jueves, 30 de septiembre de 2021

 

Los Angulo, una familia de comerciantes en Morata (III)

Tras fallecer sin herederos Manuel de Angulo, sus bienes pasaron a propiedad de su viuda, María Sandalia de Acebal.

María Sandalia se casó en segundas nupcias con Luis Usoz y Ríos, destacado intelectual, bibliófilo y editor

Al fallecer Manuel de Angulo y Cano en 1837 su viuda, María Sandalia de Acebal y Arratia, de 39 años de edad, se convirtió en su única heredera y, como tal, propietaria de todos los bienes que su familia política había acumulado en Morata desde que en 1820 su suegro, Ramón de Angulo, adquiriera cerca de ochocientas fanegas en la vega y al año siguiente el molino de Abajo, denominado a partir de entonces molino de Angulo.


No pasaría mucho tiempo desde el fallecimiento de su primer marido para que María Sandalia de Acebal contrajera de nuevo matrimonio. En una fecha indeterminada de 1838 –aunque en algunos textos se afirma que el matrimonio tuvo lugar a finales de 1837- , la viuda de Manuel Angulo y Cano, se casó con Luis Usoz y Ríos*, un intelectual de origen navarro pero nacido en Chuquiraca (Perú) de padres españoles.

María Sandalia, que desde muy joven no había sido ni mucho menos ajena a los ambientes intelectuales y artísticos** en los primeros años de su matrimonio con Manuel Angulo, acrecentó su presencia en estos círculos en los que desenvolvía Luis Usoz, destacado miembro del Ateneo madrileño e introducido en el mundo universitario por sus estudios de hebraísmo y, sobre todo, por su labor como destacado bibliófilo y editor de libros relacionados con los escritores heterodoxos españoles o, también, con la recuperación y publicación romances de ciego o pliegos de cordel, un tipo de literatura popular muy extendido desde décadas anteriores en España.

Con su nuevo matrimonio María Sandalia de Acebal dio un giro radical a su vida. Absolutamente comprometida con los proyectos editoriales e intelectuales de su segundo marido, viajó por Europa, Italia e Inglaterra, sobre todo, en la década de los cuarenta del siglo XIX y, además, no fue ajena, gracias a su sólida posición económica, a la financiación de los proyectos editoriales de Luis Usoz.

Algunos estudiosos de la trayectoria vital de Luis Usoz como Juan Vilar y Mar Vilar, autores de Investigación y memoria. El primer hispanismo británico en la formación y contenidos de la más importante biblioteca española de libros prohibidos. Correspondencia inédita de Luis de Usoz con Benjamin B. Wiffen (1840-1850), describen a María Sandalia Acebal como una mujer de sencillez evangélica desprovista de toda humana ambición, entregada por entero a las obras de caridad, identificada enteramente con las empresas de su marido, del que tampoco tuvo hijos(…).

En cualquier caso, Luis Usoz, tan ajeno y alejado del mundo financiero y comercial en el que se había desenvuelto Manuel Angulo, el primer marido de María Sandalia, se convirtió, vía matrimonial, en titular de un extenso patrimonio tanto en Madrid como, por supuesto, en Morata. Resulta paradójico que Usoz, alejado por decisión propia de cualquier relación con el mundo financiero, apareciera como uno de los mayores propietarios rústicos de la provincia de Madrid y, también, como beneficiario, junto con su mujer, de un cuantioso crédito hipotecario contra los bienes del ¡conde de Altamira! Como vemos, las relaciones económicas entre los condes de Altamira y los Angulo y sus herederos se extendieron durante buena parte del siglo XIX.

Los bienes localizados en el término municipal de Morata que estaban registrados a nombre de Luis Usoz y Ríos, como marido de María Sandalia de Acebal, le convertían, junto con el conde de Sástago, no sólo en el mayor propietario de bienes rústicos en el término de Morata sino, también, en todo el territorio del partido judicial de Chinchón. De la importancia de estos bienes localizados en Morata nos da también idea el hecho de que Luis Usoz, gracias a esos bienes, formaba parte de la lista de los cincuenta mayores propietarios de inmuebles rústicos de la provincia de Madrid:

Lista de los cincuenta mayores contribuyentes por riqueza agrícola (…) que han de ser electores para vocales de la misma Junta [provincial de Agricultura] y su sección de Agricultura:

señor marqués de Valmediano, don Francisco Urquiza, señor marqués de Sotomavor, señor don Antonio Collantes, Don Félix Legrand, señor marques de Alcanices, Señor marqués de Prado Alegre, señor duque de Osuna, don Luis Usoz y Rios… (Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, 11 de julio de 1855).

