En el año 2012 un cuadro del palacio de Morata reapareció después de considerarse desaparecido durante más de cien años
La pintura de Sofonisba Angissola fue adquirida por el Estado para el Museo del Prado
Si algunos de los cuadros que
fueron depositados en el palacio de Morata pueden hoy contemplarse en diversos
museos, en otros casos no puede decirse lo mismo: la mayoría de los cuadros que
en su día colgaron del palacio morateño del marqués de Leganés y de los condes
de Altamira actualmente se consideran como no
localizados. Así, como no localizado,
figura en la tesis de Pérez Preciado un cuadro de la pintura italiana Sofonisba
Angissola, que el marqués de Leganés destinó a su palacio de Morata y que hace
sólo unos años, en 2012, tras más de 140 años desaparecido, ha pasado a pertenecer a los fondos del Museo del
Prado.
La pasada semana hicimos un
recorrido por la localización actual en museos públicos y en colecciones
privadas de algunos de los cuadros que en su día colgaron de las paredes del
palacio morateño de los marqueses de Leganés y de los condes de Altamira. Además
de estos cuadros –localizados muchos de ellos en España y también, otros, fuera
de nuestras fronteras-, un porcentaje muy importante de la colección creada por
el I marqués de Leganés se considera por parte de los especialistas como no localizada. En algún momento
histórico a estos cuadros, documentados en distintos inventarios, realizados
cuando permanecían integrados en el mayorazgo creado por el I marqués de
Leganés, se les pierde el rastro y a partir de ahí se ignora a qué institución
o persona, pública o particular, pertenece. Uno de los mayores especialistas en
esta colección de pinturas creada por Diego Messía Felípez de Guzmán –Juan José
Pérez Preciado, tantas veces citado en este blog como autor de la tesis El marqués de Leganés y las Artes-,
analiza la historia de cada uno de los más de 1300 cuadros que formaron parte
de este patrimonio. En este repaso a la historia de cada pintura aparece la expresión
no localizada para indicar que, en la
actualidad, se desconoce a quién pertenece y donde se encuentra cada una de las
obras analizada.
A esta categoría de no localizada
pertenecen muchos de los cuadros –en realidad la mayoría- que en su momento
estuvieron en el palacio de Morata. De hecho, es el inventario de 1753,
transcrito en su totalidad por Mercedes Agulló en una publicación editada por
el Museo del Prado y al que ya nos hemos referido en alguna ocasión, Documentos para la historia de la pintura
española, la última referencia documental de muchos de estos cuadros de los
que, desde ese lejano inventario, se desconoce su paradero.
Reaparición
del cuadro y compra para el Museo del Prado
Con esta consideración de pintura no localizada – a partir de 1868- aparece
en la tesis de Pérez Preciado, presentada en 2010, una pintura que años después
reapareció felizmente cuando fue adquirida para el patrimonio público por el
Museo del Prado: se trata de una obra de la pintora Sofonisba Anguissola. Que
el cuadro fuera obra de una pintora del siglo XVI ya dota de una condición
especial a esta pintura que, durante mucho tiempo, se creyó que representaba a
San Pedro aunque, con el paso de los años, se identificó al que era el protagonista
real de la pintura.
El cuadro de Sofonisba Anguissola adquirido por el Museo del Prado
En el inventario del conde de
Altamira de 1753 se localiza este cuadro colgado en el dormitorio bajo con ventana al patio del palacio de Morata. En este
inventario se describe la obra como:
377.
Otra pintura de más de medio de cuerpo de San Pedro escribiendo, pintado un
cuadrito de una imagen con el Niño, de siete cuartas de alto y una vara de
ancho.
El cuadro cambió de propietario ya
en el siglo XIX cuando lo adquirió José Madrazo, posiblemente tras comprar varios
cuadros del palacio morateño en 1820. Años después, tras la muerte del pintor
de cámara, fue vendido al marqués de Salamanca que lo colgó en las paredes del
palacio de Vistalalegre. Ya para entonces el motivo que representó Sofonisba
Anguissola en su pintura, que siempre se había asociado a la figura san Pedro,
fue correctamente identificado. El
cuadro aparece en el catálogo de las pinturas de José Madrazo (año 1856) con el
número 4 y la siguiente descripción:
4.
San Pedro escribiendo sus epístolas. Sobre una mesa tiene las llaves, y con la
mano izquierda señala a un cuadro del fondo que representa la sagrada familia.
(Media figura menor del tamaño natural) (Galería de Altamira).
Sin embargo, al final del folleto
editado con el catálogo de las obras propiedad de Madrazo –rectificaciones de
la página 169-, aparece la correcta identificación del protagonista de la
pintura:
4. Este cuadro, que se creyó representar
a San Pedro escribiendo sus epístolas, después de limpio y detenidamente
reconocido ha resultado ser el retrato del poeta CASELLI, cuyo nombre se lee
claramente escrito en un libro de rimas italianas que figura estar componiendo.
