jueves, 29 de junio de 2023

La elección de diputados a Cortes en el distrito de Chinchón 1846-1923 (VII)

El morateño Ignacio Rojo Arias, candidato por el Partido Radical en 1872

Vicente Rodríguez, también radical, logró conservar su acta de diputado

El año 1872 resulto ser un año muy complejo para la política española. El país, que tenía varios frentes abiertos -guerra en Cuba, tercera guerra carlista, crisis institucional por la división del Partido Progresista- asistió a dos elecciones para diputados a Cortes en el escaso periodo de 4 meses. Desde las elecciones de 1871, el político liberal progresista Vicente Rodríguez representaba en las Cortes al distrito. Desde esta posición, habría de afrontar dos convocatorias electorales de 1872, la del 2 de julio y la del 24 de agosto. En estas últimas se enfrentaría a su compañero del Partido Radical Ignacio Rojo Arias, natural de Morata de Tajuña.



Desde el mes de diciembre de 1870, cuando el asesinato del general Prim produjo un terremoto en la vida política española, la situación no hizo sino empeorar en los meses siguientes. La esperanza de que la llegada al trono de Amadeo I de Saboya significara el inicio de un periodo de estabilidad no dejó de ser un espejismo.

Desde la derecha del espectro político, el carlismo muy radical en la defensa de su candidato en el Congreso con sus diputados electos, no por ello dejó de lado la opción violenta protagonizada por las partidas de guerrilleros, especialmente activas en el norte y noroeste del territorio nacional. Justo en el lado contrario, los partidarios de la república, federal o unionista, no dejaban de intentar avanzar en su oposición a la monarquía representada por Amadeo I de Saboya. Para completar este panorama de crisis permanente, en Cuba los insurgentes indígenas y los grupos criollos luchaban por la independencia de la isla en medio de un proceso conocido como guerra de los diez años.

División del movimiento liberal progresista

El Partido Progresista había protagonizado y liderado el movimiento político que acabó con la monarquía de Isabel II gracias a la Revolución de septiembre de 1868. Tras el triunfo de La Gloriosa, el partido de Sagasta y de Ruiz Zorrilla consiguió mantener la monarquía como sistema de gobierno con su apuesta por Amadeo I de Saboya. Sin embargo, esta situación hegemónica no iba a resultar inamovible: frente a un Sagasta más conservador, la figura de Ruiz Zorrilla con ideas más avanzadas, en las que no faltaba algún guiño al republicanismo, emergió como contrapeso de poder en la formación liberal progresista. A consecuencia de estas diferencias, el antiguo Partido Progresista vio como en su seno surgían dos nuevas formaciones: el Partido Constitucional, de Sagasta, y el Partido Radical, de Ruiz Zorrilla. Esta división en el partido dominante de la política española no tardó en tener sus consecuencias en el distrito electoral de Chinchón. Vicente Rodríguez, el diputado que había conseguido repetidamente representar a los pueblos del distrito desde 1869 anunciaba, por sorpresa, su retirada de la vida política. Lo anunciaba así en una carta publicada en El Imparcial:

A los electores del distrito de Chinchón

Convocadas nuevas Cortes para el día 2 del próximo abril, me creo en el deber de dirigirme a vosotros, ya para manifestaros mi gratitud por la honra que me dispensasteis nombrándome diputado en la última elección, ya también por los ofrecimientos que me hacéis muchos de vosotros de apoyar mi nombre en las próximas elecciones.

No dudo que con la benevolencia de todos los que me ofrecéis vuestros votos podría confiar en el triunfo de mi candidatura, porque ni soy nuevo en esta clase de luchas electorales, ni los obstáculos de la reacción de hoy son para poner espanto en mi ánimo, aunque sean más sensibles a mi corazón que en anteriores ocasiones en que la causa liberal no luchaba contra falsos amigos, sino contra enemigos francos y descubiertos. (…) Mi espíritu desfallece ante tan bastarda lucha, y apañada mi alma al ver a la cabeza del ejército a mis amigos más queridos, a mis compañeros de infortunio que hoy han vuelto la espalda al partido progresista, a quien deben cuanto son, produciendo en su seno la lamentable excisión que dio por resultado la caída del ministerio presidido por mi ilustre amigo el Sr. Ruiz Zorrilla, que tan favorable acogida tenia en el país, he resuelto, después de serias meditaciones, retirarme a la vida privada a lamentar los males que presiento para nuestra patria y la nueva dinastía, después del pavoroso problema planteado el 21 de enero último (…). (El Imparcial, 16 de febrero de 1872).

