miércoles, 9 de enero de 2019

Bibliografía morateña: Tratado del cultivo de la vid, de José de Hidalgo Tablada (II)

Una parte muy importante del Tratado del cultivo de la vid, la obra de José de Hidalgo Tablada que comenzamos a reseñar la pasada semana, es la descripción que realiza de las múltiples variedades de vid cultivadas por los viticultores españoles. En su obra, el autor apuesta por elegir la variedad más apropiada para cada terreno y para cada zona de España. En relación con Morata y su comarca, Hidalgo describe las variedades más utilizadas en la zona, entre ellas, la uva malvar y la uva jaen.
Elección de la clase de vid
Hidalgo Tablada otorga mucha importancia al tipo de vid elegida a la hora de favorecer la calidad de los vinos y, desde luego, la productividad de las explotaciones:
En la región central se cultiva la uva tinta de Valdepeñas, ¿y puede decirse que se obtengan vinos de Valdepeñas fuera de su localidad? Esa clase de uva produce los vinos tintos de Morata, Chinchón, Carabaña, Colmenar de Oreja, Tarancón, etc, y sin embargo, cada uno de esos pueblos produce vinos que no son iguales, porque no lo es el suelo, cultivo y demás circunstancias que modifican los productos de la vid. Así se ve que mientras Valdepeñas vende su vino a veinte reales arroba, los otros pueblos de la provincia de Ciudad Real encuentran dificultades en verificarlo a 10 reales. En un mismo pueblo, en Morata, Chinchón, etc, la uva de la misma variedad procedente se de secano y riego, vale más la primera que la segunda (…).
Como ejemplo de la necesidad de adaptar cada variedad a los terrenos que le son más propicios, Hidalgo Tablada expone un ejemplo:
Llevados de la celebridad que la uva garnacha tiene en para los vinos tintos de Aragón, se trajeron a Morata en 1845 plantas de garnacha roja, y se puso un gran viña por el señor conde de Sástago; hoy no existe una cepa, pues el caldo que aquí producía el vino aragonés era de poca fuerza y el vino de color ojo de gallo.
Para finalizar con este asunto de la adaptación de los distintos tipos de vida al terreno, Hidalgo Tablada compara la variedad malvar en Morata y en Colmenar de Oreja:
Comparado el fruto obtenido de las vides malvases de igual clase, plantadas en los terrenos silicios, guijarrosos, colorados de secano de Colmenar de Oreja, con los cálidos arcillosos pardos de Morata, resulta una diferencia tal, que son para los poco expertos dos variedades: su venta en Madrid, para fruta mejora el precio de las de Colmenar 4, 6 y más reales en Arroba. En Morata mismo tenemos nosotros una viña cuya uva compite en el mercado de Madrid con la de Colmenar, y que ninguna otra del término de Morata se vende al precio y estimación que ella.


Portadilla de la segunda edición del libro de Hidalgo Tablada "Tratado del cultivo de la vid"

Variedades de uva* 
Albillo pardo
Las cepas de esta variedad llegan a un tamaño desmesurado en la vega de este pueblo (Morata) donde hay algunas plantas; las hojas son muy borrosas, los racimos muchos y mediados, aovados cilíndricos, uvas muy apiñadas, casi redondas, amarillo claro, o verdoso, según el terreno, venas manifiestas, menos blandas, menos jugosas y dulces, más tardías que el albillo castellano.
Malvasía
Esta variedad es muy estimada en uva en el mercado de Madrid, adonde se lleva desde principios de septiembre hasta enero del año siguiente de la cosecha, hace veinte años no se conocía apenas en los pueblos del distrito de Chinchón. Nosotros fuimos de los primeros que plantamos una viña en 1845 y tuvimos tal acierto en la elección del terreno que la uva que produce es la más estimada de esta localidad (Morata) hasta el punto de venderse cuatro y más reales por arroba más caro que la de su misma clase llevado de aquí. Creemos que la bondad de la uva nace de ser terreno que indica haber habido en él alguna población, pues se encuentran en él tejas calcinadas y rotas, cimientos y demás que prueba que hubo edificios que no recuerda la historia. El suelo es calizo, silicio, arcilloso y pardo.
Hidalgo Tablada también se refiere a esta variedad de uva blanca malvasía y a su cultivo en el municipio de Colmenar de Oreja:
En Colmenar de Oreja se hace un gran negocio con la uva malvasía, que aquí conocemos con el nombre de malvar. Se cuelgan para llevar a Madrid en el otoño de treinta a cuarenta mil cargas de 9 a 10 arrobas cada una.
La utilización de este tipo de uva blanca para su consumo como fruta en los mercados de Madrid también era muy habitual en Morata donde, como señala Hidalgo Tablada, los racimos se colgaban para su mejor conservación hasta el momento de su venta.
Vigeriegos
Sobre esta variedad de uva Hidalgo Tablada señala:
Así como en los trajes varían las modas, en los alimentos suele suceder que se hagan algunas alteraciones, y de ser así, resulta que hará veinte años que la uva vigeriega o gordal, como se llamaba en Morata, tenía tal aceptación en Madrid para fruta, que en tres fanegas de tierra de las de aquí, que representan una media aranzada, o sea, 57 áreas, 36 centiáreas, hemos sacado algunos años antes de 1850, tres o cuatro mil reales, y en este término, había por entonces una viña que sólo tenía ochocientos puestos de vid, que era unas dos aranzadas, la cual hubo año que se vendía el fruto de la cepa en catorce mil reales.
Con motivo de la enfermedad del oídium y ser una de las variedades que más acometió, se introdujo la malvás, se empezó a conocer esta clase de uva en Madrid, y la gordal ya no tiene ningún mérito, así es que van desapareciendo y las dos viñas citadas ya no existen.
Hidalgo Tablada añade las características de esta variedad de uva:
(…) Racimos grandes en demasía, muchos y apretados, distingue esta variedad que cultivamos en riego y secano, en tierra parda arcillosa, en caliza silícea, etc, y hemos visto y estudiado en La Rioja, Navarra, Andalucía y Morata. La uva muy obtusa, superficie igual, dulce, temprana (…).
(:..) El mosto de esta variedad –concluye- no tiene condiciones ninguna para vino, es muy fluido, poco azucarado, así es que la vigeriega común sólo sirve para comerla en fruta, ya sea cuando se corta, o guardándola colgada, de cuya manera resisten hasta el fin de diciembre.
Para finalizar su obra, Hidalgo Tablada incluye algunos capítulos dedicados a los cuidados que requieren las viñas
Cultivo de la vid
José de Hidalgo analiza los cuidados que en su opinión necesitan los cultivos de viña en base a su experiencia como labrador y propietario de viñedos. Cita en primer lugar las labores que se realizan con el arado. Al referirse a esta herramienta señala:
(…) ese arado, que no ha variado mucho del que describe Virgilio, tiene pocos elementos para romper la tierra sin repetidas labores, y de aquí la creencia fundada de que los plantíos de viña en los tres primeros años han de recibir treinta labores de arado (…).
Y continúa:
(…) No vemos sean precisas las diez labores por año, que con el arado ordinario se dice por los prácticos deben darse a la viña nueva, y no sólo lo dicen, sino que lo hacen, hasta poner tonta la tierra de tanta labor, que es su manera de expresarse.
Además de esta obra sobre el cultivo de la vid, Hidalgo Tablada también dedico sendos trabajos a la elaboración del vino en dos libros de los que trataremos en la próxima entrega del blog.

*Aunque Hidalgo Tablada analiza en su obra las variedades de uva más cultivadas en toda España nosotros, para la reseña de su libro, sólo hemos incluido las que se cultivaban por aquellos años en Morata y su comarca.

Fuentes y bibliografía:
  • Tratado del cultivo de la vid en España y modo de mejorarlo. Hidalgo Tablada, José de. Segunda Edición, corregida y mejorada con nuevos datos. Librería de la señora viuda e hijos de don José Cuesta, editores. Madrid, 1870.
  • Tratado de la fabricación de vinos en España y el extranjero. Hidalgo Tablada, José de. Segunda edición corregida y mejorada con nuevos datos. Librería de los sres. viuda e hijos de D. José Cuesta, editores. Madrid, 1871.
  • Tratado de vinificación y descripción de algunos instrumentos que sirven para perfeccionar este arte, el modo de usarlos y sus ventajas. Hidalgo Tablada, José de. Establecimiento tipográfico de Andrés Peña. Madrid, 1850.
  • Contestación al interrogatorio sobre cultivo de cereales, olivo, vid y agrios e industrias derivadas. Ortiz Cañavate, Fernando. Establecimiento tipográfico de M. Minuesa de los Ríos. Madrid, 1881.
  • Exposición Nacional Vinícola de 1877. Catálogo general. Imprenta, esterotipia y galvanoplastia de Aribau y Ciª. (Sucesores de Rivadeneira). Madrid, 1877.



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