Rectificación sobre el cuadro propiedad del conde de Altamira que adquirió José Madrazo
Aclarado definitivamente el asunto
central del cuadro de Sofonisba Anguissola, adquirido por el I marques de
Leganés cuando ejercía como gobernador y representante de la corona española en
Milán y destinado a su palacio morateño, quedaba por seguir la trayectoria de
la pintura tras pertenecer a José Madrazo y posteriormente pasar a la colección
de José de Salamanca. A partir de ahí, se pierde la pista de la obra que pasó a un propietario
desconocido tras su venta por parte del marqués o de sus herederos. Pérez
Preciado considera que desde 1868 se consideraba como no localizado.
Habría de pasar más de un siglo,
concretamente 144 años para que en 2012 –dos años después de la tesis de Pérez
Preciado, el cuadro reapareciera a la luz pública al ser adquirido por el
Estado para la colección del Museo del Prado. En la Memoria de Actividades que el Museo del Prado editó en ese año de
2012 se indica:
Otras
importantes incorporaciones ha sido el retrato de Giovanni Battista Caselli,
poeta de Cremona de la pintora italiana Sofonisba Anguissola, el miembro más
destacado de una familia de pintoras cremonesas de mediados del siglo XVI,
vinculada a la corte española durante el reinado de Felipe II (…).
En esta misma publicación se hace
mención expresa al equívoco que rodeó a esta tela, cuando se identificó al
personaje central con San Pedro, y también se traza el recorrido de la pintura
desde su propietario primero, el italiano Pietro Antonio Tolentino, pasando por
el I marqués de Leganés, el conde de Altamira y José Madrazo. Entre los
propietarios de la obra de Sofonisba Anguisola, la autora de la reseña del
cuadro, Leticia Ruiz Gómez, no cita al marqués de Salamanca pero sí que
identifica a Caylus Anticuario S. A., que obtuvo la propiedad en una subasta y
que fue la entidad que negoció con el Estado español la adquisición para el
patrimonio público de esta antigua obra procedente del palacio de Morata de los
marqueses de Leganés y los condes de Altamira.
Según relata el periódico digital El Confidencial, (30-10-2013) el cuadro
llegó a la casa de subastas Segre sin estar catalogado y sin que se tuviera
clara la autoría del mismo. El cuadro, identificado con el título de Escritor místico, fue ofrecido a la casa
de subastas por un comerciante de arte. Cuando se celebró la subasta, cuya puja
se inició en la cantidad de 1.800 euros, acudieron dos coleccionistas
extranjeros y la Galería Caylus que, finalmente, se hizo con la obra de
Sofonisba por la cantidad de 10.000 euros. El Museo del Prado y la Junta de
Calificación, Valoración y Exportación de Obras de Arte habían sido notificados
de la subasta pero no se interesaron en ese momento por la pintura de la autora
italiana.
Tras proceder a la limpieza de la
obra e iniciar el proceso de documentación de la misma, los nuevos propietarios
siguieron la pista del número 377 que aparecía en el cuadro en color blanco. A
partir de aquí se dedujo su pertenencia a la colección del I marqués de Leganés
y, posteriormente, al conde de Altamira. Ante la solicitud de un permiso de
exportación, el Museo del Prado sí que se interesó entonces por la obra que
pasó a sus fondos tras abonar 60.000 euros por la misma pintura que en la
subasta se había valorado inicialmente en 1.800 euros.
El cuadro, una vez propiedad del
Museo del Prado, fue expuesto en Caixaforum Barcelona –hasta el 15v de enero de
2015- en una muestra titulada La belleza
cautiva. Pequeños tesoros del Museo del Prado.
No ha sucedido lo mismo con otras
pinturas del marqués de Leganés que siguen con la condición de desaparecidas. La próxima semana, como
epílogo de esta serie de post sobre los cuadros que se depositaron en el
palacio de Morata, analizaremos el misterio en torno a un cuadro también
desaparecido y con una curiosa historia.
Fuentes y bibliografía:
- Agulló y Cobo, Mercedes. Documentos para la historia de la pintura española. Museo del Prado, Madrid, 1994.
- Catálogo de la Galería de cuadros del Excmo. Sr. D. José de Madrazo. Imprenta de D. Cipriano López. Madrid, 1856.
- Pérez Preciado, José Juan. El marqués de Leganés y las artes. Tesis doctoral. Universidad Complutense. Facultad de Geografía e Historia. Madrid 2010.
- Giovanni Battista Caselli, poeta de Cremona. Memoria de actividades 2012. Museo Nacional del Prado. Ruiz L. Madrid, 2013.
- Elconfidencial.com/cultura/2013-10-30/cultura-compro-para-el-prado-un-cuadro-33-veces-mas-caro_47799/
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