Hacia referencia Vicente Rodríguez a la votación perdida en el Congreso por el presidente Sagasta que provocó la convocatoria de nuevas elecciones para el día 2 de abril de 1872. Ante esta nueva convocatoria, Ruiz Zorrilla no dudó en pedir a Vicente Rodríguez que reconsiderara su decisión de abandonar la política y volviera a presentarse por el distrito de Chinchón en representación del Partido Radical. En una carta publicada en la prensa, se manifestaba así el líder de los radicales españoles:

(…) Los hombres políticos no se pertenecen a sí mismos, son esclavos de la idea que profesan; y por esta consideración, don Vicente Rodríguez, cualesquiera que sean las razones que le asistan, cederá ante la voluntad soberana del distrito [de Chinchón] si por medio de las urnas le significa que debe volver a representarle en el Congreso, tan dignamente como lo ha hecho en la legislatura anterior (…). (La Iberia, 24 de marzo de 1872).

Las dos predicciones de Ruiz Zorrilla se cumplieron. Vicente Rodríguez volvió a la lucha electoral y logró una nueva victoria en el distrito de Chinchón. El 2 de abril Vicente Rodríguez se imponía claramente al candidato ministerial y del partido de Sagasta, Felipe Juez Sarmiento, un político de largo recorrido que ya había representado al distrito en la Diputación Provincial de Madrid. Sin embargo, en esta ocasión, Juez Sarmiento con sus 908 votos no pudo hacer frente a los 2.803 de Vicente Rodriguez. La Igualdad, diario de tendencia republicana, se felicitaba del triunfo del diputado radical en el distrito de Chinchón:

(…) El triunfo de la oposición en los distritos de la provincia de Madrid ha sido, en general tan brillante y completo como el obtenido en la capital. En el distrito de Chinchón, particularmente, la derrota de los ministeriales ha sido tan completa como la de su jefe Sagasta en el distrito del Hospicio.

Colmenar, Belmonte, Arganda, Villarejo, Chinchón, Perales, Morata, Brea, Carabaña, Valdaracete y los pueblos todos del distrito han rivalizado entusiasmo; y, a pesar da la Guardia civil que los ha invadido y del lujo de fuerza y arbitrariedad desplegado (...). Bien por los que con tanto entusiasmo han luchado y con tanta mayoría han vencido. (La Igualdad, 7 de abril de 1872).


Ignacio Rojo Arias, político morateño. En 1872 no logró el acta de diputado por el distrito de Chinchón (Fuente: www.senado.es-
Los Diputados pintados por sus hechos. Madrid, R. Labajos y Cia.

Rojo Arias, nacido en Morata, se presenta por el distrito de Chinchón.

La contundente victoria de Vicente Rodriguez en las elecciones de abril resultaría un tanto efímera. En el escaso espacio de tiempo transcurrido entre los meses de abril y de agosto el país asistiría a una nueva convocatoria electoral. En mayo, el general Serrano había accedido a la presidencia del Gobierno en sustitución de Sagasta y solo unos días después, el 13 de junio, Ruiz Zorrilla, presidente del partido en el que militaba Vicente Rodriguez, sustituía al veterano militar. La política española no daba tregua y el nuevo jefe de Gobierno convocaba elecciones para el día 24 de agosto.

Como en elecciones anteriores, varios políticos planteaban su candidatura por el distrito de Chinchón a pesar de que algunas formaciones políticas no se presentaron a las elecciones*. Algunos, ya muy conocidos por el electorado volvían a intentarlo, otros lo hacían por primera vez. Este era el caso de Ignacio Rojo Arias, un veterano y destacado político -además de miembro de la logia masónica Gran Oriente Español que llegaría a presidir- que ya había representado a Ciudad Real tras las elecciones de 1869 y que también había resultado elegido diputado en representación del distrito de la localidad gallega de Celanova en las elecciones de marzo de 1871.

Rojo Arias, hijo y nieto de dos antiguos administradores del conde de Altamira, había nacido en Morata en 1831 y tenía una amplia experiencia como diputado. Rojo era un hombre forjado en los sucesos de La Gloriosa que formó parte de la Junta Revolucionaria de Madrid. Abogado de profesión, antes de dedicarse plenamente a la política ejerció la carrera de fiscal. Tras el triunfo de la revolución de septiembre fue gobernador civil en Cádiz y en Madrid. Como gobernador de la provincia madrileña fue el encargado de investigar el atentado que costó la vida a Prim.

