viernes, 17 de diciembre de 2021

 

Morata, tierra de olivares y de aceite (V)

Datos de cultivo del olivar en Morata y en la comarca en los siglos XIX y XX y hasta la actualidad

En los dos últimos siglos el olivar, su cultivo, aumentó en Morata según todos los censos realizados a nivel provincial. Si con el Catastro de Ensenada, a mediados del siglo XVIII, se comprobó que en el secano de Morata se cultivaban alrededor de 1.200 fanegas de olivares, todas las estadísticas posteriores indican un incremento de la superficie de olivar que, además, a partir de finales del siglo XX, coincidió con la practica desaparición de otro cultivo emblemático de Morata, el viñedo. Además de los datos correspondientes a Morata, también incluimos los que afectan a la comarca de Las Vegas.


Aunque ya hemos advertido en entregas anteriores que las cifras del cultivo de olivar en Morata siempre están condicionadas por la práctica, tan habitual, de combinar en una misma parcela olivares y vides, todas las estadísticas apuntan al incremento citado que analizaremos en esta entrega del blog.

La primera de las estadísticas que hemos localizado para el siglo XIX corresponde a un estudio muy amplio en el que se analiza, a nivel nacional, la productividad del sector agrícola español durante un amplio periodo de tiempo que abarca desde 1752 -con las cifras del Catastro de Ensenada-, hasta 1935, justo antes del comienzo de la guerra civil.

De este estudio, elaborado por Miguel Ángel Bringas Gutiérrez, profesor de la Universidad de Cantabria y titulado La productividad de los factores de la agricultura española (1735-1935), nos interesa destacar dos puntos del mismo: primero, que desde el siglo XVIII, y por supuesto en el siglo XIX, el sector agrícola morateño aparecía en muchas de estas estadísticas, lo que implicaba su importancia a nivel provincial y, en algunos casos, nacional.

El otro aspecto a destacar son los datos que aporta sobre el olivar morateño en el año 1818, justo después de finalizar la guerra de la Independencia y cuando comenzaron a proliferar las estadísticas agrarias, bien con fines hacendísticos, como los denominados amillaramientos, o también con el objetivo de conocer el estado del sector terciario español. Según el dato que aporta respecto al olivar morateño en 1818, obtenido de los denominados Cuadernos Generales de la riqueza y apeos y valuaciones generales, en Morata se cultivaban en ese periodo inicial del siglo XIX 350 hectáreas de olivares, bien es cierto que en esta cifra no se especifica si corresponde a parcelas exclusivas de olivar o, por el contrario, también se incluyen aquellas parcelas en las que se combinaba el cultivo olivar-viñedo.

Conforme avanzó el siglo muchas de las estadísticas y estudios fueron impulsados por instituciones de carácter provincial que, como en el caso de la Diputación Provincial de Madrid, buscaban conocer la situación del medio rural de la provincia. Es el caso de un trabajo publicado en 1876 que buscaba precisamente analizar la agricultura madrileña a partir de los datos de cada cultivo en cada uno de los partidos judiciales en que entonces se dividía la provincia.

En la Memoria sobre el estado de la Agricultura en la provincia de Madrid y mejoras convenientes para su desarrollo, obra de Eduardo Abela, se recogen únicamente 1.603 hectáreas dedicadas al olivar en todo el partido judicial pero, según se asegura en el texto, a esta cifra, ciertamente reducida, había que añadir las plantas de oliva localizadas en las viñas que ascendían, en todo el partido judicial de Chinchón, a 160.281 olivos, que en superficie significaban otras 2.000 hectáreas. Afortunadamente, el autor del texto incluye las cifras individualizadas de Morata que, según Eduardo Abela, era el municipio del partido judicial con mayor superficie dedicada al olivar:

(…) El término municipal que mayor extensión de olivares tiene amillarados es Morata de Tajuña, el cual declara algo más de 471 hectáreas y posee también 65.724 olivos en asociación de otros cultivos, representando otras 800 hectáreas, y en total aproximado 1.271 hectáreas (…).

En la memoria también se incluyen otros datos estadísticos sobre el olivar, concretamente el valor asignado a cada olivo en cinco términos municipales de la provincia:

(…) Concluiremos dando una sucinta idea de los valores que aquí alcanza el olivar. Nuestros datos se refieren sólo a cinco términos municipales. En los de Chinchón, Colmenar de Oreja y Morata de Tajuña cada olivo vale de 40 a 80 reales y renta de 2 a 4. En Ciempozuelos estiman el valor de 30 a 70 reales, y en los mismos tipos de 2 a 4 la renta. En San Martin de la Vega señalan todavía igual renta y el valor de 20 a 60 rs. (…).

