Tras
aprobarse por parte del Consejo de Ministros la realización de los
estudios de viabilidad de la presa de La Tajera (1968) y que, unos
meses después, en el año 1969 se sacara a información pública el
proyecto inicial parecía que el embalse de las aguas del Tajuña
sería un pronta realidad. Pero no fue así. Y eso a pesar de que en
1970 se aprobara la contratación de las obras para levantar la presa
en la confluencia del cauce del Tajuña con el arroyo del Sotillo, en
el término de este municipio alcarreño.
Según
informaba el diario ABC, el Consejo de Ministros del 8 de mayo de
1970 aprobó la contratación de las obras de construcción de la
presa de La Tajera, un primer paso para avanzar en un proyecto que el
mismo diario madrileño aventuraba que podía convertir en un vergel
el territorio existente entre Carabaña y Titulcia en la provincia de
Madrid. El periódico resaltaba, en su edición del 3 de junio de
1970, que se ampliarían las
hectáreas regables en la provincia de Guadalajara y los beneficios
serán aún mayores al entrar en la provincia de Madrid, donde las
vegas son más amplias. El
periódico también recogía la preocupación por el posible volumen
de agua trasvasada desde el Tajuña al Tajo que el BOE señalaba
como uno de los fines principales del embalse de La Tajera,
juntamente con los regadíos y la producción de energía eléctrica.
Pese
a estos avances en el complejo procedimiento administrativo previo a
la construcción de la presa La Tajera, el embalse no pasaba de ser,
aún, un proyecto reiteradamente anunciado por las autoridades
políticas de la época, entre ellas, el ministro de Obras Públicas,
Gonzalo Fernández de la Mora, quien el 10 de marzo de 1971 anunció
durante una visita a Guadalajara la construcción del embalse (ABC,
11 de marzo de 1971).
Primera
adjudicación de las obras del embalse
Habría
que esperar hasta el año 1974 para que se anunciara la adjudicación
de las obras de la presa y el embalse de la Tajera. Previamente, este
proyecto había sido incluido en la Ley 21/1971 de 19 de junio de
1971 (BOE, 21 de junio de 1971) sobre el aprovechamiento conjunto
Tajo-Segura que preveía, en un apartado de su artículo 3, aparte de
la construcción del pantano la
realización de nuevos regadíos en el Tajuña.
El
proyecto del embalse fue aprobado por la Dirección General de Obras
Hidráulicas el 23 de junio de 1974 y una semanas después se aprobó
la adjudicación de las obras a la empresa Agromán, por un importe
total de 198 millones de pesetas, según se acordó en un Consejo de
Ministros celebrado el 30 de agosto de 1974, aunque otras fuentes
(diario Mediterráneo, 31 de agosto de 1974) el presupuesto total
superaba los 217 millones de pesetas.
Unos
meses después, el diario ABC recogía en su edición del 26 de
noviembre de 1974 la reacción de los habitantes de Guadalajara ante
la noticia de la construcción de la presa:
Ha
sido recibida con satisfacción en toda la provincia (…) la noticia
de la adjudicación de las obras de la presa de La Tajera, en la
cuenca del Tajuña, en casi 198 millones de pesetas.
(…)
el embalse de La Tajera proyectado primitivamente para trasvasar
aguas del Tajuña al Tajo, se incluye ahora en las compensaciones por
los perjuicios ocasionados a la provincia por el acueducto
Tajo-Segura.
Que
la ejecución de las obras podía avanzar rápidamente se confirmó
cuando unos meses después el Boletín Oficial del Estado publicó
una orden por la que se aprobaba el proceso de expropiación de los
terrenos a los que iba a afectar la construcción del embalse. Se
trataba, aproximadamente, de 4.000 fincas rusticas pertenecientes a
unos cuatrocientos propietarios de los términos de El
Sotillo, Torrecuadrada y el Val de San García. (Boletín
Oficial del Estado, 21 de
marzo de 1975).
Sin
embargo, las previsiones optimistas de las autoridades sobre la
conclusión de las obras y la puesta en funcionamiento de la presa
tardarían muchos años en cumplirse. Recordemos que la construcción
de la presa y el embalse de La Tajera se aprobó como consecuencia, a
su vez, de la puesta en funcionamiento del trasvase Tajo-Segura que
llevaba las aguas de la cabecera del primer río al sudeste español.
En estos años desde su aprobación el trasvase comenzó a ejecutarse
pero las obras compensatorias quedaban varadas pese a estar aprobadas
oficialmente, como hemos visto, desde el año 1974.
