jueves, 7 de diciembre de 2023

Los Arias Dávila, una familia de la nobleza con intereses en Morata (III)

Durante la Guerra de las Comunidades vecinos de Morata se enfrentaron a juan Arias Dávila
En 1523 se concedió a la familia el título del condado de Puñonrostro y la familia adquirió el castillo de Casasola 

La familia Arias Dávila, asentada en el Bajo Tajuña desde mediados del siglo XV, vio como la Guerra de las Comunidades, iniciada en la segunda década del siglo XVI, sirvió para que el linaje iniciado por Diego Arias Dávila acrecentase su poder y su influencia en la comarca. Juan Arias Dávila, alineado en las filas del emperador Carlos I, a la postre vencedor del conflicto frente a las ciudades castellanas y los comuneros, consiguió para él mismo y para sus sucesores que se le otorgase el condado de Puñonrostro. Durante la Guerra de las Comunidades, Juan Arias Dávila se enfrentó a los vecinos y concejos de la comarca, favorables a los comuneros. En esos mismos años, en 1523, el flamante conde de Puñonrostro consiguió la propiedad definitiva del castillo de Casasola, la fortaleza levantada junto a las orillas del Tajuña por los Contreras, también originarios de Segovia y rivales tradicionales de los Arias Dávila en la comarca.


Este enfrentamiento entre los Contreras y los Arias Dávila que en 1523 se materializó en el cambio de propiedad del castillo de Casasola, ya se había hecho patente desde el siglo XV cuando ambas familias, procedentes de la ciudad de Segovia, eligieron bando en el conflicto por la sucesión de Enrique IV. Este conflicto tuvo sus consecuencias, más o menos directas, en la comarca.

Los Contreras, con Vasco de Contreras al frente, optaron por Juana la Beltraneja en el conflicto dinástico frente a la futura reina Isabel I de Castilla. Los Arias Dávila, por el contrario, siempre muy cuidadosos de sus alianzas, oscilaron en sus apoyos entre los los bandos enfrentados pero finalmente se decantaron por Isabel. Vasco de Contreras, hijo y sucesor de Juan de Contreras, el constructor del castillo de Casasola, no dudó en estos años en asaltar el castillo de Perales, propiedad del arzobispado toledano, sede ocupada en esos años por Alonso Carrillo, partidario de Isabel. 

Esta toma de partido por el bando perdedor acarreó a los Contreras duras represalias por parte de la ya reina Isabel I de Castilla. Aparte del ingreso en la cárcel de Corte del propio Vasco de Contreras, se decretó el embargo de los cuantiosos bienes familiares, entre ellos los localizados en el entorno del castillo de Casasola. Como añadido, en una de esas jugadas caprichosas del destino, la reina decidió que como administrador de estos bienes de los Contreras se nombrase a Pedro Arias Dávila. De nuevo, el acierto en la elección de bando tuvo su recompensa y el heredero del linaje Arias Dávila controló el patrimonio de los Contreras hasta que en 1480 la reina levantó el castigo y devolvió a Vasco de Contreras sus bienes.


Ejecución de los comuneros. (Antonio Gisbert, 1860).

La guerra de las Comunidades en la comarca y los Arias Davila

Un nuevo conflicto desencadenado en 1520 en la Corona de Castilla determinó, otra vez para bien, el futuro de los Arias Dávila. En este caso fue la denominada guerra de las Comunidades la que significó un nuevo hito para la familia de origen segoviano asentada en la comarca del Bajo Tajuña. Cuando las ciudades se levantaron frente al emperador Carlos I, la nobleza titulada, como en tantas otras ocasiones, tomó partido. Juan Arias Dávila, nieto del Diego Arias Dávila, una vez más, acertó a la hora de elegir bando y se decantó por la causa imperial frente a los comuneros de las ciudades castellanas, con su consiguiente recompensa al final del conflicto.

Pero antes de que Carlos I premiase la lealtad de Juan Arias Dávila y familia, diversos acontecimientos relacionados con la Guerra de las Comunidades*, se vivieron en la comarca con protagonismo para el futuro conde de Puñonrostro. Y es que durante el desarrollo del conflicto los concejos de la comarca no permanecieron ajenos al enfrentamiento y, en su mayoría, se decantaron por las ideas comuneras, lo que no dejó de acarrear sus consecuencias cuando finalizaron las hostilidades. 

