miércoles, 21 de marzo de 2018

Inventario de los muebles del palacio señorial de Morata (y III)

El inventario que hemos transcrito en las anteriores entregas del blog se realizó a la muerte del XI conde de Altamira, Ventura Osorio de Moscoso y Fernández de Córdoba. Fallecido muy joven, murió a la edad de 42 años, le sucedió en la jefatura de la casa de Altamira y en la titularidad del señorío de Morata su primogénito, Vicente Joaquín Osorio de Moscoso y Guzmán.
La elaboración de inventarios era una práctica habitual, y obligatoria, antes de ejecutar el testamento y de cumplir sus mandatos. En el caso del palacio de Morata -propiedad de los condes de Altamira, y antes de los marqueses de Leganés- ya hemos tratado en el blog algunos de estos inventarios, particularmente los que recogían la colección de pinturas que inició el I marqués de Leganés, Diego Messía Felípez de Guzmán y Dávila, y que colgaron de las paredes del palacio al menos hasta las primeras décadas del siglo XIX, cuando se iniciaron las ventas del patrimonio que la Casa de Altamira poseía en Morata.
El primer inventario del palacio de Morata del que existe constancia documental es el elaborado en 1655 a la muerte del I marqués de Leganés. En él se da cuenta de la adquisición de las casas que se compraron para formar parte de la residencia en Morata de Diego Messía Félipez de Guzmán: En el inventario se señala, literalmente, respecto a estas construcciones:
Mas unas casas principales en frente de la iglesia de dicha villa [Morata] con su huerta, palomar y pozo de nieve, alrededor de dicha casa caballeriza y cocheras, que se hicieron en el sitio de la casa que se compró de Don Cristóbal de Salcedo y de García Sánchez Bravo y Alonso Martínez y otros. (Inventario de las posesiones del marqués de Leganés AHPM, t. 6267, f. 425R-759v).
Más concretamente, las pinturas pertenecientes al marquesado de Leganés y posteriormente al condado de Altamira fueron inventariadas al menos en tres ocasiones: el inventario de 1655, del que ya hemos hablado y que fue realizado a la muerte del I marqués de Leganés; el inventario de 1713, elaborado cuando ya el señorío de Morata pertenecía a la Casa de Altamira y lo ostentaba Antonio Gaspar de Moscoso Osorio y Aragón y finalmente, antes del que hemos analizado de 1776, el inventario que se redactó en 1753 por orden de la marquesa de Oñate, esposa del IX conde de Altamira y madre de Ventura Osorio de Moscoso y Fernández de Córdoba.
El interés del inventario, aparte de su contenido relacionado con el mobiliario existente, nos sirve para conocer las estancias existentes en el palacio. Desafortunadamente, existen pocas descripciones de sus características arquitectónicas, más allá de las que aparecen precisamente en los distintos inventarios elaborados o, ya en el siglo XIX, las que se reflejan en los apuntes del palacio pertenecientes al registro de la propiedad, cuando ya el edificio sufría las consecuencias del abandono y de la ruina económica de la casa de Altamira.

El conde de Altamira. Detalle de un cuadro de Francisco de Goya

Distribución de las estancias del palacio
Según el inventario de 1776, el palacio y las construcciones auxiliares del mismo constaba de 38 estancias o habitaciones, más las correspondientes a las cuadras, la veeduría y a la denominada Casa de la Administración. Esta última era un edificio independiente del propio palacio que ocupaba el administrador de los bienes de la Casa de Altamira en Morata y que estaba situado en la esquina de la calle de la Cruz de Orozco con la calle del Ciego, justo en la fachada noroccidental del palacio, por encima de lo que en el propio documento del inventario se denomina juego de pelota.
Respecto a la veeduría era una estancia del edificio, próxima a las cocinas y a las despensas, donde se controlaban los alimentos que entraban en el palacio. El mobiliario de estas estancias estaba, lógicamente, relacionado con su función de administración e intendencia de palacio, de ahí que entre los muebles y otros bienes que se inventarían ellas aparezcan tinajas, arcones, un caballo de madera para las sillas de los caballos, calderas de cobre, tinillos, embudos y medidas para el comercio del aceite e, incluso, costales y mantas para la recolección de los olivares propiedad de la casa.
Por otra parte, resulta curioso que la denominación que reciben las estancias del palacio, muchas de ellas identificadas por los cuadros que colgaban de sus paredes. Así, en el inventario aparecen las habitaciones o salas denominadas de la liebre, del galgo, de las venecianas, de Turquía, del león o de Carlos V, todos ellos relacionados con las pinturas que había coleccionado el I marques de Leganés y que daban nombre a estas estancias.
Mobiliario del palacio
En cualquier caso, de la lectura y análisis del inventario resulta patente que el mobiliario que ocupaba las estancias y habitaciones del palacio no destacaba ni por su abundancia ni, a tenor de su valoración, por su calidad. De hecho, en la relación de muebles destacan por su cantidad los elaborados con madera de pino y son mucho menos abundantes los construidos con maderas de mayor calidad como el nogal (seis mesas) o con el tablero de piedra (tres mesas) y otra con el tablero de jaspe que es la más valorada de todo el inventario (cuatrocientos reales).
El inventario recoge también lo que denomina camas de tablas, concretamente treinta y cuatro, pero por su valoración (1.020 reales en total) debían de ser de calidad ciertamente modesta.
Por la descripción de los muebles únicamente destacan por su valoración las llamadas papeleras, (lo que hoy llamaríamos escritorios) de las que se inventarían diez ejemplares, algunos de ellos valorados en 5.000 reales, y también lo que se denomina tablado de comedias, valorado en 3.000 reales y que podría consistir en un armazón de madera para representaciones teatrales.
Finalmente, tampoco los cortinajes de las habitaciones del palacio destacan por su valoración, aunque también es cierto que en este inventario no aparecen los tapices del palacio que siempre se inventariaban en documentos diferentes, igual que sucedía con los inventarios de las pinturas incluidas en la colección del I marqués de Leganés.





Fuentes y bibliografía:

  • Archivo Histórico Nacional. Sección Nobleza. Baena, C. 349. D17.
  • Inventario de las posesiones del marqués de Leganés Archivo Histórico de Protocolo de Madrid, t. 6267, f. 425r-759v.

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