jueves, 2 de enero de 2020

Caer como langosta: plagas históricas en la comarca del Bajo Tajuña (V)

El viñedo amenazado por la filoxera
Como sucedía periódicamente con las plagas de langosta, la llegada de la filoxera en España significó la desaparición de centenares de miles de hectáreas de viñedo autóctono. A la vez, el sector vinícola, uno de los más pujantes de la industria agroalimentaria española a finales del siglo XIX, también se vio afectado justo en unos años en los que había alcanzado cotas históricas de rentabilidad. A nuestra comarca la plaga no llegó hasta 1914 pero, en los años previos, nunca dejó de ser una preocupación constante para agricultores y cosecheros de vino.



La llegada de los primeros brotes de la filoxera* a las zonas rurales españolas se produjo justo cuando el sector vitivinícola vivía unos años de expansión y de máxima rentabilidad económica. Curiosamente, la tendencia alcista en el sector de la vid y la elaboración del vino en España se inició a partir de la década de los años 70 del siglo XIX, coincidiendo con la aparición de la filoxera en Francia en el año 1868 (A partir de ese año, unas 289.000 hectáreas de viñedo desaparecieron y unas 700.000 se vieron afectadas por la plaga).
El poder destructor del insecto, que provocaba la enfermedad y la muerte de las vides en poco tiempo, arrasó con las explotaciones francesas y, como consecuencia directa, provocó a su vez un aumento exponencial de las exportaciones de vino desde España al resto de Europa pero, sobre todo, a la propia Francia. Además, muchos empresarios franceses se desplazaron a España para invertir en la creación de nuevas empresas bodegueras destinadas a cubrir el hueco creado por la plaga en la producción de vino en su país de origen.
La irrupción de la filoxera en Europa se produjo, curiosamente, como consecuencia de los intentos de los agricultores franceses de acabar con otra enfermedad que afectaba gravemente a las viñas, el oídium que deterioraba la salud de las cepas y disminuía su productividad. Para luchar contra el hongo del oídium se importaron plantones americanos con las que injertar las vides autóctonas pero, junto a las nuevas plantas, llegó el insecto de la filoxera, inofensiva para las variedades llegadas de América pero letal para las vides europeas.
Pese a la fiebre inflacionista que desató en el sector vitivinícola español los problemas generados por la filoxera en Francia, sólo era cuestión de tiempo que la plaga llegara a España pese a los intentos por evitar el contagio desde el país de vecino. De hecho los primeros brotes llegaron a la península por tres focos diferentes en torno al año 1876, ocho años después de producirse las primeras infecciones en Francia.
Las primeras plagas se detectaron en Málaga, en el sur; en la ciudad portuguesa de Oporto, por el Oeste, y en Gerona, la zona más cercana a Francia, en el noreste. A partir d estas infecciones la filoxera avanzó hacia otras zonas de cultivo de la vid en un proceso que duró décadas y que, en el caso de la provincia de Madrid –y por lo tanto a nuestra comarca- alcanzó su mayor poder destructivo a partir del año 1914, más de 35 años después de que aparecieran los brotes primigenios. Pero antes de llegar a este momento, veamos la situación del cultivo de la vid en el Bajo Tajuña y de su industria asociada de elaboración de vinos y aguardientes.
El sector del viñedo y del vino en la comarca
Para acercarnos a conocer la importancia del viñedo en la comarca del Bajo Tajuña en el siglo XIX acudimos a una publicación oficial que nos ofrece la fiabilidad necesaria. Esta publicación, Contestación al interrogatorio sobre cultivo de cereales, olivo, vid y agrios e industrias derivadas, fue un texto elaborado por Fernando Ortiz Cañavate, ingeniero agrónomo de la Diputación Provincial, que respondía así a una orden de alcance nacional emitida por el Ministerio de Fomento a través de su Dirección General de Agricultura.
De acuerdo con los datos de esta publicación, editada en 1881 –cinco años después de la declaración de los primeros focos de la filoxera en España- la provincia de Madrid contaba en 1880 -cuando se recogieron los datos- con 58.410 hectáreas dedicadas al cultivo de la vid. Para poner en valor esta cifra, y también para corroborar el aumento del cultivo de viñedos a raíz de la plaga de filoxera que se propagó en Francia unos años antes, contamos con los datos de 1858 cuando, según cifras oficiales del Anuario Estadístico y Administrativo de la Provincia de Madrid, en la provincia se contabilizaban 41.096 hectáreas de viñedos, tanto en secano como en regadío (Algo más de un 40% de incremento en 22 años).
Pero, al margen de los datos provinciales, para el propósito de estas entregas del blog nos interesan especialmente los datos relativos al partido judicial de Chinchón, la entidad territorial que agrupaba a los pueblos de la actual comarca de Las Vegas. Según los datos recogidos por el ingeniero agrónomo de la diputación, el partido judicial de Chinchón sumaba 23.089 hectáreas sobre el total de 58.410 de la provincia madrileña, en porcentaje ¡casi el 40% de todo el viñedo madrileño! Para ayudarnos a comprender la importancia de esta cifra señalemos que el resto de partidos judiciales con cultivos de vid tenían unos datos muy inferiores: Alcalá de Henares, 9.776 hectáreas; San Martín de Valdeiglesias, 6.140 hectáreas; Colmenar Viejo, 6.028 hectáreas; Navalcarnero, 5.843 hectáreas; Getafe, 5.378 hectáreas, y Torrelaguna, 2.003 hectáreas.
Ante estos datos resulta lógico que el autor del Interrogatorio manifestara:
