viernes, 4 de febrero de 2022

 Morata, tierra de olivares y de aceite (y XII)

Tras la guerra civil, entre 4 y cinco almazaras mantuvieron la actividad aceitera en la villa

El descenso en el número de almazaras morateñas fue una constante hasta la total desaparición de estos molinos en nuestro pueblo. De las 16 contabilizadas a finales del siglo XIX, se pasó a 4 o, como máximo, 5 molinos tras la guerra civil. El declive total se confirmó con el cierre del último molino aceitero en torno a la década de los noventa del pasado siglo. Cierto es también que a partir de 1968 una parte importante de la cosecha de aceitunas de Morata  era transformada en Recespaña. Esta cooperativa olivarera y aceitera, situada en la localidad de Villarejo de Salvanés, junto con las almazaras privadas que adquirían –y adquieren-, aceitunas en Morata, sustituyeron a los ya inexistentes molinos morateños.



Resulta complicado obtener datos de los molinos aceiteros en la provincia de Madrid a partir de las primeras décadas del siglo XX y hasta la guerra civil, pero lo cierto es que en Morata se produjo un acusado descenso de las almazaras existentes en la población en esos años. Y eso a pesar de que el número de hectáreas de cultivo de olivar nunca descendió en su extensión y se mantuvo en cifras muy similares a las de décadas anteriores.
De hecho, el olivar, al contrario de lo que sucedió con la vid que prácticamente ha desaparecido, mantiene una presencia privilegiada en cuanto a su extensión en el término municipal de Morata, hasta alcanzar cifras que superan las 1.500 hectáreas. Muchas parcelas del Llano en las que durante años se compatibilizó el cultivo de la viña junto con el olivar, hoy están dedicadas, exclusivamente, a este último cultivo.
Esta realidad nos lleva a deducir que las almazaras que resistieron en Morata el periodo posterior a la guerra civil, que oscilaron entre cuatro y cinco en las décadas inmediatas al conflicto, aumentaron su capacidad de molturación para así poder transformar las cosechas anuales de aceituna que se producían en los olivares morateños* y suplir así la producción aceitera de los molinos desaparecidos.
Almazaras morateñas tras la guerra civil
El periodo de autarquía que siguió a la guerra civil, con las dificultades de abastecimiento consiguientes, resultó determinante para el sector olivarero y aceitero español. En esos años, cuarenta y cincuenta del pasado siglo, la consideración del aceite de oliva como alimento esencial, y muy escaso, determinó que fuera incluido en las cartillas de racionamiento, el sistema puesto en práctica por el régimen para intentar asegurar a las familias españoles el acceso a una cesta de productos básicos.
Esta situación permitió, y también obligó al Estado, a mantener un control de las almazaras que funcionaban en cada provincia, sometidas, en tanto que instalaciones básicas, a un sistema de autorización al que debían someterse todas y cada una de ellas al comienzo de cada campaña.
Este control estatal, ejercido por las delegaciones provinciales de Abastecimientos y Transportes, que no evitó, por otra parte, la especulación y el estraperlo con el aceite de oliva nos permite ahora conocer, con datos oficiales, qué molinos funcionaron en Morata en eso años posteriores a la guerra civil.
Entre estos molinos dejaron de aparecer, como resulta obvio, las pequeñas almazaras que en el siglo anterior transformaron parte de las cosechas morateñas. Por el contrario, sí que se mantienen las almazaras de otras familias de la villa que, con las inversiones necesarias, no dejaron de atender las molturación de las aceitunas producidas en los olivares morateños. Estos olivares, a finales de los años cuarenta, aparecían ya recuperados, después de acabada la guerra, de los daños que el frente de la Batalla del Jarama** ocasionó en varios parajes, todos los situados en una franja que abarcaba desde el sur del término municipal, en los límites con los términos de Chinchón y San Martín de la Vega, hasta la zona norte en la raya de Arganda: La Jara, Majadahonda, La Boca de la Zorra, Los Pilones…, fueron algunos de los parajes en los que las olivas sirvieron lo mismo como parapeto para las tropas que como combustible para combatir el frío o cocinar el rancho.
El Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, publicó la relación de almazaras con autorización para funcionar en la campaña 1948-49. Entre el total de las 90 almazaras autorizadas a funcionar en la provincia*** aparecen cuatro molinos morateños con la autorización pertinente para molturar aceituna: Tomás Casado Casado, Pedro Castejón, Antonio de la Torre y Gelasio Martínez de Velasco. (Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, 27 de enero de 1949).
