viernes, 24 de marzo de 2023

 

La nobleza en Morata, del marquesado de Leganés a la Casa de Altamira (V)

Trágica muerte en un duelo del marido de la hija del marqués de Leganés

La familia del agresor pleiteaba con los Leganés por la herencia del conde-duque de Olivares

A la muerte del I marqués de Leganés en el año 1655, sobre la que tratamos la pasada semana, su hijo primogénito, Gaspar Messía Felípez de Guzmán Spínola (Madrid,1630), heredó y marquesado y el señorío de Morata. Como ya sabemos, tras la alianza familiar forjada por su padre, el II marqués de Leganés se había casado con la hija de la marquesa de Almazán, Francisca de Rojas. Mientras tanto, la hermana del II marqués de Leganés, Inés Messía Felípez de Guzmán Spínola, también había fortalecido la alianza entre las casas de Leganés y Almazán-Altamira con su enlace con el primogénito de Juana de Rojas, Gaspar Hurtado de Mendoza Moscoso y Osorio. En el año 1664 un trágico suceso vendría a alterar la estabilidad de las familias que poseían el señorío de Morata y un extenso patrimonio en la villa.


Cuando falleció el I marqués de Leganés, a causa de una apoplejía que no pudo superar a sus 75 años, la línea sucesoria en la Casa de Leganés prevista por Diego Messía Felípez de Guzmán se cumplió en la persona de su hijo primogénito, Gaspar Messía Felípez de Guzmán. Según las previsiones de su padre y de su suegra, la marquesa de Almazán, cuando concertaron el triple matrimonio que unió a sus familias, Gaspar se convertía en cabeza de la Casa de Leganés mientras que su hermana Inés, casada con Gaspar Hurtado de Mendoza Moscoso y Osorio, ejercía ya como condesa consorte de Almazan. La ya viuda del I marques, Juana de Rojas y Córdoba, aunque en algún momento se rumoreó que podía afrontar un cuarto matrimonio*, ya no volvería a casarse y dedicó su tiempo a la familia hasta su muerte en el año 1680.

La estabilidad familiar que habían logrado todos los hijos del I marqués de Leganés** permaneció inalterable hasta el año 1664. El primogénito y II marques de Leganés, Gaspar Messía Felípez de Guzmán y Spínola –también había sido el primer marques de Morata de la Vega, reconocimiento concedido por Felipe IV a los primogénitos de los marqueses de Leganés- había formalizado a los 16 años, en 1646, su matrimonio con Francisca de Rojas y Córdoba, concertado por su padre cuando tenía 12 años de edad. Apoyado en las redes familiares, Gaspar había ejercido como gobernador y capitán general en la plaza africana de Oran, siguiendo la tradición iniciada por su padre de dedicarse a la milicia y a los cargos políticos de la monarquía española.

Su labor en África y su victoria ante los rebeldes bereberes le valió el ascenso en su carrera y el nombramiento como virrey y máximo representante de la Corona en el reino de Valencia, responsabilidad que ejercía cuando murió en el último día de 1666 a la edad de 36 años. 


Duelo a la antigua española, de Francisco de Goya (Fuente: Biblioteca Nacional). 

Duelo a muerte del yerno del marqués de Leganés

Mientras tanto, el matrimonio de Inés Messía Felípez de Guzmán Spínola con el heredero del marquesado de Almazán, Lope Hurtado de Mendoza y Moscoso Osorio, concertado en el año 1642 como vimos en semanas anteriores y formalizado en abril de 1646, vivió años después de su celebración un trágico episodio que llevó a la muerte al marido de la hija del I marqués de Leganés. Aunque las causas y el motivo de la muerte a Lope Hurtado de Mendoza no dejan de ser confusas, las crónicas publicadas cuando tuvo lugar el trágico suceso hablan de un duelo a muerte, tan habitual en esos años por cuestiones de honor. De nuevo es Jerónimo de Barrionuevo, con sus Avisos quien nos da noticia de los acontecimientos que provocaron la viudedad de Inés Messía Felípez de Guzmán:

(…) Antes de anoche sucedió el caso más desgraciado que se ha visto en personas semejantes en más de doscientos años. Galanteaba en Palacio a una hija de [el marqués de] Bedmar el Marqués de Almazán, hijo del de la de Leganés, mancebo de los mas bizarros y alentados de esta Corte. Tenía puestos los ojos y la afición en la misma dama su primo D. Domingo de Guzmán, hijo del de Medina de las Torres, y preferido en la estimación de la Señora.