En uno de los incidentes acaecidos durante la guerra de las Comunidades, Pedro Arias Dávila, hermano menor del titular del mayorazgo, se encontraba en medio de una misión en favor de Carlos I en Madrid cuando se vio obligado a huir acosado por los comuneros durante su estancia en el monasterio de San Jerónimo. Según relata Máximo Diago Hernando, en su trabajo sobre los Realistas y comuneros en Madrid en 1520 y 1521, Pedro Arias Dávila, que también tenía previsto entrevistarse con el capitán general de las tropas realistas en la meseta sur, se vio forzado a huir con dirección a la villa de Ocaña. Juan Negrete y Gregorio del Castillo, dirigentes comuneros madrileños, dieron la orden de perseguir a Pedro Arias Dávila. 

Esta orden de los líderes comuneros llegó hasta las villas de Morata y de Arganda donde algunos vecinos, favorables a los comuneros, se apoderaron de cuatro mulas y un caballo del séquito de Arias Dávila. Además, morateños y argandeños lograron detener a los criados que acompañaban a Pedro Arias Dávila, pero no así a éste. Finalmente, los dirigentes comuneros desplazados a Arganda y Morata desde Madrid se hicieron cargo de los animales requisados y de los criados detenidos.

Con el triunfo de Carlos I se impuso su política ante las ideas reformistas de los comuneros. La comarca del Bajo Tajuña y sus concejos, por influencia del arzobispo Acuña, se había decantado por los comuneros. El administrador del arzobispado, Francisco de Mendoza, así lo había manifestado en un documento conservado en el Archivo General de Simancas al manifestar todos los pueblos del arzobispado están en comunidad (Archivo General de Simancas. Patronato Real. LEG1. Fol 105, D,III 237). Los condes de Chinchón, al contrario que los pueblos de la comarca, apoyaron a Carlos I y fueron indemnizados por los concejos** por los daños ocurridos en sus bienes.

Los Arias Dávila también obtuvieron su recompensa por su apoyo al emperador y rey de España. El 24 de abril de 1523 Juan Arias Dávila, titular del mayorazgo, era recompensado por su papel en la Guerra de las Comunidades con la concesión del condado de Puñonrostro. Ese mismo año, María de Contreras, la nieta de Juan de Contreras El Viejo, constructor del castillo de Casasola, vendía a Juan Arias Dávila, ya I conde de Puñonrostro, el castillo de Casasola, fortaleza que permanecería en la familia hasta el siglo XIX. 

A partir de entonces, este castillo se convertiría en el epicentro del poder de este linaje de la nobleza y los Arias Dávila se asentaban definitivamente en la comarca donde tenían importantes intereses económicos. Según un estudio realizado por José Luis Hernanz Elvira (Equipo Madrid de Estudios Históricos de la Universidad Autónoma de Madrid), los ingresos generados al conde de Puñonrostro en 1597 por sus posesiones en el entorno de Casasola/Chinchón ascendía a 2.490.505 maravedíes. La próxima semana analizaremos cómo algunos de estos bienes localizados en Morata pasaron a pertenecer al marques de Leganés cuando Diego Mexía Felípez de Guzmán adquirió el señorío de la villa y construyó su palacio. 



* Este incidente que reseñamos en el que morateños y argandeños asaltaron a los criados de Pedro Arias Dávila y se hicieron con sus mulas además de detenerlos no fue el único ocurrido en la comarca durante la Guerra de las Comunidades. El castillo de Chinchón propiedad de Fernando Cabrera y Bobadilla, conde de Chinchón y también aliado en el bando de Carlos I durante la Guerra de las Comunidades, sufrió importantes daños durante el conflicto. Los segovianos aún no habían olvidado que la villa de Chinchón había sido segregada de su Ciudad para crear el condado y se vengaron ocasionando distintos destrozos en la fortaleza.

** Acabado el enfrentamiento y fallecido el primer conde de Chinchón, sus herederos reclamaron la correspondiente indemnización por los daños ocasionados en la fortaleza de su propiedad. Tras un largo pleito planteado ante la Real Chancillería de Valladolid los pueblos de la comarca fueron condenados a abonar a los titulares del condado de Chinchón la cantidad de 9.818.441 maravedíes. Desconocemos si Morata fue obligada a indemnizar a los Cabrera, titulares del condado, por los hechos sucedidos durante la Guerra de las Comunidades, pero Chinchón, por ejemplo, debió indemnizarles con 500.000 maravedíes , Colmenar de Oreja con 185.000 maravedíes y San Martín de la Vega con 189.000 maravedíes.