En los años posteriores, mientras se mantuvo la obligación de contar con la autorización de las delegaciones provinciales de Abastecimientos y Transportes para poner en funcionamiento las almazaras al comienzo de cada campaña, las cifras se mantuvieron muy estables, 91 almazaras en toda la provincia de Madrid, y cuatro en Morata, con la excepción de 1953 cuando se contabilizan cinco molinos.
Año1951:
Tomás Casado Casado, Pedro Castejón de la Torre, Hijos de Antonio de la Torre y Tomás de la Torre Casado. (Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, 30 de enero de 1951).
Año 1953:
Tomás Casado, Pedro Castejón, Laureano Salcedo, Tomás de la Torre Casado y Hijos de A. de la Torre. (Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, 2 de febrero de 1953).
De estas almazaras, dos de ellas estaban situadas en la calle de los Huertos - posteriormente calle de los Mártires y, actualmente, calle del Carmen-, donde históricamente se localizaron los molinos aceiteros desde, al menos, el siglo XVIII-, y permanecieron en funcionamiento hasta los años sesenta del pasado siglo. De una de ellas, la perteneciente a la familia Casado, contamos con un anuncio publicado en el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, en 1959, que confirma que en esos años estaba en pleno funcionamiento e incluso se modernizaron sus instalaciones:
Solicitud de Tomás Casado Casado para sustituir una prensa hidráulica de 25 centímetros de diámetro de émbolo  por otra de iguales características y 30 centímetros de diámetro. Ambas de fabricación nacional. Capital de la ampliación, 200.000 pesetas. (Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, 2 de enero de 1959).
Por el contrario, la primera que dejó de aparecer en la relación de almazaras autorizadas en la provincia de Madrid, y que por lo tanto dejó ya de elaborar aceite, fue la perteneciente a la familia de Gelasio Martínez de Velasco. Sus ruinas, de la que en su momento fue una de las almazaras mejor equipadas de Morata y aun de la provincia, aún hoy, permanecen visibles y en progresivo deterioro en la finca familiar.
Por otra parte, la que perteneció a la familia de la Torre, fue la última almazara que elaboró aceite con las aceitunas morateñas en el propio municipio. Situada al norte de la población, y con un equipamiento acorde con la evolución de este tipo de industrias, esta almazara se localizaba en la conocida actualmente como calle de la Fábrica, y se mantuvo activa hasta los años 90 del pasado siglo.
Dificultades del sector en los años finales del pasado siglo
El sector olivarero y aceitero morateño no fue ajeno ni lo es actualmente a las dificultades de un sector que siempre ha sufrido, en el caso de los pequeños productores, la presión de los grandes grupos oleícolas y del sector de la distribución. Aunque estos problemas escapan al objetivo de este blog, consideramos interesante incluir dos noticias publicadas al final del pasado siglo relacionadas con el sector y que afectaban directamente a los agricultores olivareros morateños.
En la primera de ellas, publicada en 1983 en el diario ABC, se trataba sobre las dificultades del sector en la comarca del sureste madrileño por parte de quien entonces presidia la Cámara Agraria Local de Morata, Tomás Casado González:
Varios pueblos olivareros de la provincia de Madrid se encuentran en estos momentos en una grave situación. El presidente de la Cámara Agraria Local de Morata de Tajuña, Tomás Casado, manifestó a ABC que si en 1982 el precio de la aceituna recolectada estuvo entre las 38 y las 40 pesetas kilogramo, en la actualidad el precio ha descendido a 28 pesetas. “Este precio se relaciona en cada pueblo con la calidad del producto, y en Morata es tanta que se han llegado a obtener 23 kilogramos de aceite por 100 de aceituna, estando a la par de pueblos tan buenos productores como Mora de Toledo y Villaconejos”.
(…) El problema está, según el señor Casado, en que hay un precio de garantía de 157 pesetas kilogramo de aceite, y que en estos momentos los agricultores de la zona no saben quién tiene la culpa de que los precios se estén pagando tan bajos al cultivador. “Dicen que el FORPA tiene 20.000 millones de pesetas en circulación para adquirir aceite, pero ¿dónde están? (…).
Aunque Morata no se encuentra afectada por el Plan de Reconversión del Olivar y sus zonas marginales, entienden los olivareros de este pueblo que sacar los olivos no conduce a nada en la zona, ya que no se puede cultivar otra cosa y, por otra parte, este cultivo tiene gran alcance social sobre todo en la provincia madrileña.
