martes, 15 de agosto de 2017

Morata en la prehistoria, primeros pobladores en el Valle del Bajo Tajuña (II)


Calcolítico 2500-2200 a. C.

Los restos arqueológicos correspondientes a este periodo y su localización muestran la tendencia de los pobladores a asentarse en las laderas de los montes y fuera de las llanuras de inundación de la vega. En este momento histórico parece que se intensifica el proceso de colonización agrícola de las tierras del Bajo Tajuña, situación que se hará evidente y profunda a medida que avancen los periodos históricos: la vega y su entorno, en definitiva, se convierte en el espacio que ocuparán los pobladores de estas tierras hasta hoy mismo.
Para este periodo histórico se documentaron durante los trabajos de prospección 58 sitios arqueológicos en los seis municipios que formaron parte del proyecto. La mayoría de estos yacimientos, 46, se sitúan en las terrazas medias de las laderas del valle o en pequeñas mesetas desde las que era posible divisar la vega. Otros yacimientos, aunque en menor número, 6, se localizan en las terrazas próximas a la zonas de inundación y otros 6 en el borde del páramo o balcones.
Esta claro que, a diferencia de los periodos anteriores (Paleolítico, Neolítico), es en el Calcolítico cuando se detecta el aumento de ocupación humana en el Valle del Tajuña, especialmente en el Calcolítico medio, periodo al que se adscriben la mayor parte de los yacimientos localizados en los trabajos de prospección.
En Morata los yacimientos asignados a este periodo se localizaron en distintos parajes del término municipal, entre ellos el del Camino de los Arrieros y el Balcón de Pilatos (estos yacimientos, ocupados desde el Calcolítico también se asignan al periodo del Hierro II y llegan incluso hasta la Edad Media).
En las prospecciones también se localizó un poblado en Valdelahiguera (aunque no se apreciaron restos constructivos) en el que se recuperaron restos cerámicos (consistentes en cerámica mano lisa) y líticos (raspadores, lascas, láminas, buriles, raederas y tallas en sílex).
 
Restos del periodo Calcolítico encontrados en el paraje de Valdelahiguera. (Fuente:
Estudio Territorial en el Valle del Tajuña (Madrid), una aproximación arqueológica. José Enrique Benito López-Departamento de Prehistoria de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 2016)

