Ramal
de Morata a la carretera Colmenar de Oreja-Puente de Arganda
Como
vimos en semanas anteriores, el diseño final de la carretera entre
Colmenar de Oreja y el Puente de Arganda modificó el proyecto
inicial que pasaba por el casco urbano de Morata. Esta modificación
obligó a construir un ramal desde la nueva carretera al pueblo de
Morata. Este ramal, que todavía permanece en uso, tenía en los años
de su construcción una longitud de 2,973 kilómetros. Según se
publicó en los diarios de la época, la subasta de las obras se
realizó el 20 de abril de 1861:
El
próximo 20 de abril, ante la Dirección General de Obras Públicas
se celebrará la subasta de las obras de la carretera de Morata de
Tajuña a Colmenar de Oreja en 114.259 reales.
(La
Correspondencia de España,
20 de marzo de 1861).
Unos meses después, el Boletín
Oficial de la Provincia de Madrid publicaba la relación de
propietarios afectados por las obras:
(…)
Subastada la carretera
de tercer orden de Morata de Tajuña a Chinchón (…) se publica a
continuación la nómina de los dueños de los terrenos que han de
ocuparse para la ejecución de las obras de la misma (…):
Lista
de los propietarios.
D.
Germán de Cuevas.
José
Hidalgo y Tablada.
José
Salcedo.
Manuel
Sánchez Leira.
Policarpo
de Cuevas.
Ruperto
Díaz.
Isidro
Sánchez.
Lucas
González Castro.
Valentín
González.
José
Corpa.
Pantaleón
González.
Álvaro
Salcedo.
Estanislao
Salcedo.
Pablo
Fominaya Bucero.
Manuel
Corpa.
Tomás
Sánchez.
Gregorio
Martínez.
Manuela
Tejero.
Mariano
Galeote.
Eugenio
Guzmán.
Isidoro
del Castillo.
María
Lucia Sánchez Leira.
José
García Gutiérrez.
Dionisia
Cárdena.
Manuela
Guzmán
Manrique.
Leonardo
Fominaya.
Ventura
Medel.
Candela
Almazán.
Feliciana
Medel.
Francisco
Salcedo Ruiz.
(Boletín
Oficial de la Provincia de Madrid, 4
de octubre de 1861).
En la imagen aérea del año 1956 se aprecia el ramal de carretera construido a mediados del siglo XIX
Mejora de las comunicaciones con
Madrid
Con
estas actuaciones, se podían dar por terminadas las obras por las
que con tanta determinación habían luchado, con mayor o menor
empeño, los ayuntamientos y vecinos de Colmenar de Oreja, Chinchón
y Morata. Aún habían de pasar casi dos años para que el
Ayuntamiento de Morata, según publicó el Boletín
Oficial de la Provincia de Madrid
el 27 de febrero de 1863, realizara el último pago que le
correspondía del importe total de las obras, 43.333,33 reales de
vellón. Hay que recordar que estas cantidades aportadas por el
Ayuntamiento de Morata, como las que aportaron las procedentes de los
municipios de Colmenar de Oreja y Chinchón, procedían de los
arbitrios especiales -impuestos- que las corporaciones aprobaron para
repartir el gasto que les correspondía de la nueva infraestructura
entre los vecinos.
A
partir de la puesta en servicio de la nueva carretera –y por
supuesto, con la construcción del nuevo puente sobre el río
Jarama-, el trayecto entre Morata y el resto de los pueblos con la
capital de España mejoró notablemente. Atrás habían quedado los
peligros que se afrontaban para cruzar el Jarama y las dificultades
del viejo camino que, como ya apuntamos y, en palabras de la comisión
que estudió el trazado más conveniente, no era propiamente un
camino sino una zanja
abierta en el terreno, por donde con mucha dificultad y peligro pasa
algún que otro carruaje sin carga o de vacío (…).
A
partir del momento en que, paulatinamente, se puso en servicio, todos
los pueblos procuraron poner en valor la carretera como una mejora
evidente para los vecinos pero también para los viajeros o quienes
se plantearan vivir en ellos. El Ayuntamiento de Morata, por ejemplo,
al convocar una plaza de médico
cirujano, explicaba que el municipio contaba con 627 vecinos y una
población bastante sana. Y añadía:
(…)
dista cinco leguas de la capital, y se halla situada en la carretera
provincial que desde el puente de Arganda conduce a Chinchón y
Colmenar de Oreja con diligencia diaria por este punto. Morata de
Tajuña 17 de Febrero de 1865. El alcalde, Agustín García
Gutiérrez. (Gaceta
de Madrid,
17 de febrero de 1865).