En la misma circunstancia respecto al tema olivarero que Morata de Tajuña se encuentran las poblaciones madrileñas de Perales de Tajuña, Tielmes, Carabaña, Orusco, Brea, Valdaracete, Estremera, Villarejo de Salvanés, Belmonte de Tajo, Valdelaguna, Colmenar de Oreja, Chinchón, Villaconejos y Arganda.
(ABC, 19 de enero de 1983).
Destacamos de este artículo periodístico cómo se cuestionaban unos precios por el kilogramo de aceitunas que, bastantes años después, no se han incrementado en proporción a los gastos y que, incluso, en algunas campañas, al margen de las subvenciones europeas, han sido inferiores.
Unos años después, quince exactamente, el sector olivarero morateño y de la comarca de Las Vegas atravesó otro momento de dificultades, en el año 1998, con la propagación de una plaga, la de la mosca del olivo, en unos niveles nunca alcanzados. Sobre esta situación, se publicó un artículo en El País en el que se analizaba la situación creada:
Los olivareros madrileños recordarán estas navidades como unas de las más desgraciadas. La plaga de la mosca del olivo ha dañado el 60% de la cosecha de aceituna que debía recogerse en las 15.000 hectáreas de este árbol existentes en Madrid, según reconoció la Dirección General de Agricultura de la Comunidad de Madrid. El aceite resultante de lo que se ha salvado de la cosecha tendrá mala calidad. La mosca ataca a la aceituna y hace que ésta caiga al suelo antes de ser recogida, lo que afecta a su tamaño y a la calidad de su jugo.
Mientras los representantes de los agricultores afirman que las pérdidas ascienden a 2.000 millones de pesetas, la Comunidad asegura que no superan los 700. Los alcaldes de las localidades afectadas, todas ellas en el sureste de la región, responsabilizan del desastre a la "imprevisión" de la Comunidad y exigen de ésta la asunción de las pérdidas económicas. Localidades como Morata de Tajuña, Arganda, Campo Real, Chinchón, Valdilecha y Villarejo de Salvanés han resultado afectadas.
Las consecuencias económicas, siempre según los productores, se traducen en una bajada del 45% del precio del kilo de aceituna. Así, los oleicultores madrileños percibirán este año unas 45 pesetas por kilo en lugar de las 95 pesetas del año pasado.
Concepción Lorente, alcaldesa de Morata de Tajuña, localidad cuya principal fuente de ingresos es el cultivo del olivo, no duda en responsabilizar a la Dirección General de Agricultura de la Comunidad de Madrid "por el cambio de pesticida utilizado en la fumigación y por la imprevi
Los olivareros madrileños recordarán estas navidades como unas de las más desgraciadas. La plaga de la mosca del olivo ha dañado el 60% de la cosecha de aceituna que debía recogerse en las 15.000 hectáreas de este árbol existentes en Madrid, según reconoció la Dirección General de Agricultura de la Comunidad de Madrid. El aceite resultante de lo que se ha salvado de la cosecha tendrá mala calidad. La mosca ataca a la aceituna y hace que ésta caiga al suelo antes de ser recogida, lo que afecta a su tamaño y a la calidad de su jugo.
Mientras los representantes de los agricultores afirman que las pérdidas ascienden a 2.000 millones de pesetas, la Comunidad asegura que no superan los 700. Los alcaldes de las localidades afectadas, todas ellas en el sureste de la región, responsabilizan del desastre a la "imprevisión" de la Comunidad y exigen de ésta la asunción de las pérdidas económicas. Localidades como Morata de Tajuña, Arganda, Campo Real, Chinchón, Valdilecha y Villarejo de Salvanés han resultado afectadas.
Las consecuencias económicas, siempre según los productores, se traducen en una bajada del 45% del precio del kilo de aceituna. Así, los oleicultores madrileños percibirán este año unas 45 pesetas por kilo en lugar de las 95 pesetas del año pasado.
Concepción Lorente, alcaldesa de Morata de Tajuña, localidad cuya principal fuente de ingresos es el cultivo del olivo, no duda en responsabilizar a la Dirección General de Agricultura de la Comunidad de Madrid "por el cambio de pesticida utilizado en la fumigación y por la imprevisión de dicha dirección general". La alcaldesa afirma que ya en el mes de junio se contabilizaron hasta 700 moscas en una de las trampas que se habilitan para detectar las plagas venideras .El director general de Agricultura, Adolfo Cazorla, responsabiliza de lo sucedido al cambio de pesticida utilizado hasta ahora, al clima templado del verano y a la ausencia de fumigación terrestre.
(…)
sión de dicha dirección general". La alcaldesa afirma que ya en el mes de junio se contabilizaron hasta 700 moscas en una de las trampas que se habilitan para detectar las plagas venideras .El director general de Agricultura, Adolfo Cazorla, responsabiliza de lo sucedido al cambio de pesticida utilizado hasta ahora, al clima templado del verano y a la ausencia de fumigación terrestre.
(…)
. (El País, 3 de enero de 1998).


