Desamortización de los bienes de los jesuitas
La desamortización y venta de los bienes adscritos al convento de los
dominicos, al convento de Santo Tomás, al cabildo parroquial y a la fábrica de
la iglesia, que hemos analizado en post anteriores, afectaron a las entidades
religiosas y de la Iglesia que acumulaban un patrimonio más importante en
Morata, especialmente en el caso de los frailes del Rosario.
Como ya se apuntó, el estado eclesiástico poseía
cuando se iniciaron las desamortizaciones alrededor del 10 por ciento de las
tierras de labor, tanto de secano como de regadío, que se cultivaban en Morata
(223 hectáreas del total de 2.226 hectáreas cultivables del término municipal).
A estas cifras había que sumar las propiedades urbanas y los censos a su favor,
también afectados por el proceso desamortizador, e incluso los diezmos, que
también fueron suprimidos en este periodo histórico.
Aunque resulta difícil acceder a toda la
documentación de las desamortizaciones que afectaron al estado eclesiástico con
bienes en Morata en su conjunto, sí que es posible analizar cómo se enajenaron algunos
de los bienes de otras entidades e instituciones religiosas radicadas en la
villa.
Por orden cronológico, aunque no por la importancia de
su patrimonio, fue la orden de los jesuitas la primera afectada por la
desamortización en Morata. A mediados del siglo XVIII, antes de que se aprobara
el decreto de expulsión y confiscación de sus bienes, los jesuitas eran
titulares, a través del Colegio Imperial, de un mediano patrimonio de fincas
rústicas, especialmente olivares. Según la documentación catastral de 1751 los
bienes de los jesuitas en Morata sumaban 3 fanegas de secano en Los
Aulagares
y 63 fanegas de olivares de distinta calidad y en varios parajes del término
municipal (Fuente del Valle, Los Rosales, Camino de Alcalá, El Pino, La
Cantarera…),
con un total de 1.436 olivas. La gestión y labranza de estas fincas rústicas
dependía de la casa de labor que la orden poseía en Arganda para controlar el
patrimonio del Colegio Imperial en la comarca, que reunía en pueblos del
partido de Alcalá como el mismo Arganda, Morata, Paracuellos, Campo Real y
otros municipios alrededor de 1.397 fanegas de tierra de labor. Esta casa de
los jesuitas en Arganda disponía de lagares y molinos de aceite para explotar
sus bienes.
El decreto de expulsión y supresión de la Compañía
de Jesús (1767) significó que el patrimonio de los jesuitas en Morata pasara a
depender de las llamadas temporalidades, una entidad encargada de administrar y
también vender los ingentes bienes de la orden religiosa no sólo en España sino
también en América. En el caso de los olivares de Morata serían las
temporalidades las encargadas de enajenar este patrimonio, del que no se tiene
noticia documental cuando en 1815 Fernando VII decidió permitir el regreso de
los jesuitas y la devolución de los bienes que se les habían incautado. En
cualquier caso, en el supuesto de que las fincas rústicas no se hubieran
enajenado antes de la vuelta de la Compañía de Jesús, las leyes
desamortizadoras de los años siguientes habrían significado la venta de las
mismas.
Colegio Imperial de Madrid, propietario de varios olivares desamortizados en Morata
Desamortización de los bienes de obras pías
Por otra parte, las llamadas obras pías, denominación que engloba una
serie de instituciones y figuras jurídicas de la Iglesia (cofradías, memorias,
patronatos religiosos…) también se vieron afectadas por los primeros decretos y
leyes desamortizadoras. El 19 de septiembre de 1798, Carlos IV emitía un Real
Decreto que afectaba directamente a estas instituciones:
Continuando en
procurar por todos los medios posibles el bien de mis amados vasallos en medio
de las urgencias presentes de la Corona (…):
He resuelto,
después de un maduro examen, se enajenen todos los bienes raíces pertenecientes
a hospitales, hospicios, casas de misericordia, de reclusión y de expósitos,
cofradías, memorias, obras pías y patronatos de legos, poniéndose los
productos de estas ventas, así como los capitales de censos que se redimiesen
pertenecientes a estos establecimientos y fundaciones, en mi Real Caja de
amortización bajo el interés anual de tres por ciento (…).
La aplicación de este decreto fue el inicio de
la desamortización de estas instituciones que, en el caso de Morata, eran muy
numerosas, aunque también es cierto que, en el caso de algunas de ellas, con un
patrimonio muy reducido.
