869 apartara a Isabel II del trono. El XIII conde de Puñonrostro, había participado activamente en las guerra carlistas, naturalmente en el bando isabelino, lo que le valió ser nombrado para distintos cargos en palacio en el entorno de la reina: caballero montero y ballestero mayor, mayordomo mayor y jefe de administración de la casa real y gentilhombre de cámara y apoderado de Isabel II. A partir de ahí en paralelo a su carrera militar, en la que alcanzó el grado de teniente general, inició también una carrera política que le llevó a ser designado senador y alcalde de Madrid. 

Con esta trayectoria vital y tras permanecer exiliado en París, a su vuelta Francisco Arias Davila destacó por su negativa a apoyar el nuevo monarca, Amadeo I. También por su más que probable participación en los movimientos más o menos clandestinos en apoyo del príncipe Alfonso. En estas conspiraciones favorables a la causa borbónica es donde cobra protagonismo el castillo de Casasola: según algunas fuentes la vieja fortaleza, aún propiedad de los Arias Dávila, fue el escenario de reuniones de militares y políticos que trabajaban para que el hijo de Isabel II recuperara el trono de España.

Estas reuniones, de las que existen escasas noticias, y siempre a posteriori, de producirse debieron tener lugar entre septiembre de 1869, La Gloriosa, y el 29 de diciembre de 1874, cuando el pronunciamiento del general Martínez Campos puso fin a la I República. Naturalmente, en este periodo y dado el carácter secreto de las conspiraciones a favor de la dinastía de los Borbones nada se supo de estos encuentros. Hay que remitirse a 1878, casi cuatro después de que Alfonso XII fuese reconocido como rey de España, para encontrar una referencia a las reuniones del castillo de Casasola. Concretamente es el periódico La Época, diario caracterizado por su apoyo zl nuevo rey y durante muchos años referencia del moderantismo y conservadurismo en España el que publicó el texto originalmente insertado en el periódico El Cronista y Las Provincias:

(…) Se había dicho que los moderados históricos no celebrarían su anunciada reunión hasta la vuelta del Sr. Moyano, y sin embargo, la reunión se ha verificado, con extraño aparato por cierto, y con inusitadas precauciones, que la rodean de apariencias misteriosas y novelescas. 

A siete leguas de Madrid posee el señor conde de Puñonrostro un escabroso monte, en cuya superficie no puede aventurarse el que, desconociendo el terreno, le atraviese sin guía, sin temor de caer en alguna sima o depresión del terreno, ocultas por la maleza. En uno de los límites de esta heredad, sobre un gigantesco tajo, se desmorona un antiguo castillo que, por las grietas de sus muros, deja ver las injurias del tiempo en su interior. Por el lado del monte da acceso a este castillo en ruinas un mezquino puente de madera, que suple al levadizo de otros tiempos, cuyos restos entierra el foso medio cegado. Al Mediodía da el castillo de Casasola, que tal es su nombre, sobre una magnífica vega surcada por el Tajuña, entre festones de exuberante viñedo. 

En este castillo, apartado de toda vida de comunicación, no sé si en la habitación del guarda, hecha en el patio con los escombros de la muralla, si en el palomar levantado sobre un torreón o si en la magnífica cisterna abierta a pico y a cuyo fondo se desciende por una suave rampa, se han reunido varios prohombres del moderantismo histórico, presididos por el señor conde de Puñonrostro, que también lo es de Casasola, en los primeros días de este mes. No puedo fijar el número, porque a unos he oido que no pasaba de doce o catorce, y a otros he oído hasta precisar la cifra de veintidós. Lo indudable es, que ahí se han reunido los prohombres susodichos, entre los cuales, según mis noticias, dominaba el elemento militar; pudiera citar nombres propios que se me han dicho, pero por si incurro en error, me abstengo de hacerlo. ¿Para qué tanto misterio y tantas precauciones? El tiempo lo aclarará. ¿Qué interés pueden tener los moderados históricos para huir del Sr. Moyano y buscar en el término de Chinchón un vetusto castillo en que reunirse? También el tiempo lo aclarará. Convengamos entre tanto, en que el lugar de la reunión esta muy en carácter, dado el espíritu del partido. (La Época, 29 de septiembre de 1878).

El 30 de septiembre de 1878, un día después de que la información sobre la reunión en el castillo de Casasola se publicara en La Época, en El Constitucional Español, diario fundado por Práxedes Mateo Sagasta como líder del Partido Liberal Fusionista, se reiteraba la información publicada que atribuía al conde de Puñonrostro el papel de anfitrión en su castillo de los moderados afines a Alfonso XII. Tras reproducir la información sobre la reunión, en El Constitucional Españoldaban poca credibilidad a su contenido y señalaban:

¿Es esto el prólogo o el epílogo de una historia? 

¿A que no nos contestan los periódicos moderados? A los moderados les ha dado por el género romántico .