Cartel de la 1 Fiesta del Aceite, año 2000 (Imagen del grupo de facebook Morata de Tajuña (Madrid) ayer y hoy).

En la actualidad, el sector olivarero de Morata no pasa por un momento muy boyante, y eso a pesar de que las extensiones dedicadas al olivar siguen manteniéndose en los niveles más elevados de la historia. Algunos agricultores han optado por el olivar ecológico como medio de obtener mayores rendimientos, a cambio de más trabajo, de sus explotaciones y poner así en valor la calidad de la aceituna cornicabra del término municipal de Morata. Mientras, el resto del sector, formado en su mayor parte por pequeñas explotaciones de origen familiar, sobrevive adaptándose a la nueva situación de los cultivos del olivar en España.
El sector, muy mecanizado en los últimos años, ha hecho que disminuyeran las necesidades de mano de obra tan abundante en décadas pasadas. Pero sigue sin poder competir con las grandes explotaciones andaluzas o castellano manchegas y las nuevas plantaciones en estas zonas, mucho más productivas y frente a la reducida rentabilidad y productividad de los olivares de Morata y del resto de la comarca y de la Comunidad de Madrid.
Durante años, la celebración de la Feria del Aceite y del Olivar –posteriormente, en sus últimas ediciones, Feria del Olivar y del Ajo- fue, desde su primera edición en 1998, el momento de reivindicar la posibilidad de encontrar nuevos canales de producción y comercialización para el aceite de Morata. Este objetivo, que todavía no ha llegado a materializarse como resulta evidente, partía de la necesidad de fomentar el movimiento asociativo y, sobre todo, favorecer y promover la creación de una almazara local que posibilitara volver a elaborar el aceite de las aceitunas cornicabra en Morata para rentabilizar y aprovechar su calidad y la importancia de todo el sector en la localidad.