Además,
ahora sí, los pueblos que habían financiado parte del presupuesto
de construcción de la carretera podían contar con un servicio que
hasta entonces difícilmente podía prestarse con regularidad y
seguridad para viajeros y mercancías: una línea de diligencias para
viajar a Madrid. En 1864 la compañía J.
Payeras e hijos
publicaba los precios del viaje entre Madrid y los distintos pueblos
Parador de Morata Berlina 18
reales Interior 16 reales Cupe 12 reales
Chinchón Berlina 20
reales Interior 18 reales Cupe 14 reales
Colmenar Berlina 22
reales Interior 20 reales Cupe 16 reales
Administración,
calle de Alcalá, 12. Oficina de J. Payeras e hijos.
(Diario
Oficial de Avisos de Madrid,
23 de marzo de 1864).
Unos años después, los precios eran
muy similares, pero ya anunciaban el viaje desde Morata y no desde el
parador de los Malvares:
Servicio
de diligencias de Madrid, a Chinchón y Colmenar de Oreja precios
desde el 25 de marzo, Colmenar y Chinchón 20 reales interior, y 16
reales banqueta; a Morata 18 reales interior y 15 reales banqueta.
(Diario
Oficial de Avisos,
3 de marzo de 1868).
El
servicio de diligencia de Morata, Chinchón y Colmenar de Oreja, era
evidente que había mejorado. Sin embargo, los viajeros aún habían
de vivir en años sucesivos distintos episodios que recordaban los
malos tiempos en que viajar a Madrid se podía convertir en una
pesadilla. Bien avanzado el siglo XIX, en 1881, el concesionario del
servicio de diligencia entre Madrid, Colmenar de Oreja, Chinchón y
Morata se quejaba del estado de la carretera a partir del Puente de
Arganda y suspendió el servicio hasta que la administración se
comprometió a mejorar el firme de la carretera. Así se informaba
sobre el problema en uno de los periódicos de la época:
Según
nuestros informes, los dueños de los carruajes que hacen el servicio
a Morata, Chinchón y Colmenar de Oreja, en vista de las seguridades
que les dio el señor ministro de Fomento de que la carretera que
desde Madrid conduce a dichos puntos será reparada, restablecen
desde mañana el servicio de viajes y correspondencia para los
referidos puntos.
(La
Correspondencia de España,
2 de marzo de 1881).
Unas semanas después, sin embargo,
las lluvias, empeoraron el estado del firme de la carretera:
A consecuencia de las continuas y
pertinaces lluvias, el estado de las carreteras no puede ser más
lamentable. En el camino que conduce a Arganda, Morata de Tajuña,
Chinchón y otros pueblos no menos importantes de esta provincia
había hoy gran número de carros volcados o atascados.
Las personas que por dicha
carretera trajinan esperan que con la supresión de los portazgos se
conseguirá hacer transitables tan importantes vías de comunicación.
Justo
es que se atienda algo a las poblaciones que por su laboriosidad y
afanes en el trabajo merecen lo que tan de justicia les es debido.
(El
Demócrata,
19 de abril de 1881).
En otras ocasiones, poco tenía que
ver el estado de la carretera en los accidentes que sufrían los
usuarios del servicio de diligencias que transitaban por ella:
Ayer
por la mañana, volcó cerca del kilómetro 33 de la carretera de
Morata el coche público que a venía Madrid, conduciendo ocho
viajeros. En el momento de enganchar un tronco de mulas de refuerzo,
éstas tomaron la dirección del terraplén, no siéndole posible al
mayoral contenerlas por más que hizo los mayores esfuerzos para
conseguirlo. Algunos de los viajeros resultaron heridos y contusos,
pero todos ellos levemente.
(La
Iberia,
12 de septiembre de 1887).
Accidentes
como este del que informaba La
Iberia
no dejaron de ser frecuentes en estos años, pero ahora, al menos,
viajar a Madrid dejó de ser una aventura peligrosa. Además, como
veremos la próxima semana, otras carreteras que comunicaban Morata
con los pueblos vecinos también mejoraron notablemente en la segunda
mitad del siglo XIX.
Fuentes
y bibliografía:
- Boletín Oficial del Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas. Tomo IV. Imprenta de La Publicidad, a cargo de M. Rivadeneira. Madrid, 1848. Número 43, publicado el 26 de octubre de 1848.
- Sección de Fomento de la Provincia de Madrid. Memoria referente a los asuntos en que se ha ocupado hasta fin de diciembre de 1860. Imprenta de Juan Antonio García. Madrid, 1861.
- Periódicos y publicaciones que se citan en el texto.
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