(…) Los totales de las relaciones citadas nos indican la importancia del cultivo de la vid en cada uno de los siete partidos judiciales de la provincia. En efecto, como puede verse, el partido de más importancia respecto a dicho cultivo es el de Chinchón, donde se encuentran los renombrados pueblos de Arganda, Chinchón, Morata, Colmenar de Oreja y otros, que, como de todos es sabido, se dedican especialmente a la fabricación de vino, que goza de justa fama y que casi en su totalidad se consume en esta capital (…).
El siguiente cuadro muestra las cifras exactas de superficie de terreno dedicada a la vid en cada uno de los pueblos integrantes del partido judicial de Chinchón.
En el cuadro se observa que hasta 8 pueblos superan las mil hectáreas dedicadas a la vid:
Arganda: 4.688 hectáreas.
Chinchón: 4.217, hectáreas.
Colmenar de Oreja: 3.201 hectáreas.
Morata: 1.560 hectáreas.
Belmonte de Tajo: 1.350 hectáreas.
Valdaracete: 1.175 hectáreas.
Perales de Tajuña: 1.085 hectáreas.
Villarejo de Salvanés: 1.003 hectáreas.
Si nos centramos en Morata, el incremento del cultivo de la vid resulta espectacular si comparamos las cifras que aparecen en el Catastro de Ensenada (1749-1757), cuando se contabilizaban 515 hectáreas de viñedo (350 fanegas de regadío en la vega y 1.200 de secano) y las del año 1880, 1.560 hectáreas (1.354 en secano y 206 en regadío), prácticamente el triple en poco más de cien años.
Es lógico que, con estas cifras, el cultivo de la vid significara un porcentaje muy elevado del producto total del sector agrícola en la comarca y que la llegada de noticias sobre la aparición de la filoxera en otras regiones vitivinícolas de España preocupara seriamente a las autoridades y, sobre todo, a los agricultores y, cómo no, a los propios bodegueros que, en muchos casos, eran también propietarios de viñedos.
Ortiz Cañavate, al redactar el Interrogatorio, ya resaltaba, tal como hemos comentado, que el incremento en el cultivo de viñedos estaba muy relacionado con la crisis provocada por la plaga de filoxera en Francia que había generado también, como dato a tener en cuenta, el incremento de los precios de la uva y el vino:
(…) el aumento de nuevas plantaciones en la provincia [de Madrid], sobre todo desde que ha aumentado la demanda de vinos para Francia y por consiguiente los precios de dichos caldos en la mayor parte de la Península. (…).
El incremento de la producción de uva en la comarca llevó a contabilizar en el año 1880 una cosecha de 200.450.571 kilos de uva, con un valor superior a los 18 millones de pesetas de la época, o 72 millones de reales. Esta cosecha anual se dedicaba, prácticamente en su totalidad, a la elaboración de vino, mientras que un porcentaje reducido se enviaba al mercado madrileño para ser consumido como uva de mesa. Aunque en el texto del Interrogatorio no aparece la cantidad anual de vino que se producía en la provincia de Madrid**, ni tampoco en el partido judicial de Chinchón, la relación de cosecheros de vino que se contabilizaban solo en Morata en 1880 nos puede ayudar a entender la importancia del sector en esos años:
Cosecheros de vino en Morata en el año 1880 según el Almanaque del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración. Billy-Bailliere.
  • Casado, Ambrosio.
  • Casado Robles, Tomás.
  • Casado Robles, Estanislao.
  • Corpa Díaz, Tomás.
  • Cuevas, Germán.
  • Díaz Sánchez, Dionisio.
  • Estévez Rodríguez, Francisco.
  • García Gutiérrez, Antonio.
  • García Gutiérrez, Manuel.
  • Gómez de San Martín Gerónimo.
  • González, Sergio.
  • González Castro, Lucas.
  • Hidalgo Tablada, José de.
  • Latorre, Felipe.
  • Oliva Sánchez, Víctor.
  • Pérez Ramírez, Felipe.
  • Punto, Eustaquio.
  • Prieto, Zoilo.
  • Rodelgo, Domingo.
  • Rodelgo, Juan.
  • Salcedo, Alejandro.
  • Salcedo Ruiz, Francisco.
  • Sánchez Bravo, Mateo.
  • Sánchez Lara, Paulino.
  • Sánchez Medel, Leandro.
  • Sánchez Ruiz, Isidro.
  • Sánchez Salcedo, Dimas.
  • Sánchez Soria, Francisco.
  • Sánchez de las Peñas, Gregorio.
  • Serrano de las Heras, Alejandro.
  • Torre Moreno, Felipe.
Para estos cosecheros de Morata –a los que habría que unir los pequeños agricultores que elaboraban vino para su propio consumo- como también para sus colegas del resto de municipios del partido judicial de Chinchón, no dejaría de ser extremadamente preocupante la aparición de las primeras noticias sobre la posible llegada de la plaga de la filoxera a la comarca. Fue en el año 1878 cuando la Revista de los vinos y los aceites, en su edición del 15 de agosto, se hacía eco de la aparición de distintos focos de filoxera en la comarca de Chinchón. En esta publicación quincenal, donde frecuentemente escribía artículos José de Hidalgo Tablada, catedrático de Agricultura residente en Morata, se informaba de que otros focos de la filoxera se localizaban en lugares tan distantes como Dos Hermanas (Sevilla) y Utiel (Valencia). Afortunadamente, todo quedó en una falsa alarma que no se confirmó con posterioridad.
Por las mismas fechas, un suelto publicado en La Correspondencia de España informaba también de la inexistencia de filoxera en la comarca:
Ha regresado de Chinchón el ingeniero agrónomo Sr. Azcárate, comisionado por el Gobierno para examinar los viñedos de aquella comarca, los cuales no están atacados de la filoxera, como algunos vecinos de dicha población dieron en suponer. Lo que existe en dicha localidad es que todas las cepas han enfermado por lo mal acondicionadas y por la excesiva humedad de las tierras.
En realidad, como veremos la próxima semana, la filoxera no llegaría a la comarca hasta 1914, lo que no impediría que en estos años finales del siglo XIX los pueblos de la comarca trabajaran para prevenir la aparición de la plaga y defender su potente sector vitivinícola.



