El
15 de marzo de 1905 una publicación especializada, La
Construcción Moderna,
publicaba el primer anuncio que hemos localizado sobre la piedra
caliza de la cantera de Cornicabra. Significativamente, esa fecha
coincide con la puesta en funcionamiento del apeadero de Cornicabra
en la línea del Ferrocarril del Tajuña que prestaba servicio tanto
a la cantera de su mismo nombre como a la cercana explotación de
Valhondo, otra cantera de caliza que utilizó la materia prima para
la fabricación de cal y de cemento. La puesta en explotación de
estas canteras, y más en concreto de la de Cornicabra, se debió a
la iniciativa de la familia Chávarri, personalizada en primer lugar
en la persona de Jacinto Ruperto Chávarri y, posteriormente, en su
hijo primogénito José de Chávarri y Batres.
Como
analizamos en la anterior entrega del blog, la explotación del
subsuelo del término municipal de Morata, y particularmente de la
riqueza de su piedra caliza, está documentada, al menos, desde el
siglo XVII, cuando en torno a la década de 1630 se iniciaron las
obras de ampliación de la iglesia parroquial. En esos años, y
posteriormente consta la existencia de canteras en Morata, aunque
bien es cierto que la mayoría de ellas, situadas al sur del casco
urbano se dedicaron a la fabricación de yeso y, eventualmente de
cal, lo que no impide que también se explotara la piedra caliza como
material de construcción en casas y edificios civiles de Morata.
Aparte
de la cantera de piedra
azucarada que citamos en el
post de la pasada semana, propiedad de los frailes del convento
dominico del Rosario y documentada, al menos desde el siglo XVIII en
el Catastro de Ensenada, en el siglo XIX, concretamente en 1872 hemos
localizado un acuerdo del Ayuntamiento de Morata, por el que acordaba
el deslinde de la cantera de piedra del sitio de Majadahonda (Esta
cantera, con el paso de los años, pasaría a ser explotada por la
empresa Valderribas).
Este
acuerdo, publicado en el Boletín Oficial de la Provincia del 9 de
agosto de 1872, debe referirse a una explotación de piedra caliza
situada, en este caso, al norte de la población y del casco urbano,
en el paraje de Majadahonda, muy próximo a los límites con Arganda
del Rey y San Martín de la Vega.
Comienzo
de la explotación de la cantera de Cornicabra
Como
ya hemos señalado es en el año 1905 cuando aparece el primer
anuncio en la prensa especializada en el que se publicitan las
virtudes de la piedra caliza de la cantera de Cornicabra.
En
el texto del anuncio se explican las características y virtudes de
la piedra de la cantera morateña:
Piedra
caliza. Cantera de Cornicabra. Morata de Tajuña (Madrid).
Especialidad
para sillería y cimientos de mampostería u hormigón. La más
barata de todas las de su clase. Análisis de esta piedra en el
Laboratorio de Ingenieros militares. Estructura compacta, color gris
pardo. Densidad específica 2,70. Resistencia a la ruptura por
compresión en ejemplares secos, 800 kg. cm2.
Pedidos a Don Salvador del Valle.
Publicidad de la cantera de Cornicabra en la prensa especializada de la época
Aparte
de esta publicidad, aproximadamente un mes después, el 17 de abril
de ese mismo año de 1905 el diario madrileño El
Imparcial
también hacía referencia a las canteras de Morata y señalaba la
competencia que esta nueva explotación de caliza significaba para la
piedra de Colmenar, que, al igual que en el caso de Morata, también
se aprovechó de la construcción de la línea del Ferrocarril del
Tajuña para acercar a la ciudad de Madrid su producción:
(…) se considera un efluvio de
vida para el pueblo la comenzada explotación de las canteras por la
Compañía del Ferrocarril la cual está haciendo una terrible
competencia a la piedra de Colmenar de Oreja, que ya labrada se vende
a 125 pesetas la tonelada, o sea, 25 pesetas más que la primera
empresa explotadora.
Emplea
en la explotación bastantes obreros y transporta enormes cantidades
de piedra caliza (…). (El Imparcial, 17
de abril de 1905).
Aunque
en esta publicación se indica que es la compañía del Ferrocarril
la que explotaba las canteras de piedra caliza de Morata, es evidente
que quien promovió la explotación de la caliza morateña en el
norte de la población, en el paraje de Cornicabra, fue la familia
Chávarri, la misma que por los mismo años explotaba el manantial de
Aguas
de Carabaña
y que, como en el caso de Cornicabra, también promovió la
construcción del apeadero de Chávarri para facilitar el transporte
ferroviario de las aguas medicinales. Junto a la empresa de la
cantera de Cornicabra, en el mismo paraje de Valhondo también
comenzó a explotar la caliza de la zona otra empresa que, a la
postre, sería el germen de la que con el paso de los años se
convertiría en Portland Valderribas. Esta empresa a la que nos
referimos se denominaba Cementos y Canteras de Valhondo, una sociedad
en la que inicialmente participaba como accionista otro empresario
con intereses económicos en Morata, Luis Canalejas, hermano del que
fuera presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas, y
propietario también por aquellos años de comienzos de siglo de la
empresa papelera instalada en el antiguo batan de paños de Isla
Taray.
Tenemos
por lo tanto que, en estos comienzos del siglo XX, en el paraje de
Valhondo y aprovechando la línea ferroviaria del Ferrocarril del
Tajuña operan dos empresas:
- La Sociedad Explotadora de las Canteras de Cornicabra, propiedad de la familia Chávarri y más concretamente de Ruperto Jacinto de Chávarri, promotor del proyecto, casado con Julia Batres y que dirigió la empresa hasta su muerte el 17 de junio de 1911. Ruperto Jacinto de Chávarri, además de promover la explotación de la piedra caliza, también construyó en Morata la finca de recreo familiar denominada Fuente de la Venta, localizada en las proximidades de la cantera de Cornicabra. Esta empresa, aunque también había construido la infraestructura necesaria para la elaboración de cal, parece que solamente se dedicó a la explotación de piedra para sillería y cimentación, en competencia, como ya hemos señalado, con la piedra de Colmenar.
- Cementos y Canteras de Valhondo, por el contrario, parece que dedicó sus esfuerzos empresariales a la fabricación de cemento y también de cal. En esta empresa, creada con un capital social de 1.500.000 pesetas estaba domiciliada en la calle Goya, número 5 de Madrid, y en su capital participaban entre otros empresarios, aparte del ya citado Luis Canalejas, Alfonso Ramos, Agapito Ortiz, Alejandro Estrada y Antonio Herrera. Según una publicación de 1908, la sociedad se constituyó para:
(…)
para explotar las canteras de piedra caliza de construcción y hornos
de cal grasa de Valhondo, Morata de Tajuña, y para construir una
fábrica de cemento portland artificial en Madrid, junto a las vías
de servicio de los ferrocarriles de Madrid, Zaragoza, Alicante y
Tajuña. La fábrica se montará con una capacidad inicial de
producción de 10.000 toneladas al año, para llegar a la de 30.000,
con tres hornos rotativos de la Brennofen-Baüanstalt, de Hamburgo,
bajo la dirección de la casa Hemmoor, de la misma ciudad. (El
Financiero Hispano-Americano, 6
de marzo de 1908).
En
estos primeros años de explotación de las canteras de Valhondo y
Cornicabra, y particularmente de esta última, la producción y los
productos acabados que salían rumbo a Madrid en los vagones de carga
del Ferrocarril del Tajuña consiguieron crearse una imagen de
calidad que, de hecho, fue reconocida en la Exposición de Industria
Madrileñas del año 1907. Ese año la Sociedad Explotadora de las
Canteras de Cornicabra lograba un destacado galardón:
Exposición
de Industria Madrileñas
Premios
Otorgados
Primera
división.- Industrias
rurales y Agricultura.
Primer
grupo Piedras y tierras Minerales
D.
Aurelio Castellanos, de Guadalix. Muestras de sus canteras.
Premio
de Mérito.
D.
Ruperto J.
Chávarri. Productos de sus canteras de Cornicabra.
Premio de Honor. (Publicado
en el Diario Oficial de
Avisos de Madrid del 17 de
septiembre de 1907).
En
el año siguiente a la obtención de este premio, en 1908, la cantera
de Ruperto Jacinto Chávarri en el paraje de Cornicabra abastecería
las obras de construcción del Hospital de Jornaleros, un edificio
que aún se conserva y del que trataremos en la próxima entrada del
blog.
Fuentes
y bibliografía
- Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999.
- Archivo Histórico Nacional (Baena, C.430, D,345-356)
- Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada, Libros Maestros y Respuestas Particulares H 408 y H 410.
- Morata de Tajuña. Crónica de la provincia de Madrid. Arribas, Juan Diego-Imprenta de la Diputación Provincial. Madrid, 1891.
- Miñano, Sebastián. Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal. Tomo VI. Imprenta de Periart-Peralta. Madrid, 1827.
- Periódicos y publicaciones citados en el texto.
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