La venta de El Bosque
El
Bosque
fue uno de los bienes que más tiempo permaneció en el patrimonio de
la Casa de Altamira en Morata. Acuciados por las deudas, los
titulares del señorío ya habían vendido algunas de sus posesiones
más emblemáticas, como el molino de la Huerta de Angulo, a
comienzos del siglo XIX, en torno a 1820, y también muchos de los
cuadros que colgaban de las paredes del palacio condal.
En
el caso de El
Bosque,
en el año 1876 se anunciaba su subasta, junto a otras propiedades
del conde de Altamira que aún permanecían en el patrimonio
familiar. El edicto de la subasta nos permite conocer la extensión y
los recursos agrarios de esta propiedad de los Altamira:
D.
Luis Rubio y Cadena, juez de primera instancia del distrito de la
Universidad de esta Corte.
Hago
saber que en virtud de providencia dictada por mí a testimonio del
Escribano D. Manuel Viejo, en autos ejecutivos que siguen los Excmos.
Señores D. Francisco Caballero y Rozas, marqués viudo del Villar, y
su hermano el Excmo. Sr. Andrés Caballero y Rozas, con la
testamentaria del Excmo. Sr. Conde de Altamira sobre pago de pesetas,
se sacan a la venta en pública subasta varios bienes inmuebles,
sitos en término de Morata y Perales de Tajuña, partido judicial de
Chinchón, provincia de Madrid, por el precio en que han sido
retasados, a saber:
Un
bosque en término de Morata, como de 242 fanegas de terreno,
del marco de 300 estadales fanega, lindante a Norte, olivar de dicho
señor Conde; Levante, camino de la villa de Campo, y Mediodía
tierra del mismo Señor Conde, está retasado en la forma siguiente:
Las
242 fanegas de terreno, en pesetas 9.680.
El
vuelo de sus leñas, en 968 pesetas.
Cincuenta
y seis encinas, en 224 pesetas.
Ochenta
y cinco almendros en 127 pesetas 50 céntimos.
Mil
doscientas cuarenta y dos olivas en 4.347 pesetas.
La
alameda negral dentro del referido bosque en 3.500 pesetas.
Una
casa en el bosque, a la parte posterior de la población de Morata,
nº 14 del Norte, con fachada al Mediodía, lindando por todos los
lados con el bosque de que se trata, en 574 pesetas.
Y
la quinta parte de todo el caudal de agua que en ella existe en 1.000
pesetas. Total, 20.420,50 pesetas.
En
todo el conjunto, que no encontró comprador en esta primera subasta,
se incluía, aparte de las olivas, los almendros y otros cultivos, la
casa del guarda y el caudal de agua -valorado en 1.000 pesetas- que,
recordemos, abastecía a la huerta y a las fuentes del palacio
señorial.
Tras
no encontrar comprador, en 1889 se anunció la que sería la subasta
definitiva de los bienes de la Casa de Altamira en Morata. En esta
subasta El
Bosque
formaba parte de un lote que incluía también unas tierras y unas
alamedas en la vega:
(…)
Cuarto
lote.- Este cuarto lote se compone de las cinco fincas rústicas
siguientes, todas ellas en término jurisdiccional de la misma villa
de Morata de Tajuña:
Un
cerro
titulado El Bosque tasado en 20.800 pesetas
Una
alameda titulada de Moraleda, tasada en 310 pesetas.
Una
tierra titulada Las Cepas, de un área y cuarenta y tres centiáreas,
tasada en 30 pesetas.
Otra
tierra titulada también Las Cepas de tres áreas, setenta
centiáreas, tasada en 60 pesetas (…). (Diario Oficial de Avisos de
Madrid
del 9 de junio de 1889).
La
falta de postores obligó a un nuevo anuncio de subasta para el día
30 de noviembre de 1889 y con la misma tasación de los lotes
subastados.
En
esta subasta definitiva, convocada para saldar las deudas que la Casa
de Altamira mantenía con el marqués de Torneros –que se hizo con
el palacio como pago de los préstamos impagados-, fue en la que el
Ayuntamiento de Morata adquirió la propiedad de El
Bosque.
Al
margen de esta subasta, también se vendió en estos años el que
fuera molino aceitero del conde de Altamira que se encontraba situado
en el límite sur de El
Bosque,
junto a la alcantarilla que se construyó para dar paso al
ferrocarril. Este molino, al que ya nos hemos referido, servía para
molturar la cosecha de aceitunas de los olivares que formaban parte
de El
Bosque.
En una fecha que no hemos podido determinar fue adquirido por la
familia Corpa, Josefa, Salvadora y Ángel, que a su vez se lo
vendieron, el 14 de febrero de 1896 a Domingo Rodelgo. En la
descripción de este molino se indicaba sus características:
(…)
molino aceitero que tiene unidas una casilla y una tierra formando
todo uno, situada en extramuros de esta villa, señalada en el número
trece de orden de población, el molino y la casilla ocupan una
superficie de novecientos setenta metros cuadrados y la tierra tiene
de cabida tres celemines, equivalentes a siete áreas cuatro
centiáreas y seis decímetros, linda por poniente del bosque, sur y
oriente, camino del bosque y norte tierra de Cipriano Oliva, tiene
derecho al agua del manantial de la villa (…).
Imagen aérea de El Bosque realizada en el año 1975 en la que se aprecia el campo de fútbol
El
molino, ya propiedad de Domingo Rodelgo, sufrió serios daños a
consecuencia de una tormenta que descargó en Morata entre la 6 y las
9 de la tarde del 3 de septiembre de 1906. En las crónicas de los
periódicos de la época se detallan las consecuencias de las
inundaciones provocadas por la tormenta:
(…)
Las escasas noticias del desastre no reflejan ni mucho menos los
enormes estragos causados por la tormenta. Lo primero que se ofrece a
la vista, a la izquierda de la vía [del tren] es el molino de
aceites de D. Domingo Rodelgo, cuyos muros se hallan completamente
derruidos por la acción del agua. De la sólida cerca que circundaba
el edificio no ha quedado piedra sobre piedra, y los residuos de las
250 arrobas de aceite que en él se almacenaban corren entre los
escombros por la vertiente que forma el terreno, amen de vasijas y
otros útiles del molino que las aguas arrastraron a algunos
kilómetros de distancia
(…). (A. Rivera Aguilar, El
Imparcial,
6 de septiembre de 1906).
Con
estas ventas de El Bosque y del molino aceitero finalizó la relación
de la Casa de Altamira con Morata. Afortunadamente, una de sus
propiedades más emblemáticas, El
Bosque,
pasó al patrimonio común de todos los morateños donde aún
permanece y, actualmente, además del parque público alberga varias
instalaciones lúdicas y deportivas.
Fuentes
y bibliografía:
- Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y respuestas generales de Morata de Tajuña. Bienes de Eclesiásticos. H 408 y H. 410.
- Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio-Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999.
- Morata de Tajuña, según el Catastro de Ensenada-Miranzo Sánchez-Bravo, Agustín-Bubok, 2011.
- Archivo Histórico Nacional-Sección Nobleza-BAENA, C.222, D-41-42.
- Archivo Histórico Nacional-Sección Nobleza-BAENA, C-354, D-453-464.
- Publicaciones y periódicos citados en el texto.
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