Este
retraso provocó que tanto en la provincia de Guadalajara como en la
Comunidad Autónoma de Madrid se registraran y se expresara, con
motivo, la preocupación por el retraso de unas obras que se habían
aprobado ¡una década antes! El semanario Flores y Abejas recogía
el 27 de marzo de 1985 una información en la que las asociaciones
sectoriales de la provincia -Asociación Provincial de Agricultores y
Ganaderos y Jóvenes Agricultores de Guadalajara- planteaban sus
reivindicaciones, consistentes en un plan de regadío con 7.000
nuevas hectáreas, de las que 850 correspondían al Tajuña Alto, en
Moranchel, Masegoso y Valderebollo. Además en el Tajuña medio, en
los pueblos de Romancos, Tomellosa, Valfermoso, Romanones, Horche,
Armuña de Tajuña, Aranzueque, Loranca, Pezuela, Fuentenovilla y
Mondéjar se planteabann dos canales desde Romancos con un caudal de
2 metros/segundo.
En
el texto de la información se señala que
una vez regulado el río Tajuña por la presa de La Tajera, podría
chocar con otros intereses al consumir el agua que Madrid pretende
para sus 5.000 has. de regadío en esta cuenca o con el proyecto del
trasvase desde la presa de La Tajera al pantano de Entrepeñas para
después llevársela a Murcia. Manuel Portillo, [Presidente
provincial de Asociacion Provincial de Agricultores y Ganaderos
comentando este particular fue explicito: El agua primero es de Dios,
después de los santos, y el agua de Guadalajara debe ser
prioritariamente de Guadalajara.
El
semanario recoge la preocupación de los agricultores de Guadalajara
por el retraso en la construcción de la presa al tiempo que plantean
su derecho prioritario a las aguas del futuro embalse cuyo retraso,
como era previsible, también preocupaba aguas abajo en los
municipios ribereños del Tajuña de la Comunidad Autónoma de
Madrid. En la edición del ABC del 9 de abril de 1986 aparecían unas
declaraciones del alcalde de Chinchón, Jesús del Nero:
(…)
El alcalde de Chinchón.
Jesús del Nero, ha manifestado a ABC la necesidad imperiosa de que
sean terminadas las obras de construcción del embalse de La Tajera.
La regularización del río Tajuña, la limpieza y encauzamiento, la
mejora del regadío actual y la posibilidad de ampliación de la zona
regable dependen en buena parte, de que esa presa sea construida en
su totalidad, afirmó.
Los
requerimientos y las declaraciones apremiando a las administraciones
para que cumplieran su compromiso con los habitantes de los pueblos
ribereños del río Tajuña se repitieron en estos años con
asiduidad en los medios de comunicación. En 1987 el gobernador civil
de Guadalajara, José de la Puente, se reunió con los responsables
de la Confederación Hidrográfica del Tajo para analizar y repasar
los proyectos de la CHT en la provincia. Respecto a la presa de La
Tajera se informaba desde el Gobierno Civil
que
ya ha sido adjudicada y se espera que sus obras den comienzo
próximamente. (Flores y Abejas, 18
de febrero de 1987).
Obras de construcción de la presa de La Tajera (Fuente: Iagua)
También
en el Congreso de los Diputados se planteó el problema del retraso
en las obras de construcción de la presa. En una comparecencia ante
la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del presidente de
la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), Martín Pantoja, para
informar del grado de cumplimiento de las previsiones contenidas en
la normativa que regula el aprovechamiento conjunto del Tajo-Segura,
el máximo responsable de la CHT afirmo en primer lugar que:
Los
nuevos regadíos del Tajuña es una obra que está en estudio de
viabilidad por la correspondiente Comisión Técnica Mixta.
Respecto
al embalse y presa añadió que:
El
embalse de La Tajera sobre el río Tajuña, es una obra que está en
ejecución. Comenzó en mayo de este año, mejor dicho, más que
comenzó se reinició, porque era una obra rescindida en su momento.
Su terminación está prevista para 1990,
comporta un presupuesto
de 645 millones
de pesetas y ya se había invertido en la obra anterior unos 265
millones. (Diario
de sesiones del Congreso de los Diputados,
Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación 1 de diciembre de
1987).
Cómo
la realidad, tan terca confirmó, tampoco se cumplió la fecha de
1990 a la que se comprometió en sede parlamentaria el presidente de
la CHT. Habría que esperar a 1993 para que, por fin, la presa de La
Tajera entrara en funcionamiento. Lamentablemente, el retraso de más
de dos décadas en la construcción de la obra no sería el único
problema del nuevo embalse y como veremos en la próxima semana, en
la conclusión de esta serie de post, la Tajera aún reservaba alguna
sorpresa en su ya larga y agitada historia.
Vista aérea de la presa de La Tajera
Fuentes
y bibliografía
- Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999.
- Estudio de las inundaciones históricas del río Amarguillo. Potenciano de las Heras, Ángela. Memoria presentada para optar al grado de doctor. Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Ciencias Geológicas. Departamento de Geodinámica. Madrid, 2004.
- Avance de un Plan General de Pantanos y Canales de Riego, redactado por el Cuerpo de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Año de 1899. Imprenta y fundación democrática de los Hijos de J. A. García. Madrid, 1899.
- Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España, Tomo XXVIII Tomo VIII. Segunda Serie (1906). Madrid, Tipografía de la viuda de M. Tello. Madrid, 1906.
- Periódicos y publicaciones citadas en el texto.
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