jueves, 26 de agosto de 2021

Morata de Tajuña, en busca del origen y significado de su nombre  (I)

Algunos especialistas asocian el topónimo Morata a una evolución de Mûrad, antropónimo de una familia o tribu árabe


Esta villa se llama Morata y no se sabe ni tiene memoria de la causa  porque se llama Morata ni si se ha llamado de otro nombre antes de ahora. Con tan escueta respuesta al cuestionario de Felipe II que se incluía en las Relaciones Topográficas, los regidores de Morata poco aportaron al conocimiento sobre el origen del nombre de la villa. Casi cuatrocientos cincuenta años después, continúa sin estar claro el origen y el significado del nombre de Morata. En estas entregas del blog, intentaremos encontrar la causa de esta denominación que, eso es lo único que parece seguro, no tiene ninguna relación con el término Licinia.


La ausencia de datos y conocimientos sobre el origen del término Morata y cuándo empezó a denominarse así, según el relato de Juan Ramírez y Bautista Sánchez como responsables y encargados por los regidores de la villa de elaborar las respuestas al cuestionario de Felipe II en diciembre de 1579, fue ratificada casi un año después por el cura de la parroquial, el doctor Mejía, autor de una nueva redacción del cuestionario realizada para completar y ampliar los datos aportados en la primera*. El responsable de la parroquia afirmaba ante el escribano Juan de Munilla el 8 de agosto de 1580:
(…) En cuanto al primero capítulo dijo que la dicha villa de Morata se llama así desde tiempo inmemorial a esta parte, sin que haya habido memoria de cuándo empezó a llamarse así (…).
Poco se diferenciaba el inicio de la respuesta del doctor Mejía a la pregunta número 1 del cuestionario de la que habían expresado unos meses antes Juan Ramírez y Bautista Sánchez, aunque el eclesiástico añadía algunos datos, suposiciones que aportaban nuevos conocimientos para llegar a conocer el origen del nombre de la villa de Morata. En su respuesta, más elaborada que la de sus antecesores, Mejía mencionaba  dos posibles puntos de partida para resolver el enigma del origen del término Morata:
(…) se presume llamarse Morata o porque había en su término muchas moreras y morales, por ser tierra dispuesta para ello de tener mucho riego, y así hay al presente morales muy antiguos, y se dice haber habido antes más, y también podría haberse llamado así según se presume se tiene por más cierto después de que los moros entraron en España, porque de este nombre de Morata se llamaron algunos moros, y así consta en la historia que se escribió de la guerra de Malta, que un moro principal de la armada del turco se llamaba Morata, y así se presume que cuando los moros ganaron a España algún moro habría que fuese señor de Morata, del cual tomase el nombre (…).
El origen del nombre de Morata a partir de la existencia de moreras en su territorio regadas con las aguas del Tajuña fue un primer apunte del doctor Mejía, basado en la similitud de ambos términos morera<Morata, para explicar la denominación de la villa. La realidad es que, a posteriori, en los numerosos estudios consultados, ninguno incide en atribuir el origen del nombre de Morata a la existencia de moreras en su término.
Más interés parece tener la siguiente aportación del doctor Mejía para completar su información. En efecto, el eclesiástico añadía la teoría de que el topónimo Morata se originara de un antropónimo, un moro llamado Morata, que en algún periodo fuese señor del poblamiento inicial que con los años se convertiría en la propia villa y del que tomaría el nombre.
El historiador Alfredo Alvar Ezquerra en su estudio sobre las Relaciones Topográficas de Felipe II al referirse al topónimo de Morata recoge estas aportaciones que ya henos citado del doctor Mejía y su valioración de las mismas:
(…) El topónimo podía provenir de varias raíces, como Morata (Rta 1) porque en su tierra hubiera habido muchas moreras, o porque algún moro se llamara Morata y cediera su nombre a la localidad. Más bien creo en la segunda acepción.
Si la evolución morera>morata no tiene visos de estar relacionada con el término Morata –ninguno de los especialistas en toponimia consultados, coincide con esta propuesta que planteara el doctor Mejía hace más de cuatro siglo-, su segunda hipótesis, la relación de la denominación de Morata con una familia de moros con una raíz similar, el antropónimo murad, sí que es analizada por algunos expertos como plausible. Clara Almagro y Luis Rafael Villegas citan esta posibilidad al tratar sobre el topónimo Moratalaz^, con evidentes similitudes con Morata.
Sobre el origen de este último término los autores citados señalan que puede ser el resultado de la unión de dos elementos, Morat- por un lado, como derivación del antropónimo Murad, y -al-faz. En cualquier caso, en su trabajo Clara Almagro y Luis Rafael Villegas consideran que el término Morata podría derivarse de una hibridación entre términos latinos y árabes, a partir de la evolución de Mauratum>Morataum>Morat, en la que el último término estaría asociado a la raíz moros.
Otra autora que ha investigado el término Moratalaz, Dolores Oliver, señala que es un topónimo compuesto de Morata y al-fahs. Según esta especialista, el topónimo Moratalaz formado por los dos términos citados se podría entender como Morata del Campo:
“Que al fahs aparece aquí enmascarado en esa terminación -alaz  es algo evidente desde el momento en que tal topónimo lo encontramos en su forma etimológica Morat alfat en documentos toledanos. Más difícil resulta conocer si estamos ante el nombre romanceado Morata, lo que supondría incluir este testimonio entre los ejemplos de denominación hibrida que abundan en esa zona fronteriza, o si nos encontramos frente a la transcripción del antropónimo árabe Murâd que, según J. Oliver Asín**, dio origen a varios Morata y Moratella de la Península”.
La adscripción del antropónimo Murâd al origen de la palabra Morata como parte del topónimo compuesto Moratalaz no es, sin embargo, una hipótesis que compartan otros autores. Concretamente, Daniel Gil Benumeya, en Madrid islámico. El gigante y el cadí. Los primeros madrileños. La Historia recuperada, defiende que el nombre del distrito de Moratalaz, que incluye el término Morata, procede del híbrido Morat al-Fahs, Morat del Campo, donde morat procedería del romance murat(a), es decir, murado o amurallado. Morata de Tajuña o Muratiel en Valdetorres del Jarama  tiene esa misma etiología (…).
La aparición de un nuevo significante asociado al topónimo Morata, muro o amurallado, nos lleva a otra interpretación de los especialistas relacionado con la existencia de restos de piedras y de asentamientos humanos previos a la recuperación por parte de los cristianos de las tierras situadas al sur del Duero y al norte del Tajo, los dos ríos que marcaron la frontera durante varios siglos.
Iñaki Martín Viso, profesor de la Universidad de Salamanca, ha estudiado el  periodo medieval en el territorio entre el  Duero y el Tajo y más concretamente en las vegas del Henares, Jarama y Tajuña. En estos trabajos se trata sobre la existencia de poblamientos mozárabes previos al avance de los reyes cristianos que podrían haber dado origen a estos restos amurallados que darían nombre a algunas villas años después tras la reconquista:
 (…) Una permanencia de ciertos núcleos mozárabes autóctonos parece observarse también en la vega del Tajuña, donde el diseño de la red de asentamientos responde a una estrategia posiblemente anterior a la época andalusí –debido a la relativamente toponimia prerromana (Tielmes, Caravanna, Oluske, Orusco) con pequeños núcleos en alto (…). En cualquier caso, la existencia de estos grupos mozárabes nunca debió sobrepasar un carácter marginal dentro del conjunto de la población (…).
La próxima semana, trataremos sobre la existencia de estas piedras y muros que, según muchos especialistas, estarían en el origen del nombre de la villa de Morata.