Fuentes y bibliografía:

  • Documentación Trastámara en el Archivo Municipal de Chinchón. Ávila Seoane, Nicolas. Paseo documental por el Madrid de antaño. Universidad Complutense de Madrid.

  • Linaje y transición histórica: los Arias Dávila entre el medievo y la modernidad. Contreras Jiménez, María Eugenia. Memoria para optar al grado de doctor. Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Geografía e Historia. Departamento de Historia Medieval. Madrid, 2018.

  • Escrituras de partición de los bienes de Diego Arias Ávila, contador mayor del rey y de su Consejo Real, hecha entre sus hijos Juan Arias Ávila, [obispo de Segovia], y su hermana Isabel Arias, ésta última con autorización de su marido, Gómez González de la Hoz, regidor de Segovia. Archivo Histórico de la Nobleza, OSUNA, C.97, D.6-8

  • La premiere versión castillane du testament de Don Juan Arias Davila, eveque de Segovie. Le Flem, Jean Paul. Estudios segovianos. Centro de Estudios sobre Lope de Vega. Real Academia dse Historia y Arte de San Quirce. Vol 22, nº64. Segovia, 1970.

  • Ejecutoria del pleito litigado por Juan de Contreras con Pedro Arias Dávila, vecino de Segovia, sobre la división de ciertos bienes y heredades - Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, REGISTRO DE EJECUTORIAS, CAJA 9, 16.

  • Licencia y consentimiento dado por Juan Arias Dávila, obispo de Segovia, a diego Aris Dávila para que pueda nombrar jueces árbitros en los pleitos y cuestiones con el arzobispado de Toledo, María Valdés y Carlos de Guevara, su hijo sobre la heredad de Morata. Turégano, 9 de enero de 1480. Archivo de los condes de Puñonrostro. 94-15. (Este documento se mostró en la exposición El sinodal de Aguilafuente y la primera imprenta española celebrada en la localidad segoviana de Aguilafuente en el año 2017). 

  • Poder a Francisco de Gamarra para arrendar la heredad de Morata en pleito. Archivo General de Simancas, RGS. LEG, 148312, 86.

  • Ordenando a Juan Arias de Avila, 'cuyo es Torrejón de Velasco', acuda a Fernando de Gamarra, contino, con los frutos y rentas de la heredad de Morata sobre la que tiene pleito con D. María de Valdés y D. Carlos, su hijo. Archivo General de Simancas, RGS. LEG, 148304, 16.

  • [Orden] Para que se guarde y ejecute a favor de D. Beltrán de Guevara, hermano y heredero de Carlos de Guevara, muerto en el real de Málaga, una carta ejecutoria sobre la heredad de Morata y sus rentas. - Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 148801, 96.

  • Archivo General de Simancas, Patronato Real. Leg 1, fol. 105, D,III 237.

  • Secuestro de los bienes de Vasco de Contreras, prisionero en la Corte. Archivo General de Simancas. RGS , LEG 147911,58. 

  • Devolución a Vasco de Contreras de bienes tomados mientras estuvo preso Archivo General de Simancas. RGS LE,148004, 110.

  • Desembargo de bienes de Vasco de Contreras. Archivo General de Simancas. RGS LEG 148003, 430. 

  • Los Contreras y el castillo de Casasola. Marqués de Lozoya. Boletín de la Asociación Española de Amigos de los Castillos. Nº 42. Año XI-Tercer trimestre. Madrid, 1963.

  • Realistas y comuneros en Madrid en los años 1520 y 1521. Introducción al estudio de su perfil sociopolítico. Diago Hernando, Máximo. Tomo XLV del Anales del Instituto de Estudios Madrileños, Instituto de Historia del CSIC. Madrid, 2005.

  • Archivo General de Simancas. Patronato Real. LEG1. Fol 105, D,III 237). 

  • Contribución al estudio de las economías nobiliarias en Castilla: los condados de Puñonrostro y Barajas durante el reinado de Felipe II. Hernanz Elvira, José Luis. Equipo Madrid de Estudios Históricos, Universidad Autónoma de Madrid.Congreso Internacional Felipe II, Europa dividida, la monarquía católica de Felipe II. Madrid, 1998.



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