Muy ligado desde sus inicios en la política a la figura de Sagasta, Rojo Arias destacó en el Congreso por su oratoria y, sobre todo, por su intervención decisiva, defendiendo una enmienda particular, en los debates que sirvieron para elegir a Amadeo I de Saboya como nuevo monarca español. Cuando optó por presentarse a las elecciones de agosto de 1872 por su distrito natal Rojo Arias, como el resto de los políticos ligados al liberalismo progresista, estaba inmerso en el debate ideológico que había dividido al antiguo Partido Progresista en dos nuevas formaciones, lideradas como hemos visto por el propio Práxedes Mateo Sagasta, como presidente del Partido Constitucional, y Manuel Ruiz Zorrilla, presidente del Partido Radical.

Rojo Arias había optado por el partido de Zorrilla lo que planteaba un problema de gran calado ya que Vicente Rodríguez, el diputado electo por el distrito de Chinchón en abril, representaba también a este incipiente partido. La Iberia, el periódico favorable a Sagasta con el que había colaborado y trabajado Ignacio Rojo Arias, tanto en su faceta de periodista como en su labor como destacado abogado especializado en la defensa de la libertad de prensa, no desaprovechaba la ocasión para cuestionar la candidatura por su distrito natal del político morateño:

(…) Afirma “El Universal” que su amigo Rojo Arias luchará solo en “su” distrito de Chinchón; y contestándole otro apreciable colega, afirma a su vez que en el dicho distrito disputará al triunfo al ex-gobernador de Madrid don Vicente Rodríguez. Y con lo dicho se demuestra la armonía, la buena fe y el tacto de codos que reinan entre los radicales. (La Iberia, 31 de julio de 1872).

El diario liberal, reiteró las críticas a los radicales y a la doble candidatura por el distrito de Chinchón, en los días previos a las elecciones y volvía a la carga el 8 de agosto:

(…) todos habíamos olvidado ya, porque las sandeces no encuentran abrigo mucho tiempo en la memoria de las gentes formales, la ridícula carta que el bueno del señor Ruiz [Zorrilla] dirigió en sus tiempos de coalicionista a los electores del distrito de Chinchón recomendándoles la candidatura de Don Vicente Rodríguez. (La Iberia, 8 de agosto de 1872).

La división del voto radical era visto por otras formaciones políticas como la oportunidad de conseguir el acta por el distrito de Chinchón. Este era el caso de los republicanos, representados por Silvestre Haro. Sin embargo, la amenaza de perder un diputado en un distrito que tradicionalmente, desde el triunfo de la revolución de septiembre había optado por los candidatos liberal-progresistas -cierto que con fuertes críticas por la denuncia de irregularidades electorales-,

no impidió que se llegara a la jornada electoral con la presentación de los dos candidatos radicales. Por un lado, el Comité Radical del partido de Ruiz Zorrilla defendía la candidatura de Rojo Arias en el distrito de Chinchón:

(…) Muy estimado señor nuestro: Rindiendo tributo a la verdad y en rectificación de los que otra cosa afirman, nos cumple declarar y rogamos a usted que lo haga público, que el candidato radical proclamado por unanimidad por este comité, único en todo el distrito, es el Sr. D. Ignacio Rojo Arias, en cuyas manos y por acuerdo de nuestros demás compañeros hemos dejado certificación del acta qua lo acredita.

(…) El presidente del comité radical, Bernardo de Togedo. El secretario, Fermín Herreros. (La Nación, 14 de agosto de 1872).

Frente a esta declaración de la dirección del Partido Radical, sus simpatizantes en el distrito de Chinchón mostraban una opinión muy distinta:

Una Comisión del partido radical de Chinchón, compuesta de los Sres. D. Aureliano Serrano, D. Jacinto de La Peña, D. Genaro M. de Vidales, D. Federico Ortiz de Zarate y D. Valerio Villalobos, nos dirige un comunicado manifestándonos haberse verificado en la referida villa una reunión pública de los electores del partido, acordando:

Primero: que apoyarán y votarán la candidatura de Don Vicente Rodríguez, y,

Segundo: reprobar la conducta del comité, que según los comunicantes no representa la mayoría del partido, por no haberse inspirado al hacer la designación de candidato en el espíritu de los radicales del distrito. (El Imparcial, 22 de agosto de 1872).