*La filoxera (Daktulosphaira vitifoliae, también denominado phylloxera vastratix) es un insecto del orden de los hemípteros que en sus distintas fases de desarrollo vive en las hojas y en las raíces de las vides. De desarrollo lento e inapreciable al principio de la infección, la filoxera provoca nudosidades en las raíces de las cepas y afecta también a las hojas de la planta que, en el plazo de tres años, muere.

**Sí que contamos con los datos de producción en la provincia de Madrid en los años 1857 (105.484 hectólitros de vino) y 1859 (127.453 hectólitros).



Fuentes y bibliografía:

  • Expansión vinícola y atraso agrario. La viticultura española durante la gran depresión (1870-19009). Carnero y Arbat, Teresa. Servicio de publicaciones agrarias. Ministerio de Agricultura. Madrid, 1980.
  • Anuario administrativo y estadístico de la provincia de Madrid para el año 1868.Bona, Francisco Javier de. Excelentísima Diputación Provincial. Oficina Tipográfica del hospicio. Madrid, 1868.
  • Contestación al interrogatorio sobre cultivo de cereales, olivo, vid y agrios e industrias derivadas. Ortiz Cañavate, Fernando. Madrid, 1881.
  • Almanaque del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración. Billy-Bailliere, editor. Madrid, 1880.
  • Publicaciones y periódicos citados en el texto.



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