Los bienes del clero en Morata
Cuando se promulgó
la conocida como Ley Madoz (1855), una de las más importantes de
toda la legislación desamortizadora, la mayor parte de los bienes
pertenecientes al clero en Morata ya habían cambiado de propietario
en años anteriores al amparo de la legislación existente desde
comienzos del siglo XIX. Alrededor de 1806 ya se inicia la
enajenación en Morata de bienes de las conocidas como obras pías,
pero antes de conocer cómo se desarrolló todo el proceso, será
importante conocer cuál era el punto de partida y saber hasta dónde
llegaba el patrimonio inmobiliario en poder del estamento
eclesiástico en Morata. Hablamos de los bienes pertenecientes al
clero regular -integrado por las órdenes religiosas masculinas y
femeninas-, y el que era propiedad del clero secular (bienes
asignados a parroquias, capellanías, obras pías, fundaciones…).
Para ello es
obligatorio e inevitable acudir a los legajos del Catastro de
Ensenada, tanto por su grado de fiabilidad, bastante elevado con
relación a otros documentos históricos, como por su cercanía en el
tiempo con el periodo histórico en el que se iniciaron las
desamortizaciones. En el conocido como Libro
de Eclesiásticos
aparece la relación de propiedades inmobiliarias y derechos
económicos –censos o créditos a su favor- del estamento
eclesiástico, incluidas, eso sí, las propiedades patrimoniales
privadas del clero catastradas en torno al año 1751 que no estaban
incluidas en la desamortización al ser considerados bienes
privativos.
En este legajo
(H410) aparece la relación completa de las instituciones religiosas,
órdenes, capellanías, obras pías,…, que contaban con propiedades
rústicas, inmuebles urbanos y derechos de créditos en Morata:
Convento del
Rosario de Madrid, convento de Franciscas de Ocaña, Convento de
Concepción Jerónima de Madrid, convento de Franciscas de Toledo,
Capellanía que fundó Alonso García, convento de Santo Thomás de
Madrid, Cofradía del Santísimo de esta villa, Cofradía de la
Veracruz, Capellanía que fundó Beatriz de Cortinas, Capellanías de
Nuestra Señora de la Paz, Capellanías vacantes por el licenciado
don Diego Sánchez y doña Ana de Castro, Convento de Agustinas de
Chinchón, Colegio Mayor de Alcalá, Capellanía que fundó Diego
Bermejo, Convento de Santa Catalina de Alcalá, capellanía que fundó
¿ , convento de Santa Úrsula de Alcalá, Colegio Imperial de
Madrid, capellanía que fundó Diego Ruiz, capellanía que fundó
Juan Ruiz, capellanía que fundó Diego Alonso, capellanía del
Cabildo de Nuestra Señora de la Paz, capellanía que fundó
Margarita Salvanés, capellanía de Isabel de Zúñiga, capellanía
del Cabildo de Nuestra Señora de la Paz, capellanía que fundó
María Alarcón, convento de Atocha de Madrid, capellanía que fundó
Doña María la …, capellanía que fundó Rodrigo Pérez, hospital
que fundó Antonio López, hospital que llaman el Antiguo de la plaza
para pobres, hospital de la Misericordia de Chinchón, hospital que
llaman de Vallejo en la villa de Chinchón, imagen de San Joseph en
la parroquia de esta villa, las animas de esta villa, memoria que
fundó Doña Inés de Cárdenas, memoria que fundó Catalina Ruiz,
memoria que en Perales de Tajuña fundó Francisco Sánchez, Nuestra
Señora del Carmen de esta villa, Nuestra Señora de la Asunción,
Virgen de la Antigua de esta villa, monjas Franciscas de Chinchón,
obra Pía que fundó Francisco Sánchez, religiosos de San Juan de la
Penitencia de Alcalá, recoletos de Copacabana, y bienes
pertenecientes al curato*.
Como se observa, un
listado bastante extenso y heterogéneo en el que aparecen
instituciones religiosas con grandes propiedades en Morata -los
dominicos del Rosario y el convento de Santo Tomás-, junto a otros
propietarios que no pasaban de reunir un patrimonio que no excedía
en algunos casos de una fanega de tierra.