Concurrieron ambos antes de anoche a una comedia de Palacio, y hablándose ella y ellos con los ojos, sacaron un leve encono, y al salir preguntó D. Domingo al de Almazán que por qué estaba triste. Él, creo, percibió que dijo aquello pareciéndole que estaba despreciado de la dama, y respondiole:Si quieres que me alegre, vamos juntos a la Puerta la Vega”. Diose el otro por entendido, y saliendo ambos juntos de Palacio, se encaminaron al puesto conversando. Al llegar a las caballerizas de Palacio, despidieron a los criados y llegando a la vista, se plantaron el uno contra el otro, y dijo el Marqués a D. Domingo:Qué armas tienes?" Respondiole:Espada sola”. Replicole:Yo traigo espada y daga”. Y diciendo y haciendo, arrojó la daga, y al terciar las espadas, de primer lance, el Marqués le dio una cuchillada en la cabeza que fue su único fin, sin proceder a más, que pudiera sin duda, por sus grandes fuerzas y alientos, según lo dice la Corte; pero habiéndole descubierto el cuerpo para hacerle aquella herida, y con la fuerza que ella misma muestra, por ser grande, se le metió D. Domingo con una estocada que entrándole la punta por el vacío de la espaldilla, debajo de la tetilla derecha, se la sacó por el ombligo.

Confeso muy despacio y recibió los Sacramentos. Murió ayer entre ocho y nueve. El sentimiento de los Señores y del pueblo ha sido grande; el llanto, mucho. El Marqués de Castel-Rodrigo llevó a D. Domingo a Atocha.

No si está seguro, aunque el Marqués declaró que le ha había herido como caballero, y que él se tuvo la culpa. Deja cuatro hijos y la mujer preñada, hija del de Leganés, habida en la Espínola. Madre viva, Marquesa del Pozo [sic] abuelo vivo, Conde de Alameda. El Rey lo ha sentido mucho, y el Duque de Medina de las Torres con tanto extremo, que ha jurado muchas veces que hubiera dado, la mitad de sus estados porque se hubiera trocado la suerte.

Sus contrarios la buscarán sin duda de este lance. (Avisos, tomo IV, Madrid, 24 de mayo de 1664).

La muerte en duelo del marqués de Almazán y yerno del I marqués de Leganés, no dejó de ocasionar el escándalo en la corte madrileña, acostumbrada, por otra parte, a estos lances de honor entre miembros de la nobleza. Pese a que estos enfrentamientos a espada estaban severamente prohibidos por las leyes castellanas, su práctica –de hecho existen noticias de duelos célebres hasta comienzos del siglo XX ya con pistolas- dejó trazas la memoria de esos siglos con protagonistas tan famosos como el propio Francisco de Quevedo, al parecer un duelista destacado y temible.

El caso del marqués de Almazán y su muerte posterior, adquiere tintes más complejos cuando al asunto amoroso que, al parecer, se hallaba en el origen del duelo se unía el proceso judicial que, desde hacía años, enfrentaba a los Leganés-Almazán con los Castel Rodrigo-Medina de las Torres. Recordemos como la pasada semana tratábamos sobre la pugna por heredar los bienes materiales y nobiliarios del conde-duque de Olivares, fallecido sin herederos directos el año 1645, casi 20 años antes de producirse el duelo entre dos vástagos de las dos familias en conflicto.

Tras el duelo y su trágico resultado, el contendiente que sobrevivió al cruce de espadas, Domingo de Guzmán y Caraffa se vio obligado a abandonar España para evitar añadir al reproche moral otras consecuencias no menos graves para su persona. Huido a Italia, falleció en el exilio sin volver a España.

Con el paso de los años, y en un capricho del destino más, el ducado de Medina de las Torres fue uno de los muchos títulos asociados a la casa de Altamira cuando Antonio Gaspar de Moscoso Osorio y Aragón se convirtió en el V duque de Medina de las Torres.

Inés Messía Felípez de Guzmán Spínola, viuda de Lope Hurtado de Mendoza y Moscoso Osorio y embarazada al fallecer su marido, fue madre de varios hijos: Luis de Moscoso Osorio, María Leonor, casada con el Conde de Palma, y Teresa, casada en Portugal con el conde de Santa Cruz. El primogénito, Luis de Moscoso Osorio convertido en VI marques Almazán, sería con el paso de los años, y como veremos la próxima semana, el progenitor del heredero que uniría años después, en su persona y por primera vez, el condado de Altamira, el marquesado de Leganés y el señorío de Morata.



*Según se publicó en los Avisos de Barrionuevo, Juana de Rojas y Córdoba pudo haber contraído un cuarto matrimonio con Luis de Haro, el último valido de Felipe IV y hombre que sustituyó en el favor real al fallecido conde-duque de Olivares. No fue así y permaneció viuda, ejerciendo como viuda del I marqués de Leganés y VI marquesa de Poza, título que había ganado en un pleito contra su hermano Antonio Francisco Fernández de Córdoba. Falleció en Madrid, en 1680, y legó sus bienes a su hija Francisca, viuda ya en el año de su muerte del II marqués de Leganés, y a su nieto Diego, quien se convertiría en III marqués de Leganés y que reuniría en su persona los marquesados de Poza y, naturalmente, el de Leganés.


**Ambrosio Felípez de Guzmán Spínola nacido en Madrid en 1632 y fallecido en Sevilla en 1684 fue el tercer hijo que sobrevivió al I marqués de Leganés. Como era habitual en las familias de la nobleza, su condición de segundogénito le llevó a ejercer la carrera eclesiástica en la que prosperó gracias a las influencias de su poderosa familia paterna y materna. Su tío materno, Agustín Spínola, logró para el joven Ambrosio la dispensa papal para que pudiera obtener el cargo de canónigo a la edad de ¡once años! También fue nombrado obispo de Oviedo, a los 33 años y tres años y después fue nombrado arzobispo de Santiago. La cumbre de su carrera eclesiástica le llegó en 1669 cuando fue nombrado como cabeza del arzobispado de Sevilla, cargo en el que permaneció hasta su muerte en 1684.

 

 

Fuentes y bibliografía:

  • Carta de poder otorgada por Juana de Rojas Córdoba, [VI marquesa de Poza], para concertar su casamiento con Diego Mesía [Dávila Felípez de Guzmán, I] marqués de Leganés, así como el de sus hijos con varios descendientes. Archivo Histórico de la Nobleza, BAENA, C. 400, D.1-2.

  • Carta de pago y recibo de dote otorgada por Gaspar Hurtado de Mendoza, [V] marqués de Almazán. - Archivo Histórico de la Nobleza, BAENA,C.257,D.9.

  • Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. Tomo 5993, fol. 525r-556v.

  • Cartas de algunos PP de la Compañía de Jesús sobre los sucesos de la monarquía entre los años 1634 y 1648. Tomo V y tomo VII. Publicado en la colección Memorial Histórico Español. Colección de documentos, opúsculos y antigüedades que publica la Real Academia de la Historia. Tomo XVII. Imprenta Nacional. Madrid, 1863-65.

  • Avisos de Don Jerónimo de Barrionuevo (1654-1658). Tomo I (1892), tomo II (1892), tomo III (1893) y tomo IV (1894). (En Colección de escritores Castellanos-Historiadores). Imprenta y fundición de M. Tello. Impresor de Cámara de S. M. Madrid.

  • Estudio emblemático e histórico del superlibros del Duque de Medina de las Torres. Francisco Olmos, José María de. Estudios Nobiliarios y Emblemáticos de la Real Academia Matritense de Heráldica y
    Genealogía. Madrid, enero de 2021.

  • La familia de Ambrosio Spinola, héroe de Flandes. Valero de Bernabé, Luis. Marqués de Casa Real.

  • Historia genealógica y Heráldica de la monarquía española. Casa Real y Grandes de España. Fernández de Bethencourt- Tomo VII. Establecimiento tipográfico de Jaime Ratés. Madrid, 1907.

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