El enfrentamiento de la dirección del Partido Radical con lo que podíamos definir como sus bases electorales en el distrito de Chinchón se saldó con la presentación de los dos candidatos, una decisión que se diría arriesgada y que, paradójicamente, rompía con la tradición de que las elites partidistas impusieran sus candidatos cuneros en detrimento de los políticos locales, ya que en esta ocasión Rojo Arias no parecía contar con el apoyo de los electores de su comarca de nacimiento.

Antes de que se celebraran las elecciones no podían faltar tampoco las ya tradicionales denuncias de irregularidades en la campaña electoral. En esta ocasión, desde los periódicos de la izquierda se denunciaban prácticas ya habituales antes de la jornada electoral: la promesa de cargos y empleos a los votantes y de obras y ofrecimientos a los pueblos por parte de algún candidato:

(…) Mal cuadran los ofrecimientos del presidente del Gobierno a los electores del Centro con lo que está pasando en el distrito de Chinchón. Empleados de la comisaría de los Santos Lugares, incluso D. Vicente Rodríguez, están en el distrito; en Carabaña, Fuentidueña, Arganda. Morata, Colmenar, Chinchón, Villar del Olmo y algún otro pueblo se han dado empleos y ascensos, recayendo en sujetos de familias influyentes en las localidades, de opiniones las más encontradas y de méritos desconocidos. Públicamente se habla de ofrecimientos a los pueblos y de exigencias de estos en resoluciones de expedientes, etc., etc. (La Igualdad, 23 de agosto de 1872).

Como en tantas otras ocasiones, estas denuncias no pasaron de alguna repercusión en la prensa y lo cierto es que Vicente Rodríguez, protagonista de las supuestas ofertas a votantes y pueblos, logró renovar su acta electoral. Según el escrutinio de votos, Rodríguez logró 2.667 votos, frente a los 511 votos del morateño Ignacio Rojo Arias y los 737 votos de Silvestre Haro, el candidato republicano federal.

Curiosamente, el diputado cunero que solo unos meses antes había anunciado su intención de abandonar la política lograba su reelección por el distrito de Chinchón por cuarta vez consecutiva. Rojo Arias, por el contrario, no lograba el escaño por su distrito de nacimiento pero, gracias a la ley electoral de la época que permitía optar por varios distritos, consiguió un escaño en el Senado en representación de la provincia de Valladolid. El republicano Silvestre Haro, aunque no logró acercarse al triunfador, logró un segundo puesto como anticipo de futuros éxitos en las elecciones que estaban por llegar.


*Durante el siglo XIX no fue infrecuente que ante una convocatoria de elecciones algunos partidos de la oposición pusieran en practica el denominado retraimiento electoral, una opción consistente en no presentarse a los comicios como modo de denunciar lo que consideraban falta de legitimidad del partido convocante. Esta situación fue puesta en práctica por partidos liberales antes de la revolución de septiembre de 1868. Posteriormente, partidos tan distintos como los republicanos en sus distintas facciones, carlistas, conservadores o liberales también practicaron este retraimiento que en las elecciones del 24 de agosto de 1872 facilitó el aplastante triunfo del Partido Radical de Ruiz Zorrilla con 274 escaños. El Partido Republicano Democrático Federal, con 78 escaños, logró la segunda posición. El resto de partidos -carlistas, conservadores monárquicos, constitucionalistas y republicanos unitarios-, ausentes en muchos distritos no pasaron en conjunto de cuarenta escaños.


Fuentes y bibliografía:

  • Madrid en la sociedad del siglo XIX. Vo.l 1. Consejería de Educación. Edición a cargo de Luis E. Otero Carvajal y Ángel Bahamonde. Secretaria General Técnica. Servicio de Publicaciones. Madrid, 1986.

  • Congreso de los Diputados. Diario de sesiones. Serie Histórica. www.congreso.es.

  • Oratoria y periodismo en la España del siglo XIX. Seoane, María Cruz. Fundación Juan March-Editorial Castalia. Madrid, 1977

  • El sistema electoral de la Constitución de 1845. Ull Pont, Eugenio. Revista de Derecho Político, nº 39. 1994., pp. 107-157. Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.

  • O´Donnell. Pérez Galdós Benito. Biblioteca digital abierta.Textos .info. 2018.

  • La revolución de julio. Pérez Galdós, Benito. Biblioteca Virtual Universal. 2003.

  • Memorias de hombre de acción: El sabor de la venganza. Baroja, Pío. Rafael Caro Baggio. Madrid, 1921.

  • Publicaciones y periódicos citados en el texto.

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