miércoles, 20 de febrero de 2019

Bibliografía morateña: Curso de economía rural española

Si la voluntad con que hace muchos años me dedico a aconsejaros el camino más útil para que de una manera progresiva mejoréis la labranza merece alguna gratitud, estarán satisfechas las aspiraciones del que desea el desarrollo y prosperidad de la agricultura nacional, como el más firme apoyo de la independencia y bienestar de la labranza española. Con estas palabras, dedicadas a los labradores españoles, iniciaba José de Hidalgo Tablada el primer tomo de su Curso de Economía rural española, publicado en 1864 por la Imprenta y Librería de la señora vida de e hijos de D. José Cuesta.

Este proyecto editorial de José de Hidalgo Tablada, completado con un segundo tomo publicado al año siguiente, en 1865, por la misma editorial, forma parte del ambicioso proyecto del autor, empeñado desde sus primeras publicaciones del año 1849, en mejorar la formación práctica y teórica de los agricultores y ganaderos españoles. Este trabajo de Hidalgo Tablada, que por estas fechas ya había publicado varias obras, se vio recompensado con la elección de este primer tomo de su Curso de economía rural española como libro de texto para los alumnos de la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos, según la orden publicada en la Gaceta de Madrid con fecha de 3 de septiembre de 1864.
Como ya hemos visto en anteriores entregas del blog, la publicación de tratados sobre la gestión profesional de las explotaciones agrícolas y ganaderas ya se había iniciado con la aparición entre 1850 y 1852 de su tratado de Economía y contabilidad rural, una obra que llegó a las librerías españolas justo después de que José de Hidalgo Tablada cumpliera con su primer periodo como alcalde de Morata entre los años 1846 y 1850.
Sin embargo, esta obra de Hidalgo es mucho más ambiciosa por sus contenidos y extensión que el Tratado de economía y contabilidad rural. El propio autor así lo señala en su introducción del primer tomo cuando afirma:
El haber dirigido algún tiempo una labor que explota 38 aranzadas de tierra en la provincia de Cádiz; el haber tenido a nuestro cargo la estadística territorial de la provincia de Sevilla y de Ciudad Real; haber dirigido la Escuela Agronómica de Nogales en la provincia de León; desempeñado la cátedra de Agricultura de la Escuela Especial de Tudela (Navarra); tener nuestra propiedad en las riberas del Tajuña, en Morata (Madrid), y las infinitas excursiones que hemos hecho y datos recogidos en España y el extranjero, donde hemos estudiado, nos permiten hoy decir algo sobre la economía rural de nuestra patria.
Hidalgo Tablada pretendía con este trabajo cubrir el vacio que, en su opinión, existía en España de este tipo de estudios:
(…) Nuestra obra no tenemos la pretensión de que sea perfecta, ni que pueda satisfacer por completo la necesidad que de un trabajo de este género se advierte, sólo nos hemos propuesto llenar ese vacío, teniendo presente que un curso de economía rural no puede comprender ideas concretas y aplicables a todos los casos, máxime en un país que a cada momento la tierra demanda un cuidado diferente.
Para dar contenido a esta pretensión de Hidalgo Tablada, su trabajo se planteó en dos tomos, como ya se ha señalado, en los que el autor abordaba, según su propia clasificación, los siguientes asuntos:
  • 1ª parte: Reseña histórica de la agricultura, economía y legislación rural de los pueblos antiguos y pobladores de España
  • 2ª parte: Economía de la agricultura en España
  • 3ª parte: Economía del ganado en España
  • 4ª parte: Administración y contabilidad rural
  • 5ª parte: Legislación rural vigente en España
  • 6ª parte: Economía rural comparada
  • 7ª parte: Resumen
Por motivos que desconocemos, el proyecto inicial de Hidalgo Tablada sobre la estructura y contenido de su Curso de economía rural no llegó a materializarse en su totalidad. Los dos primeros tomos, con 464 y 624 páginas respectivamente, sólo cubrieron las tres primeras partes planteadas por el autor. En las últimas páginas del segundo tomo, el autor anunciaba:
(…) los dos libros son necesarios y el tercero indispensable; pues el primero marca la producción de plantas, el segundo el auxilio que el ganado presta y el que exige del hombre para su multiplicación, y el tercero con los números indica lo que debe hacer para que las especulaciones sean más provechosas y de más seguros resultados.
Aunque ese tercer volumen no llegara a publicarse, Hidalgo Tablada no dejó de incluir en este trabajo sus habituales referencias a sus experiencias como agricultor en el término municipal de Morata. Entre estas citas destacamos, por ejemplo, la que hacía alusión a los precios de los jornales en Morata en torno a la década de los años sesenta del siglo XIX:
En Morata de Tajuña (Madrid) hace diez años valía un jornal 6 rs., término medio 50 rs. la fanega de trigo, y 140 rs. la renta de una aranzada de tierra en término general: esto hacia que una fanega de trigo valiese 5 jornales y 22, 5 la renta de la tierra; siendo esta al precio del trigo cinco veces mayor, y este a los jornales cinco veces también. Hoy los jornales cuestan 8 rs., el trigo vale 50 y la renta ha subido a 280, resultando que esos valores han subido; los jornales una cuarta parte, el trigo dos quintos y la tierra el doble; ahora, seis jornales equivalen a una fanega de trigo; 35 jornales se necesitan para pagar la renta, y esta equivale a seis fanegas de trigo.
También nos informa el autor sobre el precio de las tierras de labor en esos años:
(…) Admitido que la tierra y el trabajo crea el capital (856), y que cuanto mas se produce, el capital es mayor, resulta que cuanto más actividad tiene la producción y mayor es el trabajo empleado, más capital exige cada unidad de tierra. Por ejemplo, un propietario de la campiña de Jerez puede tener por 5.750 rs. una aranzada de tierra de riego, mientras que el de Morata paga 6.000 y el de Castellón 56.000.