Campaniforme 2200-1800 a. C.
Los yacimientos correspondientes a este periodo se sitúan generalmente sobre terrazas y laderas de la margen izquierda del río Tajuña, aunque algunos de ellos, 3 en concreto, se sitúan junto a la vega. En estos asentamientos se localizan los llamados fondos de cabaña en los que se han recuperado restos cerámicos, industria lítica, restos de minerales y puntas de flechas metálicas.
La cultura campaniforme se asocia a pequeñas comunidades agrícolas con conocimientos de las técnicas metalúrgicas.
El yacimiento adscrito a este periodo histórico que se localizó en Morata corresponde a un área de aproximadamente 2 hectáreas de extensión en el que se recuperó material lítico de sílex y, sobre todo, restos de cerámica del tipo campaniforme. Estos materiales se supone que pertenecieron a un poblado del que no se han conservado restos constructivos y que estuvo situado en la margen izquierda del río Tajuña a 400 metros del cauce.
Transición Calcolítico/Bronce
Del denominado periodo de transición Calcolítico/Bronce se documentaron 53 yacimientos o poblados, 4 de ellos en el borde del páramo, 1 en la vega y los 48 restantes en las laderas del Tajuña.
Bronce: 1800-650 a. C.
De todos los sitios arqueológicos asignados a la Edad del Bronce en su conjunto en la Vega del Bajo Tajuña ninguno de ellos se localizó en lo que actualmente es el término municipal de Morata, aunque esta ausencia de restos pertenecientes a este periodo puede deberse a cuestiones metodológicas los trabajos de prospección arqueológica que se desarrollaron en su momento. *
Para este periodo, en total se localizaron en los seis municipios que formaron parte del proyecto 157 sitios arqueológicos y 43 hallazgos aislados. La mayoría de estos yacimientos adscritos a la Edad del Bronce se sitúan en los municipios de Tielmes y Carabaña (89 entre ambos municipios). Se trata, en la mayoría de los casos de yacimientos situados en ladera y en mesetas altas defendibles y con vistas a la vega principal.
Según Benito López estos yacimientos se caracterizan por la aparición de nuevos tipos de cerámica y, por supuesto, por la metalurgia del bronce. Restos de estos materiales aparecen en los denominados fondos de cabaña.
Edad del Hierro
A-Hierro I: 650-400 A.C.
Los yacimientos correspondientes a este periodo se localizan sobre terrazas y laderas bajas próximas a la llanura de inundación de la vega. Para este periodo no se han localizado prácticamente yacimientos en los páramos y zonas altas del territorio prospectado. En el caso de Morata, a este periodo se adscriben 11 sitios arqueológicos detectados en los trabajos de prospección, así como un hallazgo aislado.
A diferencia de periodos anteriores en Hierro I (y también en Hierro II), se percibe un descenso en el número de poblados documentados en las prospecciones y a la vez un aumento en el tamaño de estos asentamientos, más numerosos en las zonas de vega más ancha y, por lo tanto, con mayor potencial agrícola. También hay que destacar la presencia de asentamientos justo en el borde de la vega, muy próximos a las zonas inundables.
Este periodo, que cronológicamente transcurre entre los siglos VII y IV a. C., se caracteriza por la aparición de innovaciones tecnológicas como el arado y el carro y también por construcción de casas rectangulares frente a las cabañas circulares asociadas a etapas históricas anteriores. En la cerámica de este periódico los colores más utilizados son el rojo y el amarillo.
Según José Enrique Benito López el número de yacimientos que se documentan en este periodo histórico se caracterizan por un lento y paralelo desarrollo de la población del Valle del Tajuña a partir de estos momentos y hasta la conquista romana.
En el conjunto del Valle del Tajuña se localizaron durante las prospecciones arqueológicas 10 asentamientos, lo que indica un nivel mayor de concentración de la población y que los poblados familiares, característicos de periodos anteriores, son sustituidos por núcleos de población más numerosos y que perduran más en el tiempo.
Perteneciente al periodo del Hierro I en Morata se localizó un asentamiento situado en una terraza próxima a la vega, lo que corrobora la tendencia general que se detecta para este periodo histórico de que los pobladores vivan más cerca del río. Este asentamiento se localiza en el Camino de los Arrieros, en una terraza baja de la margen derecha del río Tajuña (aproximadamente a 1 km. del cauce) y a 500 metros de una fuente de agua. Este sitio arqueológico tiene unas 3 Ha. de superficie y puede estar relacionado con otro asentamiento situado en el mismo entorno y correspondiente al siguiente periodo histórico (Hierro II).
En este yacimiento se recuperaron durante las prospecciones lascas, raederas y otros materiales de sílex, junto a fragmentos de cerámica lisos y decorados y también restos cerámicos elaborados con torno.

* En la tesis de José Enrique Benito López se señala que el término de Morata de Tajuña fue prospectado por otro equipo diferente al del Proyecto Tajuña, no utilizando una metodología tan específica como la nuestra ni recogiendo datos tan precisos como los recogidos por el Proyecto Tajuña.



Fuentes y bibliografía:
  • Estudio Territorial en el Valle del Tajuña (Madrid), una aproximación arqueológica. José Enrique Benito López-Departamento de Prehistoria de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 2016.
  • Almagro Gorbea, M. y Benito, J. E. (1993): La prospección arqueológica del valle del Tajuña. Una experiencia teórico-práctica de estudio territorial en la Meseta. Complutum, 4.
  • Rosa, R. de la y Almagro, M. (1991). Prospección arqueológica del Valle del Tajuña: Morata de Tajuña. Estudios de prehistoria y arqueología madrileñas.

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