martes, 4 de julio de 2017

Morata en tiempos del cólera (V)



La epidemia de 1885
El ataque más o menos periódico del cólera volvió a hacerse presente en Morata y en los pueblos vecinos casi al final de siglo XIX. Unos años antes, en 1865, se había declarado otro brote epidémico pero éste, a diferencia de los de 1834 y 1855, tuvo escasa presencia en los documentos de la época. Los periódicos tampoco publicaron partes diarios sobre las personas afectadas, al contrario que en las crisis sanitarias anteriores, por lo que es difícil saber si el cólera tuvo alguna incidencia en Morata en ese año.
Esta falta de información no se reprodujo en el último episodio epidémico de cólera del siglo XIX. Las autoridades y los periódicos de la época cumplieron con su obligación de informar a la población sobre el desarrollo de la enfermedad que, como ya había sucedido en las epidemias anteriores, comenzó con casos aislados en distintos puntos del territorio nacional. Meses después, estos primeros brotes episódicos comenzaron a reproducirse en los municipios de la provincia de Madrid en la primavera de 1885. La epidemia comenzó en la provincia de Madrid, en la capital, el 20 de mayo, donde según El Siglo Futuro, se presentó el primer caso. Desde esa fecha hasta la publicación de un primer balance de afectados en el mes de julio, el diario señalaba que hasta el 9 de julio corriente [han ocurrido] 191 invasiones y 133 defunciones.
El 28 de julio de 1885, otra vez El Siglo Futuro publicó una amplia información que tituló Historia de tres cóleras. En el texto, el periódico destacaba que en las anteriores epidemias, de 1834,1855 y 1865, en ninguna de las fechas indicadas la epidemia se presentó súbitamente en Madrid. Según los antecedentes relativos a la de 1834, conservados en el archivo de Gobernación, ya en 28 de junio había sido acordonado Vallecas, desde el 30 del mismo mes estaban preparadas contra el cólera las autoridades de la capital. A principios de julio apareció en Arganda del Rey, Morata y Leganés, pero Madrid continuó inmune hasta la entrada de las tropas de Reding la víspera de Nuestra Señora del Carmen (…).

 Publicación de la época sobre el tramiento del cólera
El cólera llega a Morata
Según esta información, el movimiento de tropas había provocado la aparición de la enfermedad y el contagio. En la comarca del Tajuña, a diferencia de las epidemias de 1834 y 1855, la de 1885 comenzó con el verano más avanzado. Oficialmente, en Morata las primeras infecciones se detectaron el 22 de agosto. Aunque veremos que en la realidad en esta fecha ya había fallecido algún vecino, es en este día cuando el Ayuntamiento remite a las autoridades sanitarias de Madrid el primer parte obligatorio en el que se declara que hay tres vecinos infectados (invadidos, según la terminología utilizada en esos años).
Esta fecha del 22 de agosto es muy similar a la de los algunos pueblos vecinos: en Perales, se dio el primer caso el día 24 de agosto; en Colmenar de Oreja, el 18 de agosto, y en Fuentidueña, el 14 de agosto. En otros pueblos de la comarca el contagio se produjo con anterioridad: en Villarejo el 25 de julio; en Villaconejos, el 23 de julio, y en Chinchón, el 16 de julio. Todas estas fechas hay que tomarlas con prevención: en Titulcia, localidad que no aparece en las estadísticas oficiales publicadas al año siguiente de la epidemia, los periódicos de la época señalaban que ya el 22 de mayo se había producido un fallecimiento y se contabilizaban 4 vecinos afectados por el cólera.
Por otra parte, en Chinchón, como ya había sucedido en las epidemias anteriores y pese a la prohibición de establecer cordones sanitarios, se dificultó la libre circulación de personas para intentar evitar el contagio. Aunque las autoridades locales lo negaban, el diario La República publicó el 26 de agosto una noticia en la que se afirmaba que sí que se había ordenado un cordón sanitario:
Desde hace días se hablaba de que en el cercano pueblo de Chinchón había un cordón sanitario que hacía imposible la entrada en el pueblo sin previa cuarentena a viajeros limpios o sucios. El gobierno civil aseguraban con presencia de comunicaciones del alcalde y jefe de la guardia civil de Chinchón que tal cordón no existía, y sí únicamente una inspección facultativa.
A pesar de estas comunicaciones sábese que el cordón existe, por haber hablado a la misma puerta del gobierno civil un redactor de El Correo con un propietario de Chinchón, que no sabe como volver a su pueblo y librarse de la paliza que desde hace días y noticiosos de su regreso le tienen preparada. Esto más que cordón, debe llamarse cordonazo. (La República, 26 de agosto de 1885).
Pero no era sólo Chinchón quién imponía estas medidas preventivas pese a su prohibición por parte de las autoridades políticas de la provincia. El 13 de agosto, el periódico El Día recoge la imposición de multas a los alcaldes de Morata, Arganda del Rey y Campo Real por imponer cuarentenas a los viajeros. El miedo atávico a la infección se volvía a vivir en los pueblos. En el caso del alcalde de Morata (En esa fecha José Hidalgo Tablada) se le impuso una sanción de 250 pesetas y 100 pesetas fue el importe de las multas a los alcaldes de Arganda y Campo Real.
Este modo de actuar de los alcaldes no era nuevo. Ya se había producido en los brotes anteriores y el miedo al contagio de los vecinos guiaba las decisiones de las autoridades locales que, con pocos medios a su alcance para combatir la enfermedad, se veían desbordadas. Este miedo, incluso, provocó que se prohibiera la celebración de festejos populares y en Madrid, se prohibió la celebración de la verbena de la Paloma.
Morata, como en las epidemias anteriores, contaba para hacer frente a la epidemia con los hospitales de pobres y la asistencia de los médicos residentes en el pueblo. En ese año, era José Bouza quien ocupaba una de las plazas de médico-cirujano y, cuando aún no se había dado por concluido el brote de cólera el Ayuntamiento publicó la convocatoria de otra plaza:
Convocatorias
La de médico-cirujano de Morata de Tajuña (Madrid), 750 pesetas por los pobres, que no excederán de 200 familias. Solicitudes hasta el 24 de octubre.
Estos escasos medios, a falta de una vacuna por entonces en pruebas (El doctor Jaume Ferrán inventó una vacuna en 1885 que se aplicó en zonas de Valencia, pero las autoridades sanitarias de la época no eran partidarias de su uso) dejaba a la población al amparo de remedios, cuando menos, cuestionables como ya había sucedido en las epidemias anteriores. A modo de ejemplo, un anuncio publicado en la prensa de la época:
Recomendamos a nuestros lectores la TINTURA AROMÁTICA ANTICOLÉRICA, elaborada por el químico industrial D. Claudio Álvarez, bajo inspección y conocimientos científicos del profesor de Medicina y Cirugía Don Cristóbal Delgado y Valero. Según noticias de personas competentes, está produciendo excelentes resultados en los casos en que se usa, mereciendo los mejores elogios de la prensa y la opinión pública. (El Popular, 21, agosto de 1885).