Tras fallecer en 1865 Luis Usoz, a la temprana edad de 60 años, María Sandalia de Acebal volvió a aparecer como propietaria de los bienes que había heredado en Morata de su primer marido, Manual Angulo y Cano.

En el año en el que se produjo el fallecimiento de su segundo marido, María Sandalia de Acebal, además de las fincas rústicas adquiridas originariamente por su suegro, Ramón de Angulo, en 1820 y en 1821, y las que compró su propio marido, Manuel Cano también al conde de Altamira, entre ellas la Casa de Corregidores en la calle de la Cruz de Orozco, era titular de otras propiedades añadidas a su patrimonio inmobiliario en Morata. Estas nuevas adquisiciones, según consta en una providencia publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid el 3 de enero de 1865 consistían en una era situada en el entorno de la ermita del Rosario y un molino, de aceite, en la calle Real.

En cualquier caso, parece que el extenso patrimonio que había acumulado María Sandalia del Acebal en Morata, que la convertía como hemos visto en la mayor propietaria del municipio, no significaba, que contara con una residencia fija en el pueblo. En el año 1871, la heredera de los bienes de la familia Angulo reclamó ante las autoridades provinciales por el pago de impuestos de carácter local que había repartido el Ayuntamiento de Morata y que consideraba que no se ajustaba a derecho. Su recurso fue analizado por la Diputación Provincial de Madrid en su sesión del 21 de enero de 1871:

(…) Acto seguido tuvo efecto la vista pública sobre reclamación interpuesta por doña María Sandalia de Acebal contra el Ayuntamiento de Morata de Tajuña, en razón de la mayor cuota de contribución que se la impone a la doña María, fundándose dicho Ayuntamiento en que las tierras de la expresada doña María tienen todo el aprovechamiento de aguas de la fuente pública de dicho pueblo. (Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, 1 de febrero de 1871).

En resoluciones posteriores de la Diputación Provincial, María Sandalia de Acebal vio aceptada su reclamación para que el Ayuntamiento de Morata no la considerara como vecina a la hora de repartir entre el vecindario los impuestos de carácter local:

Morata de Tajuña.-Que se reproduzcan al Ayuntamiento los acuerdos de esta Diputación de 10 de diciembre y 13 de enero último respecto a considerar a Doña María Sandalia de Acebal como vecina para los gastos provinciales y como forastera sin casa abierta para los municipales.

Que se prevenga al Ayuntamiento y Junta de asociados cumplan con lo prevenido en la circular del Ministerio, fecha 31 de Enero último, reformando el repartimiento hecho y abonando a D. Luis Escribar [sic], doña María Sandalia de Acebal y demás vecinos que se encuentran en iguales circunstancias las cantidades que se les han exigido de más, en los términos prevenidos en la disposición cuarta de dicha circular. (Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, 18 de abril de 1871).

María Sandalia de Acebal y Arratia falleció el 7 de marzo de 1879 en Madrid. Al morir sin herederos directos -no tuvo hijos con ninguno de sus dos maridos-, sus bienes, al menos los localizados en Morata, fueron heredados por su hermana menor María Ramona de Acebal y Arratia, casada con el militar asturiano Esteban Muñoz Larrainzar. La viuda de Luis Usoz ya había hecho beneficiaria a su hermana Ramona de una deuda hipotecaria que mantenía con el matrimonio el propio conde de Altamira, Vicente Pío Osorio de Moscoso, según nota publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid:

(…) donación hecha a favor de la doña Ramona por su señora hermana doña María Sandalia del Acebal y Arratia, viuda del Sr. D. Luis de Usoz y Ríos, propietaria, vecina de esta villa, por escritura otorgada en la misma a 15 de Setiembre de 1873 ante el Notario de este Colegio D. Mariano García Sancha, de un crédito hipotecario de 882.739 rs. de capital redimible por 435.000 con el interés del 3 por 100 anual sobre la expresada cantidad total que la correspondía contra el difunto Excmo. Sr. D. Vicente Pió Osorio de Moscoso, marqués de Astorga, conde de Altamira y duque de Montemar (…). (Boletín Oficial de la Provincia de Madrid, 20 de noviembre de 1874).