*En estos años posteriores a la guerra no era extraño que algunos agricultores vendieran su cosecha, más o menos abundante, a compradores o propietarios de almazaras de fuera de Morata. También se producía la situación contraria, agricultores de otras localidades que traían su cosecha a Morata para ser transformada en los molinos morateños. Actualmente, al margen de los socios de la cooperativa Recespaña que transforman su producción en Villarejo de Salvanés, el resto de la cosecha anual de los olivares morateños sale de la localidad para ser procesada en almazaras y molinos de otras localidades y provincias limítrofes.

**Resulta significativo que en la extensa producción literaria e histórica que generó, y aún genera, la Batalla del Jarama muchos de los autores de los textos hagan referencia a la importancia de los olivares en el desarrollo de la batalla, su utilización como parapetos o puestos de vigilancia y las vidas que salvaron los troncos de estos árboles repartidos por todo el frente bélico. Sobre este hecho, un voluntario y poeta inglés, John Lepper, escribía:
La muerte acechaba entre olivares
Escogiendo sus hombres
Su dedo de plomo señalaba
Otro autor, Javier M. Reverte, en El tiempo de los héroes, también se acuerda de los olivares y su papel en la batalla en varios pasajes de su novela:
(…) Se combatió con saña y dureza, sin apenas tregua, en cerros como el Pingarrón y la Colina del Suicidio. Se luchó en las trincheras igual que en la gran Guerra y miles de hombres pelearon a la bayoneta en los extensos olivares de las llanadas que dominaban el Tajuña (…).
(…) Delante de ellos, decenas de cuerpos inmóviles tachonaban el terreno de la extensa llanura cubierta de viñedos baldíos y pequeños olivares humillados (…).

*** De los 90 molinos autorizados para la campaña de 1949 la mayoría, 47 concretamente, estaban localizados en el sureste de la provincia. Entonces, como actualmente, en estas localidades se produce la mayor parte del aceite madrileño: Ambite, 3 (Félix Díaz, Sociedad Olivarera e Iniesta y Corral); Arganda, 3 (Francisco López Sánchez, Adolfo Pastor, Cooperativa Aceitera); Brea de Tajo, 2 (Felicidad de Torres y Emiliano Díaz); Belmonte de Tajo, 1, (Eliseo Peces Roldan); Carabaña, 3 (Rafael Calvo de Garcillán, Julia García Romo y Felipe Escobar y Cia); Campo Real, 2, (José Ferreres y Mariano Busó Rey del Castillo); Colmenar de Oreja, 3 (Alcoholera, S.A, Tomás Alcolado Sánchez y Julián García Fuertes); Chinchón, 8 (Sociedad Aceitera, Hijos de Zacarías Montes Recio, Pedro García Carrero, Hijos de Telesforo González, Enrique Fernández Sancho, Marcial Fernández Sancho, Martiniano Codes Vega, Luis Sánchez Ruiz); Estremera, 3 (Marcelino Jiménez Olalla, José Barcala Barril, Herederos de Toribio Gómez); Orusco, 1 (Hijo de Víctor Fernández); Perales de Tajuña, 5 (Pablo García Martínez, Antonio López Garrido, Luisa García Gómez, Hijas de Lucía Nicolás, Antonio Díaz Redondo); Tielmes, 3 (Ángel Nogales, Antonio del Pozo y Pablo García López); Valdaracete, 2 (Ildefonso Martínez y Félix Huelves); Valdelaguna, 2 (Carlos Prieto Prieto y Adolfo Íñigo Martín); Villarejo de Salvanés, 6 (Isidro Alcázar Domingo, Víctor Domingo, Pablo Mora, Concepción Pérez París, Félix Jiménez Mora y Julián Alcázar Salcedo).