Portadilla del libro Curso de economía rural española (1864)

Cultivos en Morata
Por otros libros de José de Hidalgo Tablada ya teníamos constancia de su afán de experimentar nuevos cultivos y variedades en la vega y en el llano de Morata. En su Curso de economía rural española Hidalgo refleja una vez más estos intentos de explotar todas las posibilidades agrarias del término de Morata y de los pueblos de la comarca. Tras señalar que en siglos anteriores loas pueblos del Bajo Tajuña se dedicaban al cultivo del cáñamo en las tierras de regadío, el autor incluye en las páginas de su libro el producto de la siembra de maíz:
(…) Una hectárea de tierra produce término medio de 50 a 58 hectolitros de maíz; en terrenos recién roturados y fértiles llega hasta dar 700 por uno, si se cultiva bien. En esa proporción lo hemos obtenido en las prácticas de la Escuela especial de agricultura de Tudela y en tierras de nuestra propiedad en Morata de Tajuña, teniendo pies de 2 metros de altura, con mazorcas de 40 centímetros de largo y no una sola en cada pie.
Hidalgo también menciona el cultivo en su explotación de Morata de plantas forrajeras para el ganado como el sorgo, el mijo, el pipirigallo y una primera referencia a la remolacha. También cita cita cultivos como el tabaco e, incluso, sus intentos por explotar el lúpulo para la elaboración de cerveza:
El lúpulo se cría en España, en las orillas de los ríos en tal abundancia, que nosotros en algunos puntos hemos recogido su flor, y habiéndola remitido a las fabricas de cerveza, nos han dicho era buena para los usos que esa industria la emplea. Sin embargo que se cría espontáneamente y que en otros países es motivo de cuidados esmerados, y de productos de consideración, en España no se aprecia y viene del extranjero la que se gasta en las fabricas de cerveza, que no es poca. El lúpulo silvestre es menos aromático que el cultivado | pero como en nuestro clima, todas las plantas de olor son mejores que en el Norte, se ve que en las orillas del Ebro, del Tajuña, Guadalquivir, etc., tiene cualidades útiles.
Por último resulta interesante la reseña que Hidalgo Tablada hace de la presencia en Morata y los pueblos próximos a Madrid de jornaleros en las épocas de recolección:
(…) En la provincia de Madrid concurren trabajadores de la Alcarria, de la Mancha y de Galicia en la época de la siega, que después ejecutan en su país. La vendimia en la provincia de Madrid, se efectúa con trabajadores manchegos. En Castilla la Vieja los trabajadores gallegos concurren en las épocas de recolección. La mayor parte de los trabajadores de los pueblos situados en montañas y países elevados concurren las campiñas y llanuras en busca de trabajo, cuando sus tierras no han terminado de cuajar la semilla de las plantas sembradas.


Fuentes y bibliografía:
  • Curso de economía rural española. Hidalgo Tablada, José de. Tomo primero. Imprenta y librería de la señora viuda e hijos de D. José Cuesta. Madrid, 1864.
  • Curso de economía rural española. Hidalgo Tablada, José de. Tomo segundo. Establecimiento tipográfico de Eduardo Cuesta. Madrid, 1865.


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