Será una de las dos hijas de este matrimonio entre Esteban Muñoz Larrainzar y Ramona de Acebal, Ramona Muñoz de Acebal y Arratia, la que obtenga finalmente la titularidad de los bienes que su tía María Sandalia poseía en la villa de Morata. Ramona Muñoz de Acebal y Arratia, nacida en Madrid en 1846, había contraído matrimonio en el año 1867 con Diego María Jarava Torre, un político originario de la localidad manchega de La Solana, donde nació en 1834, que fue senador durante tres legislaturas, entre 1891 y 1903 en representación de la provincia de Ciudad Real,y que fue quién reformó el molino de Angulo y quien levantó lo que hoy conocemos como Casa Mac Crohon, tal como veremos la próxima semana, cuando finalicemos esta serie de entregas.



*Luis Usoz y Ríos nació en Chuquiraca, en el virreinato del Perú y actualmente territorio boliviano, el 13 de noviembre de 1805. Estudioso del hebraísmo y muy interesado en los llamados heterodoxos españoles del siglo XVI afines al protestantismo, sus viajes junto a María Sandalia del Acebal por Europa, sobre todo Italia e Inglaterra, desencadenó su desencanto con el catolicismo y su acercamiento al evangelismo e incluso a las doctrinas de los cuáqueros, aunque nunca llegó abrazar esta rama del cristianismo.

Tras su regreso de su largo viaje por Europa, Luis Usoz, apoyado por su mujer, dejó de frecuentar los ambientes intelectuales y universitarios para dedicarse a su propósito de recuperar los textos de los protestantes españoles y recopilar y coleccionar estos textos prohibidos y casi desaparecidos.

Como editor, en proyectos muy limitados en tirada pero muy exigentes en el tratamiento de los textos recuperados y comentados, Luis Usoz se dedicó a su labor de editor de la Colección de reformistas españoles, de la que llegó a editar XX volúmenes, el último en 1865, el año de su fallecimiento.

En paralelo, Usoz se propuso recuperar y coleccionar los textos prohibidos de estos reformistas españoles, labor en la que cooperó su mujer, María Sandalia de Acebal, que, además, financió con sus medios económicos sus proyectos editoriales, muy costosos y poco rentables.

Gracias a esta labor de recopilación y compra de volúmenes en el extranjero, sobre todo en Inglaterra, Luis Usoz atesoró una extensa biblioteca de alrededor de 11.000 volúmenes de estas obras prohibidas y perseguidas, además de una colección extraordinaria de romances de ciego y de cordel, otra de las pasiones del marido de María Sandalia de Acebal.

Antes de fallecer en 1865, Luis Usoz, preocupado por mantener la unidad de su biblioteca se planteó la posibilidad de cederla a una universidad extranjera, sin embargo, dejó la decisión en manos de su mujer. Afortunadamente, María Sandalia, muy identificada con el trabajo de su marido, esperó a que el momento político fuera propicio y en 1873, cuando se proclamó la I República, cedió la colección a la Biblioteca Nacional. Así recogía un periódico de la época la donación de la colección secreta de Luis Usoz a la Biblioteca Nacional:

(…) El gobierno de la República ha visto con la mayor satisfacción el donativo hecho a la Biblioteca Nacional por doña María Sandalia del Acebal y Arratia de la librería que fue de su difunto esposo D. Luis de Usoz y Rio, compuesta de unos 10.000 volúmenes; y a fin de conmemorar este rasgo de generoso desprendimiento ha dispuesto que la expresada librería se conserve en una sala especial que llevará el nombre de Usoz, colocándose en lugar preferente de la misma el retrato de la donante, en el cual se hará constar la patriótica cesión (…). (La Nación, 11 de octubre de 1873). [La disposición de colocar el retrato de María Sandalia en la Biblioteca Nacional nunca se cumplió].

Actualmente, la colección de Luis Usoz se conserva en el denominado Servicio de Reserva Impresa de la Biblioteca Nacional en la que cuenta con un sello único para identificar sus fondos.