Fuentes y bibliografía:
    • Hacienda real y mundo campesino con Felipe II. Las perpetuaciones de tierras baldías en Madrid. Alvar Ezquerra, Alfredo. Comunidad de Madrid-Consejería de Agricultura. Madrid, 1990.
    • Tratado del cultivo del olivo en España y modo de mejorarlo. Hidalgo Tablada, José de. Librería de la señora viuda e hijos de don José Cuesta. Madrid, 1870.
Agricultura general que trata de la labranza del campo (…). Herrera, Alonso de. Edición José de Urrutia. Madrid, 1790.
    • Toledo en época de frontera. Ladero Quesada, Miguel Ángel. Universidad Complutense de Madrid. Anales de la Universidad de Alicante. Historia Medieval, nº 3, 1984.
    • Relaciones Topográficas de Felipe II. Madrid.  Estudio introductorio. Alvar Ezquerra, Alfredo. Comunidad de Madrid. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Imprenta de la Comunidad. Madrid, 1993.
    • Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio de la. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999. (Transcripción de las respuestas de Morata al interrogatorio).
    • Relaciones Topográficas de los pueblos de España, lo más interesante de ellas. Ortega Rubio, Juan. Sociedad Española de Artes Gráficas. Madrid, 1918.
    • La vida rural castellana en tiempos de Felipe II. Salomon, Noël. Ariel Historia. Madrid, 1982.
    • Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y respuestas generales de Morata de Tajuña. H 408 y  H. 410.
    • Riqueza y propiedad en la Castilla del Antiguo Régimen. (La provincia de Toledo del siglo XVIII). Donézar Díez de Ulzurrún, Javier M. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid, 1997.
    • Toledo 1751. Según las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada (Introducción). Donézar Díez de Ulzurrún, Javier M. Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tributaria. Ayuntamiento de Toledo. Tabapress. Madrid, 1990.
    • Biblioteca Nacional (ms 4.508).
    • Ordenanzas municipales y gremiales de España en la documentación del Archivo Histórico Nacional. Cadeñanos Bardeci, Inocencio. Cuadernos de Historia del Derecho. Ediciones Complutense. Madrid, 2017.
    • La productividad de los factores en la agricultura española (1752-1935). Bringas Gutiérrez, Miguel Ángel. Universidad de Cantabria 1998.
    • Memoria sobre el estado de la Agricultura en la provincia de Madrid y mejoras convenientes para su desarrollo. Abela y Sainz de Andino, Eduardo. Imprenta, Estereotipia y Galvanoplastia de Aribau. Sucesores de Rivadeneyra. Madrid, 1876.
    • Contestación al interrogatorio sobre cultivo de olivo, vid y agrios e industrias derivadas. Ortiz Cañavate, Fernando. Establecimiento tipográfico de M. Minuesa. Madrid, 1881.
    • Desarrollo local en el municipio de Morata de Tajuña. Dochao, Andrés, Santillana, Myriam, Díez, Alberto. Abril, 1990.
    • Madrid, virgen extra. Ciencia y experimentación para la calidad del aceite. Bienes Allas, Ramón; Cabello Sáenz de Santa María, Félix, de Lorenzo Carretero, Cristina; Palancar Olmo, Margarita; Pérez Jiménez, María Ángeles, Pons Romero, Juan Ramón; Vergara García, Gregorio. Imidra. Comunidad de Madrid. Madrid, 2011,
    • Hacia un  modelo europeo  de extensión rural agroecológica. Praxis participativas para la transición agroecológica. Un estudio de caso en Morata de Tajuña, Madrid. López García, Daniel. Universidad Internacional de Andalucía. Edición electrónica, 2012.
    • Archivo Histórico  Nacional, Sección Nobleza. BAENA, C.354, D.453-464.
    • Elaboración del aceite de olivas. D. Pequeño. Imprenta de la Sociedad Geográfica. Madrid, 1879.
    • El aceite de oliva, resumen hecho por la Junta Consultiva Agronómica. Imprenta de los Hijos de M. G. Hernández. Madrid, 1923.
    • Manual de Agricultura. Olivan, Alejandro. Establecimiento tipográfico del D. F. de  P. Mellado. Madrid, 1849.
    • Morata de Tajuña. Crónica de la provincia de Madrid. Arribas, Juan Diego-Imprenta de la Diputación Provincial-Madrid, 1891.
    • Periódicos y publicaciones citados en el texto.



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