Hemos localizado algún anuncio en boletines
oficiales donde se hace referencia a distintos remates de las subastas que
afectaron a los bienes de estos establecimientos píos. A pesar de que no nos consta
a qué instituciones concretas afectaron estas subastas, citaremos los que se
publicaron en distintas fechas del año 1806: el 22 de julio, el 4 de agosto, el
3 y el 15 de octubre. En el anuncio que se público el 15 de octubre se incluía el
remate de algunos bienes de estas instituciones:
Se halla hecha postura en 12.223 rs. 18 mrs. y 2 tercios de otro a
pagar en metálico, a cuatro tierras propias de las memorias que poseen los
señores cura y beneficiados de la Parroquia de Santiago el Real, de esta Corte,
y se anunciaron en el diario de 14 de septiembre, sitas en término de la villa
de Morata, tasadas en 18.185 reales y 11 mrs. Quien quisiere mejorarla comparezca a ejecutarlo
ante el Sr. D. Torcuato Antonio Collado (… y señalado su remate para el día 13 del presente mes de
octubre (…). (Diario de
Madrid, 15 de octubre de
1806).
En efecto, la parroquia de Santiago poseía en Morata cuatro fincas –tres
de regadío y una de secano, en los parajes de El Torno, la Vega de Enmedio, las Tierras Largas y Valdepeñosillo, que sumaban 6 fanegas y dos celemines y que
serían las afectadas por la subasta de la que se informaba en el boletín
oficial.
La vigencia del decreto de Carlos IV se mantuvo en el tiempo y, al año
siguiente, el Diario de Madrid publicaba otro anuncio de subasta de bienes pertenecientes a obras pías
con propiedades en Morata:
(…) está señalado por el
Comisionado real el día 25, desde la citada hora de las diez de la mañana hasta
la una de su tarde, en dicha sala de Ayuntamiento, para el primer remate y el
de cuarta de diferentes finas de establecimientos píos, consistentes en
términos de la ciudad de Alcalá de Henares, villas de Bayona de Tajuña,
Valdemoro, Ambite, Morata (…). (Diario
de Madrid, 17 de junio de
1807).
Después de estas fechas de comienzos del siglo XIX, la desamortización
de los bienes de instituciones eclesiásticas continúo en un proceso
extraordinariamente largo en el tiempo (las últimas enajenaciones que se han
podido documentar llegan al menos hasta el año 1856) que sufrió parones o
impulsos en función del momento político que vivía España. A modo de ejemplo,
podemos citar varias subastas que afectaron a las obras pías y bienes adscritos
también a distintos conventos de órdenes religiosas con bienes patrimoniales en
Morata (en negrita, las instituciones afectadas):
·
(…) Asimismo se venden de 800 a 1.000
pies de olivo en el término de Morata, y 17 fanegas y media de tierra de
excelente calidad en el de Leganés todo propio del convento de Atocha. La persona o personas
que quisieren comprar todas o algunas de las expresadas fincas, podrán tratar
de ajuste con el P. procurador del dicho convento. (Diario de Madrid, 19 de mayo de 1815)
·
Monjas
Franciscas de Alcalá de Henares. En 1836 salen a subasta dos pedazos de tierra en
cañamar con tres fanegas, tasadas en 5.650 reales y que llevaba en
arrendamiento Estanislao Salcedo. Se adjudicaron en 6.000 reales en 1837 aunque
en la documentación no consta el comprador. Esta congregación religiosa también
era propietaria de cinco parcelas en la vega, situadas en los parajes de Valdelaosa
y Las
Peñas, con
una extensión total de 6 fanegas y 9 celemines que se tasaron en 7.700 reales,
aunque no consta ni el adjudicatario ni el precio final de la subasta.
·
Anuncio
de los bienes a subastar el día 19 de mayo, entre los que se incluía un olivar
en el término de Morata, con 52 olivos, perteneciente a las monjas dominicas
de Santa Catalina de Siena de Alcalá de Henares y tasado en 1.900 reales de vellón. (Boletín
Oficial de la provincia de Cáceres, 12 de mayo de 1837). El olivar estaba arrendado al
vecino de Morata Pedro Conde y fue adjudicado a Joaquín Vasconi en 2.000
reales.
