martes, 10 de julio de 2018

La Tajera, el embalse que regula las aguas del Tajuña (Epílogo)

Con la puesta en funcionamiento del embalse de La Tajera y, años después, tras la solución de los problemas estructurales de la presa, que impidieron hasta el año 2010 el llenado del pantano hasta el límite de su capacidad (64 hectómetros cúbicos), los habitantes de la cuenca del Tajuña vieron cumplida su aspiración de que las aguas del río estuvieran, por fin, reguladas y así evitar las temidas avenidas y también para permitir y mejorar el abastecimiento de agua potable en los pueblos de la cuenca media y el regadío en la mayor parte de los municipios ribereños.



Con la construcción del embalse de La Tajera el aprovechamiento del río Tajuña y las prioridades en el uso del agua de su cauce se fija en un documento que debe de aprobar la administración central a propuesta de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT). Este documento recoge las denominadas, textualmente, Disposiciones normativas del Plan Hidrológico de la parte española de la demarcación hidrográfica del Tajo. Las últimas de estas disposiciones normativas aprobadas se publicaron en el Boletín Oficial del Estado de fecha 19 de enero de 2016 y son por tanto las que están en vigor al derogar las aprobadas en años anteriores.
Lo que el documento identifica como Sistema Tajuña, que en extensión ocupa el 5 % de la cuenca del río Tajo, comprende la totalidad de la cuenca del río desde su nacimiento cerca del municipio de Maranchón hasta la desembocadura en el Jarama. En la asignación de recursos del Sistema Tajuña se fijan, por este orden, las demandas urbanas, las demandas agrarias y las demandas industriales y la asignación en hectómetros cúbicos anuales para cada una de ellas.

Cuadro asignación de recursos en la cuenca del Tajuña aprobado en 2016

Como ya se ha comentado en entregas anteriores del blog, la asignación de estos recursos de agua del río Tajuña ya preocupó a los habitantes de sus riberas desde el mismo momento en que se planteó definitivamente la construcción del embalse en la década de los setenta del pasado siglo. La posibilidad de que las aguas del embalse pudieran desviarse al pantano de Entrepeñas, para compensar, a su vez, la cesión de recursos hídricos desde el Tajo a la cuenca del Segura mediante el polémico trasvase, fue desechada como también se descartó el uso de la presa para la producción de energía eléctrica. Se fijó así que el abastecimiento para demandas urbanas y para regadíos sería prioritario la hora de explotar el cauce del Tajuña.
Tal como se aprecia en el cuadro anterior estas prioridades suponen que para el consumo urbano se fijen 4,48 hm3 anuales, distribuidos en los consumos del Alto Tajuña (0,55 hm3) y la denominada Mancomunidad del Río Tajuña (3,93 hm3), una entidad supralocal que agrupa a 34 municipios de la provincia de Guadalajara, situados en la cuenca media del río, con unos 60.000 habitantes, y que se abastecen de sus aguas para el consumo urbano.
Más reducidas son las demandas industriales del Sistema de Explotación Tajuña que, en total, suponen 2,50 hm3 anuales.
Demanda de agua para el regadío
En términos cuantitativos son las demandas de usos agrarios las que mayores recursos hídricos tienen asignados anualmente y especialmente las llamadas demandas agrarias superficiales (38,86 hm3) frente a las subterráneas (3,01 hm3) para un total de 41,87 hm3. La distribución de estos recursos para el regadío fundamentalmente –los usos ganaderos no pasan de unos escasos 0,43 hm3 anuales- resulta muy desigual en los distintos tramos río, tal como se aprecia en el cuadro. La propia configuración de la cuenca del Tajuña explica las diferencias entre el consumo de agua para regadío en la cuenca alta y media, muy limitado, y la cuenca baja –correspondiente a la comunidad de Madrid, que con 21,54 hm3 consume prácticamente el 40% de los recursos totales que suman 48,85 hm3 anuales.
Particularmente nos interesa la distribución de esos 21,54 hm3 asignados para el riego en los municipios de la comunidad de Madrid desde Ambite hasta la desembocadura del Tajuña en el Jarama cerca de Titulcia. En total son más de 3000 hectáreas las que se riegan en la comunidad de Madrid con las aguas del Tajuña: Chinchón 1.440,42 ha; Morata 743,26 ha; Tielmes, 296,82 ha; Carabaña, 269,64 ha; Perales, 165,00 ha; Titulcia, 149,20 ha; Ambite, 77,18 ha, y Orusco. Cada una de estas hectáreas de regadío tiene una dotación bruta de 6.000 m3 al año.
Pese a la asignación de estos recursos anuales de agua para el regadío hay que recordar que en caso de sequía el abastecimiento urbano tiene prioridad sobre otros usos del agua del Tajuña. La aportación media anual del Sistema Tajuña, es decir, todo el agua que circula anualmente por el cauce del río y que incluye no solo el agua del cauce principal sino también el de sus afluentes, es muy variable de un año a otro y, aunque los valores medios alcanzan 101,33 hm3 anuales, pueden oscilar entre los 148,31 hm3 del periodo 2009-2010 y los 63,63 hm3 del 2015-2016. Un buen ejemplo que explica esta situación se produjo a comienzos de este año 2018 cuando el nivel del embase de la presa de La Tajera no superaba los 4 hm3. Tan escasas reservas provocaron que en el mes de febrero el anuncio de medidas drásticas, según anunciaba la cadena SER de Guadalajara el 21 de febrero:
La situación de sequía de la cuenca del río Tajuña es dramática en estos momentos hasta el punto de que la Confederación Hidrográfica del Tajo se ha visto obligada a afrontar la restricción total del regadío en esta cuenca. Así lo ha confirmado este organismo en la presentación este miércoles en Madrid del plan especial de actuación en situaciones de alerta.
El embalse de la Tajera, del que se nutre la Mancomunidad de aguas del Tajuña, apenas almacena en estos momentos 2,9 hectómetros cúbicos, está al 5% cuando la media de los últimos 15 años en estas fechas se sitúa en torno al 30%.
Afortunadamente, una primavera muy lluviosa en comparación con los años anteriores evitó que hubieran de adoptarse medidas extraordinarias como la prevista prohibición del riego en toda la cuenca del Tajuña. De hecho, estas precipitaciones de los meses de marzo, abril y mayo de este año no sólo han evitado las restricciones en el riego sino que, en comparación con años anteriores, el embalse de la Tajera almacena mucho más agua a fecha de 10 de julio, 30 hm3 frente a unos escasos 10 hm3 en comparación con el pasado año.
Sin embargo, aunque estas precipitaciones primaverales han permitido que este año circulara por el río Tajuña más agua que el estrictamente destinado a cubrir el caudal ecológico (fijado en 0,36 m3 por segundo en todo su cauce), el análisis histórico de las reservas de agua que ha almacenado el embalse de La Tajera desde que entrara en funcionamiento en 1994 difícilmente podrían cubrir las muy optimistas previsiones que se plantearon cuando se proyecto la presa. Hay que recordar que en esos momentos se planteó un ambicioso plan de aumento de regadíos en la cuenca media, aguas debajo de la presa, que nunca llegó a materializarse y que, incluso en la Comunidad de Madrid, también llegó a anunciarse un futuro aumento de las hectáreas de regadío en el término de Chinchón que no pasó de la fase de proyecto.
Esta ampliación del regadío en la parte de la Comunidad de Madrid que abastece el río Tajuña tampoco entra en los planes de futuro. Según las disposiciones normativas del Plan Hidrológico de la parte española de la demarcación hidrográfica del Tajo las previsiones a medio plazo de los regadíos en la Comunidad de Madrid del sistema Tajuña prácticamente no variarán en los los años venideros. Según el documento que se publicó en el BOE del 19 de enero de 2016, actualmente en vigor y al que ya nos hemos referido al comienzo del post, el Sistema Tajuña asigna 20,53 hm3 a los regadíos de Madrid en el año 2021 y unos metros cúbicos más en el año 2033, 21,78 hm3.
Hay que reseñar, por último, que en el documento del año 2016 que fija la asignación de recursos en el Sistema Tajo incluye un apartado que establece para el futuro una reserva de 60 hm3/año en el río Tajo y el uso de los recursos excedentarios en los ríos Sorbe y Tajuña, siempre que no se produzcan afecciones a los derechos de uso del agua preexistentes. Esta reserva se asignaría a las demandas urbanas aunque siempre en base a que realmente se produjeran esos excedentes a los que se refiere el documento.


Fuentes y bibliografía

  • Historia de la villa de Morata de Tajuña-Torre Briceño, Jesús Antonio. Ayuntamiento de Morata de Tajuña, 1999.
  • Estudio de las inundaciones históricas del río Amarguillo. Potenciano de las Heras, Ángela. Memoria presentada para optar al grado de doctor. Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Ciencias Geológicas. Departamento de Geodinámica. Madrid, 2004.
  • Avance de un Plan General de Pantanos y Canales de Riego, redactado por el Cuerpo de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Año de 1899. Imprenta y fundación democrática de los Hijos de J. A. García. Madrid, 1899.
  • Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España, Tomo XXVIII Tomo VIII. Segunda Serie (1906). Madrid, Tipografía de la viuda de M. Tello. Madrid, 1906.
  • Agua y Medio Ambiente-Presas. Intecsa-Inarsa. Servicios de ingeniería y consultoría técnica desde 1965.
  • Evolución de las presas de hormigón desde 1950. Giménez Rothermund, Francisco y Martín Ruíz, David. Tecnología y Desarrollo. Revista de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Universidad Alfonso X El Sabio. Escuela Politécnica Superior. Villanueva de La Cañada. Volumen XV. Año 2017.Separata.
  • HCC Hidráulica, Construcción y Conservación. Nuevas tecnologías en la reparación de presas.
  • Periódicos y publicaciones citadas en el texto.

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