El
empleo de la caliza de Cornicabra en la construcción del Hospital de
Jornaleros de Madrid, entre los años 1906 y 1916, abrió un mercado
importante para la cantera morateña propiedad de la familia
Chávarri. En Cornicabra se obtenía un material de calidad,
accesible y fácil de transportar, gracias a la estación y apeadero
promovido por los Chávarrí –al igual que harían años después
con el apeadero construido junto a la planta de las Aguas de
Carabaña-. En la práctica, la explotación minera vivió sus
mejores años hasta la década de los treinta, e incluso hasta antes
de la guerra civil, y la caliza morateña se utilizó esos años en
obras tan emblemáticas como las primeras líneas del metro madrileño
o el matadero de Madrid.
Ya
se ha comentado la importancia que para la viabilidad de la cantera
de Cornicabra tuvo la construcción del apeadero del mismo nombre en
la línea ferroviaria del Ferrocarril del Tajuña. En el trabajo
sobre La
caliza de Morata de Tajuña, Comunidad de Madrid: una piedra
tradicional de construcción en la capital a comienzos del siglo XX,
de Elena Mercedes Monserrat y otros autores, se resalta esta
circunstancia realizada a partir de la observación de las
fotografías publicitarias de la cantera. Estos autores indican que
en el folleto publicado en 1907 para la Exposición de Industrias
Madrileñas:
(…)
puede observarse que la proximidad de los bancos de caliza a la
superficie minimizaba la eliminación del estéril, permitiendo
además el máximo aprovechamiento del material. En la cantera, donde
trabajaba un elevado número de operarios y parte de la caliza se
calcinaba en el horno instalado junto al apeadero, la piedra era
extraída y dimensionada de forma artesanal, principalmente mediante
el empleo del pico. Las piezas de menor tamaño eran trasladadas con
carretillas y, para los bloques extraídos en las zonas más elevadas
de la cantera, se empleaban unas traviesas de madera que facilitaban
su traslado.
También
puede atenderse a la enorme ventaja que supuso, para el beneficio de
la piedra caliza, la explanación de la zona anexa a las canteras y
la construcción del apeadero. Los bloques, sin desbastar, se
cargaban directamente en las vagonetas, que se acoplaban al
ferrocarril. La operación era facilitada por la existencia de un
muro bajo de mampostería, que impedía además el deslizamiento del
terreno”.
Los
mismos autores indican que el periodo álgido de la explotación de
las canteras de Cornicabra se extendió al menos hasta 1925, aunque
en años posteriores no faltan referencias al trabajo en la
explotación minera. En estos años la caliza morateña se utilizó
en las obras de las primeras líneas del Metropolitano de Madrid o en
las del nuevo Matadero de la capital.
Aunque
ha sido difícil obtener cifras de producción de la cantera de
Cornicabra, sí que resultan significativas las cifras totales del
tráfico de mercancías del Ferrocarril del Tajuña utilizado por la
empresa para transportar su producción a Madrid. Estas estadísticas,
que abarcan desde 1903 hasta 1930, muestran como en este último año,
cuando las canteras de Cornicabra y Valhondo -además de otras
industrias instaladas alrededor de la línea férrea, como las
fábricas de yeso, la Papelera de Morata o el Agua de Carabaña-
vivían sus mejores años, se registraron las cifras más elevadas en
el transporte de mercancías. Este incremento pasó de las 178.496
toneladas de año 1916 a las 200.409 de 19125 y el récord absoluto
del año 1930, cuando en los vagones del Ferrocarril del Tajuña se
transportaron 337.217 toneladas. (Cifras publicadas en el Anuario
de los Ferrocarriles Españoles,
de los años 1926-27-28).
De
estas cifras totales, un porcentaje correspondía a la producción de
la Sociedad
Explotadora de las Canteras de Cornicabra. O.
Puche y L. F. Mazadiego, en su trabajo Las
canteras históricas de Morata de Tajuña y la cementera Portland
Valderribas, presentado en
el Primer Simposio Ibérico
sobre Geología, Patrimonio y Sociedad, Tarazona (Zaragoza) celebrado
en el año 2000, indican que, según datos de la Estadística Minera
de 1925, la empresa presidida por José de Chávarri, que contaba por
entonces con una plantilla de 50 trabajadores, producía 4.600 metros
cúbicos de piedra caliza en
1925 (4.800 metros cúbicos en 1924). En esos mismos años, en 1928,
la Sociedad de Cementos y
Canteras de Valhondo
empleaba ya a 100 personas para producir 40.000 metros cúbicos con
los que abastecía a la fábrica de cementos que la sociedad Portland
Valderribas había levantado en el entonces pueblo de Vicálvaro.