Unos años después, en 1881, el Ministerio de Fomento, responsable de la agricultura y la ganadería, realizó una amplia encuesta en la provincia de Madrid para averiguar la situación de la vid, el olivar y otras plantas industriales. Los datos se agruparon, de nuevo, por partidos judiciales pero también se ofrecieron a nivel local. Lo más interesante de este estudio, publicado con el título de Contestación al interrogatorio sobre cultivo de olivo, vid y agrios e industrias derivadas, es que muestra los datos de todas las modalidades de cultivo del olivar: olivar, olivar con otros cultivos e, incluso, olivar de secano y regadío, este último prácticamente inexistente y muy reducido.

Para Morata, los datos son los siguientes:

  • Regadío, Olivar con otros cultivos 61 hectáreas, 64 centiáreas

  • Secano, Olivar 273 hectáreas 57 áreas

  • Secano olivar con otros cultivos 1.207 hectáreas, 30 áreas.

  • Total: 1.480 hectáreas, 87 áreas.

Estos eran los datos del olivar para el resto de municipios del partido judicial, en todas sus modalidades de cultivo:

  • Aranjuez, 263 ha.

  • Arganda, 1.606 ha.

  • Belmonte, 907 ha.

  • Brea, 697 ha.

  • Carabaña, 1.118 ha.

  • Colmenar de Oreja, 4.132 ha.

  • Chinchón, 3.173 ha.

  • Estremera, 627 ha.

  • Fuentidueña, 79 ha.

  • Morata, 1.480 ha.

  • Perales de Tajuña, 3.034

  • Tielmes, 708 ha.

  • Valdaracete, 1.263 ha.

  • Valdelaguna, 637 ha.

  • Villaconejos, 434 ha.

  • Villamanrique de Tajo, 132 ha.

  • Villarejo de Salvanés, 1.566 ha.

Para hacernos una idea de la importancia del olivar en esos años en el partido judicial de Chinchón, el más destacado para este producto de la provincia e Madrid, añadiremos que en todo su territorio se cultivaban 21.864 hectáreas de olivares, lo que significaba el 19 por ciento de toda su superficie. A nivel local, destacaban Perales de Tajuña con el 62 por ciento de su superficie dedicada al olivar, Belmonte, con el 38 por ciento y Morata y Colmenar de Oreja con el 32 por ciento de su término municipal.

 Olivares en el paraje de Las Cabezas en 1956) (Fuente: https://www.madrid.org/nomecalles/)

El cultivo del olivar en el siglo XX

Para analizar la importancia del olivar en Morata, y también en otros pueblos de la comarca, en los años finales del pasado siglo y hasta los primeros años del actual, nos remitiremos a distintos estudios estadísticos elaborados por la Comunidad de Madrid y por algunas organizaciones profesionales del sector.

Hemos de señalar que la extensión del olivar en Morata en los años finales el siglo XX y los primeros del actual no ha variado mucho respecto a las 1.480 hectáreas que se cuantificaban en el año 1881 en la Contestación al interrogatorio sobre cultivo de olivo, vid y agrios e industrias derivadas. Concretamente, según un estudio sobre Desarrollo local en el municipio de Morata de Tajuña en el año 1990 se cultivaban 1.490 hectáreas de olivar, sólo 10 hectáreas más que las contabilizadas en 1.881, bien es cierto que, en ese año, la mayoría de las plantas de olivo se cultivaban en asociación con el viñedo, mientras que, ya a finales del pasado siglo, las viñas habían pasado a ser un cultivo prácticamente residual en el término municipal de Morata.

Contamos, por último, con dos estadísticas más, ambas referidas ya al presente siglo. La primera de ellas se recoge en una publicación de la Comunidad de Madrid y del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA). En este texto, Madrid, virgen extra. Ciencia y experimentación para la calidad del aceite, con datos de 2005, pero publicado en el año 2011, se señala que en todo el territorio de la Comunidad de Madrid se cultivan unas 25.000 hectáreas de olivar localizadas, como en épocas anteriores, en las comarcas de Las Vegas, Campiña y Suroccidental. Específicamente se citan los municipios de Villarejo de Salvanés, Tielmes, Perales de Tajuña, Valdaracete, Colmenar de Oreja, Morata de Tajuña, Arganda del Rey, Carabaña, Chinchón o Campo Real como las localidades en las que se cosecha más del 50 por ciento de aceituna y del aceite producido del total regional.

En estos datos, tomados de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid (2005), Morata aparece con una extensión total de 1.527 hectáreas, superficie de olivar que solo es superada en las localidades de Villarejo de Salvanés, Valdaracete, Colmenar de Oreja, Campo Real, Chinchón, Aranjuez y Arganda del Rey

Esta estadística también recoge el número de olivos por municipio y para Morata se cuantificaron 110.156 plantas, que arrojan una media de plantación de 72 plantas por hectárea.