·
Ventas
de Bienes Nacionales. Relación de las fincas nacionales que han sido rematadas,
con expresión de su procedencia y valor en tasación. Agustinos Recoletos en Arganda, una
hacienda que se compone de casa con sus oficinas correspondientes 61.045 cepas
vivas y 8.659 marras, 944 olivos y 134 fanegas y 3 celemines de tierra en el
término de dicha villa y la de Morata, tasadas en 152.371 reales y rematadas en
482.000 reales.
(Boletín Oficial de Segovia, 20 de marzo de 1838). (Este convento con casa de
labor en Arganda poseía en el año 1751 en Morata los siguientes bienes: 16
fanegas de olivares, en la Fuente del Valle, Raya de Arganda y La Calera, que sumaban 472 olivas.
Además, la hacienda tenía una carga de 19 misas rezadas y un sermón el viernes
santo).
·
Fincas
rústicas que en término de la villa de Morata pertenecieron a la iglesia de
Corpa. Cuatro
fanegas y media de regadío, (en los parajes de El Cardón, Los Baños, Las
Huertas, Las Cepas y el reguerón de La Campana) que salieron a subasta por un importe de
12.390 reales y que se adjudicaron en
14.132 reales a más de 3.000 reales por fanega un precio más elevado que
el que se alcanzó en otras subastas. No consta comprador o compradores.
La última subasta de bienes de instituciones
religiosas en Morata que hemos localizado tuvo lugar en 1858, ya al amparo de
la ley Madoz. Eran los últimos coletazos de un proceso que se inicio con la
venta de los bienes de los jesuitas en el siglo XVIII y que finalizó bien
avanzado el siglo XIX. Se trataba de una única finca de labor, perteneciente a
la capellanía que fundó José Rodríguez:
Por disposición de la administración principal de
propiedades y derechos del Estado en esta provincia, salen a pública subasta
las fincas rústicas siguientes:
Tierra en término de Morata, procedente de la capellanía
de José Rodríguez, tipo 70 reales anuales. Las subastas tendrán efecto el día 20 del
corriente, ante los señores alcaldes, procurador síndico y escribano de los
respectivos pueblos donde radican las fincas, y los pliegos de condiciones se
hallarán en la subalterna de Chinchón, sita en Villarejo de Salvanés. Madrid, 7
de junio de 1858. (Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, 10 de junio de 1858).
Desamortización de censos y abolición de los
diezmos
Al margen de las enajenaciones de bienes rústicos
pertenecientes a establecimientos eclesiásticos, las leyes desamortizadoras del
siglo XIX también afectaron a los censos (créditos) que pertenecían a estas
instituciones. En el caso de Morata, en 1751 se registraron varios censos, la
mayor parte de ellos al 3 por ciento de interés, que anualmente rentaban a sus beneficiarios
3.814 reales. Hemos encontrado distintos anuncios de subastas de estos créditos
que, como en el caso de los bienes inmuebles en manos de las instituciones
religiosas, salieron al mercado en sucesivos años:
·
Enajenación
de bienes eclesiásticos a que se refiere el último concordato, articulo 35,
censos en poder de instituciones religiosas que se rematan en Morata de las
monjas de Santa Clara de Colmenar de Oreja, un censo contra
herederos de Juan de Cuevas de 4.400 reales de principal y 132 reales de
intereses. Otro censo del mismo importe e intereses a nombre de José Robledo. (Diario de Avisos de
Madrid,
diciembre de 1851).
·
(…)
se sacan a la venta un censo contra Ángel Martín Sotomayor, de las monjas de
Santa Clara de Chinchón, por un importe de 4.000 reales de principal y
100 de intereses sobre fincas en el término de Morata. (Boletín Oficial de
Madrid, 9
de mayo de 1854).
·
(…)
Enajenación de bienes eclesiásticos a que se refiere el último concordato,
articulo 35, censos en poder de instituciones religiosas sobre un censo del conde
de Altamira y sus posesiones por un importe de 52.040 reales y unos intereses
de 1.561 reales de vellón. Uno de estos censos pertenecían a las monjas de Santa Clara de
Colmenar sobre bienes del conde en Morata. (Boletín Oficial de Madrid, 10 de mayo de 1854).
Fuentes y bibliografía:
· Archivo
Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros
maestros y respuestas generales. Bienes de Eclesiásticos. H 408 y H. 410.
· Textos legales
de las desamortizaciones eclesiásticas españolas y con ellas relacionados F.
Javier Campos y Fernández de Sevilla. OSA. Estudios Superiores del Escorial.
·
Publicaciones y periódicos citados en el texto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario