martes, 26 de junio de 2018

La Tajera, el embalse que regula las aguas del Tajuña (IV)

Tras aprobarse por parte del Consejo de Ministros la realización de los estudios de viabilidad de la presa de La Tajera (1968) y que, unos meses después, en el año 1969 se sacara a información pública el proyecto inicial parecía que el embalse de las aguas del Tajuña sería un pronta realidad. Pero no fue así. Y eso a pesar de que en 1970 se aprobara la contratación de las obras para levantar la presa en la confluencia del cauce del Tajuña con el arroyo del Sotillo, en el término de este municipio alcarreño.



Según informaba el diario ABC, el Consejo de Ministros del 8 de mayo de 1970 aprobó la contratación de las obras de construcción de la presa de La Tajera, un primer paso para avanzar en un proyecto que el mismo diario madrileño aventuraba que podía convertir en un vergel el territorio existente entre Carabaña y Titulcia en la provincia de Madrid. El periódico resaltaba, en su edición del 3 de junio de 1970, que se ampliarían las hectáreas regables en la provincia de Guadalajara y los beneficios serán aún mayores al entrar en la provincia de Madrid, donde las vegas son más amplias. El periódico también recogía la preocupación por el posible volumen de agua trasvasada desde el Tajuña al Tajo que el BOE señalaba como uno de los fines principales del embalse de La Tajera, juntamente con los regadíos y la producción de energía eléctrica.
Pese a estos avances en el complejo procedimiento administrativo previo a la construcción de la presa La Tajera, el embalse no pasaba de ser, aún, un proyecto reiteradamente anunciado por las autoridades políticas de la época, entre ellas, el ministro de Obras Públicas, Gonzalo Fernández de la Mora, quien el 10 de marzo de 1971 anunció durante una visita a Guadalajara la construcción del embalse (ABC, 11 de marzo de 1971).
Primera adjudicación de las obras del embalse
Habría que esperar hasta el año 1974 para que se anunciara la adjudicación de las obras de la presa y el embalse de la Tajera. Previamente, este proyecto había sido incluido en la Ley 21/1971 de 19 de junio de 1971 (BOE, 21 de junio de 1971) sobre el aprovechamiento conjunto Tajo-Segura que preveía, en un apartado de su artículo 3, aparte de la construcción del pantano la realización de nuevos regadíos en el Tajuña.
El proyecto del embalse fue aprobado por la Dirección General de Obras Hidráulicas el 23 de junio de 1974 y una semanas después se aprobó la adjudicación de las obras a la empresa Agromán, por un importe total de 198 millones de pesetas, según se acordó en un Consejo de Ministros celebrado el 30 de agosto de 1974, aunque otras fuentes (diario Mediterráneo, 31 de agosto de 1974) el presupuesto total superaba los 217 millones de pesetas.
Unos meses después, el diario ABC recogía en su edición del 26 de noviembre de 1974 la reacción de los habitantes de Guadalajara ante la noticia de la construcción de la presa:
Ha sido recibida con satisfacción en toda la provincia (…) la noticia de la adjudicación de las obras de la presa de La Tajera, en la cuenca del Tajuña, en casi 198 millones de pesetas.
(…) el embalse de La Tajera proyectado primitivamente para trasvasar aguas del Tajuña al Tajo, se incluye ahora en las compensaciones por los perjuicios ocasionados a la provincia por el acueducto Tajo-Segura.
Que la ejecución de las obras podía avanzar rápidamente se confirmó cuando unos meses después el Boletín Oficial del Estado publicó una orden por la que se aprobaba el proceso de expropiación de los terrenos a los que iba a afectar la construcción del embalse. Se trataba, aproximadamente, de 4.000 fincas rusticas pertenecientes a unos cuatrocientos propietarios de los términos de El Sotillo, Torrecuadrada y el Val de San García. (Boletín Oficial del Estado, 21 de marzo de 1975).
Sin embargo, las previsiones optimistas de las autoridades sobre la conclusión de las obras y la puesta en funcionamiento de la presa tardarían muchos años en cumplirse. Recordemos que la construcción de la presa y el embalse de La Tajera se aprobó como consecuencia, a su vez, de la puesta en funcionamiento del trasvase Tajo-Segura que llevaba las aguas de la cabecera del primer río al sudeste español. En estos años desde su aprobación el trasvase comenzó a ejecutarse pero las obras compensatorias quedaban varadas pese a estar aprobadas oficialmente, como hemos visto, desde el año 1974.
Este retraso provocó que tanto en la provincia de Guadalajara como en la Comunidad Autónoma de Madrid se registraran y se expresara, con motivo, la preocupación por el retraso de unas obras que se habían aprobado ¡una década antes! El semanario Flores y Abejas recogía el 27 de marzo de 1985 una información en la que las asociaciones sectoriales de la provincia -Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos y Jóvenes Agricultores de Guadalajara- planteaban sus reivindicaciones, consistentes en un plan de regadío con 7.000 nuevas hectáreas, de las que 850 correspondían al Tajuña Alto, en Moranchel, Masegoso y Valderebollo. Además en el Tajuña medio, en los pueblos de Romancos, Tomellosa, Valfermoso, Romanones, Horche, Armuña de Tajuña, Aranzueque, Loranca, Pezuela, Fuentenovilla y Mondéjar se planteabann dos canales desde Romancos con un caudal de 2 metros/segundo.
En el texto de la información se señala que una vez regulado el río Tajuña por la presa de La Tajera, podría chocar con otros intereses al consumir el agua que Madrid pretende para sus 5.000 has. de regadío en esta cuenca o con el proyecto del trasvase desde la presa de La Tajera al pantano de Entrepeñas para después llevársela a Murcia. Manuel Portillo, [Presidente provincial de Asociacion Provincial de Agricultores y Ganaderos comentando este particular fue explicito: El agua primero es de Dios, después de los santos, y el agua de Guadalajara debe ser prioritariamente de Guadalajara.
El semanario recoge la preocupación de los agricultores de Guadalajara por el retraso en la construcción de la presa al tiempo que plantean su derecho prioritario a las aguas del futuro embalse cuyo retraso, como era previsible, también preocupaba aguas abajo en los municipios ribereños del Tajuña de la Comunidad Autónoma de Madrid. En la edición del ABC del 9 de abril de 1986 aparecían unas declaraciones del alcalde de Chinchón, Jesús del Nero:
(…) El alcalde de Chinchón. Jesús del Nero, ha manifestado a ABC la necesidad imperiosa de que sean terminadas las obras de construcción del embalse de La Tajera. La regularización del río Tajuña, la limpieza y encauzamiento, la mejora del regadío actual y la posibilidad de ampliación de la zona regable dependen en buena parte, de que esa presa sea construida en su totalidad, afirmó.
Los requerimientos y las declaraciones apremiando a las administraciones para que cumplieran su compromiso con los habitantes de los pueblos ribereños del río Tajuña se repitieron en estos años con asiduidad en los medios de comunicación. En 1987 el gobernador civil de Guadalajara, José de la Puente, se reunió con los responsables de la Confederación Hidrográfica del Tajo para analizar y repasar los proyectos de la CHT en la provincia. Respecto a la presa de La Tajera se informaba desde el Gobierno Civil que ya ha sido adjudicada y se espera que sus obras den comienzo próximamente. (Flores y Abejas, 18 de febrero de 1987).

Obras de construcción de la presa de La Tajera (Fuente: Iagua)

También en el Congreso de los Diputados se planteó el problema del retraso en las obras de construcción de la presa. En una comparecencia ante la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), Martín Pantoja, para informar del grado de cumplimiento de las previsiones contenidas en la normativa que regula el aprovechamiento conjunto del Tajo-Segura, el máximo responsable de la CHT afirmo en primer lugar que:
Los nuevos regadíos del Tajuña es una obra que está en estudio de viabilidad por la correspondiente Comisión Técnica Mixta.
Respecto al embalse y presa añadió que:
El embalse de La Tajera sobre el río Tajuña, es una obra que está en ejecución. Comenzó en mayo de este año, mejor dicho, más que comenzó se reinició, porque era una obra rescindida en su momento. Su terminación está prevista para 1990, comporta un presupuesto de 645 millones de pesetas y ya se había invertido en la obra anterior unos 265 millones. (Diario de sesiones del Congreso de los Diputados, Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación 1 de diciembre de 1987).
Cómo la realidad, tan terca confirmó, tampoco se cumplió la fecha de 1990 a la que se comprometió en sede parlamentaria el presidente de la CHT. Habría que esperar a 1993 para que, por fin, la presa de La Tajera entrara en funcionamiento. Lamentablemente, el retraso de más de dos décadas en la construcción de la obra no sería el único problema del nuevo embalse y como veremos en la próxima semana, en la conclusión de esta serie de post, la Tajera aún reservaba alguna sorpresa en su ya larga y agitada historia.


Vista aérea de la presa de La Tajera


Fuentes y bibliografía

  • Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999.
  • Estudio de las inundaciones históricas del río Amarguillo. Potenciano de las Heras, Ángela. Memoria presentada para optar al grado de doctor. Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Ciencias Geológicas. Departamento de Geodinámica. Madrid, 2004.
  • Avance de un Plan General de Pantanos y Canales de Riego, redactado por el Cuerpo de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Año de 1899. Imprenta y fundación democrática de los Hijos de J. A. García. Madrid, 1899.
  • Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España, Tomo XXVIII Tomo VIII. Segunda Serie (1906). Madrid, Tipografía de la viuda de M. Tello. Madrid, 1906.
  • Periódicos y publicaciones citadas en el texto.

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