El Mundo Político, otro periódico del ámbito conservador-moderado también se refería el 1 de octubre de 1878 al texto original sobre la reunión del castillo de Casasola, calificándola como novela. Incluso, a partir de estas reacciones periodísticas, no faltaron las interpretaciones que atribuyeron al ministro Francisco Romero Robledo, ministro de la Gobernación, como el inductor de la información sobre presunta reunión en el castillo de los cvondes de Puñonrostroi. Según esta idea, Romero Robledo, como líder del Partido Conservador, habría difundido la existencia de la reunión como parte interesada en el enfrentamiento con otro partido alfonsino, el Partido Moderado liderado por Claudio Moyano. En El Mundo Político, periódico autodefinido como católico, monárquico y dinástico se defendía esta idea en un artículo publicado el 1 de octubre de 1878:

(…) De modo que sin temor de levantar falsos testimonios podemos decir que la novela de El Cronista y la carta de Las Provincias están escritas sobre una misma mesa; y conocidos, como lo son, los patronos del diario ministerial [El Cronista], no aventuramos mucho al suponer que también se ha inventado aquella indigna farsa por una sola persona que odia y teme á los hombres del partido moderado histórico. 

(…) Y si el objeto es otro, si lo que El Cronista y el corresponsal de las Provincias tienen encargo de preparar es que existan divisiones en el seno de la Junta directiva de nuestro partido [Moderado], les aconsejamos que desistan de su empeño: la union de los moderados hoy es más perfecta que nunca; su organización es completa, y las aspiraciones de todos sus miembros son unas mismas (...).

Desde el otro lado del espectro político, La Iberia periódico liberal radical, también se sumaba a cuestionar el encuentro propiciado por el conde de Puñonrostro:

(…) Los diarios históricos son los que pueden manifestarnos si debe decirse todo lo que pasó en la reunion citada. ¿Lo dirán?. Como quiera que ya se demostró que la tal reunión fue un sueño y estamos cansados de decirlo, nada tenemos que añadir. Sin embargo, sepan nuestros colegas que, sin necesidad de reuniones, cada histórico juzga con toda la severidad que se merece al Gobierno del Sr. Cánovas, y que solos o reunidos, los moderados son y serán enemigos incondicionales de la conciliación. Nos parece que habíamos en castellano. (La Iberia, 8 de octubre de 1878).

Naturalmente, y para defender la veracidad de su información, El Cronista confirmaba la reunión de los moderados en el castillo de Casasola y publicaba el siguiente suelto:

(…) Tiene verdadera gracia que El Mundo nos pregunte que para qué se reunieron sus amigos los moderados en el Castillo de Casasola. Nosotros nos limitamos a levantar una punta del velo, porque no podíamos ni debíamos hacer otra cosa. A la prensa moderada corresponde decir lo demás, si es que puede decirse (…). (El Cronista, 8 de octubre de 1878).

Lo que si es cierto, y existe abundante documentación sobre ello, es que el XIII conde de Puñonrostro mantuvo una constante relación con Isabel II durante el exilio de la reina en París. La Real Academia de la Historia conserva no menos de 23 cartas cruzadas entre Francisco Arias Dávila y la madre de Alfonso XII. En esta correspondencia, el conde de Puñonrostro no deja de expresar su lealtad a la reina exiliada y su trabajo en favor de su hijo Alfonso, primogénito y pretendiente al trono de España, algo de lo que se habría tratado en la reunión del castillo de Casasola que, mientras es negada por algunos periódicos, es confirmada por otros. 

En años posteriores, otros autores y en otras publicaciones se publicaron referencias a esta reunión. Simón Viñas y Rey, autor del libro correspondiente a Chinchón en la Biblioteca de la Provincia de Madrid, cuando se refería al castillo de Casasola afirmaba:

(…) en la casa o castillo de esta posesión se trató por elevados personajes de la proclamación del rey D. Alfonso XII, y por casualidad, no fueron sorprendidos por el Gobierno de aquella época.

En otra publicación del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid también se hace eco la reunión en favor de Alfonso XII: 

(…) De acuerdo con una tradición recogida por el propio Viñas ya en 1890 y repetida por Cantó Téllez en 1928 también serviría [el castillo de Casasola como discretísimo escenario para una reunión en la que se trató por elevados personajes de la proclamación del rey Don Alfonso XII” en septiembre de 1874. 



Fuentes y bibliografía:

  • Documentación Trastámara en el Archivo Municipal de Chinchón. Ávila Seoane, Nicolas. Paseo documental por el Madrid de antaño. Universidad Complutense de Madrid.

  • Linaje y transición histórica: los Arias Dávila entre el medievo y la modernidad. Contreras Jiménez, María Eugenia. Memoria para optar al grado de doctor. Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Geografía e Historia. Departamento de Historia Medieval. Madrid, 2018.