Si
la piedra de la cantera de Valhondo, destinada a la producción de
cemento, se pagaba en aquél año a 7,50 pesetas el metro cúbico,
mucho más elevado era el precio de la caliza de la cantera de
Cornicabra, cuyo proceso de extracción y manipulación era,
lógicamente, mucho más exigente y especializado. Como ya hemos
señalado, en esos años el trabajo en la cantera para obtener los
bloques era artesanal, básicamente, con cuñas y picos para extraer
los bloques y dar forma a las piedras. En la publicidad de la empresa
propietaria de la cantera de Cornicabra se indicaban los precios de
los distintos tipos de piedra caliza que ofrecían al mercado
madrileño en los años 1926, 1927 y 1928 en comparación con la
piedra procedente de la provincia de Alicante y que se publicaron en
una publicación especializada de la época(La Construcción
Moderna).
Según
estos precios, la caliza procedente de Morata era sensiblemente más
barata que la de Alicante y, en consecuencia, muy competitiva para
los empresarios del sector:
1926
- Metro cúbico de sillería lisa de piedra blanca caliza de Morata, con un espesor medio de 42 centímetros, colocada en obra 450 pesetas.
- Metro cúbico de sillería lisa de piedra blanca arenisca de Alicante, con un espesor medio de 42 centímetros, colocada en obra 500 pesetas.
1927
- Metro cúbico de sillería lisa de piedra blanca caliza de Morata, con un espesor medio de 42 centímetros, colocada en obra 410 pesetas.
- Metro cúbico de sillería lisa de piedra blanca arenisca de Alicante, con un espesor medio de 42 centímetros, colocada en obra 450 pesetas.
1928
- Metro cúbico de sillería lisa de piedra blanca caliza de Morata, con un espesor medio de 42 centímetros, colocada en obra 410 pesetas.
- Metro cúbico de sillería lisa de piedra blanca arenisca de Alicante, con un espesor medio de 42 centímetros, colocada en obra 450 pesetas.
Aparte
de la producción de piedra para sillería y mampostería, la
Sociedad
Explotadora de las Canteras de Cornicabra
obtenía otros ingresos adicionales. Parte de estos ingresos
provenían de la cal elaborada en el horno construido en las
inmediaciones de la cantera y del apeadero del ferrocarril, mientras
que otros procedían de la piedra molida que era desechada para
sillares y mampostería y que se utilizaba en obras públicas como la
construcción de carreteras. De hecho, José de Chávarri, presidente
de la empresa, también era contratista de obras y, por ejemplo, en
el año 1915 utilizó piedra de su cantera para las obras de mejora
de la carretera de Morata a Chinchón que le fueron adjudicadas por
la Diputación Provincial de Madrid.
Croquis del apeadero de Cornicabra
Trabajos de carga de un vagón en el apartadero
En
cualquier caso, la producción de piedra caliza para sillería y
mampostería fue la actividad principal de la empresa que fundara a
principios del siglo XX el empresario vizcaíno Ruperto Jacinto de
Chávarri. En los periódicos de la época aparecen numerosas
referencias a la piedra de la cantera de Cornicabra, empleada entre
otras obras, como hemos visto, en el Hospital de Jornaleros o en el
Metro o el Matadero de Madrid.
También
el Ferrocarril del Tajuña, que tanto influyó en la expansión de la
empresa utilizó la caliza de la cantera de Morata en varias obras de
la línea ferroviaria. Respecto al Ferrocarril del Tajuña, hay que
reseñar que durante los años que estuvo en funcionamiento el
apeadero de Cornicabra hemos encontrado un único accidente
ferroviario en las instalaciones de la cantera. Según el periódico
El
Imparcial
este accidente se produjo en el año 1929:
En
el Hospital de Morata de Tajuña ha quedado acogido el guardafreno de
la Compañía de Arganda, Juan García, de veintidós años, vecino
de Vicálvaro, que en el apartadero do Cornicabra fue arrollado por
un convoy, resultando gravemente herido.
(El Imparcial, 27
de diciembre de 1929)
Los
escultores de principios de siglo también aprovecharon las
cualidades de la piedra de Cornicabra para realizar sus obras. Ya
citamos el monumento a los Mártires de la Patria, que se instaló en
el Parque del Oeste y que desapareció en los combates de la guerra
civil. Otro escultor, José María Palma, también utilizó caliza de
Cornicabra para el pedestal de su monumento a Jacinto Benavente
(1929). Otro Escultor, de apellido Pola, fue autor del grupo
escultórico dedicado al fundador de la empresa por el pueblo de
Carabaña:
(…)
El busto corona el monumento y es de un gran parecido. Este
es de bronce y el resto del pedestal de piedra de cornicabra.
