Tras
la muerte de José Chávarri, en abril de 1929, la Sociedad
Explotadora de las Canteras de Cornicabra
continuó en manos de la familia Chávarri, a cuyo frente se
encontraba su viuda, Dolores Pintor, junto a sus hijos José,
Ruperto, Ángel, Juan y Carlos. Estos herederos se agrupaban en la
denominada Comunidad
de Bienes de R. J. Chávarri.
Tras la guerra civil, la cantera de Cornicabra siguió explotándose,
aunque en menor medida que en la década comprendida entre 1920 y
1930.
Hasta
la guerra civil, la sociedad que explotaba la piedra caliza de la
cantera de Cornicabra siguió operando y aprovechando la línea del
Ferrocarril del Tajuña para hacer llegar su producción a Madrid, su
principal mercado en el sector de la construcción. Sin embargo,
frente al auge que experimentó Portland Valderrivas y la empresa
Cementos
y Canteras de Valhondo, suministradora
de la caliza necesaria para la fabricación del cemento en la
factoría de Vicálvaro, la evolución de la cantera de los Chávarri
no fue tan positiva.
De
hecho, la creciente demanda que exigía Portland Valderribas de
piedra caliza para su factoría, inaugurada en 1925, provocó la
necesidad de nuevos yacimientos aledaños al frente de cantera de
Valhondo que se encontraba en explotación en los años treinta del
pasado siglo. Para cubrir esta demanda, la empresa acudió al
Ayuntamiento de Morata, propietario de los terrenos próximos al
paraje de Valhondo, que aprobó la venta de una extensa parcela de
terrenos de su propiedad:
El
Ayuntamiento Pleno de mi Presidencia, en sesión extraordinaria
celebrada el día 23 del actual y convocada a este solo efecto,
acordó, por unanimidad, la venta de siete hectáreas 92 áreas y
ocho centiáreas de tierra de su exclusiva propiedad, que tiene
inscritas en el Registro del partido a su nombre, enclavadas en este
término, al sitio de Valhondo Cornicabra, que lindan con los de la
Sociedad Portland Valderrivas, en este caso peticionaria, y a los
efectos de los artículos 153, caso tercero, en relación con el 157,
219 y 220 del Estatuto Municipal, Reales decretos de 18 de Junio y 25
de Septiembre de 1924, se hace saber al público en general por medio
del presente, para que, en el término de diez días improrrogables,
los que se crean con derecho puedan formular justas reclamaciones
contra la citada venta, las que serán resueltas por el mismo Pleno;
caso de no existir ninguna, se hará constar en el expediente de su
razón y se formulará la correspondiente escritura.
Morata
de Tajuña, 25 de Marzo de 1930. El Alcalde, Antonio de la Torre.
(Boletín
Oficial de la Provincia de Madrid,
10 de abril de 1930)
Frente
esta pujanza económica y empresarial de Portland Valderribas, la
Sociedad
Explotadora de las Canteras de Cornicabra
ya nunca alcanzó la importancia de los años precedentes, cuando por
ejemplo, la familia propietaria construyó su casa de recreo próxima
a la cantera e incluso trazó un nuevo camino de acceso que pasó a
sustituir al antiguo camino de San Martín. (El Ayuntamiento de
Morata aprobó la
permuta del camino de la Cuesta de San Martín, que
estaba impracticable, por el nuevo que ha construido D.José
Chávarri, Boletín Oficial de la Provincia de Madrid,
26 de julio de 1917).
En
esos años previos a la guerra civil, además de la empresa de los
Chávarri y Portland Valderrivas en Morata existía otra empresa
dedicada a la explotación de los yacimientos de piedra caliza del
término municipal. Esta empresa, de razón social Lasical,
también anunciaba en 1935 su dedicación a las piedras para sillería
y mampostería, aunque se dedicaba especialmente a la elaboración de
cal en la factoría construida en el entorno de la estación
ferroviaria de Morata. La Revista
Labor, el 9 de noviembre de
1935, publicaba la publicidad de esta otra empresa morateña:
LASICAL,
S. A.
Ladrillos
Lasical
Blancos
y de varias clases
Cal
viva en terrón
Cal
apagada en sacos
Piedra
caliza tipo Colmenar
Sillería
y mampostería
Canteras
propias en Morata de Tajuña
Oficina:
Pi yMargall 7-Madrid
Conclusión
La
guerra civil y la larga postguerra significaron un punto y aparte en
la historia de las canteras de Cornicabra. La familia Chávarri vio
como el conflicto armado no sólo significó, lógicamente, el parón
de la producción de piedra caliza de sus canteras, situadas a
escasos centenares de metros del frente. Además, las autoridades
aprobaron la expropiación de su finca de recreo, según informaba el
diario ABC
el 18 de agosto de 1936, tras la decisión en este sentido adoptada
por los responsables del Instituto de Reforma Agraria.
Finca de la Fuente La venta, propiedad de la familia Chávarri
Cuando
acabó la guerra, el bajón en las obras públicas y privadas por las
dificultades económicas del país afectó seriamente a las canteras
de caliza. Además, en los primeros meses tras el fin del conflicto,
el ferrocarril, la principal vía de salida hacia el mercado
madrileño, no estuvo operativo. Según los investigadores, a
diferencia de las etapas anteriores de la empresa, cuando en
numerosas obras emblemáticas de la capital se emplearon las piedras
de sillería y mampostería de Morata, en estos años de postguerra
sólo se ha documentado el empleo de la caliza de las canteras de
Cornicabra en las obras de construcción del edificio del Ministerio
del Aire en el barrio de Moncloa que se llevaron a cabo entre los
años 1943 y 1958. Elena Mercedes Pérez Monserrat, que ha
investigado a fondo la trayectoria de las canteras de Cornicabra,
concluye que:
(…)
El apogeo de la caliza de las canteras de Cornicabra destinada al
dimensionado de piedra para las construcciones madrileñas, puede
situarse aproximadamente entre 1905 y 1925. Más tarde, la
utilización de la misma se centró en su beneficio para la obtención
de cal destinada a la industria del cemento, siendo muy puntual su
empleo como elemento de cantería.