Fuentes y bibliografía

  • La epidemia de cólera de 1834 en Madrid. Asistencia y represión a las clases populares-Vidal Galache, Florentina. Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, Historia Contemporánea, n.° 2, 1989, págs. 271-279. Madrid, 1989.
  • Biografía del Excmo. Sr. Mateo Seoane, por el doctor en Medicina Don Manuel Albistur. Escenas contemporáneas. Revista biográfica, y necrológica, científica, literaria y artística. Imprenta de Luis Beltrán. Madrid, 1862. Segunda edición.
  • La epidemia de cólera de 1834 en Madrid. Aspectos sanitarios y socioeconómicos. Puerto, F. Javier. Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Estudios de Historia Social. 1980, nº 15, p. 9-61. Universidad Carlos III de Madrid-Repositorio institucional e-Archivo http://e-archivo.uc3m.es. Departamento de Economía-Artículos de Revistas, 1980-
  • El cólera epidémico. Consejos a los pueblos y los médicos para evitar esta enfermedad. Manuel Codorniu. Imprenta de Alejandro Gómez. Madrid, 1849.
  • Instrucciones generales sobre el modo de preservarse del cólera-morbo epidémico, con indicaciones acerca de su método curativo, por el doctor Mateo Seoane. Imprenta de D. M. Calero. Madrid, 1834
  • Epidemias de Cólera en Chinchón durante el siglo XIX. Panadero García, Raúl. Ayuntamiento de Chinchón. Año 2007. Premio de Historia.
  • La crónica de los hospitales. Periódico oficial de la Facultad de Medicina, Cirugía y farmacia del General de Madrid. Año Tercero-tomo III. Imprenta de Manuel de Rojas. Madrid
  • Morata de Tajuña. Crónica de la provincia de Madrid. Arribas, Juan Diego-Imprenta de la Diputación Provincial. Madrid, 1891.
  • Ministerio de la Gobernación-Dirección General de Beneficencia y Sanidad. Sección de Sanidad-Negociado de Estadística. Resumen general de las invasiones y defunciones por causa del cólera ocurridas en España durante el año 1885. Imprenta Nacional. Madrid-1886.
  • Periódicos y publicaciones citados en el texto.
  • Registro Civil de Morata de Tajuña. Registro de Defunciones, año 1885.


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