La obra es una nueva demostración de las excelentísimas aptitudes
del Sr. Pola, quien recibido muchas felicitaciones por su acierto
(…). (La Correspondencia de España, 12 de septiembre de 1912 ).
Cuando
ya se había producido el fallecimiento del presidente de la sociedad
propietaria de la cantera de Cornicabra -José
de Chávarrí falleció en Madrid el 6 de abril de 1929.- la familia,
encabezada por su viuda, Dolores Pintor, hizo un curioso ofrecimiento
al gobierno español, tras la proclamación de la II República en
1931:
EL
PALACIO PRESIDENCIAL
La
piedra para edificar el palacio del presidente de la República no
costaría un céntimo al Erario La campaña iniciada por Heraldo de
Madrid con el artículo del ilustre periodista Santiago Vinardell
sobre la conveniencia de construir un palacio de nueva planta para el
presidente de la República ha encontrado un eco entusiasta en la
opinión pública, y cada día llegan a esta Redacción numerosas
cartas de particulares con adhesiones fervorosas. Importantes
corporaciones nos anuncian el envío de su adhesión inminente
supeditada, como es natural, a los acuerdos de sus respectivas Juntas
directivas.
Hoy
nos complacemos en adelantar la noticia—que ha de ser recibida con
general aplauso—del ofrecimiento generoso que una respetable
familia de abolengo republicano se dispone a hacer al Gobierno, a fin
de que pueda ser un hecho la realización de la iniciativa que tantas
felicitaciones les ha valido al Sr. Vinardell y al HERALDO, que la
hizo suya desde el primer momento.
Doña
Dolores Pintor, viuda de D, José Chávarri, en su nombre y en el de
sus hijos, ha encargado al director de Obras Públicas, D, José
Salmerón, con cuya familia tiene antigua y estrecha amistad, que
ofreciera al Gobierno gratuitamente la cantera Cornicabra, de su
propiedad, sita en Morata de Tajuña, con destino a
la construcción
del palacio residencia del presidente de la República.
La
cantera está situada al pie de la línea férrea, con embarcadero, y
apeadero. De la misma, piedra,, de gran calidad, se han hecho, entre
otras obras, la del Metropolitano, Matadero y puerta del Retiro en el
Parterre. (…). (Heraldo
de Madrid, 30 de noviembre
de 1931)
Es
evidente que este ofrecimiento de la familia Chávarri al gobierno
nunca llegó a materializarse. El Palacio Nacional nunca se construyó
y la caliza de Cornicabra para uso ornamental ya nunca tuvo la misma
importancia que alcanzó en las primeras décadas del siglo XX.
Vista aérea de la cantera de Cornicabra y el apeadero del ferrocarril en 1946
Vista aerea de los restos de la cantera de Cornicabra en 2014.
Fuentes
y bibliografía
- Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999.
- Archivo Histórico Nacional (Baena, C.430, D,345-356)
- Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada, Libros Maestros y Respuestas Particulares H 408 y H 410.
- Morata de Tajuña. Crónica de la provincia de Madrid. Arribas, Juan Diego-Imprenta de la Diputación Provincial. Madrid, 1891.
- Miñano, Sebastián. Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal. Tomo VI. Imprenta de Periart-Peralta. Madrid, 1827.
- Monserrat, E. M., Peropadre, C, Fort, R. y Varas-Muriel, Mª. J. La caliza de Morata de Tajuña, Comunidad de Madrid: una piedra tradicional de construcción en la capital a comienzos del siglo XX. Boletín Geológico y Minero, nº 128. pp 963-988.
- Perez Monserrat, Elena Mercedes. Caracterización, deterioro y limpieza de los materiales petreos del antiguo Hospital de Jornaleros de Madrid. Tesis doctoral. Facultad de Ciencias Geológicas. Departamento de Petrología y Geoquímica. Madrid, 2015.
- Puche Riart, O y Mazadiego, L. F. Las canteras históricas de Morata de Tajuña y la cementera Portland Valderribas.. Primer Simposio Ibérico sobre Geología, Patrimonio y Sociedad, Tarazona (Aragón) 2000, 13, pp. 109-123.
- Anuario de los Ferrocarriles Españoles. Editados por Enrique de la Torre. Madrid, 1926-27-28.
- Periódicos y publicaciones citados en el texto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario