Finca de recreo de los Altamira
La
posesión de este bosque, situado a escasa distancia del palacio de
los Altamira, facilitó su uso como lugar de recreo para los
propietarios del señorío de Morata. Al margen de la explotación
agrícola de los olivares localizados entre sus límites y el
aprovechamiento de otros recursos como el esparto, las leñas y, por
supuesto, el agua de su manantiales, existe constancia documental de
que los Altamira también utilizaban El
Bosque, al menos, como coto
de caza para ellos mismos y para otros miembros nobleza que acudían
a Morata. En un documento del siglo XVIII, del que ya hemos hablado
en el blog, figuran los gastos realizados en El
Bosque por la servidumbre
de los Altamira en los días previos a la llegada a Morata de los
condes de Oñate invitados por sus familiares:
Por
los peones que se ocuparon de hacer [arreglar] el camino del bosque,
el de la cuesta para la villa de Campo y Camino de Aranjuez,
importaron todos ellos novecientos diez reales.
(Sección Nobleza del Archivo
Histórico Nacional, BAENA, C.222, D.41-42).
Parece
claro que la intención de los anfitriones de los condes de Oñate
era visitar y disfrutar de El
Bosque, seguramente en
jornadas de caza, puesto que este uso cinegético consta en numerosos
documentos, en este caso del siglo XIX. En 1852, el Diario
Oficial de Avisos de Madrid
publicaba el siguiente anuncio:
Se
arrienda la caza del Bosque que posee el Excmo. Señor conde de
Altamira, en término de la villa de Morata, bajo las condiciones que
estarán de manifiesto en la contaduría de S. E. y en la
administración de dicho señor, en la expresada villa, hasta el día
31 del corriente, en que se adjudicará al sujeto que mejor
proposición hubiese hecho, advirtiéndose que el mencionado bosque
está a poco más de un cuarto de legua de la carretera del Las
Cabrillas entre Arganda y Perales, por la cual pasan diariamente las
diligencias de Valencia y Tarancón, habiendo otra también
establecida en Arganda que conduce pasajeros de esta corte los lunes
y sábados (…). (Diario
Oficial de Avisos de Madrid,
24 de enero de 1852).
Unos
años después, en 1856, se vuelven a subastar los derechos de caza
de El Bosque:
Se
arrienda en pública subasta y por dos meses, la caza del bosque de
Morata de Tajuña, perteneciente al Excmo. Sr. Conde de Altamira,
cuyo doble remate se ha de celebrar el día 15 del corriente, a las
diez de la mañana, en la administración de aquella villa y en la
contaduría de dicho Excmo. Sr. Conde de Altamira, hallándose de
manifiesto en ambas dependencias el pliego de condiciones, bajo las
cuales ha de tener efecto este remate. (Diario Oficial de Avisos de
Madrid,
12 de junio de 1856).
Que
El Bosque
de los Altamira se utilizaba como coto de caza también se corrobora
con un edicto, este publicado en la Gaceta
de Madrid, en el que se
anunciaba la celebración de un juicio contra un cazador furtivo:
Hago
saber que habiéndose devuelto a esta Tenencia de Alcaldía para la
celebración del correspondiente juicio de faltas las diligencias
instruidas contra Ildefonso Rivas Gómez por cazar con hurón en el
bosque perteneciente a la testamentaria del Excmo. Señor conde de
Altamira, e ignorándose su actual paradero, se le requiere y cita
por medio del presente edicto para que en el día 10 de octubre, y
hora de las diez de la mañana, se presente en esta tenencia de
Alcaldía para celebrar el indicado juicio de faltas. Francisco
Estévez [segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Morata]
(…). (Gaceta
de Madrid, 29 de septiembre
de 1867).
Pero
no era sólo el arriendo del coto de caza lo que proporcionaba
ingresos a la Casa de Altamira en Morata en esos años de mediados
del siglo XIX, cuando la familia ya había vendido una gran parte de
sus propiedades en la villa. Como ya se ha señalado, el
aprovechamiento de los olivares que formaban parte de El
Bosque era una de las ya
por entonces escasas fuentes de ingresos de los Altamira en Morata.
En el año 1839, en el mes de julio, el administrador de los bienes
del conde de Altamira, Pablo Martínez Toledano, remite a la
administración central de la Casa de Altamira en Madrid, el estado
de las cuentas de ingresos y gastos. Entre estos ingresos incluye los
procedentes de las ventas del aceite procedente de la molturación de
las aceitunas de los olivares de El
Bosque y en los gastos los
derivados del cultivo de los citados olivares:
Administrador
de rentas del Excmo. Señor conde Altamira en la villa de Morata
Remito
a usted los estados mensuales de abril, mayo y junio por los cuales
podrá enterarse del que tiene esta administración y al mismo tiempo
de que tengo hechas las labores en los olivares, y asimismo de que se
ha vendido el aceite claro de Yema y remolido con la mayor estimación
posible, prometiéndome hacerlo también de los demás pues los
turbios de yema a pesar de que regularmente se venden al precio de
hoja, que siempre es la mitad de lo que vale el claro de yema,
vendido a lo menudo, viene a salir a casa libre de cargas a 42 reales
y el de hoja a 30 reales y eso que el postor y los demás cosecheros
en vista de la mediana cosecha que se presenta han bajado también el
precio del claro de yema a 16 cuartos libra.
(Archivo Histórico Nacional-Sección Nobleza-BAENA, C-354,
D-453-464).
El Bosque en una imagen aérea del año 1946
Además
de los olivares y la caza, El
Bosque
disponía de otros recursos que la Casa de Altamira no dejó de
explotar mientras que esta finca se mantuvo en su propiedad. El
esparto y la leña eran algunos de estos recursos que los
administradores de los condes de Altamira en Morata sacaban
anualmente a subasta. Hay varios ejemplos de estas subastas en las
publicaciones oficiales del siglo XIX, también en las posesiones de
los Altamira en Perales:
AL
PÚBLICO.- Se venden en pública subasta las leñas del bosque
titulado de Perales, propio del Excmo. Conde de Altamira que lleva en
arrendamiento el Excmo. Señor conde de Sástago, cuyo remate
verificará el apoderado de este último Sr. Excmo. en la casa que
habita en esta villa de Morata, y plazuela llamada de Espinardo, el
día 8 del corriente, de once a doce de la mañana, bajo las
condiciones que se manifestarán a los licitadores en el acto del
remate, advirtiéndose que no será admitida postura que no cubra la
cantidad de 7.000 reales. Morata, 1º de diciembre de 1846. José
González. (Diario de Avisos de Madrid,
7 de diciembre de 1846).
Unos
años después también se publica la subasta para el arriendo del
esparto de El Bosque de Morata:
ARRIENDO
DE ESPARTO.-Se arrienda en pública subasta y por el tiempo preciso
para su recolección el esparto del bosque de Morata de Tajuña,
perteneciente al Excmo. Sr. conde de Altamira, cuyo doble remate se
ha de celebrar el día 22 del corriente en la casa administración de
aquella villa, y en la contaduría de dicho Excmo. Señor conde de
Altamira, hallándose de manifiesto en ambas dependencias el pliego
de condiciones bajo las cuales ha de tener efecto este remate.
(Diario
Oficial de Avisos de Madrid, 2 de
junio de 1856).
Para
la vigilancia de estos bienes, la Casa de Altamira había levantado
una casa, en la zona sur de El
Bosque,
en las proximidades del casco urbano y junto al propio molino
aceitero, que era habitada por un guarda, encargado de proteger la
caza, la leña y los otros recursos con los que contaba la finca.
Según el documento del Archivo Histórico Nacional, al que ya nos
hemos referido, entre los gastos de la Casa de Altamira en Morata se
incluían los correspondientes al pago del salario del responsable de
la guardería:
(…)
Por el salario del guarda del bosque Salvador García en todo este
mes a razón de 4 reales diarios 124 reales. (Archivo
Histórico Nacional-Sección Nobleza-BAENA, C-354, D-453-464).
Fuentes
y bibliografía:
- Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y respuestas generales de Morata de Tajuña. Bienes de Eclesiásticos. H 408 y H. 410.
- Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio-Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999.
- Morata de Tajuña, según el Catastro de Ensenada-Miranzo Sánchez-Bravo, Agustín-Bubok, 2011.
- Archivo Histórico Nacional-Sección Nobleza-BAENA, C.222, D-41-42.
- Archivo Histórico Nacional-Sección Nobleza-BAENA, C-354, D-453-464.
- Publicaciones y periódicos citados en el texto.
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