Gracias a los
redactores del catastro contamos con un resumen del total de las
propiedades ligadas a la Iglesia en Morata, realizado medio siglo
antes de que se iniciaran las desamortizaciones:
Por los
resúmenes del Cuaderno de cargos consta haberse reconocido en este
término mil
doscientas cincuenta y seis fanegas**
de tierra de todas especies y calidades pertenecientes al estado
eclesiástico en esta forma:
De sembradura de
regadío quinientas
y cuatro fanegas y diez celemines,
las doscientas nueve y cinco celemines de buena calidad, doscientas
ochenta y tres y once celemines de mediana y once fanegas y seis
celemines de ínfima.
De viñas en
tierras de regadío de buena calidad,
siete fanegas y dos celemines.
De frutales en
tierras de regadío de buena calidad, tres
fanegas.
Alamedas de
riego de buena calidad cinco
fanegas y ocho celemines.
De sembradura en
secano, doscientas
once fanegas y tres celemines;
cuarenta y cinco y seis celemines de buena calidad, ciento diez y
nueve y tres celemines de mediana, cuarenta y seis y seis celemines
de ínfima.
De viñas en
secano, doscientas
una fanegas y un celemín,
las noventa y ocho fanegas y ocho celemines de buena calidad, noventa
y cinco y cinco celemines de mediana, y las siete de ínfima.
A estos bienes de naturaleza rústica
había que añadir la casa de labor de los frailes dominicos del
Rosario, sin duda una de las propiedades inmobiliarias de mayor valor
de Morata en aquella época –sólo superada por el palacio del
conde de Altamira- y cinco viviendas en el casco urbano.
En porcentaje sobre
el total de las tierras cultivables del término municipal de Morata,
el estado eclesiástico era propietario del 10,1 por ciento (223
hectáreas) del total de las 2.226 hectáreas de terreno de labor que
se catastró en 1751 (incluidas, insistimos, las propiedades de
carácter particular de algunos miembros del clero). Este porcentaje,
sin duda, resulta muy importante sobre el total de las propiedades
rústicas (de hecho, en esos años ni siquiera el conde Altamira, con
un total de 792 fanegas, la mayoría de vega, tenía tanto patrimonio
de fincas rusticas como la Iglesia en su conjunto), aunque en otros
pueblos vecinos, como Arganda, el patrimonio eclesiástico era muy
superior en porcentaje.
Desglose de los bienes
eclesiásticos
Pese a que no se
trata de hacer un examen exhaustivo de este patrimonio, sí que
conviene conocer qué instituciones religiosas eran las mayores
propietarias de fincas rústicas y también, aunque en mucho menor
medida, urbanas en Morata.
Apunte de la casa de labor de los dominicos y del molino de aceite en el catastro
Convento de dominicos del Rosario
Esta orden
religiosa, cuya casa madre se encontraba en Madrid, era sin lugar a
dudas la que reunía la mayor parte del total de bienes asignado al
estado eclesiástico. Además, a diferencia de otras instituciones
religiosas con presencia en Morata, los dominicos no se limitaban a
arrendar sus fincas sino que, por el contrario, desde su casa de
labor dirigían una potente explotación agrícola que incluía la
elaboración de vino y aceite y que, en consecuencia, exigía el
concurso de números vecinos de Morata que se empleaban en las
labores necesarias para sacar adelante tan extenso patrimonio.
Según el Libro de
eclesiásticos, en 1751 los bienes de los dominicos en Morata eran
los siguientes:
Bienes propios del convento Dominicos
de Nuestra Señora del Rosario de Madrid
Entre ellos destaca, sobre todo, la
conocida como casa de labor, que se levantaba donde en siglos
posteriores se construiría la residencia de la familia Mac Crohon:
Casa
Primeramente una casa en la
población de esta villa que tiene de fachada sesenta y seis varas y
de fondo sesenta y cuatro, su habitación consiste en bajo y
entresuelo con diferentes oficinas, dos lagares con dos vigas cada
uno, una almazara de aceite con diez y siete tinajas de caber mil
setecientas arrobas, bodega con diez cubas, su caber cinco mil
arrobas, cueva con ochenta tinajas de caber cuatro mil arrobas, y un
cocedero de vino con nueve tinajas su cabida novecientas arrobas.
Linda mediodía con calle que va a
al camino de san Martín y norte casa de Don Julián Correa, vecino
de Madrid, y se ha regulado su alquiler en cada un año en dos mil y
seiscientos reales de vellón.
Molino aceitero
Un molino aceitero con dos vigas y
sus trojes correspondientes y veinte y seis tinajas para aceite que
cabrán ochocientas arrobas y regulado por quinquenio en cada un año
en mil y cien reales.
Este molino aceitero, que incluía un
huerto y hasta 21 olivas, se localizaba en el entorno urbano conocido
como callejón del molino.
A estos bienes de
naturaleza urbana había que añadir 81 fanegas de tierras de riego
en la vega, 44 fanegas de secano en el llano, 104 fanegas de viña
con 36.863 cepas, 91 fanegas de olivares con 3.458 olivas (incluidas
en esta cifra las 1.230 olivas que se cultivaban en las viñas), una
era de pan trillar de dos fanegas y una poza para el cáñamo situada
junto a la ermita de la Soledad. Por último, los dominicos también
contaban con dos censos a favor del convento de 200 ducados de
principal y otros dos de 100 ducados cada uno, todos ellos al 3 por
ciento de interés.***
Otras instituciones religiosas con
patrimonio en Morata:
- Colegio Imperial de Madrid (Jesuitas), 3 fanegas de riego en la vega y 63 fanegas de olivares.
- Convento de Santo Tomás de Madrid, 6 fanegas de tierras de riego, 3 fanegas de viñas y 47 fanegas de olivares.
- Obra Pía fundada por Francisco Sánchez Páez, 17 fanegas de tierras de riego y 23 de tierras de secano y olivares.
- Capellanía de Alonso García, 13 fanegas de tierras de riego y 26 de olivares.
- Convento de dominicos de Nuestra Señora de Atocha, 35 fanegas de viñas y olivares.
- Hospital de la Misericordia de Chinchón, 33 fanegas de tierras de regadío en la vega.
- Cabildo y distintas capellanías de la parroquia de Nuestra Señora de la Paz, 30 fanegas de tierras de riego y 1 fanega y media en tierras de secano.
- Fabrica de la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, 22 fanegas de tierras de riego y 4 fanegas de tierras de secano y olivares.
- Capellanía que fundara Beatriz Cortinas 15 fanegas y media de tierras de riego en la vega de Morata.
- El resto de instituciones religiosas contaban con un patrimonio más limitado que las citadas anteriormente y, como las ellas, también se vería afectado por las sucesivas desamortizaciones.
Aparte de las
fincas rústicas o de labor, el conjunto del clero con bienes en
Morata eran propietarios de casas localizadas en las calles de
Búcares (Iglesia), Baja Azotea, Calle Espejo, Calle Real a Arganda y
Cruz de Calderón, y también de derechos crediticios por censos que
ascendían a 3.800 ducados de capital.
*En esta relación
están excluidos los bienes del patrimonio personal o familiar de los
miembros del clero.
**En esta cifra se
incluyen fanegas de cuatrocientos estadales (las de secano) y de
doscientos estadales (las de regadío).
***Este patrimonio
de los frailes dominicos, catastrado en 1751, aumentó notablemente
en los años posteriores, como veremos en próximas entregas,
especialmente en cuanto al número de viñas y cepas de su propiedad.
Fuentes y bibliografía:
- Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y respuestas generales. Bienes de Eclesiásticos. H 408 y H. 410.
- Miranzo Sánchez-Bravo, Agustín. Morata de Tajuña según el Catastro de Ensenada (1751). Bubok. Morata de Tajuña, 2010.
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