Por último, citaremos un trabajo publicado en el año 2012 con datos recogidos en la Cámara Agraria de Arganda en 2007. En este estudio de Daniel López García, Hacia un modelo europeo de extensión rural agroecológica. Praxis participativas para la transición agroecológica. Un estudio de caso en Morata de Tajuña, Madrid, se eleva la cantidad de superficie dedicada al olivar hasta las 1.659 hectáreas, de un total de 2.340 hectáreas de cultivo distribuidas por todo el término municipal. En términos porcentuales, esas 1.659 hectáreas suponen el 71% de todas las tierras cultivadas, la cantidad más elevada de las registradas desde que se tienen datos del olivar en Morata. En este trabajo también se afirma que la producción del olivar morateño supone el 8% del total de la Comunidad de Madrid.

En la próxima semana veremos cómo se ha trabajado en estos olivares históricamente, las variedades existentes en Morata y las enfermedades que han afectado a estos olivos.


Fuentes y bibliografía:

  • Hacienda real y mundo campesino con Felipe II. Las perpetuaciones de tierras baldías en Madrid. Alvar Ezquerra, Alfredo. Comunidad de Madrid-Consejería de Agricultura. Madrid, 1990.

  • Tratado del cultivo del olivo en España y modo de mejorarlo. Hidalgo Tablada, José de. Librería de la señora viuda e hijos de don José Cuesta. Madrid, 1870.

Agricultura general que trata de la labranza del campo (…). Herrera, Alonso de. Edición José de Urrutia. Madrid, 1790.

  • Toledo en época de frontera. Ladero Quesada, Miguel Ángel. Universidad Complutense de Madrid. Anales de la Universidad de Alicante. Historia Medieval, nº 3, 1984.

  • Relaciones Topográficas de Felipe II. Madrid. Estudio introductorio. Alvar Ezquerra, Alfredo. Comunidad de Madrid. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Imprenta de la Comunidad. Madrid, 1993.

  • Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio de la. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999. (Transcripción de las respuestas de Morata al interrogatorio).

  • Relaciones Topográficas de los pueblos de España, lo más interesante de ellas. Ortega Rubio, Juan. Sociedad Española de Artes Gráficas. Madrid, 1918.

  • La vida rural castellana en tiempos de Felipe II. Salomon, Noël. Ariel Historia. Madrid, 1982.

  • Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y respuestas generales de Morata de Tajuña. H 408 y  H. 410.

  • Riqueza y propiedad en la Castilla del Antiguo Régimen. (La provincia de Toledo del siglo XVIII). Donézar Díez de Ulzurrún, Javier M. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid, 1997.

  • Toledo 1751. Según las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada (Introducción). Donézar Díez de Ulzurrún, Javier M. Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tributaria. Ayuntamiento de Toledo. Tabapress. Madrid, 1990.

  • Biblioteca Nacional (ms 4.508).

  • Ordenanzas municipales y gremiales de España en la documentación del Archivo Histórico Nacional. Cadeñanos Bardeci, Inocencio. Cuadernos de Historia del Derecho. Ediciones Complutense. Madrid, 2017.

  • La productividad de los factores en la agricultura española (1752-1935). Bringas Gutiérrez, Miguel Ángel. Universidad de Cantabria 1998.

  • Memoria sobre el estado de la Agricultura en la provincia de Madrid y mejoras convenientes para su desarrollo. Abela y Sainz de Andino, Eduardo. Imprenta, Estereotipia y Galvanoplastia de Aribau.Sucesores de Rivadeneyra. Madrid, 1876.

  • Contestación al interrogatorio sobre cultivo de olivo, vid y agrios e industrias derivadas. Ortiz Cañavate, Fernando. Establecimiento tipográfico de M. Minuesa. Madrid, 1881.

  • Desarrollo local en el municipio de Morata de Tajuña. Dochao, Andrés, Santillana, Myriam, Díez, Alberto. Abril, 1990.

  • Madrid, virgen extra. Ciencia y experimentación para la calidad del aceite. Bienes Allas, Ramón; Cabello Sáenz de Santa María, Félix, de Lorenzo Carretero, Cristina; Palancar Olmo, Margarita; Pérez Jiménez, María Ángeles, Pons Romero, Juan Ramón; Vergara García, Gregorio. Imidra. Comunidad de Madrid. Madrid, 2011,

  • Hacia un modelo europeo de extensión rural agroecológica. Praxis participativas para la transición agroecológica. Un estudio de caso en Morata de Tajuña, Madrid. López García, Daniel. Universidad Internacional de Andalucía. Edición electrónica, 2012.




 

 

 

 

 

https://www.madrid.org/nomecalles/

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