Para finalizar con esta semblanza de Luis Usoz, el segundo marido de María Sandalia de Acebal, recogemos la impresión de Marcelino Menéndez Pelayo, autor de la Historia de los heterodoxos españoles, obra en la que le resultó imprescindible la consulta de la colección de Usoz, y muy alejado ideológicamente de éste:

(…) El nombre de Usoz es inseparable de la literatura protestante del siglo XVI, que él recogió, ordenó, salvó del olvido e imprimió de nuevo la más voluminosa colección de materiales para la historia del protestantismo español. Su entendimiento, su actividad, su fortuna, su vida toda, se emplearon y consumieron en esta empresa (…).

Otro intelectual que analizó la figura de Luis Usoz, Pío Baroja, opinaba así del bibliófilo y editor español:

(…) Usoz era un protestante, no sólo en religión, sino de todo lo que creía malo en España y en el mundo, una especie de anarquista místico, un patriota europeizador (…).


**La relación de María Sandalia de Acebal y su familia con el mundo intelectual y artístico en la época de su juventud y madurez se plasmó en el retrato que le pintó José de Madrazo, pintor de cámara, creador de una dinastía de pintores, autor del primer catálogo del Museo del Prado y, además, apasionado coleccionista de arte español y de otras escuelas europeas. En esta última faceta de coleccionista y comprador de obras de arte antiguas, sabemos que José Madrazo adquirió varias obras del palacio morateño de los condes de Altamira en 1821, justo en los años en que los Angulo, Ramón y su hijo Manuel, también aparecieron por Morata para adquirir gran parte de los bienes de los condes de Altamira en la villa.

Retrato de María Sandalia de Acebal Arratia, obra por José Madrazo (1820, colección particular)





Fuentes y bibliografía:

  • Élites ilustradas al servicio de la Monarquía española: las redes de comerciantes vascos y navarros en Madrid, 1700- 1830. Antonio Martínez Borrallo. Memoria para optar al grado de doctor. Universidad Complutense de Madrid-Facultad de Geografía e Historia. Madrid, 2021.

  • Archivo Histórico Provincial de Toledo. Sección Hacienda. Catastro de Ensenada. Libros maestros y Respuestas Particulares H 408 y H 410.

  • Comercio e industria madrileños en la transición del Antiguo régimen al sistema liberal (1788-1833). Mariano caballero Espericueta. Memoria para optar al grado de doctor. Universidad Complutense de Madrid. Departamento de Historia Contemporánea. Madrid, 2006.

  • La sociedad madrileña del siglo XVIII. Martínez Ruiz, Enrique. En Fernández García Antonio (dir.) Historia de Madrid, Complutense. Madrid, 1993.

  • Madrid en la Sociedad del siglo XIX. (Vol1) La Ciudad y su entorno. Madrid, centro de poder político, poder económico y élites sociales. Edición a cargo de Luis E. Otero Carvajal y Ángel Bahamonde. Consejería de Educación. Madrid, 1986.

  • Archivo Histórico de la Nobleza, BAENA, C.275, D.161-401.

  • Archivo Histórico de la Nobleza, BAENA, C.274, D.22.

  • Archivo Histórico Nacional, Estado, Carlos III, exp. 2215.

  • Archivo Histórico de la Nobleza, BAENA, C.361, D.25-92.

  • Guía Mercantil de España, año 1829. 1ª Parte. Imprenta de I. Sancha. Madrid, 1829.

  • Investigación y memoria. El primer hispanismo británico en la formación y contenidos de la más importante biblioteca española de libros prohibidos. Correspondencia inédita de Luis de Usoz con Benjamin B. Wiffen (1840-1850). Vilar, Juan B., y Vilar, Mar. Editorial MAD. Sevilla, 2010.

  • Historia de la villa de Morata de Tajuña. Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999.

  • Morata de Tajuña. Arribas, Juan de Diego. Diputación Provincial de Madrid. Biblioteca de la Provincia de Madrid. Crónica General de Madrid. Tomo duodécimo. Madrid, 1891.

  • Luis de Usoz y Ríos, creador en España de una biblioteca de libros prohibidos. Patrocinio Ríos Sánchez. Revista El Faro, abril de 2011.

  • Historia de los heterodoxos españoles. Menéndez Pelayo, Marcelino. Librería Católica de San José. Madrid, 1881.

  • Periódicos y publicaciones citadas en el texto.









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