Nos
ha sido imposible determinar cuando acabó definitivamente la
explotación de la piedra caliza de la cantera de Cornicabra. La
última referencia documental que hemos encontrado nos lleva hasta el
7 de enero de 1954. En esa fecha el Boletín
Oficial de la Provincia de Madrid publicó
un texto con el anuncio oficial para adjudicar el arriendo del paraje
Cornicabra-Valhondo para la explotación de su piedra caliza:
Madrid,
30 de diciembre de 1953.
Hasta
los veinte días hábiles del que aparezca el presente anuncio,
contado también del siguiente hábil, se admitirán proposiciones
para optar al arriendo de la finca propiedad de este Municipio,
paraje conocido por «Cornicabra o Valhondo», con un tipo mínimo de
trescientas diez mil pesetas.
La
duración de este arrendamiento es el de treinta años, dada la
naturaleza de los bienes objeto del arrendamiento, cual es la
extracción de piedra con destino a construcción o usos
industriales.
El
pliego de condiciones estará de manifiesto en la Secretaría
municipal, desde el día siguiente hábil de aquel en que aparezca
este anuncio hasta el día en que se cumplan los veinte hábiles, en
las horas de oficina, de nueve a catorce, el que podrá ser examinado
por cuantas personas o entidades se hallen interesadas.
La
fianza provisional a constituir para tomar parte en la subasta será
equivalente al cinco por ciento del precio base de licitación
correspondiente al primer decenio del arrendamiento, pudiendo
presentarse bajo cualquiera de las formas admitidas por la Ley. (…)
Morata
de Tajuña, 26 de diciembre de 1953. El Alcalde.
Desconocemos
el resultado de esta propuesta de arriendo. Lo que está claro es que
las canteras de Cornicabra dejaron de funcionar muchos años antes de
que se cumpliera el plazo de treinta años de arriendo que se fijaba
en este anuncio.
Después
del cierre, los restos de las canteras de Cornicabra aún permanecen
como testigos de lo que fue la explotación de la piedra caliza en
Morata. Según aparece en un trabajo publicado en la Revista
de Gestión Empresarial y Sustentabilidad (Vol. 2, nº 1.
Enero-Diciembre 2016), titulado
Potencialidad del Turismo
Industrial, del que son
autores María Jesús del Río, Evaristo Galeana y José Álvarez,
las canteras de Cornicabra –y el Molino de Angulo- fueron incluidas
en el Inventario del
Patrimonio Industrial de la Comunidad de Madrid
IPICAM que consta de 778 elementos en 55 municipios de la región.
El
Instituto de Patrimonio Cultural Español define el Patrimonio
Industrial como el
conjunto de los bienes muebles, inmuebles y sistemas de sociabilidad
relacionados con la cultura del trabajo que han sido generados por
las actividades de extracción, de transformación, de transporte, de
distribución y gestión generadas por el sistema económico surgido
de la revolución industrial.
La
misma Comunidad de Madrid, con competencias exclusivas en esta
materia, define el Patrimonio Industrial como las
construcciones o instalaciones representativas de actividades
tradicionales o vinculadas a modos de extracción, producción,
comercialización o transporte que merezcan ser preservados por su
valor industrial, técnico o científico.
Algunos edificios, monumentos y construcciones con piedra caliza de Cornicabra
Puerta del Parterre del Retiro de Madrid
Monumento a los Héroes de la Patria en el Parque del Oeste de Madrid (Desaparecido)
Línea 1 del Metro de Madrid
Antiguo Matadero de Madrid
Fuentes
y bibliografía
- Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999.
- Archivo Histórico Nacional (Baena, C.430, D,345-356).
- Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada, Libros Maestros y Respuestas Particulares H 408 y H 410.
- Morata de Tajuña. Crónica de la provincia de Madrid. Arribas, Juan Diego-Imprenta de la Diputación Provincial. Madrid, 1891.
- Miñano, Sebastián. Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal. Tomo VI. Imprenta de Periart-Peralta. Madrid, 1827.
- Monserrat, E. M., Peropadre, C, Fort, R. y Varas-Muriel, Mª. J. La caliza de Morata de Tajuña, Comunidad de Madrid: una piedra tradicional de construcción en la capital a comienzos del siglo XX. Boletín Geológico y Minero, nº 128. pp 963-988.
- Perez Monserrat, Elena Mercedes. Caracterización, deterioro y limpieza de los materiales petreos del antiguo Hospital de Jornaleros de Madrid. Tesis doctoral. Facultad de Ciencias Geológicas. Departamento de Petrología y Geoquímica. Madrid, 2015.
- Puche Riart, O y Mazadiego, L. F. Las canteras históricas de Morata de Tajuña y la cementera Portland Valderribas. Primer Simposio Ibérico sobre Geología, Patrimonio y Sociedad, Tarazona (Aragón) 2000, 13, pp. 109-123.
- Anuario de los Ferrocarriles Españoles. Editados por Enrique de la Torre. Madrid, 1926-27-28.
- Potencialidad del Turismo Industrial. Del Rio Rama, María Jesús, Galeana Figueroa, Evaristo y Álvarez García, José. Revista de Gestión Empresarial y Sustentabilidad. Vol. 2, nº 1. Enero-Diciembre 2016.
- Periódicos y publicaciones citados en el texto.
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