  • Escrituras de partición de los bienes de Diego Arias Ávila, contador mayor del rey y de su Consejo Real, hecha entre sus hijos Juan Arias Ávila, [obispo de Segovia], y su hermana Isabel Arias, ésta última con autorización de su marido, Gómez González de la Hoz, regidor de Segovia. Archivo Histórico de la Nobleza, OSUNA, C.97, D.6-8

  • La premiere versión castillane du testament de Don Juan Arias Davila, eveque de Segovie. Le Flem, Jean Paul. Estudios segovianos. Centro de Estudios sobre Lope de Vega. Real Academia de Historia y Arte de San Quirce. Vol 22, nº64. Segovia, 1970.

  • Ejecutoria del pleito litigado por Juan de Contreras con Pedro Arias Dávila, vecino de Segovia, sobre la división de ciertos bienes y heredades - Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, REGISTRO DE EJECUTORIAS, CAJA 9, 16.

  • Licencia y consentimiento dado por Juan Arias Dávila, obispo de Segovia, a diego Aris Dávila para que pueda nombrar jueces árbitros en los pleitos y cuestiones con el arzobispado de Toledo, María Valdés y Carlos de Guevara, su hijo sobre la heredad de Morata. Turégano, 9 de enero de 1480. Archivo de los condes de Puñonrostro. 94-15. (Este documento se mostró en la exposición El sinodal de Aguilafuente y la primera imprenta española celebrada en la localidad segoviana de Aguilafuente en el año 2017). 

  • Poder a Francisco de Gamarra para arrendar la heredad de Morata en pleito. Archivo General de Simancas, RGS. LEG, 148312, 86.

  • Ordenando a Juan Arias de Avila, 'cuyo es Torrejón de Velasco', acuda a Fernando de Gamarra, contino, con los frutos y rentas de la heredad de Morata sobre la que tiene pleito con D. María de Valdés y D. Carlos, su hijo. Archivo General de Simancas, RGS. LEG, 148304, 16.

  • [Orden] Para que se guarde y ejecute a favor de D. Beltrán de Guevara, hermano y heredero de Carlos de Guevara, muerto en el real de Málaga, una carta ejecutoria sobre la heredad de Morata y sus rentas. - Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 148801, 96.

  • Archivo General de Simancas, Patronato Real. Leg. 1, fol. 105, D,III 237.

  • Secuestro de los bienes de Vasco de Contreras, prisionero en la Corte. Archivo General de Simancas. RGS , LEG 147911,58. 

  • Devolución a Vasco de Contreras de bienes tomados mientras estuvo preso Archivo General de Simancas. RGS LE,148004, 110.

  • Desembargo de bienes de Vasco de Contreras. Archivo General de Simancas. RGS LEG 148003, 430. 

  • Los Contreras y el castillo de Casasola. Marqués de Lozoya. Boletín de la Asociación Española de Amigos de los Castillos. Nº 42. Año XI-Tercer trimestre. Madrid, 1963.

  • Realistas y comuneros en Madrid en los años 1520 y 1521. Introducción al estudio de su perfil sociopolítico. Diago Hernando, Máximo. Tomo XLV del Anales del Instituto de Estudios Madrileños, Instituto de Historia del CSIC. Madrid, 2005.

  • Archivo General de Simancas. Patronato Real. Leg 1. Fol 105, D,III 237). 

  • Contribución al estudio de las economías nobiliarias en Castilla: los condados de Puñonrostro y Barajas durante el reinado de Felipe II. Hernanz Elvira, José Luis. Equipo Madrid de Estudios Históricos, Universidad Autónoma de Madrid.Congreso Internacional Felipe II, Europa dividida, la monarquía católica de Felipe II. Madrid, 1998.

  • Archivo Histórico de la Nobleza, BAENA, C-222, D.67-74.

  • Morata de Tajuña, según el Catastro de Ensenada-Miranzo Sánchez-Bravo, Agustín. Bubok. Madrid, 2011.

  • Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. T.6179, f. 241r-302r.

  • Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y respuestas generales. Bienes de Eclesiásticos. H 408 y H. 410.

  • Archivo Histórico Nacional (Sección Nobleza.) BAENA, C.361, D.93-108.

  • Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, tomo 5993, fol 525 r-556 v.

  • Arroyo Martín, Francisco. Poder y nobleza en la primera mitad del siglo XVII: el I marqués de Leganés. Universidad Carlos III-Departamento de Humanidades: Historia, Geografía y Arte. Getafe, 2012.

  • Real Audiencia y Chancillería de Valladolid. Pleitos civiles, Fernando Alonso (F) Caja 571, 1.

  • Chinchón. Viñas Rey, Simón. Biblioteca de la Provincia de Madrid. Crónica General de sus pueblos. Tomo VIII. Diputación Provincial de Madrid. Madrid, 1890.

  • Chinchón. Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.

  • Periódicos y publicaciones citados en el texto.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario