martes, 3 de septiembre de 2019

Tres momentos históricos del Ferrocarril del Tajuña

Gracias a medios como Internet, no es difícil encontrar viejas imágenes del Ferrocarril del Tajuña: estaciones, locomotoras, vagones, trabajadores, viajeros… aparecen en multitud de páginas, webs especializadas en el mundo ferroviario o en otras direcciones de la red. Para la entrega semanal del blog hemos seleccionado tres fotografías no muy conocidas del Ferrocarril del Tajuña que nos ofrecen una instantánea, un momento histórico, de este proyecto ferroviario que tanto significó para los pueblos de Guadalajara y Madrid por los que circularon sus trenes.


Obras de construcción del Ferrocarril del Tajuña, trincheras de la línea férrea en las proximidades del barranco de La Becerra en Morata de Tajuña (Hacia 1892, aprox.). Autor desconocido.
En los años anteriores a la realización de esta fotografía los ayuntamientos de Morata, Chinchón y Colmenar de Oreja se habían implicado decididamente en que avanzaran las obras del ferrocarril desde la localidad de Arganda, municipio al que el tren había llegado el 30 de julio de 1886. El promotor del Ferrocarril de Arganda, Juan Carlos Morillo, estaba interesado en extender las vías hasta la vega del Tajuña y los tres municipios aprobaron, en torno al año 1888, aportar la financiación que les correspondía para acometer las obras del nuevo tramo que, en un principio, debería entrar en funcionamiento tres años después. Evidentemente no fue así y, en 1892, Juan Carlos Morillo cedió sus derechos y la concesión a la Compañía del Ferrocarril del Tajuña, una sociedad belga pero con participación de capital español. La entrada de nuevo capital y de la empresa belga aceleró las obras, como muestra la fotografía, pero, lamentablemente, se produjeron nuevos retrasos que alargaron la inauguración del tramo entre Arganda y Morata hasta 1901 (El ferrocarril llegaría a Chinchón y Colmenar de Oreja un año después, en 1902).




Descarrilamiento del Ferrocarril del Tajuña en Mondéjar (1918). Fotografía de José Royo Gómez**
Los accidentes por corrimientos, desprendimientos del terreno y descarrilamientos fueron relativamente frecuentes durante el periodo de tiempo que permaneció en servicio el Ferrocarril del Tajuña (Ferrocarril Madrid-Aragón a partir de 1919). No tenemos información sobre las consecuencias del descarrilamiento que recoge la fotografía de Royo Gómez pero, por ejemplo, en 1905 un descarrilamiento similar del convoy ferroviario, ocurrido entre las estaciones de Tajuña y Chinchón, provocó la muerte de un operario del ferrocarril, el guardafreno José Iglesia “El Pinche”. (El Liberal, 18 de diciembre de 1905).
Menos de un año después, en septiembre de 1906, en los días previos a la celebración de las fiestas patronales en Morata, una fortísima tormenta que se desencadenó en la tarde del día 5 provocó numerosos corrimientos de tierras en la línea debido a la fuerza del agua y a la inestabilidad y condiciones del terreno por donde discurrían las vías. Así se relataba la situación del tendido del tren en el periódico Heraldo de Madrid: (…)
El jefe de la estación de Morata de Tajuña comunica que la línea, desde el kilómetro 43 al 47, está interceptada por el desprendimiento de tierras. Los trenes de viajeros trasbordan. (…) Ha salido un tren con obreros y material para la corrección de los desperfectos. Estos desprendimientos fueron originados por la tormenta que arrasó la vega y el pueblo. (Heraldo de Madrid, 6 de septiembre de 1906).
En 1908, el 28 de julio, La Correspondencia Militar informaba sobre otro descarrilamiento en el Ferrocarril del Tajuña, en esta ocasión con víctimas:
(…) en el sitio llamado Perales descarriló ayer un tren de viajeros. La máquina, que fue la que descarriló, a consecuencia de un desprendimiento de tierras, arrastró el furgón y un coche. El maquinista y el fogonero resultaron con graves heridas en el cuerpo y en la cabeza, y fueron trasladados en un vagón a la estación de Arganda, donde se les curó. Varios viajeros sufrieron también contusiones, aunque no graves.



**José Royo Gómez (Castellón, 1895-Caracas, 1961) fue un geólogo y paleontólogo que desarrollo parte de su labor investigadora en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Como parte de su trabajo Royo Gómez fue autor de un gran número de fotografías de yacimientos paleontológicos y de obras civiles. La fotografía, obtenida de una placa de 9x12, se conserva en el Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) del CCSIC. Según la ficha del archivo, la imagen se tomó en marzo de 1918, y recoge el descarrilamiento del tren por hundimiento del terreno.




Un tren del Ferrocarril del Tajuña en las cercanías de Auñón, antes de la construcción del embalse de Entrepeñas. Fotografía de Tomás Camarillo*.
En el archivo en línea de CEHIHGU, donde se conserva la imagen del Ferrocarril del Tajuña, se indica que esta foto está realizada en el término municipal del Auñón en una fecha indeterminada entre los años 1923 y 1948. Evidentemente, esta fotografía, que recoge un paraje próximo al lugar en el que se levantó la presa del embalse de Entrepeñas, fue realizada con anterioridad a las obras de construcción del embalse iniciadas en 1943. Precisamente la construcción del embalse de Entrepeñas provocó que el 1 de octubre de 1946 se suspendiera el tramo entre Auñón y Sacedón, que estaba en servicio desde su inauguración el 26 de abril de 1920. Previamente, el 12 de julio de 1943, ya se había suprimido el trayecto entre Sacedón y el último municipio al que llegó la vía férrea del Ferrocarril del Tajuña, Alocén.
La suspensión de estos tramos, junto con los problemas derivados de la destrucción de infraestructuras en la guerra civil y el descenso del número de viajeros, fueron los primeros indicios del escaso futuro que tenía una línea ferroviaria que tantas expectativas había levantado en el momento de su puesta en funcionamiento. Tanto fue así que, el 9 de enero de 1953, se publicaba el decreto por el que se autorizaba el cierre del tráfico de viajeros, paso previo al cierre total de una línea que aún sobrevivió unos años como tren de mercancías de la remolacha de la vega del Tajuña que se transportaba hasta la fábrica de la Azucarera de La Poveda, y posteriormente como tren minero entre la fábrica de El Alto en Morata y Vicávaro. Entre las justificaciones que se alegaron para suprimir el servicio se señalaba que la nueva línea [del ferrocarril del Tajuña] perdió todo su interés, por lo que su construcción quedó paralizada en Alocén, y después en Auñón al suprimir este trozo, por quedar en parte inundada por las aguas del embalse de Entrepeñas. (Entre ese tramo desparecido se encontraba el que se muestra en la fotografía de Tomás Camarillo).



*Tomás Camarillo (1879-1954) comenzó a recorrer la provincia de Guadalajara en 1923 vendiendo aparatos de radio. El autor de la fotografía también se dedicó a la venta de aparatos musicales y a la fotografía. En sus viajes por la provincia aprovechó para realizar el grueso de su obra fotográfica que, a su muerte, fue donada a la Diputación Provincial de Guadalajara Las obras cedidas a la institución provincial fueron realizadas entre los años 1924 y 1948. Datos biográficos obtenidos de la web del Centro de la Fotografía y la Imagen Histórica de Guadalajara (CEFIHGU).




Fuentes y bibliografía:
  • Periódicos y publicaciones citados en el texto.










NOTA: El blog Documentos históricos de Morata de Tajuña es un proyecto, sin ánimo de lucro, que pretende dar a conocer la historia y el pasado de Morata de Tajuña. Si alguien considera que alguna de las imágenes que se publican vulnera o puede vulnerar algún tipo de copyright solo tiene que comunicarlo para que sea retirada. 

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