*El intento de averiguar el origen del nombre de la villa a raíz de la elaboración de las Relaciones Topográficas de Felipe II no es la única ocasión en que se ha tratado de conocer la procedencia del toponímico de Morata. Dos siglos después, con motivo de la elaboración del Catastro de Ensenada, también se inquiría a los regidores municipales sobre el término Morata en las denominadas Respuestas Generales de la documentación catastral:
1ª A la primera pregunta del interrogatorio dijeron que de inmemorial tiempo a esta parte saben y les consta que esta Villa se ha llamado y actualmente se nombra Morata, sin que sobre este particular hayan oído en tiempo alguna cosa en contrario (…).
** Jaime Oliver Asín (1905-1980), fue un historiador, cronista y miembro de la Real Academia de la Historia, nacido en Zaragoza y autor de una extensa obra en la que se incluían estudios de toponimia como La Salmedina y Vaciamadrid: estudios de toponimia madrileña o El hispano-árabe al-jarnat en la toponimia peninsular .




Fuentes y bibliografía:
    • Relaciones Topográficas de Felipe II. Madrid.  Estudio introductorio. Alfredo Alvar Ezquerra. Comunidad de Madrid. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Imprenta de la Comunidad. Madrid, 1993.
    • Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999. (Transcripción de las respuestas al interrogatorio).
    • Sobre la continuación de unidades de organización islámica en la Mancha en la Baja Edad Media: el caso de Moratalaz (Ciudad Real). Clara Almagro Real y Luis Rafael Villegas Díaz. Revista Sharq Al-Andalus, 21 (2014-2016).
    • El árabe Fahs en la toponimia española. Dolores Oliver Pérez. Universidad de Valladolid. Revista Al-qantara. Consejo Superior de Investigaciones Científicas Volumen 18 nº1 (1997).
    • Madrid islámico. El gigante y el cadí. Los primeros madrileños. La Historia recuperada. Daniel Gil Benumeya. Madrid destino cultura, turismo y negocio, S.A. Madrid, 2018.
    • Capere vel populare. Formación y desarrollo de una frontera feudal entre el Duero y el Tajo (siglos XI-XII). Iñaki Martín Viso.
    • Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y Respuestas Particulares H 408 y H 410.


No hay comentarios:

Publicar un comentario